Cacería en las ruinas [Priv. Giovanni]

Perdida en las afueras de la ciudad, y carcomida por la vegetación exuberante, dormía el fantasma de una vieja iglesia, cuya estructura se caia a pedazos. Dentro, el único vestigio de que aquello alguna vez habia sido un templo para orar,  era un altar cubierto de moho, que bien podría haber adorado a un  dios desconocido y olvidado.  Las sombras se refugiaban en los pocos lugares donde el techo aun no se habia caído y en el estrecho pasaje que daría a lo que en su momento fueron los aposentos del párroco, anidaban pequeños animales salvajes.
Dejando un  rastro de sangre propia y ajena tras de si, un demonio albino avanzo entre las ruinas de aquel lugar sagrado, cuya paz habia perturbado segundos antes con un disparo y el estrepito de un cuerpo al caer. No le importaban sus propias heridas, ni la muerte que acaba de entregarle al ultimo de sus perseguidores, y sin respeto alguno se sento en el altar mientras limpiaba sus pistolas.

Los grilletes rotos, aun en sus muñecas, evidenciaban su escape. Aquellos guardias del mercado negro eran muy persistentes. Tras recuperar sus armas y huir del lugar, se vio envuelto en un tiroteo a lo largo de la ciudad, e incluso uno de ellos se las ingenio para escapar de sus balas y seguirlo hasta allí… al final su destino fue el mismo que el de sus 20 compañeros  y ahora yacia muerto en la entrada de ese lugar. Cualquiera que hubiese visto la persecución seguramente pensaría que fue un gran espectáculo.

-Perdona Dios,  porque he pecado…-dijo con sorna  mientras se recostaba del todo en el altar-  Deberias conseguir mejores fieles

La sangre del dragon comenzaba a coagular con lentitud sobre la superficie de piedra, al igual que en las profundas heridas que surcaban su cuerpo. Si hubiera usado al menos la mitad de su potencial no tendría ni un rasguño, pero esos mosquitos no lo valían.
El rojo de sus ojos y su sangre contrastaban con la blancura de su piel y sus cabellos, que iluminados por el sol del atardecer le daban la imagen de un ángel caído.