De la Jaula al Depto *Priv Luke*

Una vez que nos retiramos del "Mercado Negro" estuve indeciso durante unos 15 minutos sobre lo que debíamos hacer. Hasta que finalmente decidí que lo mejor sería llevarlo a casa para que se acostumbrara a su nuevo hogar -si es que podía llegar a llamarlo asi-. La "casa", propiamente dicho, era un departamento pequeño, que contaba con un living comedor, un baño y una habitacion lo suficientemente grande para que dos habitaran en ella; aunque por el momento solo había una cama. Suponia que tendría que agregar otra, hacer lugar en el ropero y... acomodar un poco mis cosas de guitarra, del trabajo, ya que el papelerio que tenía debía ocupar todo lo que era mi mesa de noche y mi escritorio.

Al llegar al hotel entre tranquilo, y me diriguí inmediatamente al asensor asegurandome de que me siguiera. Una vez allí aprete el boton para ir al tercer piso y me apoye contra la pared.

-Vivó en la habitación 312-comenté luego de estar un rato largo en silencio-Es bastante... modesto pero supongo que si ordenamos todo caberemos a la perfeccion-acoté distraidamente mientras miraba la punta de mis zapatllas como si tuvieran la respuesta al mundo. En realidad no tenía ni idea de que debía decirle y/o hacer... empezaba a sospechar severamente que había sido una decicion impulsiva comprarlo.

Me dediqué a mirar a mi alrededor embotado en mis propios pensamientos durante todo el camino, disfrutando de esa libertad "a medias" que ahora poseía, caminando un par de pasos por detrás de Neithan.

Llegamos a un hotel y le seguí, entrando en el ascensor detrás suya. Me apoyé en la pared, mirándole de nuevo con curiosidad mientras que hablaba. Asentí ante sus palabras, sin preocuparme demasiado. -¿Puedo hacerte una pregunta?- Le busqué la mirada, que él tenía fija en sus zapatillas, sintiendo como me picaba la curiosidad-¿Por qué me has comprado?- El ascensor se abrió justo en ese momento, aunque no salí, todavía buscando la respuesta a mi pregunta.

Le miré cuando me hablo, suspirando al escuchar su pregunta y encoguiendome de hombros. En realidad no tenía ni idea de por que le había comprado... pero no creía que él quisiera escuchar esa respuesta, aunque no se me ocurría ninguna otra.

-En r-realidad no lo se-contesté, tomandole por la muñeca y sacandole del asensor antes de que la puerta se cerrara. Comenzé a caminar aun sujetandole hasta llegar a la habitación, abriendola y haciendome a un lado para que pudiera pasar-Ni siquiera se para que... para que "sirve" un e-esclavo-intente hayar las palabras menos hirientes o por lo menos que no le ofendieran. Le miré de arriba a abajo y aprete los labios-solo había v-visto un par d-de masctas con orejas y colas... p-pero,tu no t-tienes eso...-miré su cabeza solo para asegurarme de que no hubieran pasado inadvertidas un par de orejas, mesclandose con ese cabello castaño-No s-se q-que se supone que deba hacer c-contigo-dije con sinceridad, entrando al depto y sacandome la mochila que siempre llevaba conmigo, dejandola sobre la mesada.

Dejé que me agarrara, sin oponerme a su contacto y entré al apartamento cuando lo abrió, observándolo con curiosidad. Era normal, nada ostentoso, por lo que no me sentí demasiado desubicado, acostumbrado a hogares normales.

Me di la vuelta, prestándole atención sin decir nada, mientras que sus palabras iban calando poco a poco en mi mente e iba recapacitando sobre ellas. En parte me sentía culpable por Neithan, por el dinero que se había gastado en mí, pero a la vez estaba feliz de estar libre, tanto del mercado negro como de todo mi pasado y no quería volver a todo ello. - Siento no ser lo que buscas- Le clavé los ojos como solía hacer, incómodo por la situación, mientras que se me ocurría una solución - Si no quieres hacerte cargo de mí, lo comprendo. Puedo buscarme algún sitio donde vivir o algo parecido y trabajar para tí, para devolverte el dinero que te has gastado en mí. Todavía te sigo debiendo mi libertad -Le sonreí educadamente, aunque de forma algo fría, todavía sin acostumbrarme a esto. Tampoco sabía como servirle, estaba acostumbrado a trabajar para mí mismo y no para los demás, y mucho menos en deberle algo a alguien.

Suspiré, mientras me planteaba como podría ajustarme a lo que me pidiera. La simple idea me extrañaba. Me iba mucho más hacer lo que me diera la gana, y la dependencia me molestaba bastante.

Cuando sus ojos se clavaron en mi, de nuevo me sentí algo indefenzo e intimidado como cuando lo compre. Sentí un ligero calor en las mejillas y volteé el rostro, sonrojarme era algo bastante normal en mi, debido a mi piel exesivamente blanca que ante cualquier cosa se sonrosaba. Mientras, para distraerme, abrí mi mochila y comenzé a sacar algunos apuntes con los cuales tenía que preparar mis clases que comenzaría a dictar a partir de la semana siguiente... sería un infierno.

-Ehh...-levanté mi mirada para obserbarle entre mi cabello, y luego me pase la mano por este, desordenandolo un poco y mordiendome el labio inferior-No h-hace falta que t-te vallas, p-puedes quedarte... bueno ehh... s-siempre que quieras, s-si quieres irte solo... v-vete pero... no e-es que te este hechando...-suspiré, y saqué el inhalador para asma de mi bolsillo, apretandolo solo entre mis manos para poder hacer algo que me sirviera de calmante-Igualmente, n-no hace f-falta que me pagues, d-decidas lo que decidas... no n-necesito ese dinero-continué, bajando la mirada a mis apuntes ya que los nervios me estaban torturando y haciendo hacer el patetico y solo quería desaparecer-Bueno... n-no es que te haya comprado p-por que me sobre el dinero, n-ni por que q-queria usarte o e-estaba aburrido... solo lo hice p-por que... me a-atontaron tus ojos... bueno, n-no quiero decir que s-sea tu culpa q-que te haya comprado m-mas bien de tus ojos... no quiero d-decir que... agsh...-bufé, y termine por taparme con la derecha mis ojos, masajenadome la sien, intentando calmarme un poco. Cogí aire y lo solte lentamente, relajandome, intentando superar ese ataque de nervios-En r-resumen, e-eres libre haz l-lo que d-desees.-finalizé en una voz baja, ya rendido de intentar explicarme.

Sonreí para mi mismo cuando percibí como se sonrojaba, y me acerqué curioso al verle revolver entre sus cosas, aunque aún manteniendo una distancia prudencial.

Escuché su entrecortada respuesta en silencio y observé como sujetaba algo entre las manos. Me crucé de brazos, en parte divertido por su reacción, dejándole que hablara. Una media sonrisa se formó en mi cara en cuanto confesó que le habían atraído mis ojos y esta vez me acerqué más, apoyando mi mano en la mesa que había al lado de donde estaba, sosteniendo así mi peso, mientras ladeaba mi cabeza y me encorvaba un poco para quedar a la altura de su cara, a apenas unos palmos, obligándole a que me mirara, mientras que yo clavaba mi vista en sus ojos - ¿A si que solo me compraste por los ojos? - Le sonreí abiertamente, ganando poco a poco confianza. Me caía bien - ¿Y si fuera un psicópata qué? - Cambié rápidamente la expresión a otra seria, dejando que en mis ojos brillara una pizca de locura, para luego volver a sonreirle, bromeando.

Me aparté, dejándole un poco más de espacio, pero todavía apoyado en la mesa, pensando - ¿Qué te parece...? Podríamos ser compañeros de apartamento, y yo trabajaría para tí en lo que necesitaras para ir pagando poco a poco el precio de mi libertad. Es lo más justo que se me ha ocurrido... Aunque claro, estoy a tu disposición-Le volví a sonreír, aun mirándole - Piensa en lo que te parezca mejor, al fin y al cabo, estoy a tus órdenes.

Me sonroje aun más por su cercanía, y apoye mi mano en su hombro apartandole un poco antes de que él se alejara. Ese brillo de locura por un segundo me puso nervioso... pero rapidamente note que era una broma. No pudé evitar sonreír aunque sea un poco, antes de terminar de acomodar mis cosas.

-Si f-fueras un psicopata... te h-hecho y ya-contesté, restandole importancia, terminmando de acomodar los papeles sobre la mesa y mirando de reojo la cocina y luego obserbandole nuevamente-Hum, e-esta bien... lo q-que tu quieras aunque o-olvida e-el dinero eso no importa-acomodé nuevamente mi cabello, y le mire con una pequeña sonrisa.

-¿Te a-apetece que te haga algo d-de comer? ¿quieres darte una ducha?-le pregunté cortezmente, mientras me volteaba, dejando el inhalador nuevamente en la mochila-

Le devolví la sonrisa al ver que había captado la broma, sintiendo como se liberaba parte de la tensión que se encontraba cargada en el aire. Me llamó la atención su sonrisa, ya que no recordaba haberme fijado antes en ella. Le hacía parecer más relajado.

Me terminé de apartar del todo, incorporándome instantaneamente cuando mencionó la comida y la ducha. Había estado pensando en tantas cosas que ni había caído en ello, pero ahora tenía la imperiosa necesidad de ducharse y sentir el agua fría calmando mis ideas -Si no te importa, optaré por la idea de darme una ducha. Se cocinar, a si que no te molestes en prepararme algo, come sin mí si tienes hambre, al fin y al cabo no eres tú el sirviente -terminé diciendo, con un ligero sarcasmo en la voz, mientras que buscaba con la mirada el cuarto de baño.

Solo sonreí aunque su ultima broma no me agrado demaciado ya que lo había ofrecido con amabilidad, pero me limite a suspirar. Al ver que buscaba algo, camine hacía la pared que tenía a la derecha y le abrí la puerta dejando ver un baño modesto y pequeño, todo de color blanco, con el sector donde estaba la regadera tapada con una cortina traslucida.

-A-aquí tienes la ducha, el dormitorio e-es la habitacion que e-esta al lado p-por si necesitas algo-Sonreí, y entre en el baño corriendo la cortina-Esta es l-la agua fría y e-esta es la caliente-le explique, antes de girarme para macharme-T-te dejo s-solo asi puedes a-acomodarte.

Me dejé guiar por Neithan hasta el baño, atendiendo a sus indicaciones -Gracias- Le dije cuando desaparecía por la puerta, girándome tras verlo marchar y enfrentándome a la ducha.

Empecé a desnudarme con rapidez, parándome un par de segundos a mirarme en el espejo que había encima del lavabo. Me giré, mirandome la espalda, donde todavía permanecía la cicatriz de bala que había recibido antes de ser transportado al mercado negro. La rocé con la llema de los dedos mientras que mi semblante se ensombrecía.

Suspiré, dejando caer la mano, y me dirigí a la ducha, tratando de ignorar mis pensamientos. Dejé que el agua fría cayera, calándome y resbalando por mi pelo y mi torso. Me pasé las manos por la cara, dejando que mi mente fluyera en un caos absoluto. ¿Cómo había acabado allí? Me sentía extraño y no sabía como comportarme, solo estaba acostumbrado a mi familia, y no tenía ni idea de como tratar a Naithan y como conseguir una convivencia agradable. Me había gustado bastante, aunque no llegaba a captar por qué, simplemente me daba una buena impresión. "Las buenas impresiones no son siempre reales", me recordé, soltándo otro suspiro. Estaba, más que nada, enfadado conmigo mismo. Había sido demasiado débil y ahora dependía de un hombre para vivir. Genial.

Sacudí la cabeza y empezé a enjabonarme, cada vez más incapaz de sacarme aquellos pensamientos de la cabeza.

A pesar de su negativa, me fuí a la cocina y puse a hervir el agua. Aunque sea debía comer un poco de arroz, si bien no era el niño desnutrido que me habia imaginado... si era un niño, y podía terminar desnutrido. Pensar que mi compañero de casa, tenía la edad de mis estudiantes era terrorifico. Esta bien, yo no era muy grande, pero tranquilamente podían meterme una denuncia por abuso.

Deje el agua en la cocina y me diriguí al dormitorio, buscandole algo de ropa a Luke; aunque dudaba que algo de lo que tuviera le quedara. Cogí unos pantalones, unos boxer, pantalones y medías que me parecieron que medianamente le andaría. Me diriguí al baño y entreabrí la puerta solo mirando un poco para asegurarme de que estuviera en la ducha, sin mirar mas de lo que debería deposite la ropa sobre el labado.

-T-te dejo aquí algo de ropa, cuando termines p-puedes v-venir a comer-susurré aun sin mirar en lo más minimo, antes de girar y salir de allí llendo a la cocina para tirar el arroz en el agua hervida.

Estaba aclarandome ya, sumido en la marea de mis pensamientos, cuando oí la puerta del baño abrirse y la voz de Neithan -¡Gracias! -Solté en voz alta, esperando que me oyera a través del sonido del agua caer. Al final se había encargado él de cocinar. Sonreí para mi mismo. Había tenido suerte. De todos los futuros inciertos que me podían esperar, este sin duda era el mejor.

Salí de la ducha jugueteando con la cruz de oro que llevaba al cuello, la única pertenencia que jamás me quitaba. Observé la ropa mientras me secaba un poco con una toalla que había al lado de la ducha. Cada vez tenía más claro que debía buscar alguna forma de ganar dinero, para compensarle y poder abastecerme a mi mismo.

Terminé poniéndome la ropa, dandome un pequeño vistazo en el espejo. Dentro de lo que cabía, no me quedaban mal, únicamente algo más apretadas. Me pasé la mano por el pelo, alborotándolo, mientras que recogía la ropa que me había puesto y la toalla y las colocaba en una esquina del baño, no muy seguro de que hacer con ello.

En cuanto abrí la puerta me llegó el olor a comida, recordándome que hacía bastante tiempo que no me alimentaba decentemente, acercándome instintivamente al lado de Neithan, colocándome detrás suya. -Huele bien- Comenté cerca de su oído, intentando romper de nuevo el hielo y crear una situación cómoda -¿Necesitas que te ayude?

Sentí la puerta abrirse pero ni miré, no sabía que agregarle al arroz ya que solo sabría desabrido y sería poco sustentoso. Mientras colaba el agua, sentí a Luke detras de mi haciendo que me tensara durante escasos segundos, suspiré apenitas al sentir su aliento en mi oído y me giré para mirarle, haciendo que mi nariz chocara con su mejilla mientras le sonreía con una calma que no sentía. Al volver a tener esos ojos verdes cerca volvían a entrarme nervios.

-No h-hace falta, e-es tu primer d-día aquí relajate-clavé mi mirada en sus ojos solo un segundo antes de bajar nuevamente a la comida, dejando el arroz en la caserola, y abriendo la heladera buscando algo que agregarle. Volví a poner agua a hervir y tire unas salchichas-¿T-te gusta el a-arroz con salchica?-pregunté mientras esperaba que el agua hirviera y le hechaba queso al arroz-Oye... ¿tus ojos son... a-así o son l-lentes de contacto?-volví a mirarle y tomé un par de vasos pasandoselos dandoselos uno en cada mano y riendo-¿Me ayudas a p-poner la mesa?

Le aparté un poquito, guiandolo hacía la mesa del living. Sin perder mi sonrisa entretenida, de a ratos comenzaba a pensar que si era buena idea un compañero. Pero solo de a ratos. En fin, ya veríamos que sucedía en esta convivencia.

No me moví cuando me rozó, si no que aguanté en esa posición, divertido, midiendo su reacción en mi cerebro. Le devolví a sonrisa antes de volver a ponerme recto, acatando lo que me decía, devolviéndole la mirada y observándole cocinar -No recuerdo haberlo probado, pero me gusta toda la comida, a si que no te preocupes - Intenté recordar las comidas en familia en Irlanda, pero pocas imágenes pasaban por mi mente. Había aprendido a conformarme con cualquier comida, dándolas todas por buenas.

Me contagió la sonrisa fácilmente ante su pregunta, mientras que recibía los vasos y le miraba otra vez insistentemente, a drede -Son así... Los heredé de mi padre - Solté, aún con una sonrisa, pero mis ojos se ensombrecieron al recordarlo.

Sacudí la cabeza para sacar aque recuerdo y asentí ante su petición, siguiendole hasta la mesa del living -¿En qué trabajas? Antes he visto que sacabas unos apuntes... ¿Eres profesor?-dije, mientras que colocaba los vasos rápidamente en frente de dos asientos y me volvía hacia él. Me gustaba sentirme útil -¿Qué más necesitas que ponga?

Su mirada insistente, hizó que finalmente desviara la mía, suspirando suavemente antes de diriguirme nuevamente a la cocina, sacando los cubiertos y los platos acercandome a él y dandoselos-Solo coloca esto y ya esta-le sonreí, antes de abrír la heladera buscando algo para tomar y llevandolo a la mesa.

Cuando las salchicas estuvieron listas las corté y se las agregué al arroz. Era una comida poco elavorada, simple, pero por lo menos a mi me gustaba.

-Soy profesor, aunque por a-ahora he d-dado pocas clases-sonreí, mientras llevaba la hoya con comida a la mesa, sirviendole una porsión, y luego otra a mi. Me le quedé mirando, mientras me sentaba y sonreía-Provecho...-le dije, antes de llevarme un bocado a la boca, masticando despacio. No era así como me había imaginado la vuelta a casa con mi mascota... me había imaginado a alguien chiquitito, sentado en mi regazo y acariciandole unas felpudas orejas mientras movía una colita esponjosa... y había terminado con un chico mucho más alto, intimidante y estructuralmente bien formado. Me sentía la cosita pequeña e indefenza de su amo... aunque más bien, él era mío y no yo de él.

Recogí lo que me daba y lo deposité rápida y ordenadamente en la mesa, acostumbrado ya del pequeño periodo en el que trabajé como camarero.

Me senté en frente suya, escuchándole con una sonrisa educada mientras me hablaba y me servía - Buen provecho...- Le respondí, no demasiado acostumbrado a las formas de cortesía en la mesa, probando aquel plato. Lo mastiqué, saboreandolo todo lo que pude antes de tragarmelo, para admitir que era lo mejor que había comido en mucho tiempo sin contar con que además estaba caliente - Está muy bueno -Le dije, con una sonrisa agradecida en la boca, mientras que comía más -¿Y cuál es tu materia?- Le pregunté, dandole conversación, intentando crear un ambiente cómodo -¿Matemáticas?¿Lengua?- En parte me sorprendía que Neithan fuera profesor, debido a lo tímido que era, aunque a lo mejor solo se comportaba así conmigo. Era bastante extraño. Siempre había pensado que al mercado negro solo iban personas extrañas, violentas, egocéntricas... Y sin embargo, aquí estaba él, todo lo contrario.

Solo sonreí ante su comentario de la comida, estaba acostumbrado a comer solo, por lo cual, conversar mientras comía se me complicaba un poco. Termine de tragar para poder responder a su pregunta-Filosofia-contesté, antes de mandarme otro bocado a la boca, concentrandme durante un instante en sus fuertes ojos verdes.

-¿Puedo h-hacerte una pregunta?-mis ojos volvieron a su cabello ondulante y castaño, aun contrariado por la idea de que allí no había orejitas... mmh, ahora que lo pensaba debí comprarme un gato común y corriente, de cuatro patas y que maulle-Por que...¿por q-qué tu no t-tienes orejitas ni cola?-bien, podía llegar a parecer que estaba obsecionado con el tema, pero no era así... solamente me llamaba la atención por que yo pedí "mascota" y me dieron algo llamado "esclavo"-¿Cual... c-cuál es la diferencia d-de un esclavo y una mascota?-no quería molestarle ni recordarle malos momentos ni nada, pero no podía evitar ser curioso, y cuando era curioso no me calmaba hasta que encontraba la respuesta.

Serví un poco de jugo para los dos, y dí un pequeño trago, cerrando los ojos un momento. La noche ya comenzaba a dejarse notar, el cielo oscuro, y las primeras estrellas comenzando a brillar. La luna estaba llena y redonda, y facilmente podía verse desde la ventana, con solo girar la cabeza; por suerte las luces de la cocina daban la iluminación necesaría.

Seguí comiendo, concentrado en el plato y volviendo a mis asuntos, cuando le oí preguntarme, alzando la vista de nuevo para observarle. Capté como su mirada se dirigía a mi cabello, y le mire con gesto interrogativo, aunque sonreí cortésmente en cuanto la formuló,dejando los cubiertos a un lado por un momento -Verás...-Clavé mi vista en él, inclinándome hacia delante y apoyandome en los codos y juntando las manos- Yo no se mucho, pero tengo entendido que las mascotas se venden en una tienda de humanos especial, debido a que estos tienen una serie de mutaciones, mientras que los esclavos somos simples humanos a los que atraparon o vendieron al mercado negro- Hice un ligero mohín al acabar mi explicación mientras me reclinaba en la silla, ligeramente frustrado al recordar mi incompetencia al ser atrapado en aquel sitio.

Volví a comer, termiando lo poco que quedaba en el plato, aunque con el semblante más serio que antes, perdido en mis pensamientos. Tomé el vaso en el que me había servido, bebiendo un poco, para dejarlo y volver a mirarlo fijamente-Yo...-Se me daban mal las palabras -Lo siento...-Me rasqué la cabeza de forma distraída, buscando tiempo- Se que no soy como una mascota ni tampoco un buen esclavo... Seguramente si fueras otra persona ya habría huído de aquí... Pero no se, me caes bien, no me pareces mala persona y no me has tratado mal... Me siento demasiado en deuda contigo -Le sonreí, quitándole hierro al asunto- Simplemente si no encajo con lo que deseas intentaré molestarte lo mínimo posible, no quiero ser un incordio -Terminé de hablar, liberando parte del peso que sentía sobre mis hombros. Notaba que a mi lado se sentía incómodo y eso no me agradaba, y tampoco quería mostrar toda mi personalidad con Neithan, ya que todavía nos estabamos conociendo.

Su respuesta me dejo algo helado. No pense que fuera tan... feo. ¿Atrapado? Me mordí el labio, y desvié mi mirada a un lado; aunque ante su disculpa mis ojos volvieron a posarse en él, y me sentí algo culpable por sus palabras... no había sido mi intención hacerlo sentir fuera de lugar o que no quería que estuviera aquí. Bajé mi cabeza intentado ordenar mis pensamientos un poco, pasado unos minutos levante la mirada y le sonreí algo nervioso.

-No e-es necesario eso, m-me agradas y n-no hace falta que cambies... estamos bien a-así, es decir... s-se que llevas menos d-de un día aquí pero p-pareces una persona f-fácil con quien convivir-me levanté tomando los platos, encimando el suyo con el mió, sin notar que era descortez al no preguntarle si quería más. Hablar era un problema para mi, asi que... pensar, ser cortez, y hablar al mismo tiempo me resultaba algo imposible-Además, n-no debes sentirte en d-deuda... yo sé que e-eres mio pero... b-bueno, no e-eres mio, de s-ser mio, mio, sino mio de... mio de que te c-compre... pero n-no p-por ser mio, aunque no e-eres mio, p-pero si fueras mio, i-igualmente, n-no deberias s-sentirte en d-deuda... t-tomalo que s-sacarte d-de allí fue un f-favor de amigos-me quedé casi sin aire al terminar de hablar, odiaba que me agarraran las crisis de nervios. Tomando aire profundo y cerrando los ojos un instante apoyé los platos en el lavablatos, intentando calmarme. Me sostuve del fregadero, apretandolo ligeramente entre mis manos para relajarme un poco. Sabía que era demaciado nervioso, debí pagarme un psicologo hace tiempo, pero... nunca me apetecio ir-Los-siento, c-cuando hablo mucho e-es por que me a-agarra a-ataque de n-nervios-reí ligeramente, tomando la espoja y comenzando a labar los platos y los cuviertos. Terminaria por parecer un maldito loco si me seguia comportando asi.

Le vi observé sentado mientras que hablaba y recogía los platos, mientras que una sonrisa divertida y feliz se iba formando en mi cara, según se iba trabando, pero disfrutando de que de verdad no pensara que era un estorbo.

Me levanté tras él, manteniedo la sonrisa mientras que le veía apoyado en el lavaplatos, recogiendo los vasos que todavía quedaban en la mesa. Le eché un vistazo de arriba abajo mientras que me acercaba, analizando su cuerpo, que me atraía ligeramente, acabando mi vista en ese pelo rojizo y brillante que había acabado clasificando como bonito y sexy.

Me dejé llevar por la intuición y parte de mi personalidad, acercándome por detrás y pegándome a él para depositar los vasos en el lavaplatos desde mi posición, terminando por abrazarle suavemente, con su oreja cerca de mis labios -Gracias por todo- Le dije, esta vez mucho más en serio que el resto, sintiéndolo de verdad y feliz de estar allí. Le di un beso en la mejilla y acabé soltándole con una sonrisa, apartándome. Suponía que le incomodaría, pero no había podido evitarlo. Me apoyé contra la encimera, a su lado, con la sonrisa todavía en los labios, mirándole a los ojos -¿Necesitas que te ayude en algo más?- Otra vez intentaba quitarle peso a la situación, volviéndola más informal.

Al sentirlo apoyarse detras de mi, un tono rojizo lleno mi rostro, haciendo que exalara un suspiro entrecortado, mientras intentaba tirarme para adelante queriendo apartarme pero sin hayar más lugar. Un cosquilleo recorrió mi rostro, haciendo que ladeara un poco la cabeza hasta tocar mi mejilla con mi hombro, luego de sentir su beso en la misma. Mi cuerpo temblo por completo, y se noto claramente en mis manos que tomaron uno de los basos que me había dejado de manera tiritante.

-No, n-no hace fal...auh-protesté por lo bajo, cuando el sonido del baso rompiendose contra el lavado llego a mis oidos. Este se había resvalado de mis manos, y chocado contra el labado metalico, partiendose en solo tres pedazos, de los cuales uno me corto ligeramente el dedo-Mhh..-me lo lleve a la boca, y chupé la sangre que salía, antes de voltearme, aprovechando la situación para huír "de la escena del crimen". Admitó que esa... actitud, que solía tener, me incomodaba ligeramente. Noera ingenuo, sabía a la perfección que había muchas personas que estas cosas no les incomodaban y a lo de hace un minuto lo tomarían como una alagosa insinuación, más sin embargo yo no era así. Tenía demaciado respeto por mi espacio personal, y la gente coqueta y... sexopata no era de mi agrado. Igualmete, no quería clasificar a Luke de ninguna manera, solo pensaría que fue un gesto de agradecimiento-Voy a l-lavarme y p-ponerme una v-vendita, ya vuelvo-aproveche la situación para ir al baño, sin mirarle demaciado, entrando y cerrando la puerta tras de mi.

Observé su reacción, analizándole, sin esperarme que el vaso se resbalara de sus dedos y se hiciera añicos. Rápidamente reconocí la sangre que goteaba de su dedo, que ahora se encontraba en su boca. Sorprendido, no reaccioné hasta que se separó de mí y se dirigió al baño. Hice un gesto de frustración, molesto por lo que había ocurrido -Mierda...- Susurré en cuanto desapareció por la puerta del baño, llevándome la mano a la frente y cerrando los ojos, intentando aclararme las ideas.

Finalmente me di la vuelta, recogiendo los trozos del vaso roto con las manos, sin preocuparme demasiado por si me hacía pequeños cortes. La había cagado. Me maldije a mi mismo mientras que me dedicaba a buscar una papelera donde tirar los cristales. No sabía como actuar con aquel chico, y me molestaba no ser consciente de lo que debía de hacer.

En el baño, termine de chupar las gotitas de sangre hasta que finalmente, mi dedo dejo de sangrar. Busque en el botiquin, una vendita y la puyse envolviendo el dedo. Me miré al espejo y suspire, mi cara estaba completamente roja, mis mejillas me ardían como el fuego por la cercanía reciente de Luke. Me mojé la cara y un poco el cabello intentando relajarme, y luego me seque con una toalla, antes de respirar hondo y salir del baño.

-Ya esta-dije en cuanto salí, mirandole para ver que era lo que hacía. Fruncí el seño, y me acerque a él, tomando una servilleta y sacandole los vidrios de las manos-Eres c-como un niño ¿acaso n-no sabes q-que te puedes cortar si los a-agarras con la mano?-lo regañé sutilmente, antes de tirar los vidrios al tacho y suspirar, llevando mi mano a mi cabello y desordenandolo, haciendo que quedaran mechitas apuntando hacía todos lados ya que estaba ligeramente mojado-¿Q-quieres h-hacer algo más Luke? ¿Dormir, ver t-tele?-mis ojos volvieron a los suños, con una pequeña sonrisa en mis labios.

Me estaba empezando a sacar los cristales que se me habían quedado clavados en la mano sin preocuparme demasiado cuando volvió Neithan, quien cogió mi mano. Le observé mientras se encargaba de sacarme los cristales, con una sonrisa en la cara -Tranquilo, no me duele- Acrecenté mi sonrisa, mientras que dirigía una mirada a su mano -¿Tú qué tal?-dije, como referencia a su dedo.

Me fijé en su pelo en cuanto se lo revolvió, el cual estaba mojado. El instinto me hizo querer ordenar las mechas desordenadas, que brillaban más que antes, pero me contuve, intentando no molestarle. Volví a fijarme en sus ojos, sonriendo de nuevo ante su pregunta -Me gustaría ver las noticias, si no te importa-. Hacía mil que no sabía nada del mundo, pero suponía que no había cambiado demasiado, aún sin poder evitar la curiosidad que sentía.

-Yo e-estoy bien-conteste con una sonrisa, mirando tambien a sus ojos inmensamente verdes. Asentí ante su respuesta, y me volteé, diriguiendome al livin y acomodando la mesita del televisor justo frente al sofa. Si bien había pensado en estudiar, no iba a dejar solo a mi reciente compañero. Me sente en el sofay me gire para mirarlo y sonreirle.

-Ven...-extendí mi mano con el control remoto, ofreciendoselo, antes de cojer mis apuntes, sentandome en el sofa para estudiar un poco y terminar de armar las clases que debía preparar para la semana siguiente-Si no t-te molesta me q-quedare a e-estudiar aquí...-susurré, recostandome contra el respaldar del sofa, que era para tres personas, y concentrandome en las fotocopias que tenía.