Hablemos de negocios (Riki)

Durante las vacaciones de verano, Bernardo, suele darles unos meses de descanso a sus criados y sirvientas. Sólo pasan una vez a la semana para mantener aquella enorme mansión limpia y ordenada.

Dado que el mafioso también se había tomado unos días de descanso dentro de la mansión fue allí donde se dio cuenta de que necesitaba a alguien que hiciese cosas por él como, por ejemplo, las comidas o traerle el té.

Bueno, dejando de lado que estaba solo en la mansión, decidió buscar alguna información interesante con la que estafar a algún político para poder entretenerse y sacar algún dinero extra, pero en su lugar encontró el anuncio de un mercado de esclavos y mascotas extrañas.

Ya había pasado por aquel lugar gracias a la recomendación de un amigo, pero no sabía que también se pudiesen adquirir esclavos. Sin perder tiempo cogió un taxi y se acercó a aquel sórdido y negro lugar llamado mercado negro.

Entró mirando a su alrededor y llegando hasta el mostrador donde apoyó su maletín. – Buenas tardes. Vengo a hablar de negocios- dijo mirando hacia la oscuridad de uno de los pasillos.

Después de haber mirado desde el otro lado del mostrador a aquella persona que, según él, era bastante maleducada, su sonrisa desapareció y su voz se volvió neutra.

-Pues si la verdad. Buscaba alguien que se haya movido por los bajos fondos, que haya tenido contacto con gente de muy baja alcurnia.- se ajusto la corbata – Alguien que soporte ver un asesinato sin inmutarse- Se subió las gafas.

Bernardo apoyó los codos sobre el mostrador mirando con altanería al dependiente – A ser posible moreno y de más de veinte años – la verdad es que no sabía si pudiesen complacer sus expectativas.

Leyo rapidamente el resumen del esclavo y miro bien la fotografia adjunta.
El mafioso se llevo la mano al menton mientras sopesaba la opcion que le habia entregado el vendedor.

- Me gusta, creo que se llevara bien con mi mascota- sonrio mientras entregaba de nuevo la ficha

- Nombre: Bernardo Ortelani
- Esclavo: Riki
- Directo o a Domicilio: llevadmelo a mi domicilio
- Modo de pago:Metálico

- Bien... - Tomó todo aquello que debía recoger y dio la llamada al esclavo, haciendo que uno de los cuidadores le quitase toda cuerda que aprisionaba su cuerpo.- Diviértete... - Finalizó.


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