Después de los negocios.. (privado)

Si bien no había sido un día tranquilo, igual tendría que atender las necesidades del chico. Era su responsabilidad y no lo dejaría a un lado por sus tontos caprichos. Lo había comprado y ahora se haría cargo. No miró ni prestó atención a su acompañante durante todo el viaje, parecía que lo estaba ignorando, aunque, solamente estaba absorto en sus pensamientos. Y ahora que estaba así, no sabía que cuidados darle. Sabía que era un humano, eso si, y tendría que darle el mismo trato, y también sabía que tenía que ganarselo para tener una buena relación. No estaba al tanto de eso, y mucho menos de acuerdo. Suspiró como desalentado, rompiendo el incómodo silencio que había en el auto-Ian, al leer tu ficha, supe que eras alguien, diferente, o mejor dicho, especial.- Le miró de reojo, tratando de mantenerse concentrado en el camino, finalmente seguía conduciendo.- Aún así, tengo muchas preguntas que hacerte. Sé que eres como los humanos, a pesar de eso, tengo mis dudas- aclaró aprovechando un semáforo en rojo- ¿Comes cualquier cosa? O tu raza es un impedimento? Quiero que me hables más de ti, tus gustos, lo que te molesta...-intentó pensar en más preguntas, pero simplemente no se le venía nada a la mente. Si bien antes había estado en ambientes incómodos, este lo era más - Claro que no te presionaré a decirlo- tenía que hacerlo, confiaba en eso. Si iba a hablar lo haría. Sólo era cuestión de tiempo.
Estacionó el coche justo frente al centro comercial. El bullicio del lugar le parecía molesto, pero no tenía opción.
Giró su rostro y miró al vampiro, indicandole con la mirada que habían llegado y era hora de bajar del coche.

*Después de haber visto cuanto había cambiado su alrededor, de haber notado a aquellos pets fuera de la tienda que acompañaban a sus ‘Amos’ con una sonrisa marcada en el rostro, camino siguiendo a su nuevo dueño de cerca para evitar perderse debido a la multitud que caminaba por donde sea que miraba el pequeño vampiro. Se adentro a el auto dejando sus cosas en el asiento de atrás, se puso el cinturón de seguridad con algo de dificultad debido a que hace mucho que no se subía a un auto y solo se giro a ver por la ventana atentamente, con una expresión inquieta un tanto infantil quizá. Todo momento se mantuvo en silencio, debido a que no tenía nada que decirle a aquella persona que ahora era su Amo. Se quito el cinturón sin poder evitarlo más y se arrodillo en el asiento del auto posando sus manos en el vidrio de la ventana mirando atento el camino que recorrían, como si fuera lo más interesante en esos momentos. Desvió solo unos segundos la mirada al escuchar el suspiro cansado tal vez y de sus labios también escapo un suspiro que se hizo notar debido a que empaño el vidrio.
Le escucho hablar girándose un poco, manteniendo sus manos en el vidrio clavando su mirada violácea en el mayor, observándole conducir, sosteniéndose después para volver a sentarse en su lugar dejando de ver por la ventana.*Puedo comer comida de humanos, generalmente comía fruta y galletas cuando estaba en la tienda.. *Junto sus manos jugando distraídamente con sus dedos mirando por la ventana entre cerrando lentamente y con calma su mirada*Me gusta la lluvia.. la fruta.. Cuando está nublado el cielo.. Lo que me molesta es que me toquen tan a la ligera, que tomen mi ropa o demás cosas sin mi permiso.. No me gusta el humo del cigarro.. Pero no me quejo mucho.. Y no me gusta el calor.. Lo odio.. *Omitió decir que odiaba los truenos, porque le parecía algo que aun no le contaría a esa persona, después de todo aun era un desconocido para el* Quiero saber de ti… *Musito después de un rato sin dejar de ver hacia la ventana, observando el camino y a las personas que pasaban en el recorrido. Cuando el auto paro giro a ver al mayor, girando después a ver por la ventana escuchando el ruido de allá afuera.* En serio vamos a ir a ahí?.. *Apunto afuera, por la ventana mirando a las personas y después a él que era su Amo*..

Escuchó con atención cada palabra que había dicho, tratando de recordar más adelante todos estos detalles, importantes a su parecer. A pesar de eso, sus expresiones demostraban lo contrario. El rostro serio y la mirada distante que acostumbraba tener no siempre era de ayuda. - Vaya..-murmuró en voz baja intentando comprender los gustos del chico, lo que le molestaba.. resultaba bastante interesante - Bien, creo comprenderte un poco. Aunque debería darte algo más sano.. - Levantó una ceja pensando seriamente eso. Esbozó una leve sonrisa, formando una medialuna en su rostro. Se giró hacia el menor, mirandole algo sorprendido- Vaya, pues.. no resulto alguien muy interesante. Pero si quieres escuchar igual te contaré algo sobre mi..-suspiró pensando algo que podría ser digno de contarse, aunque no estaba muy seguro de que estaría bien..- Me gustan las cosas caras, y sobretodo presumirlas -rió al decir eso- me gusta el alcohol, y por desgracia el cigarro, aunque tampoco soy dependiente de eso -murmuró en voz baja, sería un choque con el chico, pues el lo odiaba, obviamente tenía que haber algunas diferencias en su relación, de otra manera seguro sería aburrido.-Pero sobre todo, amo el sexo- concluyó con eso, sonriendo ladinamente.
Respiró profundamente mientras veía por la ventana -Si, tenemos que..- respondió por último con un aire de desgane, para bajarse del vehículo, acercandose a la puerta de su acompañante y abriendola con aire caballeroso, esperando que el menor saliera

*Volvió la mirada a su amo observando su rostro serio, pareciéndole a punto de vista del vampiro una expresión tranquila. Algo más sano?, la fruta y las galletas lo eran, pensó para sí el pequeño vampiro posando sus manos en sus piernas dejándolas quietas en una postura delicada y serena.*Algo de interesante debes de tener... *Musito quedamente para sus adentros al escuchar el comentario del mayor volviendo a salir de su ensimismamiento para prestar atención a su Amo, bueno, al menos la expresión del mayor había cambiado de ser a aquel hombre de superioridad a ser esta persona con la que platicaba sin la necesidad de alzar mucho la voz. Bueno, al escuchar sus palabras cambio un poco de opinión y solo atino a torcer ligeramente sus finos labios.*Vaya... *Murmuro quedamente para sí mirando a un costado al escuchar sus gustos, tendría problemas con eso pero aprendería a sobrellevarlo. Un tenue rubor cubrió las mejillas del vampiro, aunque solo duro segundos ese calor. El vampiro jalo sutilmente el cuello de su ropa para alejar ese calor pasajero y suspiro, calmándose al instante.*Espero salir vivo... *Musito girándose mirando por la ventana antes de que la puerta fuera abierta por el mayor. Salió del auto escuchándose rápidamente el bullicio de el lugar y suspiro largamente. Llevo una de sus manos a acomodar el broche en sus cabellos y seguido alzo la vista con un aire decidido y un tanto infantil debido a que aun era solo un pequeño a comparación con su Amo.* Vamos... *Musito con calma extendiendo su mano para tomar la de su Amo, quería evitar a toda costa el perderse en ese lugar, además que ya había tenido una que otra mala experiencia cuando vivió en la calle la vez que salió de su casa. Si bien, tenía un poco de temor, pero no lo demostraba tan fácilmente*

Escuchó con atención al chico, mirando su rostro. Si bien era un lugar diferente, y sobre todo nuevo, no tenía que temer. ¿O sí? Después de todo se encontraba con él, a pesar de apenas conocerlo se encontraba obligado a cuidarlo, se haría responsable bajo cualquier circunstancia.
Sostuvo la mano apretándola suave pero protectoramente, un poco impresionado de sus acciones al principio, pero de alguna manera le comprendía y lo haría sentir con un poco más de confianza. Comenzó a caminar lentamente, aunque realmente deseaba irse lo más pronto de ahí, así que con la mirada buscaba una tienda de ropa, lo que sería lo más importante, y luego regresaría para los alimentos. – ¿Hay algo que te guste o tienes algo en mente?- preguntó mirándole conforme se acercaban a un negocio, que desde afuera aparentaba tener una gran variedad de ropa, por lo que no dudó en meterse. El lugar era muy amplio, y por suerte había poca gente, a pesar de esto, la tienda no perdía su toque elegante, y sobre todo, caro, así decidió llamar a alguien que les atendiera de inmediato, después de todo, le molestaba esperar. Indició con la mirada a la trabajadora que buscaba algo para el menor, mientras tanto el decidió sentarse y observar como vestían al chico. Tenía que ganárselo y esta sería una forma de consentirle -Dime si te gusta, lo comprare para ti -dijo presumido esbozando una sonrisa

*Miro a su alrededor unos momentos, manteniéndose en silencio, deslizando rápidamente su mirada violácea por cada uno de los locales de ese lugar, también paseaba su mirada por las personas que caminaban por todos lados, algunos con bolsas y otros caminando sin rumbo fijo al parecer, todas esas personas sonreían cosa que le dio curiosidad al vampiro, ¿Por qué sonreían?, se pregunto mentalmente torciendo con ligereza sus finos labios carmín. Salió de sus pensamientos al sentir la presión que ejercía su Amo en su mano, volviendo su atención, así como su mirada hacia el mayor, parpadeo unos segundos, antes de caminar siguiendo los pasos firmes de su Amo. El bullicio de ese lugar era lo único que le molestaba al vampiro..y también algunas personas que se le quedaban viendo y ampliaban mas su sonrisa, algunas chicas que les miraban y comenzaban a murmurar cosas que el vampiro no alcanzaba a escuchar y que de seguro no le importaban a su amo.*No sé...Nunca he ido de compras...*Musito quedamente, respondiendo a la pregunta del mayor, tratando de seguirle el paso para evitar perderse, era lo que menos quería en esos momentos. Miro el negocio alzando su mirada un poco, observando toda la ropa que vendían en ese lugar, en verdad era demasiado grande ese lugar y demasiado elegante al parecer. Soltó la mano de su Amo cuando se fue a sentar y siguió en silencio a la trabajadora que le entrego una cuanta ropa.*Esta bien...*Susurro con calma el vampiro respondiendo a su Amo, escapándose un suspiro de sus labios para girarse a donde estaba el mayor* Pero podrías decirles que me traigan ropa de chico?... *Extendió el vestido mostrándoselo a su amo, frunciendo con ligereza el ceño, en una expresión de molestia, mas aquel aire infantil que portaba el vampiro nunca desaparecía*

Absortó en sus pensamientos, sólo las palabras del menor, que demostraban molestia por alguna razón, lograron despejarle. Miró a donde estaba el vampiro y cubrió sus labios, omitiendo una risa burlona. ¿Realmente le habían confundido con una chica? Que vergonzoso sería.. para el -Estoy seguro que ese se te verá bien..-declaró, siendo sincero y a la vez con algo de ironía. Obviamente resultó ser algo divertido. Respiró y desde donde estaba indicó a la trabajadora que se acercara, y así aclaró que quería ropa para chico, aunque a ojos de ellas no lo pareciera. Pero de cualquier manera se llevaría ese lindo vestido, y algunas otras cosas interesantes que había encontrado en el negocio. Sonrió, sabiendo que eso sería desconocido para el chico, algo parecido a una sorpresa, seguramente que ambos disfrutarían..o mejor dicho, solamente él disfrutaría.La trabajadora regresó con el menor, pensando qué le vendría bien, intentaban hacer algo formal, pero de alguna manera casual, entre otras prendas que su "amo" había ordenado. Así la joven regresó con una pila de prendas, todas completamente diferentes a las anteriores. Seth se levantó y cogió el montón, llevandose de paso al chico a quien tomo por la muñeca con algo de rudeza y jaló hasta los probadores. -Vamos- Obviamente tenía pensado "ayudarle" a probarse la ropa. Realmente sólo estaba ahí para verle, aunque no estaba pensando mucho en los sentimientos del chico. Se recargó en la pared mientras sonreía, algo impaciente por que el vampiro comenzara a probarse las prendas.

*Afilo su mirada violácea observando las acciones de su amo con detenimiento. Dejo el vestido por ahí manteniendo el ceño ligeramente arrugado por la molestia de que le confundían con una chica*No...No se verá bien porque no soy chica... *Replico el vampiro mirando de soslayo a su Amo. Cruzo sus brazos suspirando quedamente observando esta vez a la trabajadora que se le quedo mirando un poco extrañada. El vampiro no hizo más que girar el rostro a otro lado evitando ver a esa mujer y seguido camino sentándose junto a su Amo, aunque solo fueron unos minutos ya que la trabajadora le indico que se levantara para verle mejor y después se quedo de pie, esperando a que trajeran ropa adecuada para el*Hm... *Alzo la mirada una vez regresaron con el montón de ropa, se iba a acercar a recoger la ropa que le entregaban, pero su Amo interrumpió*Ah! E-espera duele!... *Se quejo apenas cuando sintió una ligera punzada en su muñeca a causa de que aun ardía y obviamente dolían sus muñecas por culpa de lo que había pasado en la tienda de pets.
Suspiro quedamente cuando le soltó y sobo un poco su muñeca, pareciéndole un poco extraño que aun no se curara con rapidez las heridas en sus muñecas, como siempre lo había hecho. Tomo unas cuantas prendas de ropa que le parecieron agradables y camino al probador cerrando con la cortina para que no le vieran, ni siquiera su Amo. Se quito la camisa que tenía en esos momentos y los pantalones quedando en bóxer. Se miro un momento en el espejo y suspiro nuevamente, tomando unos pantalones negros colocándoselos con calma, sin apuro alguno*

Yacía recargado en la pared, observando con detenimiento las acciones del vampiro. Frunció el ceño cuando cerró la cortina. ¿Por qué lo había hecho? Justamente se había levantado de su asiento para verle, que más... Tamborileó con sus dedos mostrando ambas su desesperación y frustración, las cosas debía llevarse a cabo como el ordenaba. No más. –Pff... - Bufó en voz baja ante su tardanza – Oe, Estás tardando demasiado. ¿Está todo bien? – rompió el silencio que había en los vestidores con su voz, intentando mantenerse paciente por al menos una vez. No sería posible. Tomó con una mano la cortina y la abrió toda, sin importarle mucho si el chico estaba vestido o no, después de todo, podía hacerlo libremente ya que ellos dos eran los únicos en el lugar, además de las trabajadoras que se encontraban seguramente chismorreando por otra parte; el sería el único en verle, y no sólo esta vez, sino en cualquier ocasión. Esperaba que con esto le quedara más claro como sería todo de ahora en adelante. –No la cierres. ¿De acuerdo? –ordenó con voz autoritaria. Observó al menor, pasando su mirada por todo su cuerpo, sin una pizca de discreción. De cualquier manera no era algo que le importara ser o no. – Eres muy lento. ¿Quizás necesites algo de ayuda? – era raro que se ofreciera a apoyarle, pero obviamente no todos llevaba una buena intención y de alguna manera le hacía la pregunta con burla.
Sonrió recargado en el umbral del vestidor, esperando al vampiro y mirándolo con indecencia, si tenía esta vista, estaba dispuesto a esperar un poco más de lo normal

*Se abrocho el pantalón, alcanzando a escuchar los sonidos que emitían los dedos del mayor al estar desesperado. Aun así hizo caso omiso a eso y siguió cambiándose, tomando una camisa blanca de mangas largas, estaba por abrocharla cuando escucho la voz de su Amo alzando la vista un poco*Si todo bien... *Respondió para calmar a su Amo, pero se asusto un poco cuando la cortina fue abierta de repente mirando quien era. Frunció el ceño con ligereza sonrojando solo un poco, bueno, al menos solo estaba con la camisa sin abrochar, no era gran cosa*Ah?... *alzo una ceja al escuchar su orden, haciendo una mueca infantil de disgusto mirando a otro lado, observando de soslayo su reflejo en el espejo y alzo su mirada a ver a su amo, reparando en la forma en la que le miraba girándose para verle de frente retrocediendo un poco, como si quisiera esconderse en ese pequeño lugar*No necesito ayuda... *Replico rápidamente sintiendo como su corazón se aceleraba un poco sin saber la razón del porque*M-Me cambiare solo... *contesto al final dándole la espalda, abrochando con calma los botones de su camisa mirándose en el espejo. Ladeo la cabeza mirándose, los pantalones le quedaban un poco grandes y la camisa de las mangas le quedaba también grande, al parecer no le habían dado a que talla era, pero la verdad era que ni el vampiro sabia que talla de ropa era. Estaba acostumbrado a su ropa, nadamas. Se miro en el espejo, guardando silencio y a la vez escuchando ese silencio, solo se escuchaban voces a lo lejos en otra parte de la tienda provenientes de las trabajadoras, pero no era tan incomodo al punto de vista del vampiro, ese silencio era agradable*Ah sí... *Se desabrocho el pantalón, comenzando a fajarse, acomodándose la camisa bajo el pantalón, para verse aunque sea, un poco más decente frente al espejo y, por unos instantes se olvido de la persona que estaba detrás de el, observándole de esa forma descarada y que era impaciente*

Notó que el chico se había olvidado de su presencia. No era algo que le importara, en fin. Soltó un suspiró cuando el menor terminó de arreglar sus ropas –Hmm.. - se quejó e hizo una mueca de disgusto. Todas las prendas le quedaban demasiado grandes... no creía que las trabajadoras fueran tan inútiles... De cualquier manera, intentó calmarse y lo logró cuando vio al vampiro fajarse... o hacer un intento de. Sin poder evitarlo, rió fuertemente, olvidando cualquier tipo de discreción o educación. Era realmente divertido, y de alguna manera tierno. –Lo haces mal...- dijo en voz baja, agachándose para quedar a la altura del menor. Frunció el ceño y bajó los pantalones de Ian, arregló la playera, estirándola y acomodándola mejor. Hizo todo esto sin darle mucha importancia a cualquier tipo de contacto que estaba experimentando: la piel del chico, sus pálidas piernas... una hermosa vista, sin duda alguna; ningún pensamiento de ese tipo cruzó su mente, pues ahora quería que se viera de la mejor forma presentable. Le fajo, totalmente diferente a como lo había hecho el vampiro anteriormente, y si, se notaba la diferencia – Se ve mucho mejor...-murmuró en voz baja, tomando al chico por los hombros para darle una vuelta. Si, no era su talla, pero ese conjunto en definitiva le venía bien. –Iré a cambiar todos estos. La señorita te traerá más en lo que yo regreso, pruébatelos mientras tanto- Se levantó y sacudió su ropa, dirigiéndose hacia otra trabajadora. Evidentemente estaba molesto, pero su forma educada de hablar le contradecía.

*Dio una media vuelta observando en el espejo como le quedaba la ropa, obviamente le quedaba grande, pero eso no dejaba de mostrar su perfecto cuerpo, delicado y frágil, entre esa ropa grande. Giro su rostro al escuchar la risa proveniente de su amo y ladeo la cabeza mirándole extrañado, sin entender cuál era la causa de su risa, ¿se estaba burlando de el acaso?* Mal?... *Murmuro quedamente mirándole esta vez con una expresión de curiosidad, dejándole que se acercara, después de todo no le veía con ‘esa’ mala intención, solo le quería ayudar, cierto?.* Ah...!*Iba a quejarse, pero al ver la tranquilidad y el cómo arreglaba su playera con una expresión desinteresada, se relajo, dando muestra de eso al suspirar con suavidad. Cerro su mirada violeta durante el tiempo en el que su Amo acomodo su playera bajo el pantalón y una vez termino se giro para verse al espejo, sin duda se veía un poco mejor a como lo estaba antes, esbozo una pequeña sonrisa al verse frente al espejo, pero aquella sonrisa no duro mucho cuando sintió como le tomaban de los hombros para darle vuelta, eso causo que hiciera una pequeña mueca de disgusto, se sentía como si fuera algún muñeco al que le probaban la ropa y le manejaban a su gusto, eso le molestaba, pero en cierta parte, quería pensar que su Amo no le trataba así con esa intención de manejarle a placer. Salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su amo, alzando la mirada, parpadeando dos veces observándole*Hai...*Murmuro quedamente quedándose viendo por donde caminaba el mayor hasta perderse de su mirada violácea. Suspiro profundamente observando la ropa que quedaba en el vestidor y, observo unos minutos el vestido que le habían dado en un principio. Miro a su alrededor unos segundos y se acerco tomando el vestido, mirándolo arqueando una ceja, seguido se paro frente al espejo y se probo el vestido por encima de la ropa que ya tenía puesta. Se sonrojo con ligereza al darse cuenta que si podría ser confundido por una chica o una ‘niña’.*Jhm...*Frunció el ceño con ligereza quedándose así unos segundos, mirándose frente al espejo*

No tardó mucho tiempo en conseguir la ropa para el menor, ya sabían que era talla chica después del error que habían cometido las trabajadoras. Soltó un suspiro y volvió a los vestidores, donde para su sorpresa estaba el vampiro jugando con el vestido- Te dije que te verías bien con uno, aunque creí que no te agradaba mucho la idea –soltó una risa, era bastante entretenido verle de esta manera. Llegó una señorita con un par de prendas más, escogidas por Seth, quien pensó que le vendrían bien todas. Una sonrisa ladina se mostró en su rostro, y antes de que la dependienta se fuera se acercó a ella y le secreteó algo, discretamente. La señorita rió y se retiró, dejando esperando a Seth.
-Aún no te vistas. Traerán más cosas para ti - Se sentó frente al chico, mostrando una risa con varias intenciones. Finalmente, tendría que haber algo divertido entre tanta tensión. ¿O no? Aunque claro, esperaba que esto no se lo tomara tan a pecho. -Seguramente te verás muy lindo con esto..-murmuró intentando disimular un poco.

*Ruborizo de golpe al escuchar la voz de su amo, sacándose el vestido con dificultad a causa de querer quitárselo rápido, se escucho un ligero ruidito de que algo había caído al suelo pero lo dejo pasar, debido a que lo único que le importaba en esos momentos era quitarse el vestido.*N-No... Ah...e-etto.. S-Solo quería ver cómo me quedaba y quería saber la razón de porque me habían dado ropa de chica!...*Si, era una excusa un poco mala y no hizo más que ruborizar al escuchar la risa de su Amo, se encogió un momento de hombros girando su rostro a otro lado escapándose de sus labios un pequeño gruñido infantil.* Jhn... *Suspiro profundamente mirándose en el espejo para revisar que aquel sonrojo había disminuido y se acomodo el cabello, reparando en que su broche no estaba.*Ah... *Bajo la mirada un poco asustada agachándose para buscar el broche, encontrándolo y suspirando con alivio volviendo a colocárselo en su cabello, acomodándolo y esbozando una sonrisa más. Se giro alcanzando a ver como su Amo le secreteaba algo a la dependienta y esta reía, frunció con ligereza el ceño, pareciendo mas una pequeña mueca infantil y se incorporo sacándose la camisa y los pantalones que se había probado, a fin de cuentas esa ropa le quedaba grande. Estaba por ponerse su ropa cuando escucho la voz de su Amo* Pero... *Murmuro apenas girando su mirada a otro lado, sin poder ver aquella risa con intenciones variadas.* Con qué?... *Pregunto de repente volviendo su mirada a su Amo, alzando una ceja con una expresión de curiosidad. Ya se estaba acostumbrando a andar en bóxer por toda el área de probadores, así que se acerco un poco a su amo, sin dejar de clavar su mirada violácea con aire de curiosidad en el rostro de su Amo*Con que me veré...Lindo?... *Mascullo en un murmullo, quedando frente a su amo, observándole fijamente*

Rió al ver sus reacciones, le había atrapado en un momento bastante vergonzoso – Si, si, entiendo- respondió ante las excusas que ponía el menor. No que creyera alguna, claro está –No harías mal de chica, pero, honestamente, te prefiero así –declaró con una sonrisa diferente a las demás, una más sincera.
Observó con atención su desesperación por encontrar su broche, ¿Qué tenía? Para él, se veía bastante común. Estaba dispuesto a ayudarle, pero había reaccionado bastante tarde pues el vampiro lo había encontrado ya -¿Por qué es tan importante? – Preguntó interesado, se le hacía raro que un objeto tan pequeño tuviese tanto valor.
Frunció el ceño al verle paseando tan despreocupado por el vestidor, metiéndolo instantáneamente a este –Alguien podría verte, ten cuidado –dijo en un tono algo sobreprotector, no quería que nadie más aparte de él, le viera de esa manera. –Con toda esta ropa, por supuesto –rió en voz baja, intentado cambiar de alguna forma el tema- Ahora ve y pruébate estos, para irnos de una buena vez...-

*Suspiro quedamente, un poco más relajado, girando un poco el rostro al escucharle, esbozando una sonrisa tenue, apenas visible, el saber que su amo le prefería así, sin usar ropa de chica o cosas así le alegraba en cierta parte.*Es lo único que me quedo de mi hermano... *Respondió con calma, sin prestarle mucha atención al asunto, además ya había pasado mucho tiempo después de la muerte de su hermano así que no le afectaba mucho ya.* Ah...! *Se quejo un poco cuando le metió de nuevo al interior del vestidor frunciendo con ligereza el ceño, suspirando después para sentarse en una banquita que estaba dentro del probador*No creo que alguien me vea, estamos solos. Nadie ha entrado a esta tienda desde que llegamos.. *Reclamo cruzándose de brazos haciendo una pequeña mueca infantil de disgusto. Tomo la demás ropa que le entregaron y entro de nuevo al probador, cambiándose rápido esta vez. Colocándose lo que sería una camisa negra y unos pantalones negros también. Miro una corbata que venía junto con el traje y se la coloco, sin saber muy bien como se ataba esa ‘cosa’. *Ahm...Amo... *Murmuro con un tono de suplica, girándose a donde estaba el mayor, dándole a entender que se acercara a ayudarle con el nudo de su corbata. Si ya le había ayudado una vez, otra ayuda mas no le haría mal a su amo, ¿o sí?. Suspiro quedamente, evitando a toda costa esta vez el no volver a sonrojarse, ya se había sonrojado casi todo el día y ya comenzaba a molestarle, el calor en sus mejillas le molestaba, el calor lo odiaba.*

Le soltó con cuidado, mirándole atentamente -Bien, pero es mejor prevenir. ¿Qué pensaría una chica si te viera así? O cualquiera de las trabajadoras –replicó pero en cierta manera guardaba con celo que alguien viera a su vampiro de esta forma, por lo que cualquier excusa pensaba que serviría para hacerle cambiar de opinión. Una pequeña pila de ropa comenzó a formarse, y fue cuando indicó que podían empezar a cobrarla. Estaba absorto en esto que lo único que le despejó fue el quejido por parte del menor. Volteó a verlo, arqueando una ceja -¿No sabes atarte la corbata? –preguntó agachándose para poder estar a la altura del menor. Sin mucho problema hizo el nudo, pues él estaba acostumbrado a vestir siempre elegante, por lo que una corbata no sería un gran reto. Al terminar acarició el rostro del menor y arreglo sus cabellos, dejándole de una forma impecable –Mira, ¿qué te parece? –preguntó dándole la vuelta para que se viese en el espejo. Seth se encontraba fascinado ante tal escena. –Puedes llevártelo puesto –dijo en voz baja sugerente, le parecía un atuendo adecuado para salir del local.

¿Que soy una linda niña que usa bóxer de niño?... *Musito con cierto aire de burla hacia su persona, con cierto sarcasmo también. Suspiro quedamente sin intenciones de pelear con su amo y miro la cantidad de ropa que se llevaba la dependienta para cobrarlo, en verdad, no se había dado cuenta de cuanta ropa se había probado y cuanta ropa había escogido su amo. Dejo de pelear con la corbata al ver que su amo estaba más ocupado observando por donde se llevaban su ropa e hizo un ligero ademan infantil de molestia al escuchar la pregunta de su amo, si le pedía ayuda era porque no sabía atarse la corbata. Aun así prefirió callar, observando detenidamente como era que se hacia el nudo de la corbata, agachando un poco su rostro, pero sin intervenir mucho en la labor de su amo. Frunció el ceño con ligereza a causa de aquella caricia agradable en su rostro, pero por culpa de aquella caricia un ligero rubor cubrió las mejillas del menor.*Uhm... *Se miro en el espejo cuando le giro y ladeo un poco su cabeza observando detalladamente el traje que vestía, se veía un poco más grande por así decirlo, pero aun así no dejaba aquel aura inocente y caprichoso que le caracterizaba. Si, le gustaba como se veía. Alzo su mirada violácea a observar a su amo después de escucharle y asintió dos veces con la cabeza*Si... Me lo llevare puesto, me gusta... *Musito con calma, acomodándose un poco su corbata para que no le apretara mucho al cuello. Se volvió a acomodar aquel broche en sus cabellos y se giro a ver a su amo de frente, quedándose en silencio unos segundos. Después, sin pensarlo por más tiempo, se alzo en puntillas para alcanzar el rostro de su amo y deposito un casto beso en su mejilla derecha a modo de agradecimiento, paso a un lado de su amo después para caminar a la caja, lugar donde se suponía debía estar su ropa nueva*

Frunció el ceño, de verdad que eso le molestaba pues no se tomaba tan a la ligera ese tipo de situaciones. Suspiró intentando relajarse y le miró nuevamente; cuando hubo terinado intentó olvidar todo y volvió a tener el mismo estado calmado de antes, y sin embargo, al sentir ese beso no supo exactamente como reaccionar, sintió que su relación había mejorado, y eso definitivamente le agradaba. Justo cuando iba a actuar o "atacar" el chico se habia adelantado, suspiró por su lenta reacción, pero a pesar de eso sonrió y le siguió, y cuando estaban haciendo la cuenta por lo que debía pagar, se inclinó un poco y besó la frente del vampiro, sin importarle mucho si alguien los viera o no, acto seguido acarició su cabello, evitando cruzar miradas por el momento. Terminó de pagar y tomo las bolsas y la mano del menor apretandola suavemente y siendo algo posesivo, caminando hacia la salida- listo, nos vamos - aclaró con un tono de voz algo bajo, pero lo entendible para el vampiro. Cuando salieron del local volteo a verle -hay aglo más que quieras? - observo a su alrededor, suponia que habian pasado un buen rato ahi pues la cantidad de gente había disminuido significativamente, y eso, de alguna manera, le hacia sentir más calmado

*Se recargo en la otra caja, esperando a su amo y observando todas las prendas que pasaban por la caja, escuchándose aquel ruido cuando checaban el precio. Se tenso al sentir a su amo cerca, demasiado cerca para su gusto y un tenue rubor cubrió sus mejillas, a causa de sentir aquel agradable beso en su frente, ignorando a las dependientas o alguna otra persona que se encontrara ahí, aunque las dependientas solo mostraron una sonrisa al ver el ‘tierno sonrojo’ del vampiro. Se encogió un momento de hombros al sentir la caricia en sus cabellos y, al igual que su amo, prefirió no cruzar su mirada con la de él, clavando su mirada violácea en la ropa y en las bolsas que iban quedando poco a poco. Suspiro quedamente una vez paso aquel ‘desagradable’ calor de sus mejillas y espero a que su amo pagara, alzo el rostro al escuchar el ruido de las bolsas al ser tomadas y seguido camino, cuando su amo le tomo de la mano y le llevo lejos de las mujeres, directo a dar a parar a la salida de ese local.*Si vamos... *Musito con calma, mirando a su alrededor, la cantidad de locales que había y la poca gente que ya transitaba por el lugar, saliendo de sus pensamientos al escuchar la voz del mayor, alzo el rostro para clavar su mirada violácea en la mirada de su amo* En tu casa tienes frutas y galletas?... *Si, sabía que tal vez su amo se enojaría por los gustos que tenia en la comida, pero la verdad, no le importaba mucho, lo único que le importaba en esos momentos era su estomago que pedía a gritos un poco de comida humana o sangre, no quería terminar saliéndose de control o algo parecido, no le agradaba mucho que le vieran desesperado en busca de alimento.*Mnh... *Se llevo su mano libre a su estomago, evitando que se escucharan los ruiditos que producía este.*Podemos comer?... *Murmuro quedamente, presionando suavemente la mano de su amo, mirándole fijamente, con aquella expresion casual infantil, fragil y a la vez seria y firme.*

Suspiró y volteó a ver al chico, el mismo sabía que su alimentación le molestaba sobremanera, pero tampoco le obligaría a comer algo que no quisiera, o peor, que dejara por algún enojo de comer. –Sí, lo tengo. Aunque preferiría que comieras algo más..saludable- Le miró fijamente, intentado convencerle de alguna manera, pero no confiaba mucho en ello. Tendría que acostumbrarse a sus mañas. Le miró de reojo y sonrió. –Comida, de acuerdo, vayamos a ver que hay- Apretó suavemente la mano del vampiro y comenzó a caminar en dirección al centro de comida rápida, sin importarle mucho los cuchicheos de las jovencitas que había por todo el lugar, y una que otra mirada acusadora por parte de la gente, en fin, tendría que lidiar con eso también. –Dime, ¿qué te gustaría comer? –preguntó cuando por fin llegaron a la sección de comida, mientras tanto buscaba con la mirada algo que fuera de el gusto de ambos y de paso, una mesa libre y que estuviera algo alejada de la gente.

*Sostuvo la mirada de su amo cuando le miro y se mantuvo con aquella expresión tranquila, con aires infantiles, desviando después su mirada violácea a otro lado suspirando quedamente*Pero es lo que me gusta...*Murmuro en voz baja, mas para sí mismo que para el mayor. Volvió en si cuando el mayor volvió a hablar y asintió sin más, necesitaba comer, lo necesitaba en serio, sus sentidos comenzaban a nublarse al percibir cada aroma de las personas, le parecían tan dulces ciertos aromas. Parpadeo un poco al sentir aquella suave presión en su mano, caminando junto a su amo, no quería alejarse mucho y si, tenía un poco de miedo a salirse de control. Giro su rostro cuando comenzó a darse cuenta de los murmullos de las demás personas y aquellas miradas acusadoras. ¿Qué les pasaba? Se pregunto mentalmente el vampiro frunciendo con ligereza el ceño, que chismosa era la gente a veces. Se detuvo quejándose un poco al haber chocado con su amo y alzo el rostro a el mayor, desviando después su mirada violácea por los diferentes locales de comida.*Quiero pescado...Me gusta... *Murmuro quedamente. Había recordado que una vez había probado algo que era de pescado, no recordaba el nombre pero le había gustado mucho. Giro el rostro a ver a las personas en las mesas, comiendo y conversando con una sonrisa, otras solo comían con calma y platicaban de cosas.*Hm... *Deslizo su mirada violácea hacia una mesa que se encontraba en la orilla, lejos de los demás y esbozo una sonrisa tenue*Amo... *Murmuro quedamente jalando la mano del mayor para que le prestara atención y apunto la mesa que había encontrado. Unas personas miraron extrañado al vampiro cuando nombro al mayor como ‘Amo’, debido a que el menor se veía como una persona normal, sin tener rasgos animales como los demás ‘pets’ de la tienda.*

Miró hacia donde señalaba el vampiro, en realidad estaba muy bien ese lugar. Aclaró su garganta y se agachó un poco, mirando de frente al chico- Ian, puedes llamarme por mi nombre, Seth - suspiró pues no quería provocar algún malentendido en las tiendas. Y aunque en realidad no le importaba mucho lo que pensara la gente, también tenía que tener algo de decencia, como siempre. –Ahora, ¿qué te parece si esperas en la mesa mientras yo voy por la comida? –preguntó llevándolo de la mano hasta el lugar, para su suerte alejado de las demás personas –Espero que no tarden demasiado, si no, tendrás que aguardar un poco más –dijo esto al notar la fila del lugar donde suponía el que venderían lo que el vampiro deseaba, quería complacerlo hasta con el más mínimo detalle. Acarició por última vez el cabello del chico con suavidad, viéndole afable. Se dirigió hasta el local, volteando a ver una que otra vez la mesa donde se encontraba el chico. No quería que algo le fuera a suceder, además de los cuchicheos de las jovencitas que parecían realmente atraídas en el, cosa que le provocó al mayor una sonrisa.

*Bajo su mano dejando de apuntar la mesa, pero aun así observándola desde esa distancia.*Uhm...*Volvió la mirada a su amo, al escuchar su nombre y alzo una ceja un poco confundido por lo que le pedía el mayor*Usted me dijo...Que si le llamaba por su nombre que agregara un ‘sama’, de no ser así que no malgastara su nombre... *Musito tranquilamente las palabras que su mismo amo le había dicho cuando le compro en la tienda* Y la verdad... No me gusta decirle ‘sama’, así que no malgastare su nombre...Amo... *Esbozo una sonrisa con cierto aire ladino y más personas giraron su rostro a verles al escuchar al menor nuevamente decirle ‘Amo’ a el mayor. Ladeo su cabeza unos segundos, borrando esa sonrisa casi al instante, dejándose llevar por el mayor hasta la mesa. Se sentó, meseando sus pies en el aire y asintió, recargando los codos en la mesa, clavando su mirada violácea en su amo*Aquí le espero Amo... *Musito con calma, acomodándose el broche de sus cabellos, acomodando después las bolsas en una silla vacía* Espero que no tarde mucho... *Susurro para sí mismo, observando la cantidad de gente que había en el lugar y, seguido cerro sus ojos, disfrutando de aquella caricia suave en sus cabellos rubios, esbozando una sonrisa inocente sin notarlo mucho. Abrió sus ojos, clavando al instante su mirada violácea en la figura de su amo, sonriendo sin darse cuenta cada que el mayor volteaba a verle. No sabía qué era lo que le pasaba, tampoco entendía porque aquel cambio de actitud tan repentino por parte de su amo, no entendía porque le atendía, porque le compraba ropa, pero sobre todo, no entendía porque se sentía ‘extraño’ cada que el otro le miraba. Giro su rostro frunciendo el ceño con ligereza, meseando sus pies y, noto a las chicas que estaban cerca de la mesa donde el se encontraba. Saludo, solo por educación y seguido cerro sus ojos, manteniéndose quieto y tranquilo, evitando pensar en comida y también queriendo controlarse, no quería beber sangre y por alguna razón, tampoco quería causarle problemas a su Amo*

Si, sabía que se contradecía el mismo, pero no quería poner en peligro su reputación por el simple hecho de ser llamado así. La gente siempre solía malentender y por eso, salían los chismes, cosa que además de molestarle sobremanera solían arruinar sus planes. Soltó un suspiro, no sabiendo si molestarse o simplemente ignorarle, puesto que sabía que no haría caso a sus órdenes, mucho menos cuando ni el mismo estaba seguro de ellas, simplemente se limitó a apretar sus puños ante la “falta” de respeto que él sentía que el menor había provocado. Más tarde se daría cuenta de su error, y probablemente se arrepentiría. Sonrió ladinamente por el simple hecho de pensarlo.
La fila del lugar disminuyó mucho más lento de lo que planeaba, se encontraba algo desesperado pues aún pensaba en que tenía que cuidar al chico, y sí, no estaba muy lejos de él pero igual le invadía una extraña preocupación. Sacudió la cabeza, confundido ante tal sentimiento y avanzó para toparse con una señorita quien lo atendería en el local. En ese momento el proceso se hizo mucho más rápido, a pesar del ineficiente servicio del lugar. Terminó llevando dos charolas de comida -ambas con pescado- hacía la mesa donde se encontraba el vampiro. Se detuvo mucho antes de llegar, observándolo desde esa distancia. Realmente era hermoso, y esa idea se reforzaba ante las miradas indiscretas de la gente de su alrededor. Sentía celos, no quería que nadie más le viera. Eso se hizo molesto, pues si bien recién le había conocido, la misma sensación de posesión invadía sus pensamientos. Soltó un suspiro haciéndolo prolongado, y reafirmando que eso no era lo suyo, que no debía pensar eso. Apretó la charola evadiendo las miradas de la gente, llegando nuevamente hasta donde el menor, a quien miró esta vez indiferente- Aquí está la comida –murmuró aun algo sumido en sus pensamientos. Terminó por sentarse y acercar un plato con pescado al menor –Esto es tuyo, tendrás que comerlo todo, ¿De acuerdo? –susurró mientras miraba su comida, bastante inapetente.