Casa Sagrada de Magno [Priv]

- es bueno sentirse libre - dijo tranquilo mientras palpaba la mano ajena con gesto tranquilizador - esto querida no es una carcel, es mas un refugio para las personas que no tienen nada - le sonrio suave - me apuesto a que jamas has hablado con ninguno de los empleados sobre la razon de por que esta aqui, verdad? - le pregunto sonriendo - Mar ha vivido aqui desde que mi mujer la contrato, o mas bien la trajo ya que ella fue su nana en la niñez, aunque Mar tambien era joven en ese tiempo - dijo con melancolia - y bueno, aparte de ella, todos los demas estan aqui por que quieren, aunque Mar tambien claro, en esta casa quien no quiere estar, puede marcharse libremente, asi que no lo puede uno considerar una prision o carcel - era cierto que no podian salir, pero ese era el unico requisito que pedia marco, y como siempre, todo tenia un porque - pero no te preocupes, hay muchas veces que marco permite a los trabajadores salir, para divertirse, ir a visitar a alguien, cualquier cosa, solo que tu llegaste unos dos dias despues de la salida de los trabajadores, por eso aun nadie salio desde que entraste - le informo, aunque la unica persona que jamas salia era Finger, el siempre le hacia compañia a Tito en esos dias, eran dias tranquilos la verdad.

el anciano dejo escapar una risita suave por el comentario de la chica sobre que le dara un bocado un dia de estos.
- vas a convertirme en un vampiro con lo mayor que estoy? no se si mi cuerpo lo aguantaria, ademas, no seria bonito ver un vampiro que mas que uno, parese mas una momia - bromeo el anciano tras levantarse al separarse del abrazo de la joven - ademas si me convierto en vampiro, tardaria mucho en ver a mi esposa - dijo pensativo pero como si lo dijese de broma - esas cosas no son para mi, aunque seria interesante ver a mi hijo convertido en vampiro.. de seguro que los colmillos le quedarian muy bien - bromeo mientras se asercaba a la cama, donde aparto la manta y se acosto, la chica se le habia asercado y queria taparlo, el atrapo su mano mirandolo bien fijo - Mora... debo pedirte un gran favor, confio en mi hijo y en su fuerza, pero aveces hay cosas que uno no puede controlar como el destino, y el futuro es muy oscuro en esta familia, pero tu eres la luz de la esperanza que pense que jamas llegaria a esta casa - cojio la mano de la chica con ambas manos - cuida de mi hijo y no permitas que muera - dijo eso ultimo bien serio pero solo en el tono, ya que su expresion era tranquila pero como decidida y firme.

La mañana empezo, como cada dia en la casa magno, Finger y Mar se levantan los primeros, para preparas las cosas antes de que los demas despertasen, despues se despiertan los trabajadores de la casa y empiezan a trabajar cuando le son repartidas las tareas en la casa por Finger.

Marco durmio solo unas tres horas ya que se la paso mucho tiempo metido en el baño privado, nadando en la agua fria, que gracias a dios lo calmo bastante, y penso en sacar a sus perros el mismo, por lo que camino por el pasillo tranquilamente hasta que vio una silueta llamativa que se le asercaba desde el frente, su andar directo le daba a entender que la chica estaba seria, o que algo malo le paso, asi que se detuvo y la chica al llegar frente a el, tambien se paro, viendole directamente.
- tenemos que hablar - dijo Liana con tono serio y el con una expresion de lo mas tranquila la guio hasta la biblioteca, dejandola pasar primero como caballero que era, cuando entraron, el cerro la puerta.
- que pasa Liana? ya te cansaste de estar aqui? o alguien te falto al respeto? - pregunto mientras revisaba la estancia, viendo si faltaba algo y en efecto, no vio por ningun lado un libro, y supuso que su padre se lo llevo al dormitorio, asi que imagino que esa mañana, su padre no le acompañaria.
- Marco... - hacia tiempo que no lo llamaba por su nombre y eso solo queria decir que el tema era serio por lo que fruncio el ceño al poder esperar cualquier cosa de ella, pero sin saber que es... – se perfectamente que estas en contra del matrimonio, sin decir del amor - dijo ella elevando las manos un poco – y tambien se que rechazaste el matrimonio areglado entre nosotros hace tiempo por varias cosas... - se le aserco un poco – y yo no voy a hacerte cambiar de pareser, pero... sabes tan bien como yo que un hombre al igual que una mujer, jamas pueden controlar de quien se enamoran - eso lo sorprendio ya que no entendia a que venia eso la verdad – a mi ciertamente no me supone problema, soy una Hardwich asi que mi vida sera de lo mas tranquila, pero la tuya... - lo miro preocupada – cambiate el apellido - dijo de pronto, lo que le saco de onda a MArco, que se aparto serio de ella.
- que? que tonterias estas diciendo Liana! por dios santo! - solto el, como ofendido pero bien serio. – no digas tonterias, quieres? - pero ahi la chica se ofendio y avanzo hacia el.
- no son tonterias! ese apellido te acabara matando!! - con un rapido movimiento de mano ella le levanto la camiseta, viendo la cicatriz de la herida que ya se estaba curando, ella tenia conocimientos medicos asi que sabia que era bien reciente entre otras cosas, el se aparto de ella, bajandose la camiseta – ves!!? justo lo que pensaba!! ya me parecia extraña tu actitud y mas cuando dormiste con ropa, tu jamas duermes vestido, ni cuando estoy yo de visita! - lo conocia demasiado bien y las sospechas se habian levantado hacia ya tiempo.
- tss... es solo un corte por dios, no exageres - dijo el, quitandole importancia, le dio la espalda a la chica, si que se habia vuelto perspicas la maldita...
- qu-que no exagere? eres idiota o que? - se le aserco por detras y apollo su frente en la ancha espalda de MArco – no ves... que estoy preocupada por ti... - dijo ella con tono triste.
- preocupada? quien lo diria si quieres quitarme lo que es mio - se giro viendola serio – tu misma dijiste que si no era capaz, me lo quitarias todo aunque sabes que jamas te lo permitiria, verdad? - dijo el bien firme.
- lo se, se que eres capaz de eso y mas, pero solo lo dije para que no cometieras tonterias y sin saberlo yo, ya la habias cometido antes de venir yo - ciertamente la chica estaba molesta – y por que fue esta vez? una pelea? un atraco? has protegido a alguien? - insinuo la joven.
- eso a ti no te importa - dijo serio y ella se sorprendio, el normalmente respondia, pero que no lo hiciera queria decir que era importante para el y eso le molesto a ella.
- idiotaa!! - salto ella, mas molesta – eres un verdadero idiotaa!! por dios marco, no eres un dios! ni invencible ni inmortaaal!! - exclamo ella, realmente no sabia como hacerle entender a ese cabezadura que estaba en peligro – eres tan solo un hombre! y si siges asi, moriraass! - sus ojos estaban vidrosos pero no lloraria, ella jamas lloraba frente a la gente – maldito el dia en que a tu familia se le ocurio la gran idea de revivir a la "maldita" familia Magno! tu padre fue un tonto al no aceptar el trato pero tu mas! - ahi sin esperarlo, marco la atrapo por la mandibula, ella se asusto bastante ya que de pronto ni sintio el suelo y vio los frios y peligrosos ojos del romano que la perforaban con ira.
- me da igual que me insultes o lo que sea, pero ni se te ocura volver a mensionar a mi padre, respetalo - dijo el con un tono bien frio, la bajo soltandola, ella estaba bien palida al haber sentido tal fuerza sobre si misma.
- l-lo siento... no debi meterlo en esto pero.. - temblaba por dentro y por fuera, pero ella era de los que luchaban aunc uando la batalla estaba perdida, era muy orgullosa – pero marco, la maldita maldicion de tu familia acabara matandotee!! acaso no lo ves?! - volvio ella a exclamar.
- cállate - eso sono a una orden bien firme y ella retrosedio pero aun tenia su desafiante mirada.
- no me callare! acaso quieres morir?! no quieres ser feliz? no quieres tener hijos o verlos crecer?! marco reaccionaa!! - ciertamente estaba desesperada por que el entrara en razon.
- fuera - dijo con frialdad – si eso es lo unico a lo que veniste, haberte ahorrado estos dias de estancia diciendomelo desde el principio, de seguro que has gastado un tiempo del que ni dispones, ahora vete - dicho esto ella se sintio como si un cubo de agua fria le callese encima, pero eso solo la encolerizo mas, haciendo que diese media vuelta para irse.
- tu mismoo!! pero luego no me vengas rogando ayudaa maldito idiotaa!! - dijo abriendo la puerta y dandole un portazo bien fuerte.

marco suspiro cuando la chica abandono la estancia, todo aquello lo sabia mejor que nadie, pero no renunciaria al apellido tan facilmente, se habia jurado a si mismo romper esa maldicion aun si le costaba su propia vida...

ciertamente estaba molesto, pero era bueno controlandose y mas cuando oyo que alguien llamaba a la puerta, asi que camino para desestresarte un poco y abrio la puerta, viendo ahi a mora, le sorprendio en parte que ella no entrara por la cara como siempre hacia, aunque su expresion era ciertamente indiferente, pero de eso no tenia culpa la joven que se encontraba frente suya.
- que quieres? - le pregunto y no pudo evitar que le saliera cierto tono frio, ya que le costaba controlarse un poco al ser reciente el caso que le ataco los nervios, esperaba que la chica no oyera nada, ya que las paredes y en especial las puertas de esa casa eran finas... las paredes no tanto, pero las puertas si... deberia pedir unas puertas que cortaras el ruido?

- dejale dormir - dijo tras suspirar, salio de la biblioteca cerrando la puerta tras de si, viendo a la chica, estaba rara... seria que el paseo del dia anterior la calmo? seria obediente ahora? o solo estaba fingiendo? acaso oyo algo?! - ... - pero cuando quiso preguntar una voz familiar se le adelanto.
- Buenos dias - saludo John que caminaba por el pasillo hacia ellos - que bueno verte levantado Marco, asi no te tendre que ir a buscar a tu cuarto - dijo sonriente y al pararse frente a ambos, tomo la mano de mora y deposito un beso en ella - despues de revisar a marco, te pienso revisar a ti, asi que no te alejes mucho - comento sonriente y extrañamente marco puso una cara bastante extraña, como si estuviera molesto por el gesto.
- no te preocupes por mi, estoy perfectamente asi que revisala a ella y cuando termines, hablaremos - dijo y volvio a meterse en la biblioteca, dejandolos solos tras cerrar la puerta con un poco de fuerza.
- vaya... que ha pasado? - miro a mora - habeis discutido?

çacompaño a mora hasta su cuarto, donde ella se sento y el se puso a revisarla, primero su garganta, ojos, etc... vamos lo mas comun de una revision mientras ella hablaba.
al pareser la invitada revelo el porque de su visita... esperaba que marco estuviera bien aunque ahora entendia ese humor de perros que traia... pobre puerta...
le estaba revisando la vieja herida del muslo, donde le corto el primo de marco, que estaba muy bien curada y casi ya ni habia marca, y de pronto elevo su mirada con una expresion de lo mas tensa al oir lo que la chica decia.
- vaya... - dijo separandose de ella y sentandose en la silla - asi que... sobre eso hablaron, eh? o mas bien vociferaron - sonrio con amargura y se tomo un poco de tiempo en recojer sus cosas para despues mirar a la joven - lo de la maldicion es verdad - comento tranquilo aunque solo de apariencia - se que es dificil de creer y mas en esta epoca, pero las peores maldiciones son las mas antiguas ya que son las unicas reales - comento - por donde podria empezar... - suspiro mirando al techo un momento como si ordenase sus pensamientos para despues volver a fijar su vista sobre la joven - de seguro que sabes la historia del primer Marco Magno, conociendo a Tito y tu curiosidad, fijo que te conto la historia del apellido magno - sonrio un poco - bueno, pues la historia oficial termina con la muerte de la amada de Marco, Diana, pero lo que no cuenta nadie, es lo que vino despues - dijo mientras unia sus manos, entrelazando los dedos - cuando marco mato a diana para salvarla de una muerte horrible, su sangre mancho a marco y desgraciadamente toda maldicion empieza con sangre y sacrificio, y como ya sabras, en esa epoca era muy comun los sacrificios, y mas cuando Petrio, su mas sercano pariente con vida estaba presente viendolo, el era un adicto a los sacrificios, y era practicamente la reencarnacion del mal en la familia, tan cruel... pero cuando vio lo que Marco hacia, deseo su muerte, y sin importarle nada, aun cuando el era un Magno, vio una gran oportunidad al ver el sacrificio de Marco, y cuando la sangre callo, Petrio maldijo a la familia - dijo dejando un poco de silencio - ahi fue donde todo empezo, petrio odiaba mucho a marco, lo envidiaba mas que a nadie, y si te fijas, incluso ahora la historia se repite - solto una pequeña risa ironica al no creerselo mucho aun siendo verdad - haa... tras ese suceso, extrañamente, cuando un Magno se enamoraba, estando casado o no, y su pareja le corespondia, la maldicion atacaba, matando a uno de los dos, aveces dejando descendencia, otras veces no... - miro a mora - pero a lo largo de la historia, se ha podido estudiar e investigar todo eso y marco, el nuestro claro, lo ha echo, y detecto algo curioso, la maldicion tiene un patron muy curioso - comento como extrañado - esa maldicion no mata solo al portador de la sangre magno, tambien mata al otro ser, ya que Diana jamas se caso con Marco asi que jamas obtuvo su apellido - aclaro el - y siguiendo el patron que descubrio marco, al pareser la maldicion va siguiendo su patron de muerte, la primera en morir fue Diana, osea una mujer, el siguiente fue un descendiente de Magno, que era hombre, gracias a dios que dejo descendencia, pero esa murio siendo una mujer, y asi iba cambiandose hasta que llego al siglo 19, donde la maldicion se detuvo cuando los Hardwich se apoderaron de los Magno, desapareciendo asi el apellido, aun cuando la sangre corria por ellos, pero para que se "active" debe estar de por medio el apellido y el amor mutuo entre dos personas, es como una llave, pero alguien se separo de la familia Hardwich para restaurar a la familia magno no haciendo caso a la maldicion, y ahi el patron volvio, matando de nuevo, y segundo lo descubierto hasta ahora, contando con los parientes fallecidos mas proximos a marco... - apreto su labio un momento y miro fijo a la chica - marco es el proximo en morir - dijo serio y sin apartar la vista de los ojos ajenos - ya que la madre de marco murio, y antes de eso, fue su abuelo, asi que no hay duda de que él es el proximo

nego ante el comentario primero de la chica, era evidente que no veia lo que realmente pasaba pero le dio mas prioridad al segundo mensaje.
- no se la salto, como te dije, la que murio fue la madre de marco, la amada de Tito, y antes de eso, murio el padre de Tito, eso quiere decir que el no estaba en peligro, y no puede uno dar su vida por que viva el otro, ya se intento y como que no hubo mucha suerte... - comento algo triste con la cabeza gacha para al rato volver a elevarla, mirando con pena a la chica - debe de ser duro, sabes? tienes tu vida tranquila, una infancia... con cierta inocencia, pensando que tu vida va a ser algo maravilloso al lado de la persona que mas amas, que envejeceran juntos... y de pronto, te enteras que hay una maldicion que te mata a ti o a la persona que amas mas que a ti mismo... - ciertamente era doloroso, el no podria siquiera vivir con ello - la maldicion no tiene criterio ni nada, da igual incluso si se han o no confesado las personas que se aman, una vez que nace ese amor, la maldicion se activa como si fuese un reloj de arena del que no sabes cuanto tiempo hay - dijo algo serio de pronto - Marco sabiendo eso, practicamente encerro cualquier sentimiento que se asemeje al amor, se... obligo a si mismo a no sentir nada ni desear a nadie, por eso tiene amantes - sonrio pero de mala gana, como si intentara excusar su comprotamiento - a el le da igual morir, pero... el sabe perfectamente que no se lo perdonaria jamas si la persona que el ama sufre por su culpa, por nada del mundo quiere eso, asi que intenta renunciar al amor como puede... - suspiro volviendo a bajar su rostro, mirando sus manos - si tan solo se cambiase el apellido... pero MArco es terco, me dijo que eso es como huir del problema, asi que se le enfrenta de cara, queriendo romperla - meneo la cabeza en señal de negacion - esta buscando años algun libro o algo que le indique como romperla... pero hasta ahora no ha encontrado nada y el tiempo corre... - elevo su rostro - y ahora mismo debo comprobar una cosa que espero que me seas del todo sincera - dijo serio y se puso recto - Mora tu... lo amas? - esperaba estar equivocado la verdad...

penso que la chica solo le diria "si" o "no" pero jamas se penso enq ue ella relataria semejante discurso.. y era peor de lo que penso, su rostro mostro clara consternacion y rapidamente se levanto dandole la espalda al tomar su maletin, lo malo es que el era pesimo mintiendo... sabia hacerlo pero solo en el ambito profesional, no en el otro.
- si quieres mi sincera opinion... pues te dire que... - las palabras se le atascaban, no por el sentimiento que ella sentia, sino por lo que marco hacia - sinceramente creo que tu lo amas - se giro a verla, estaba algo triste, aunque tambien alegre por que una mujer amase a su amigo de forma tan sincera... si tan solo no estuviera la maldicion de pro medio - debo ir a revisar a marco - dijo de pronto - nos vemos si eso un poco mas tarde, si? - dijo y salio del cuarto de la chica, debia pensar con claridad, conocia a marco y sabia sin tener que preguntarle que el sentia algo por mora, sino, jamas habria echo todo aquello que hiso... lo conocia demasiado bien, podria hasta meter la mano en el fuego por lo que pensaba.

John se habia ido directamente a la biblioteca para asi revisar a marco y de paso a investigar aver si sus conjeturas eran ciertas o no, por otro lado, el abuelo seguia durmiendo, Mar habia salido, para encontrarse con los proveedores para asi hablar con ellos sobre los pedidos del mes siguiente, ya que queria añadir ciertas cosas a la lista y quitar otras, asi que no se encontraba en la casa en ese momento.
Finger estaba en la cosina, sentado en la mesa, aunque durmiendo, tenia los brazos cruzados sobre la mesa y la cabeza apollada sobre ellos, dormia placidamente, aparte de que la cocina era el lugar mas calido de la casa, y el sueño puede entrarle a cualquiera si esta ahi mucho tiempo y no es un cocinero o ayudante de cocina, ya que estos se acostumbran al poco tiempo.

sin siquiera darse cuenta de ello, habia llegado la tarde, una tarde de lo mas curiosa, y Finger se presento en el cuarto de los perros, donde mora estaba limpiando y a la vez atendiendo a los dos caninos.
- sabes, es de mala educacion presentarte en un citio y ni saludar - dijo referiendose al encuentro en la cocina - al pareser te gusta esquaquearte de tus labores para ocuparte de otras cosas, no? - dijo burlon - si pensabas que dormia, pensaste mal - dijo con los brazos cruzados - ... - iba a decir algo mas, pero mejor se lo guardo para si mismo y para el amo, por lo que solo sonrio aver como reaccionaba ella, fijo que le saltaba diciendo que se aplicara el cuento y que ella lo vio durmiendo, pero el no habia estado durmiendo, la verdad era que ultimamente le molestaban los ojos mas de la cuenta, seguramente deberia usar gotas o gafas... no sabia que era peor verdad...

- te veo en las nubes, al pareser el no haber hecho caso a mi consejo te esta concomiendo por dentro, no? - insinuo, arqueando una ceja, dando a entender que sabia que es lo que estaba pasando - pues si has terminado, puedes ponerte a lavar la sala del comedor - donde estaba la mesa largisima con la chimenea y los sillones romanos - y cuando termines, ve al jardin a arancar la mala hierba, el jardinero se puso malo - comento tranquilo - se resfrio por estar demasiado rato a fuera - silvo y los dos perros se le asercaron, los iba a sacar a que dieran un paseito, asi al menos estiraban sus patas, y si eso luego les daria un baño, ya que era hora, aunque no estaban sucios ni olian mal, solo por higiene personal, y asi jugarian un poco con el agua.

se sorprendio un poco al ver esa reaccion, al pareser la chica estaba demasiado metida en su mente como para entablar una "conversacion" por loq ue la dejo en paz, por ahora, claro.
Salio con los perros hacia la otra parte del jardin, luego los sacaria a dar un paseo por la ciudad, pero eso un poco mas tarde.

Tras unas cuantas horas, la puerta principal se abrio, dejando ver la silueta de MArco, quien salia al jardin, con direccion a la puerta principal, sin mirar siquiera a los lados, cuando llego al porton, lo abrio y salio sin mas, cerrando tras de si, John lo habia seguido a una prudente distancia, con no decir lejana, mirandolo como triste y preocupado, se quedo ahi, de pie a mitad de camino al porton y a la casa.