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Cerrando Negocios.
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Re: Cerrando Negocios.
Ver como se retorcía, como suspiraba de placer, pidiendo mas hasta el punto de que no quedase nada del orgulloso adolescente de hacía veinte minutos antes hacía que su ego aumentase unos cuantos puntos. Sabía que el menor estaba confundido, pero que al mismo tiempo estaba siendo poco a poco consciente de la situación. Había tenido un grado de aceptación bastante favorable; aunque no era de extrañar teniendo un esclavo con tanta palabrería delante.
En medio de un restaurante del centro, con solo un poco de pared y unos biombos tapándoles del resto de clientes, Ren hundió mas adentro los dedos que exploraban a Kamui de forma sinuosa y tortuosamente lenta, sintiendo sus paredes de carne relajarse y tensarse, humedeciendo y calentando sus dedos mientras el esclavo se relamía ante la posibilidad de embestirle con fuerza y expandir aquel lugar tan estrecho. Tanto fantaseó con ello que pasó casi un minuto entero sin hablar...
-¿Acabas de pedirle algo “por favor” a un esclavo? -sonrió, socarrón- Eso es nuevo. Me pregunto que dirían los de tu círculo si te viesen así -alzó la vista hacia el cuerpo del mafioso, deleitándose y excitándose ante aquel erótico halo que le envolvía. Se relamió, dando una fuerte estocada con los dedos en su interior, rozando aquel músculo sensible muy superficialmente antes de salir de él, enfocando la vista en su entrada, ahora mas dilatada.
-¿Quieres mas~? -sonrió, lamiéndose los dedos-. Sabes que aunque los clientes no puedan entrar aquí el camarero si, ¿verdad? Tienes muy poco pudor, querido Kamui -miró a su alrededor, encontrando todo tal y como lo había dejado. El bol de kimchi, ya frío, a un lado de la mesa. El botellín de sake volcado y semi vacío en el suelo y el otro, que se había salvado del arrebato del moreno en una de las esquinas de la mesa. Estirando el brazo, se hizo con la que estaba volcada, lamiendo el sake del borde antes de entornar los ojos de manera peligrosa.
-Compartiré esto contigo -separó con los dedos de una de sus manos sus nalgas antes de verter un poco del saque de aquella botella, subiendo hasta humedecer también su dureza, degustandola luego antes de empujar la parte trasera de la pequeña botella dentro de él. Le sujetó por el muslo, impidiéndole que quizás cerrase las piernas, terminando por dejar toda la parte ovalada llenándolo- ¿Que tal~?
Con una sonrisilla, apartó las manos de él, deshaciendo su propia ropa para exponer también su erección. Tenía muchísimas ganas de hacerle gritar de placer y llenar su interior una y otra vez hasta lograr que se corriese mentándole. Era una fantasía sencilla, pero para alguien que no había tenido ese tipo de acción durante meses era mas que suficiente. Acarició su propia punta, mientras se relamía y sacaba la botella, volviéndola a meter en un vaivén coordinado y lento, como si quisiese hacerle suplicar de nuevo. Por desgracia no estaba en condiciones para juguetear mas, así que lanzando el botellín a un lado se arrodilló, sacándose la larga prenda antes de separarle las piernas con firmeza y frotar toda su gruesa extensión entre sus nalgas.
-Respira hondo, amo -advirtió en un jadeo antes de colocarse y empezar a penetrarlo, siseando mientras su miembro se perdía entre las ardientes estrecheces ajenas.
En medio de un restaurante del centro, con solo un poco de pared y unos biombos tapándoles del resto de clientes, Ren hundió mas adentro los dedos que exploraban a Kamui de forma sinuosa y tortuosamente lenta, sintiendo sus paredes de carne relajarse y tensarse, humedeciendo y calentando sus dedos mientras el esclavo se relamía ante la posibilidad de embestirle con fuerza y expandir aquel lugar tan estrecho. Tanto fantaseó con ello que pasó casi un minuto entero sin hablar...
-¿Acabas de pedirle algo “por favor” a un esclavo? -sonrió, socarrón- Eso es nuevo. Me pregunto que dirían los de tu círculo si te viesen así -alzó la vista hacia el cuerpo del mafioso, deleitándose y excitándose ante aquel erótico halo que le envolvía. Se relamió, dando una fuerte estocada con los dedos en su interior, rozando aquel músculo sensible muy superficialmente antes de salir de él, enfocando la vista en su entrada, ahora mas dilatada.
-¿Quieres mas~? -sonrió, lamiéndose los dedos-. Sabes que aunque los clientes no puedan entrar aquí el camarero si, ¿verdad? Tienes muy poco pudor, querido Kamui -miró a su alrededor, encontrando todo tal y como lo había dejado. El bol de kimchi, ya frío, a un lado de la mesa. El botellín de sake volcado y semi vacío en el suelo y el otro, que se había salvado del arrebato del moreno en una de las esquinas de la mesa. Estirando el brazo, se hizo con la que estaba volcada, lamiendo el sake del borde antes de entornar los ojos de manera peligrosa.
-Compartiré esto contigo -separó con los dedos de una de sus manos sus nalgas antes de verter un poco del saque de aquella botella, subiendo hasta humedecer también su dureza, degustandola luego antes de empujar la parte trasera de la pequeña botella dentro de él. Le sujetó por el muslo, impidiéndole que quizás cerrase las piernas, terminando por dejar toda la parte ovalada llenándolo- ¿Que tal~?
Con una sonrisilla, apartó las manos de él, deshaciendo su propia ropa para exponer también su erección. Tenía muchísimas ganas de hacerle gritar de placer y llenar su interior una y otra vez hasta lograr que se corriese mentándole. Era una fantasía sencilla, pero para alguien que no había tenido ese tipo de acción durante meses era mas que suficiente. Acarició su propia punta, mientras se relamía y sacaba la botella, volviéndola a meter en un vaivén coordinado y lento, como si quisiese hacerle suplicar de nuevo. Por desgracia no estaba en condiciones para juguetear mas, así que lanzando el botellín a un lado se arrodilló, sacándose la larga prenda antes de separarle las piernas con firmeza y frotar toda su gruesa extensión entre sus nalgas.
-Respira hondo, amo -advirtió en un jadeo antes de colocarse y empezar a penetrarlo, siseando mientras su miembro se perdía entre las ardientes estrecheces ajenas.
- Spoiler:
- [Está mejor, gracias. No te estreses, y ánimo =3]
Invitado- Invitado
Re: Cerrando Negocios.
El menor movía sus caderas en un muy suave vaivén intentando que el contacto que tenía el esclavo en su interior fuera más profundo, deseaba de cierta forma que ese tacto le recorriera por completo, sin embargo algo más lo haría en su lugar por lo que no dejaría que su instinto surgiera en ese mismo instante, lo reservaría para él momento del postre.
Por un momento olvido en donde se encontraban ya que aquellas caricias la sensual voz de su acompañante de vez en cuando le hacían perder la razón, estaba en su mundo, pero ya no se encontraba solo..esta vez un intruso se había adentrado a aquel sumamente privado sitio..pero por desgracia siempre se le era despertado antes de quedar completamente atrapado en ese lugar..el mayor le despertó de aquel momentáneo trance con aquellas burlonas palabras.
-Nunca lo pedí por favor..mhn..Fue tan solo tu imaginación..-Llevó sus manos a su pecho acariciándose de forma sutil, jugando con las puntas de sus dedos sobre su pecho, llevando una de ellas al rostro de su esclavo, regalándole delicadas caricias ¿Por qué no hacerlo sentir un poco bien a pesar de sus palabras?-Ah..n..no lo sé, ¿Qué quisieras que me dijeran?, ¿Qué soy una decepción? ó ¿Qué cedí ante las caricias y pomposas palabras de un esclavo que lo cree saber todo?..-ahogó un gemido mordiendo nuevamente su labio inferior esta vez sintiendo como se desgarraba.
-Lo quiero uhn..quiero más Ren..-le veía incitante y aquella vocecilla se había tornado lasciva y provocadora..-Soltó una risa al escucharle por lo que no pudo evitar contestar..-Creó que es más excitante el hecho de que alguien pueda hallarnos en la misma situación..-Dijo llevando sus brazos a los lados de su cálido cuerpo para poder apoyarse y lograr tener el rostro del mayor cerca del suyo...-La adrenalina de tu cuerpo y el mío..en combinación con las fueres y profundas estocadas que le regalaras a mi estrecho y caliente cuerpo, el miedo de ser descubiertos..¿No te parece algo sumamente excitante? ..-relamió sus labios.
Inconscientemente intentaba cerrar las piernas ante aquella molesta y fría intromisión, ese tipo..siempre tenía una pequeña sorpresa y un as bajo la manga, y lo mejor de todo es que a pesar de que lo intentara..-Ah! Va..vaya forma d..de hacerlo..-sus brazos flaqueaban pero hacía lo posible por mantenerse en esa postura y poder apreciar bien lo que el mayor hacía con su cuerpo..quería examinarlo un poco más..estudiar sus movimientos..quería ver qué hacía que el mayor bajara la guardia..quería saber más sobre su encantador esclavo.
La botella solo era un obstáculo más para ambos, pero le preparaba para mentalizarse..eso era lo que quería en verdad?..aun que no podía comparar el frió cristal con la piel de su esclavo..por lo que aquella decisión que tenia en un principio comenzaba a volverse un gran dilema en el cual el resultado tendría que ser deliberado en unos cuantos segundos.
-Ren..-Dijo sensual sin poder despegar su mirada del miembro ajeno, pensando..¿Eso va a caber en mi interior?, temeroso y ahora más nervioso de lo que estaba en un comienzo mantuvo sus piernas como el mayor las había acomodado, justo para que este no tuviese problemas para lo que estaba próximo a hacer..-Ha..hazlo antes de que me arrepienta..-le veía fijamente mientras un delicado rubor se dibujaba sobre sus mejillas, su pecho delataba su estado subiendo y bajando de forma acelerada, llevando su mano a su propio cuello llevando una caricia de este, descendiendo hasta su vientre bajo…-mhn..ren..aah..por favor.. apresúrate..
Por un momento olvido en donde se encontraban ya que aquellas caricias la sensual voz de su acompañante de vez en cuando le hacían perder la razón, estaba en su mundo, pero ya no se encontraba solo..esta vez un intruso se había adentrado a aquel sumamente privado sitio..pero por desgracia siempre se le era despertado antes de quedar completamente atrapado en ese lugar..el mayor le despertó de aquel momentáneo trance con aquellas burlonas palabras.
-Nunca lo pedí por favor..mhn..Fue tan solo tu imaginación..-Llevó sus manos a su pecho acariciándose de forma sutil, jugando con las puntas de sus dedos sobre su pecho, llevando una de ellas al rostro de su esclavo, regalándole delicadas caricias ¿Por qué no hacerlo sentir un poco bien a pesar de sus palabras?-Ah..n..no lo sé, ¿Qué quisieras que me dijeran?, ¿Qué soy una decepción? ó ¿Qué cedí ante las caricias y pomposas palabras de un esclavo que lo cree saber todo?..-ahogó un gemido mordiendo nuevamente su labio inferior esta vez sintiendo como se desgarraba.
-Lo quiero uhn..quiero más Ren..-le veía incitante y aquella vocecilla se había tornado lasciva y provocadora..-Soltó una risa al escucharle por lo que no pudo evitar contestar..-Creó que es más excitante el hecho de que alguien pueda hallarnos en la misma situación..-Dijo llevando sus brazos a los lados de su cálido cuerpo para poder apoyarse y lograr tener el rostro del mayor cerca del suyo...-La adrenalina de tu cuerpo y el mío..en combinación con las fueres y profundas estocadas que le regalaras a mi estrecho y caliente cuerpo, el miedo de ser descubiertos..¿No te parece algo sumamente excitante? ..-relamió sus labios.
Inconscientemente intentaba cerrar las piernas ante aquella molesta y fría intromisión, ese tipo..siempre tenía una pequeña sorpresa y un as bajo la manga, y lo mejor de todo es que a pesar de que lo intentara..-Ah! Va..vaya forma d..de hacerlo..-sus brazos flaqueaban pero hacía lo posible por mantenerse en esa postura y poder apreciar bien lo que el mayor hacía con su cuerpo..quería examinarlo un poco más..estudiar sus movimientos..quería ver qué hacía que el mayor bajara la guardia..quería saber más sobre su encantador esclavo.
La botella solo era un obstáculo más para ambos, pero le preparaba para mentalizarse..eso era lo que quería en verdad?..aun que no podía comparar el frió cristal con la piel de su esclavo..por lo que aquella decisión que tenia en un principio comenzaba a volverse un gran dilema en el cual el resultado tendría que ser deliberado en unos cuantos segundos.
-Ren..-Dijo sensual sin poder despegar su mirada del miembro ajeno, pensando..¿Eso va a caber en mi interior?, temeroso y ahora más nervioso de lo que estaba en un comienzo mantuvo sus piernas como el mayor las había acomodado, justo para que este no tuviese problemas para lo que estaba próximo a hacer..-Ha..hazlo antes de que me arrepienta..-le veía fijamente mientras un delicado rubor se dibujaba sobre sus mejillas, su pecho delataba su estado subiendo y bajando de forma acelerada, llevando su mano a su propio cuello llevando una caricia de este, descendiendo hasta su vientre bajo…-mhn..ren..aah..por favor.. apresúrate..
Invitado- Invitado
Re: Cerrando Negocios.
Soltó una risilla por demás burlona al escucharle decir todo aquello. ¿Era excitante que les pudieran pillar? En eso estaba de acuerdo, pero no sabía que su joven amo fuese ese tipo de persona pervertida amante de la adrenalina. Eso le serviría para futuros “encuentros” como aquel...
Tras tentarle durante un momento mas, se introdujo en él, deleitándose con sus súplicas y su rostro; en contraste con aquel cuerpo marcado por sus dientes y expuesto en su máximo esplendor solo para él. Metió la punta, sujetándole luego los muslos para mantenerle las piernas abiertas mientras empujaba contra él hasta hundirse casi del todo.
-¿Que tal? -gruñó el esclavo, sintiendo su caliente interior envolver su dureza, oprimiéndola y devorándola de forma deliciosa- Aquí la tienes, ¿te gusta, Kamui-chan? -se relamió, mirando hacia abajo para acomodarse y volver a salir, despacio, hasta la punta; volviendo a empujar con la misma lentitud- Umn... -apretó sus dedos en su piel pálida, volviendo a repetir la acción sin emocionarse demasiado aún-. Tienes culo de virgen, querido amo -rió- No lo habías hecho antes, ¿verdad? O puede que si, ya que esa cara que pones es que te está gustando demasiado, ¿me equivoco?
Después de aquellas palabras le levantó las piernas y la cadera, inclinándose hacia delante en un envite mucho mas fuerte, consiguiendo metersela por completo. La mesa vibró, y Ren solo pudo alternar la mirada entre los ojos de Kamui y el biombo que les separaba del resto, divertido. Separó su cadera y volvió a embestirle, cerrando los ojos mientras jadeaba y gemía por lo bajo, extasiado.
-Quiero oírte gemir~ -le susurró-. Bien alto, para que “nos descubran”. ¿Te gustaría? Puede que te corras solo teniendo a alguien que te mire mientras te follan -seguía hablándole de manera casi dulce y simpática, dándole embestidas cortas y precisas, como si buscase su próstata para golpearla una y otra vez sin piedad. Su boca, jactada de palabras, se deslizó a su cuello para hacerle otra significativa marca, bajando a sus pezones para morderlos y tirar de ellos. Cuando se separó, irguiéndose, volvió a arrodillarse en el tatami, empezando con las arremetidas mas largas. Sacó del todo su miembro, estirando a ambos lados con los pulgares la entrada húmeda del mafioso.
-Menuda vista~ -otra vez aquella expresión de zorro astuto, mientras besaba la cara interna de su muslo y succionaba porciones de piel, dejando mas y mas marcas. Luego, volviendo a colocarse, se introdujo sin delicadeza; posando una de las piernas en su hombro y abriendo la restante hasta pegarla a la mesa, dejando su cuerpo medio ladeado para comenzar un ritmo frenético donde intentaba profundizar lo más posible en su cuerpo. La mano que no sujetaba su muslo acarició con parsimonia el pene de Kamui, yendo desde la punta hasta la base, dando luego un fuerte apretón para evitar algún posible orgasmo demasiado rápido.
El propio Ren jadeaba y gruñía de placer propio, mientras cerraba uno de los ojos y el tupido flequillo le tapaba parte del rostro, adherido a su frente por el sudor.
Tras tentarle durante un momento mas, se introdujo en él, deleitándose con sus súplicas y su rostro; en contraste con aquel cuerpo marcado por sus dientes y expuesto en su máximo esplendor solo para él. Metió la punta, sujetándole luego los muslos para mantenerle las piernas abiertas mientras empujaba contra él hasta hundirse casi del todo.
-¿Que tal? -gruñó el esclavo, sintiendo su caliente interior envolver su dureza, oprimiéndola y devorándola de forma deliciosa- Aquí la tienes, ¿te gusta, Kamui-chan? -se relamió, mirando hacia abajo para acomodarse y volver a salir, despacio, hasta la punta; volviendo a empujar con la misma lentitud- Umn... -apretó sus dedos en su piel pálida, volviendo a repetir la acción sin emocionarse demasiado aún-. Tienes culo de virgen, querido amo -rió- No lo habías hecho antes, ¿verdad? O puede que si, ya que esa cara que pones es que te está gustando demasiado, ¿me equivoco?
Después de aquellas palabras le levantó las piernas y la cadera, inclinándose hacia delante en un envite mucho mas fuerte, consiguiendo metersela por completo. La mesa vibró, y Ren solo pudo alternar la mirada entre los ojos de Kamui y el biombo que les separaba del resto, divertido. Separó su cadera y volvió a embestirle, cerrando los ojos mientras jadeaba y gemía por lo bajo, extasiado.
-Quiero oírte gemir~ -le susurró-. Bien alto, para que “nos descubran”. ¿Te gustaría? Puede que te corras solo teniendo a alguien que te mire mientras te follan -seguía hablándole de manera casi dulce y simpática, dándole embestidas cortas y precisas, como si buscase su próstata para golpearla una y otra vez sin piedad. Su boca, jactada de palabras, se deslizó a su cuello para hacerle otra significativa marca, bajando a sus pezones para morderlos y tirar de ellos. Cuando se separó, irguiéndose, volvió a arrodillarse en el tatami, empezando con las arremetidas mas largas. Sacó del todo su miembro, estirando a ambos lados con los pulgares la entrada húmeda del mafioso.
-Menuda vista~ -otra vez aquella expresión de zorro astuto, mientras besaba la cara interna de su muslo y succionaba porciones de piel, dejando mas y mas marcas. Luego, volviendo a colocarse, se introdujo sin delicadeza; posando una de las piernas en su hombro y abriendo la restante hasta pegarla a la mesa, dejando su cuerpo medio ladeado para comenzar un ritmo frenético donde intentaba profundizar lo más posible en su cuerpo. La mano que no sujetaba su muslo acarició con parsimonia el pene de Kamui, yendo desde la punta hasta la base, dando luego un fuerte apretón para evitar algún posible orgasmo demasiado rápido.
El propio Ren jadeaba y gruñía de placer propio, mientras cerraba uno de los ojos y el tupido flequillo le tapaba parte del rostro, adherido a su frente por el sudor.
Invitado- Invitado
Re: Cerrando Negocios.
Su cuerpo despedía placer y sensualidad, y aun que no lo aceptara..deseaba que aquel chico le hiciera suyo, cosa que permanecería en su mente quizá por siempre, aquel gran orgullo que poseía no le dejaría aceptarlo nunca..a pesar de que su cuerpo estuviera completamente marcado por el esclavo, preguntándose ¿Quién era el dueño ahora?.
-E..eres un bastar..do..aah!!.-El chico soltó un agudo y sonoro gemido abriendo sus ojos un poco más por la intervención del mayor, mientras lánguidamente volvían a cerrarse -.s..se siente tan bien maldita sea!!..ah..Ren..Ren..te aborrezco..mmh..-¿eso era lo que en verdad sentía por su esclavo?, apretaba con fuerza sus puños para luego arañar la mesa que se encontraba debajo, escuchaba sus palabras quería ofenderlo de cierta forma?..sonrió y respondió entre leves gemidos..-N..no te equivocas..m..me encanta que me la metas por detrás..-permaneció un momento en silencio disfrutando el calor del esclavo..-Y como puedes ver ugh..eres el primer bastardo que me la mete..-dijo en forma despectiva, como se atrevía a hablarle de esa forma..sin embargo..aquel juego le estaba gustando.
Tapo sus labios para ahogar un fuerte gemido al sentir aquella dura hombría intentando llegar al fondo de su cuerpo, un par de lagrimillas recorrieron sus mejillas, aquello había sido sumamente doloroso, sus piernas temblaban y su respiración se hacía entre cortada, aquello había sido salvaje..Después de eso lo pagaría caro..muy caro..nadie le había visto llorar nunca..y ese sujeto en unos cuantos minutos lo había logrado, su vista se tornaba nublada pero por desgracia continuaba percibiendo la del contrario.
Las lagrimas no cesaban y no le daría el gusto esta vez de cumplir lo que el deseara así que con fuerza mordía sus labios intentando no despegar sus manos de sus labios, aun que quisiese aferrarse de aquellos brazos que le tenían sujetos y marcarlos con sus uñas tal como él lo había hecho con todo su cuerpo, no pudo resistir más, libero sus labios así como aquellos agudos y placenteros gemidos los cuales se ocultaban de cierta forma con el ritmo de la música, tenía miedo de que terminase y que el esclavo hiciera de las suyas.
-Ah..Re..Ren..te..te gusta?..-dijo entre pequeños sollozos, llevó una de sus manos al antebrazo del esclavo clavando sus uñas como lo había pensado, mientras su brazo reposaba sobre sus ojos no deseaba que esa mirada se clavara contra la suya y le retase más..era vergonzoso..pero no se pudo resistir a los encantos de su acompañante..por fin alguien le había domado..debía de ser más fuerte para que no se aprovechara de las futuras situaciones a su lado.
Su labios entreabiertos intentando tomar un poco de aire, la forma en la que el esclavo jugaba con cada parte de su cuerpo, una mueca se hizo presente al sentir que su interior había sido abandonado, sin duda se sentía “usado”…nunca pensó que su primera vez hubiera sido tan humillante..Pero él lo había buscado, lo estaba disfrutando y no había marcha atrás, estaba absorto en sus pensamientos que no se percato el peligro de invasión hasta que un punzante dolor nuevamente se hizo presente en su interior por lo que un dolido grito escapo de su interior.
-Ren!!..oh..Ren!!..hunm..hun..s..se siente tan ah..tan bien..n..necesito que lo hagas más fuerte!..hun..s..si de verdad quieres que “Nos descubran” la..Lastímame..aha!..viólame maldita sea!. -a pesar del dolor que sentía en su interior deseaba más..para aquel chico nada era suficiente.. de forma sutil iba apretando sus paredes contra el falo de su esclavo intentando darle un par de problemas más a su el mayor.
-E..eres un bastar..do..aah!!.-El chico soltó un agudo y sonoro gemido abriendo sus ojos un poco más por la intervención del mayor, mientras lánguidamente volvían a cerrarse -.s..se siente tan bien maldita sea!!..ah..Ren..Ren..te aborrezco..mmh..-¿eso era lo que en verdad sentía por su esclavo?, apretaba con fuerza sus puños para luego arañar la mesa que se encontraba debajo, escuchaba sus palabras quería ofenderlo de cierta forma?..sonrió y respondió entre leves gemidos..-N..no te equivocas..m..me encanta que me la metas por detrás..-permaneció un momento en silencio disfrutando el calor del esclavo..-Y como puedes ver ugh..eres el primer bastardo que me la mete..-dijo en forma despectiva, como se atrevía a hablarle de esa forma..sin embargo..aquel juego le estaba gustando.
Tapo sus labios para ahogar un fuerte gemido al sentir aquella dura hombría intentando llegar al fondo de su cuerpo, un par de lagrimillas recorrieron sus mejillas, aquello había sido sumamente doloroso, sus piernas temblaban y su respiración se hacía entre cortada, aquello había sido salvaje..Después de eso lo pagaría caro..muy caro..nadie le había visto llorar nunca..y ese sujeto en unos cuantos minutos lo había logrado, su vista se tornaba nublada pero por desgracia continuaba percibiendo la del contrario.
Las lagrimas no cesaban y no le daría el gusto esta vez de cumplir lo que el deseara así que con fuerza mordía sus labios intentando no despegar sus manos de sus labios, aun que quisiese aferrarse de aquellos brazos que le tenían sujetos y marcarlos con sus uñas tal como él lo había hecho con todo su cuerpo, no pudo resistir más, libero sus labios así como aquellos agudos y placenteros gemidos los cuales se ocultaban de cierta forma con el ritmo de la música, tenía miedo de que terminase y que el esclavo hiciera de las suyas.
-Ah..Re..Ren..te..te gusta?..-dijo entre pequeños sollozos, llevó una de sus manos al antebrazo del esclavo clavando sus uñas como lo había pensado, mientras su brazo reposaba sobre sus ojos no deseaba que esa mirada se clavara contra la suya y le retase más..era vergonzoso..pero no se pudo resistir a los encantos de su acompañante..por fin alguien le había domado..debía de ser más fuerte para que no se aprovechara de las futuras situaciones a su lado.
Su labios entreabiertos intentando tomar un poco de aire, la forma en la que el esclavo jugaba con cada parte de su cuerpo, una mueca se hizo presente al sentir que su interior había sido abandonado, sin duda se sentía “usado”…nunca pensó que su primera vez hubiera sido tan humillante..Pero él lo había buscado, lo estaba disfrutando y no había marcha atrás, estaba absorto en sus pensamientos que no se percato el peligro de invasión hasta que un punzante dolor nuevamente se hizo presente en su interior por lo que un dolido grito escapo de su interior.
-Ren!!..oh..Ren!!..hunm..hun..s..se siente tan ah..tan bien..n..necesito que lo hagas más fuerte!..hun..s..si de verdad quieres que “Nos descubran” la..Lastímame..aha!..viólame maldita sea!. -a pesar del dolor que sentía en su interior deseaba más..para aquel chico nada era suficiente.. de forma sutil iba apretando sus paredes contra el falo de su esclavo intentando darle un par de problemas más a su el mayor.
Invitado- Invitado
Re: Cerrando Negocios.
Le resultaba gracioso como Kamui intentaba ocultar su evidente placer y conformidad a base de insultos hacia su persona; aunque debía admitir que se veía demasiado sensual como para tomarse en serio nada de lo que le dijese. Y aún siendo así, aquel lenguaje solo avivaba mas la lujuria del acto, por lo que se limitó a sonreír y a seguir envistiendole, moviendo su cuerpo sobre la mesa a cada arremetida.
La suave música del local no era suficiente como para aplacar y disimular los gemidos que Kamui no podía retener, aunque por suerte el murmullo de conversaciones si que podía, al menos de momento.
-Me gusta mucho, Kamui-chan -dijo, todo lo sereno que podía estar. Su sonrisilla vacilaba entre la simpatía, malicia y lascivia total ante la visión de su duro miembro clavarse dentro del mas joven, sin delicadeza ni obstáculos mas que su estrechez, poco a poco dilatada. Los sonidos, aquellos deliciosos sonidos obscenos, eran la guinda perfecta para la situación-. Es un gran honor... ser tu primero -gimió con voz grabe-. Para que no lo olvides te daré el mejor orgasmo de tu vida~
Esbozó aquella sonrisa fina tan suya, dándole por recordar como, horas antes, un adolescente serio, inexpresivo y mandón le había sacado del mercado negro; y como pretendía ser su Amo y dominarse en todo lo que hiciese. Estar ahora allí, viendo como su perfecto y tentativo culo se tragaba su erecto miembro, era un cambio bastante radical y, por que no decirlo, muy bueno. Algo le decía que cuando terminasen, cuando Kamui gritase y se derritiese ante la sensación de su orgasmo volvería a ser como antes. Aquel chico era cabezota, orgulloso, pero al parecer podía permitirse bajar la guardia en situaciones así. Ren lo sabía, ya que había tratado antes con gente similar; aunque no le habían resultado tan interesantes como el moreno que le suplicaba ahora mismo por mas.
-Vaya -suspiró, irónico-, que pervertido, querido Amo. ¿No eras tu el que quería mantener la compostura y la imagen de intocable que tenía? -aminoró el ritmo, introduciéndose en él de manera lenta, torturante, notando incluso en toda la extensión de su pene como temblaban las paredes calientes e internas de Kamui-. Si sigues así acabarás siendo la puta de todo el mundo~
Salió de él. Ren era alguien incomprensible, como ya había dejado notar muchos momentos antes. No dudaba en que se correría pronto, pero quería hacerlo de un modo especial, que el otro recordase al ser la primera vez. Y el momento perfecto se presentó por su propio pié tras el biombo, donde la silueta del que supuso que sería uno de los camareros apareció.
-¿Señor? -su voz pareció llamar a Kamui, queriendo verificar si estaba todo en orden. Sabiendo el tipo de local que era y también que tipo de gente solía frecuentarlo, decidió por respeto no entrar en aquella parte apartada del salón; al menos de momento.
Ren se inclinó hacia delante, atrayendo al mas joven hasta besarle, hundiéndole la lengua lo mas profundo que pudo, impidiéndole contestar. Sabía que si no escuchaba palabra alguna el camarero entraría a verificar su estado, y entonces si que se divertiría.
-¿Que debería hacer, Shirou-sama? -rió, travieso, en un susurro, dándole la vuelta, dejándolo a gatas sobre la mesa y levantándose. Le alzó la cadera en una postura por demás comprometedora y volvió a penetrarlo bruscamente, golpeando su próstata y obligandole a aceptar todo su grosor y longitud del todo. Tentando de nuevo su oído y comenzando a masturbarle con rapidez mientras se movía, volvió a susurrar-. ¿Quiere que le invite a pasar y así vea como pone una cara adorable mientras se corre? ¿O quizás deba dejarle ver como su adorable culo se llena del semen de un esclavo? -lamió tras su oreja, besando su cuello luego- Espero que se decida pronto, ya que creo que no podrá aguantar mucho, Amo~
Tratarle con respeto en aquella situación era perverso, y era algo que ambos sabían.
La suave música del local no era suficiente como para aplacar y disimular los gemidos que Kamui no podía retener, aunque por suerte el murmullo de conversaciones si que podía, al menos de momento.
-Me gusta mucho, Kamui-chan -dijo, todo lo sereno que podía estar. Su sonrisilla vacilaba entre la simpatía, malicia y lascivia total ante la visión de su duro miembro clavarse dentro del mas joven, sin delicadeza ni obstáculos mas que su estrechez, poco a poco dilatada. Los sonidos, aquellos deliciosos sonidos obscenos, eran la guinda perfecta para la situación-. Es un gran honor... ser tu primero -gimió con voz grabe-. Para que no lo olvides te daré el mejor orgasmo de tu vida~
Esbozó aquella sonrisa fina tan suya, dándole por recordar como, horas antes, un adolescente serio, inexpresivo y mandón le había sacado del mercado negro; y como pretendía ser su Amo y dominarse en todo lo que hiciese. Estar ahora allí, viendo como su perfecto y tentativo culo se tragaba su erecto miembro, era un cambio bastante radical y, por que no decirlo, muy bueno. Algo le decía que cuando terminasen, cuando Kamui gritase y se derritiese ante la sensación de su orgasmo volvería a ser como antes. Aquel chico era cabezota, orgulloso, pero al parecer podía permitirse bajar la guardia en situaciones así. Ren lo sabía, ya que había tratado antes con gente similar; aunque no le habían resultado tan interesantes como el moreno que le suplicaba ahora mismo por mas.
-Vaya -suspiró, irónico-, que pervertido, querido Amo. ¿No eras tu el que quería mantener la compostura y la imagen de intocable que tenía? -aminoró el ritmo, introduciéndose en él de manera lenta, torturante, notando incluso en toda la extensión de su pene como temblaban las paredes calientes e internas de Kamui-. Si sigues así acabarás siendo la puta de todo el mundo~
Salió de él. Ren era alguien incomprensible, como ya había dejado notar muchos momentos antes. No dudaba en que se correría pronto, pero quería hacerlo de un modo especial, que el otro recordase al ser la primera vez. Y el momento perfecto se presentó por su propio pié tras el biombo, donde la silueta del que supuso que sería uno de los camareros apareció.
-¿Señor? -su voz pareció llamar a Kamui, queriendo verificar si estaba todo en orden. Sabiendo el tipo de local que era y también que tipo de gente solía frecuentarlo, decidió por respeto no entrar en aquella parte apartada del salón; al menos de momento.
Ren se inclinó hacia delante, atrayendo al mas joven hasta besarle, hundiéndole la lengua lo mas profundo que pudo, impidiéndole contestar. Sabía que si no escuchaba palabra alguna el camarero entraría a verificar su estado, y entonces si que se divertiría.
-¿Que debería hacer, Shirou-sama? -rió, travieso, en un susurro, dándole la vuelta, dejándolo a gatas sobre la mesa y levantándose. Le alzó la cadera en una postura por demás comprometedora y volvió a penetrarlo bruscamente, golpeando su próstata y obligandole a aceptar todo su grosor y longitud del todo. Tentando de nuevo su oído y comenzando a masturbarle con rapidez mientras se movía, volvió a susurrar-. ¿Quiere que le invite a pasar y así vea como pone una cara adorable mientras se corre? ¿O quizás deba dejarle ver como su adorable culo se llena del semen de un esclavo? -lamió tras su oreja, besando su cuello luego- Espero que se decida pronto, ya que creo que no podrá aguantar mucho, Amo~
Tratarle con respeto en aquella situación era perverso, y era algo que ambos sabían.
- Spoiler:
[Siento mucho la tardanza, entre unas cosas y otras no he podido ni encender el Pc x.x]
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Re: Cerrando Negocios.
Su cuerpo sin reproche seguía el fuerte vaivén de las embestidas, agitado, jadeante, ansioso por mayor contacto y rose entre ambos cuerpo, las fuertes palabras que escapaban de sus labios, eran la afirmación de todo el placer que ahogaba su cuerpo, aquel agresivo placer que le hacía gritar y querer que el mayor inundara su interior, el tintineo de las pulseras de su esclavo aquel grave gemido que le sacaba a la fuerza su sensual esclavo, dios, se sentía completamente extasiado ante aquel acto, deseaba que nunca terminase, era demasiado pervertido por ambas partes, en ocasiones apretaba con fuerza sus paredes y de esa forma aprisionaba el miembro ajeno haciendo que una perversa sonrisa se dibujara en sus labios.
-Ahhm..¿t.,.te gusta?..¿Dime que te gusta, hacerme tuyo de esta forma, o quizá..te refieres a mi persona esclavo de mierda?..-nunca se había referido así a alguien más pero este sujeto se lo había ganado, bueno había herido su orgullo y se había metido en su mente a la fuerza, había jugado con él de una forma muy cruel, por eso merecía eso y mucho más, se removió un poco ya que esa posición le comenzaba a incomodar..
Esto no duraría mucho más, los espasmos se hacían presentes y el présemen comenzaba a deslizarse delicadamente a lo largo de su miembro.
-Me encantaría que muchos otros me lo metieran por detrás..-mordió su labio inferior para luego relamer de forma lasciva sus labios..-creó que habrá muchos mejores que tu aahn...aquellos que me lo hagan más duro, me hagan gritar de placer, y que me saquen los gemidos a la fuerza..-aquello le torturaba pero solo le incitaba a insultar más al mayor..-ahm..que excitante ser la puta de todo el mundo..-dijo sarcástico.
Abrió un poco más sus azulinos orbes, el sentir escapar el falo del mayor de su caliente y estrecho interior le había incomodado, pero de algo estaba seguro, lo que vendría sería más placentero y doloroso que lo anterior.
No estaba en estado de responderle, estaba a punto de venirse y el placer inundaba su boca de gemidos y maldiciones, y ese preciso momento, su esclavo se estaba deleitando con el sabor de su boca, no dándole oportunidad alguna de responder y afirmar que todo se encontraba en perfecto orden.
Un fuerte gemido iba a salir de sus labios debido a la dolorosa penetración que le acababa de otorgar, pero la silencio mordiendo su propia muleca haciéndola sangrar al igual que sus ya desgastados labios, ahora el mayor le estaba dando un par de interesantes opciones..¿Cuál debería de elegir?
-Deberías de amhn..darte el lujo que desees..elige tu mi querido Ren-Su vientre bajo dolía de la presión que el seme ejercía por salir de su interior, aquel pudor que le invadía anteriormente se había esfumado debido a la lujuria que invadía su cuerpo de momento, ya no le importaba que lo vieran, no le importaba el hecho de que su esclavo lo estuviese tomando como deseara en esa situación, de hecho, movía sus caderas incitante, quería que el esclavo también llegase a aquella cima del clímax..-Pero...ya quiero que tu semen llene mi interior ahora.-
Sonrió con malicia aquel plan que había formulado en un principio comenzaría a surtir efecto le demostraría cual era el verdadero amo ahí, echó su cuerpo hacía atrás logrando tumbar el cuerpo del mayor ayudado por la postura que le había hecho tomar momentos atrás obligándole a que su ya listo miembro saliera de su interior..-Ren..-Soltó una carcajada dando la vuelta y viéndole desde lo alto con superioridad..-Mi querido Ren..-se inclino sobre el sentándose sobre el regazo del mayor relamiendo lascivo sus labios..-Quiero dejarte algo en claro..-dijo sensual e incitante sujetando el palpitante miembro del mayor volviéndolo a introducir en su interior arqueándose ligeramente..-y..yo soy el amo aquí..-movió sus caderas rápidamente incitándole a venirse dentro..-Yo soy el que da las órdenes..-afiló sus orbes clavándolos en los del esclavo mientras sus delgadas y delicadas manos rodeaban el cuello ajeno..-yo soy tu completo dueño..así que aah..de…deja de hacer tonterías amor..-clavó sus pulgares en cada extremo de su tráquea dificultándole la respiración..-
-Ahhm..¿t.,.te gusta?..¿Dime que te gusta, hacerme tuyo de esta forma, o quizá..te refieres a mi persona esclavo de mierda?..-nunca se había referido así a alguien más pero este sujeto se lo había ganado, bueno había herido su orgullo y se había metido en su mente a la fuerza, había jugado con él de una forma muy cruel, por eso merecía eso y mucho más, se removió un poco ya que esa posición le comenzaba a incomodar..
Esto no duraría mucho más, los espasmos se hacían presentes y el présemen comenzaba a deslizarse delicadamente a lo largo de su miembro.
-Me encantaría que muchos otros me lo metieran por detrás..-mordió su labio inferior para luego relamer de forma lasciva sus labios..-creó que habrá muchos mejores que tu aahn...aquellos que me lo hagan más duro, me hagan gritar de placer, y que me saquen los gemidos a la fuerza..-aquello le torturaba pero solo le incitaba a insultar más al mayor..-ahm..que excitante ser la puta de todo el mundo..-dijo sarcástico.
Abrió un poco más sus azulinos orbes, el sentir escapar el falo del mayor de su caliente y estrecho interior le había incomodado, pero de algo estaba seguro, lo que vendría sería más placentero y doloroso que lo anterior.
No estaba en estado de responderle, estaba a punto de venirse y el placer inundaba su boca de gemidos y maldiciones, y ese preciso momento, su esclavo se estaba deleitando con el sabor de su boca, no dándole oportunidad alguna de responder y afirmar que todo se encontraba en perfecto orden.
Un fuerte gemido iba a salir de sus labios debido a la dolorosa penetración que le acababa de otorgar, pero la silencio mordiendo su propia muleca haciéndola sangrar al igual que sus ya desgastados labios, ahora el mayor le estaba dando un par de interesantes opciones..¿Cuál debería de elegir?
-Deberías de amhn..darte el lujo que desees..elige tu mi querido Ren-Su vientre bajo dolía de la presión que el seme ejercía por salir de su interior, aquel pudor que le invadía anteriormente se había esfumado debido a la lujuria que invadía su cuerpo de momento, ya no le importaba que lo vieran, no le importaba el hecho de que su esclavo lo estuviese tomando como deseara en esa situación, de hecho, movía sus caderas incitante, quería que el esclavo también llegase a aquella cima del clímax..-Pero...ya quiero que tu semen llene mi interior ahora.-
Sonrió con malicia aquel plan que había formulado en un principio comenzaría a surtir efecto le demostraría cual era el verdadero amo ahí, echó su cuerpo hacía atrás logrando tumbar el cuerpo del mayor ayudado por la postura que le había hecho tomar momentos atrás obligándole a que su ya listo miembro saliera de su interior..-Ren..-Soltó una carcajada dando la vuelta y viéndole desde lo alto con superioridad..-Mi querido Ren..-se inclino sobre el sentándose sobre el regazo del mayor relamiendo lascivo sus labios..-Quiero dejarte algo en claro..-dijo sensual e incitante sujetando el palpitante miembro del mayor volviéndolo a introducir en su interior arqueándose ligeramente..-y..yo soy el amo aquí..-movió sus caderas rápidamente incitándole a venirse dentro..-Yo soy el que da las órdenes..-afiló sus orbes clavándolos en los del esclavo mientras sus delgadas y delicadas manos rodeaban el cuello ajeno..-yo soy tu completo dueño..así que aah..de…deja de hacer tonterías amor..-clavó sus pulgares en cada extremo de su tráquea dificultándole la respiración..-
- Spoiler:
- ahhh >-< mendiga escuelaaaaa me quita todo el tiempo U¬¬ igual que las reuniones familiares disculpa la tardanza u.u
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Re: Cerrando Negocios.
No tuvo que pensarlo dos veces para responder a todas sus cuestiones. ¿Que era lo que le gustaba? Obviamente tanto estar jodiendo a aquel hermoso cuerpo como al carácter que este tenía. Era un privilegio que hacía años no tenía, y en el Mercado Negro no es que no le hubiesen sobrado opciones. Por desgracia, no se había beneficiado a tantos como hubiese querido. Allí, mientras se hundía una y otra vez en el estrecho y cálido interior de Kamui, deseando correrse y llenarle, atendiendo a sus “peticiones”, tenía incluso la opción de humillarle frente a una tercera persona. ¿Estaba el mas joven en sus cabales al dejarle decir aquello? Porque estaba claro que no le dejaría pasar ni una, e incluso haría pasar al camarero y, si este no era especialmente tímido puede que le dejase tocar...
Quién sabía lo que el esclavo pensaba. Solo él, al abrir la boca para decir algo que alertase e hiciese entrar al camarero, sabía la manera mas gráfica de exponer a su amo y hacerle sentir de la mejor manera posible. Kamui era alguien que reprimía sus deseos, hasta que alguien se los hacía sacar, como era el caso.
-Que maleducado -murmuró, momentos después de volver a penetrarlo en aquella postura bastante intuitiva para cualquiera que la viese. En aquel caso, el camarero-. Mira que insultarme cuando estamos haciendo el amor de una manera tan bonita~
Quizás fue el golpe que produjo su cuerpo al caer. O quizás sus propias voces soltando murmullos a oídos del único que podía oírles en aquel momento. Una vez en el suelo, pudo ver la cabellera castaña del camarero emerger a un lado del biombo, haciéndole sonreír. Quizás estaba esperando algún momento para intervenir, ya que veía la situación algo peligrosa -sobre todo para el esclavo-, o simplemente se había quedado tan impactado con la visión de Kamui volviendo a empalarse aquel grueso miembro que había optado por espiar. En cualquier caso, el pareció demasiado divertido.
Tras gruñir, notando como su palpitante pene volvía a ser aprisionado entre las paredes blandas y estrechas de su amo, le miró. Entornó los ojos al quedarse demasiado limitado en cuanto a respiración, estirando una sonrisa macabra, muy suya, pasando a jadear. Sus manos se deslizaron sobre los muslos desnudos de Kamui hasta llegar a su cintura y su bajo vientre, el cual presionó con los pulgares, como si quisiese notar su propia hombría bajo el manto de piel y músculos.
-No he... dicho los contrario... querido amo -le costaba hablar, inclusive respirar, pero no podía quedarse callado. No pocas veces le habían tratado aún peor dentro del mismísimo mercado, cuando había perdido contra esclavos que le superaban en número o en tamaño. Hablando de putas... - Pero es bastante irónico... que el dueño de todo mi ser me diga esas cosas mientras... su culo se mueve una y otra vez sobre mi polla... fuh~
Entre el movimiento, el calor de su interior y la presión que ejercía este, mas el aliciente de que les miraban y aquellos dedos impidiéndole coger grandes cantidades de aire, Ren vio inevitable su orgasmo. Sujetándose a las caderas de Kamui y moviendo su propia cadera para clavarse aún mas dentro suyo, sintió como su miembro se hinchaba hasta sus límites. Aquel placer perverso de ser “dominado”, de alguna forma, le complacía hasta volverlo loco. Moviendo las manos, y separando una de sus nalgas para exponerlo completamente, mientras la otra masturbaba el miembro frente a si, se relamió, frunciendo las cejas.
-Ah-... -miró fijamente a Kamui-. Abre bien las piernas... -jadeó- … Deja que vea como te lo tragas, Kamui-... chan... ¡Ung! -en ese punto poco le importó bajar la voz. Explotó en su interior, derramando todo el caliente semen que había retenido desde que aquel jovenzuelo había empezado a incitarle de aquella manera. Le clavó las uñas en la nalga que sujetaba, mostrando su entrada y los propios espasmos de su miembro, que al poco se llenaron de sus propios fluidos al no dejar de moverse, no dejando de estimular la entrepierna ajena, notándola también en el mismo estado de excitación total.
Quién sabía lo que el esclavo pensaba. Solo él, al abrir la boca para decir algo que alertase e hiciese entrar al camarero, sabía la manera mas gráfica de exponer a su amo y hacerle sentir de la mejor manera posible. Kamui era alguien que reprimía sus deseos, hasta que alguien se los hacía sacar, como era el caso.
-Que maleducado -murmuró, momentos después de volver a penetrarlo en aquella postura bastante intuitiva para cualquiera que la viese. En aquel caso, el camarero-. Mira que insultarme cuando estamos haciendo el amor de una manera tan bonita~
Quizás fue el golpe que produjo su cuerpo al caer. O quizás sus propias voces soltando murmullos a oídos del único que podía oírles en aquel momento. Una vez en el suelo, pudo ver la cabellera castaña del camarero emerger a un lado del biombo, haciéndole sonreír. Quizás estaba esperando algún momento para intervenir, ya que veía la situación algo peligrosa -sobre todo para el esclavo-, o simplemente se había quedado tan impactado con la visión de Kamui volviendo a empalarse aquel grueso miembro que había optado por espiar. En cualquier caso, el pareció demasiado divertido.
Tras gruñir, notando como su palpitante pene volvía a ser aprisionado entre las paredes blandas y estrechas de su amo, le miró. Entornó los ojos al quedarse demasiado limitado en cuanto a respiración, estirando una sonrisa macabra, muy suya, pasando a jadear. Sus manos se deslizaron sobre los muslos desnudos de Kamui hasta llegar a su cintura y su bajo vientre, el cual presionó con los pulgares, como si quisiese notar su propia hombría bajo el manto de piel y músculos.
-No he... dicho los contrario... querido amo -le costaba hablar, inclusive respirar, pero no podía quedarse callado. No pocas veces le habían tratado aún peor dentro del mismísimo mercado, cuando había perdido contra esclavos que le superaban en número o en tamaño. Hablando de putas... - Pero es bastante irónico... que el dueño de todo mi ser me diga esas cosas mientras... su culo se mueve una y otra vez sobre mi polla... fuh~
Entre el movimiento, el calor de su interior y la presión que ejercía este, mas el aliciente de que les miraban y aquellos dedos impidiéndole coger grandes cantidades de aire, Ren vio inevitable su orgasmo. Sujetándose a las caderas de Kamui y moviendo su propia cadera para clavarse aún mas dentro suyo, sintió como su miembro se hinchaba hasta sus límites. Aquel placer perverso de ser “dominado”, de alguna forma, le complacía hasta volverlo loco. Moviendo las manos, y separando una de sus nalgas para exponerlo completamente, mientras la otra masturbaba el miembro frente a si, se relamió, frunciendo las cejas.
-Ah-... -miró fijamente a Kamui-. Abre bien las piernas... -jadeó- … Deja que vea como te lo tragas, Kamui-... chan... ¡Ung! -en ese punto poco le importó bajar la voz. Explotó en su interior, derramando todo el caliente semen que había retenido desde que aquel jovenzuelo había empezado a incitarle de aquella manera. Le clavó las uñas en la nalga que sujetaba, mostrando su entrada y los propios espasmos de su miembro, que al poco se llenaron de sus propios fluidos al no dejar de moverse, no dejando de estimular la entrepierna ajena, notándola también en el mismo estado de excitación total.
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Re: Cerrando Negocios.
Su cuerpo ya no respondía como quisiese, su mente y pensamientos coherentes habían quedado atrás desde hace mucho, una delgada capa de sudor sus ojos acuosos anhelaban ver el perverso rostro de su esclavo, sin embargo aquello termino en un segundo, aquel maldito camarero interrumpiría aquel momento, pero si es lo que quería el esclavo, ¿ por qué no darle una oportunidad ? sabía lo que deseaba, quería que le vieran siendo sometido, llorando y suplicando por que continuara o el caso contrarió que se detuviera, ya sabía de qué forma podía atarlo hacerlo tan dependiente que no quisiese separase de él, pronto haría que aquel sujeto no pudiese vivir sin él.
Ah..¿desde cuándo yo soy el mal educado?-su cuerpo se movía de forma ágil de cierta forma quería que ambos disfrutaran aquel momento, simplemente sería una experiencia que no olvidaría en mucho tiempo..pensaba que si continuaba de esa forma pronto sería un experto en ese tipo de arte..hasta que escucho aquella bonita y estúpida palabra..al igual que cuando hacías el amor había sentimientos de por medio. Sabía que aquello se trataba simplemente de sexo y no se podía permitir sentir algo por el esclavo, era algo que simplemente no podría permitirse ni sería ben visto por sus demás subordinados, amor no era una palabra que estuviera incluida en su vocabulario.
Se encontraba en un estado de éxtasis el tener así al esclavo, mostrándole quien era el dueño, y mucho mejor por aquella mirada sabía que el camarero ya está apreciando aquella escena en donde el mismo era el protagonista, le vio por el rabillo de ojo a pesar de que el placer inundaba su vista pudo apreciar bien aquel sonrojado rostro del chico que le observaba, podría reconocerle sin problema y si se atrevía a decir algo…su vida estaba de por medio, así que optó por continuar con su asunto.
Poco a poco fue deslizando sus manos hacia el húmedo pecho de su esclavo presionando las puntas de sus dedos contra este..-Ah..mhn..q..que preferías?..¿Que estuviera lloriqueando entre tus brazos? Suplicándote que te detuvieras mientras rasgabas mi interior aah!!!..Ren..pue..puede que sea mi primera vez..pero..nunca seré un chico sumiso-mordió con fuerza su labio inferior esperando un poco más, ya que los espasmos en su vientre se hacían más constantes y fuertes -
Arqueaba su espalda y elevaba el rostro soltando fuertes gemidos al sentir aquel gran y palpitante miembro llenado su interior, a ambos les faltaba poco para llegar al límite sin duda lo dejaría agotado, pero valdría la pena..su amante estaba por estallar en su interior sintiendo la presión que ejercía sobre sus caderas y como aquellas penetraciones se hacían más profundas.
Y como había ordenado el esclavo, abrió con torpeza las piernas ya que estas temblaban de forma ligera por todos aquellos factores que le hacía vibrar de placer. -Mhn si! Ren ah! Observa cómo lo devoro! -dijo para luego sentir la fuerte presión del simiente ajeno llenándole, estaba caliente demasiado, su interior ardía combinado con los hábiles movimientos en su miembro, no se hizo esperar el inminente orgasmo por lo que clavó las uñas en el níveo pecho del esclavo soltando un grave gemido por fin podía descansar, tomaba grandes bocanada de aire intentando controlar su respiración y sin más se dejó caer sobre el agitado pecho del mayor cerrando sus orbes en lo que recuperaba un poco de energía..-
Ah..¿desde cuándo yo soy el mal educado?-su cuerpo se movía de forma ágil de cierta forma quería que ambos disfrutaran aquel momento, simplemente sería una experiencia que no olvidaría en mucho tiempo..pensaba que si continuaba de esa forma pronto sería un experto en ese tipo de arte..hasta que escucho aquella bonita y estúpida palabra..al igual que cuando hacías el amor había sentimientos de por medio. Sabía que aquello se trataba simplemente de sexo y no se podía permitir sentir algo por el esclavo, era algo que simplemente no podría permitirse ni sería ben visto por sus demás subordinados, amor no era una palabra que estuviera incluida en su vocabulario.
Se encontraba en un estado de éxtasis el tener así al esclavo, mostrándole quien era el dueño, y mucho mejor por aquella mirada sabía que el camarero ya está apreciando aquella escena en donde el mismo era el protagonista, le vio por el rabillo de ojo a pesar de que el placer inundaba su vista pudo apreciar bien aquel sonrojado rostro del chico que le observaba, podría reconocerle sin problema y si se atrevía a decir algo…su vida estaba de por medio, así que optó por continuar con su asunto.
Poco a poco fue deslizando sus manos hacia el húmedo pecho de su esclavo presionando las puntas de sus dedos contra este..-Ah..mhn..q..que preferías?..¿Que estuviera lloriqueando entre tus brazos? Suplicándote que te detuvieras mientras rasgabas mi interior aah!!!..Ren..pue..puede que sea mi primera vez..pero..nunca seré un chico sumiso-mordió con fuerza su labio inferior esperando un poco más, ya que los espasmos en su vientre se hacían más constantes y fuertes -
Arqueaba su espalda y elevaba el rostro soltando fuertes gemidos al sentir aquel gran y palpitante miembro llenado su interior, a ambos les faltaba poco para llegar al límite sin duda lo dejaría agotado, pero valdría la pena..su amante estaba por estallar en su interior sintiendo la presión que ejercía sobre sus caderas y como aquellas penetraciones se hacían más profundas.
Y como había ordenado el esclavo, abrió con torpeza las piernas ya que estas temblaban de forma ligera por todos aquellos factores que le hacía vibrar de placer. -Mhn si! Ren ah! Observa cómo lo devoro! -dijo para luego sentir la fuerte presión del simiente ajeno llenándole, estaba caliente demasiado, su interior ardía combinado con los hábiles movimientos en su miembro, no se hizo esperar el inminente orgasmo por lo que clavó las uñas en el níveo pecho del esclavo soltando un grave gemido por fin podía descansar, tomaba grandes bocanada de aire intentando controlar su respiración y sin más se dejó caer sobre el agitado pecho del mayor cerrando sus orbes en lo que recuperaba un poco de energía..-
- Spoiler:
- Hola pues quiero disculparme pro tardar tanto estos últimos meses pero la escuela consume la mayoría de mi tiempo, y pues realmente espero ser más constante ahora que estoy de vacaciones, comprenderé si ya no quieres jugar conmigo u.u pero en verdad lo lamento muchísimo
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Re: Cerrando Negocios.
Cuando le escuchó decir aquello entre gimoteos, con la voz vibrándole por los movimientos descendientes y ascendentes sobre su duro miembro, cada vez mas al limite, sonrió afectadamente, mordiéndose el labio inferior mientras él mismo no podía contener los gruñidos. No podía contestarle claramente en aquella situación, mas su mente era un hervidero de palabras malsonantes y respuestas ávidas de encontrar la debilidad de su amo. Era divertido, excitante y placentero hablar con aquel chico, hundirse en sus palabras que trataban dominar a como diera lugar.
Los movimientos de su cadera, así como los de sus manos sobre la cadera de Kamui no cesaron ni un solo segundo hasta que por fin había logrado estallar dentro suyo en un delicioso orgasmo, dejando que su abundante y caliente semen le llenase hasta rebozar aquella estrecha y apetecible entrada. Sujetando y apretando aún sus nalgas, soltando un ronco gemido entre gruñidos y ronroneos de placer, dejó que el curioso que miraba desde hacía rato se deleitase con aquellas vistas, mientras el propio esclavo se extasiaba con las que el joven mafioso le dedicaba antes de caer contra su pecho, exhausto, satisfecho y rindiéndose al cansancio de aquella larga sesión.
Notaba como parte de su orgasmo se deslizaba hasta sus ingles, haciendo de aquella una morbosa escena que sabía que el camarero tendría presente cuando aquella noche se acostase. Rió, divertido, jadeando, mientras algunos mechones de su tupido flequillo se le habían quedado adheridos a la frente. Con las manos aún en la cadera del joven Kamui, sintiendo los espasmos de su cuerpo, miró al distante y elegante techo, notando el calor que emanaba aquella escena, haciendo que incluso su aliento se tornase ardiente.
-Sería interesante verte lloriquear -contestó al fin, pocos minutos después. No tenía prisa por incorporarse, y tampoco por que el otro lo hiciera-. O verte suplicándome que parase. ¿No lo harás para mi algún día, Kamui-chan~? -rió, pareciendo mas un siseo malicioso-. No estaría mal que jugáramos a invertir los papeles; por lo que he visto la devoras bastante bien~
Rodó los ojos, mirando su rostro apoyado entre su pecho y sus hombros, ya que la diferencia de altura no era demasiada. Aquella faceta de Kamui le gustaba, así como su carácter dominante o sus intentos por parecer un verdadero amo y señor. Se preguntaba cuál sería su próxima orden, su próximo movimiento o sus siguientes acciones. Internamente deseaba volver a sentir aquella presión en su cuello, aquella sensación de dominio, cada vez mas fuerte, mas intensa. Después de todo, y hasta que aquel jovenzuelo se cansase de él, estaría a su lado, y no estaba de mas ver como se las apañaba imponiendo su voluntad en los demás.
-¿Te has quedado con hambre? -preguntó, socarrón, deslizando la mano por su espalda hasta sentir su humedecida y aún ocupada entrada, presionando con el dedo, como si quisiera meterlo junto a su miembro- Puede que hubiese sido mejor que viniesen tus “negociadores”; nos hubiésemos turnado~
Rió suavemente, imaginándose el espectáculo que eso supondría, aunque al mafioso no le hiciera ninguna gracia. Tras un momento de fantasear sus propias cosas, subió la otra mano, acariciando su columna, hasta enredar los dedos en su pelo, atrayendole para lamer sus labios como acción intermedia entre el final y lo que pudiera ocurrir después.
Los movimientos de su cadera, así como los de sus manos sobre la cadera de Kamui no cesaron ni un solo segundo hasta que por fin había logrado estallar dentro suyo en un delicioso orgasmo, dejando que su abundante y caliente semen le llenase hasta rebozar aquella estrecha y apetecible entrada. Sujetando y apretando aún sus nalgas, soltando un ronco gemido entre gruñidos y ronroneos de placer, dejó que el curioso que miraba desde hacía rato se deleitase con aquellas vistas, mientras el propio esclavo se extasiaba con las que el joven mafioso le dedicaba antes de caer contra su pecho, exhausto, satisfecho y rindiéndose al cansancio de aquella larga sesión.
Notaba como parte de su orgasmo se deslizaba hasta sus ingles, haciendo de aquella una morbosa escena que sabía que el camarero tendría presente cuando aquella noche se acostase. Rió, divertido, jadeando, mientras algunos mechones de su tupido flequillo se le habían quedado adheridos a la frente. Con las manos aún en la cadera del joven Kamui, sintiendo los espasmos de su cuerpo, miró al distante y elegante techo, notando el calor que emanaba aquella escena, haciendo que incluso su aliento se tornase ardiente.
-Sería interesante verte lloriquear -contestó al fin, pocos minutos después. No tenía prisa por incorporarse, y tampoco por que el otro lo hiciera-. O verte suplicándome que parase. ¿No lo harás para mi algún día, Kamui-chan~? -rió, pareciendo mas un siseo malicioso-. No estaría mal que jugáramos a invertir los papeles; por lo que he visto la devoras bastante bien~
Rodó los ojos, mirando su rostro apoyado entre su pecho y sus hombros, ya que la diferencia de altura no era demasiada. Aquella faceta de Kamui le gustaba, así como su carácter dominante o sus intentos por parecer un verdadero amo y señor. Se preguntaba cuál sería su próxima orden, su próximo movimiento o sus siguientes acciones. Internamente deseaba volver a sentir aquella presión en su cuello, aquella sensación de dominio, cada vez mas fuerte, mas intensa. Después de todo, y hasta que aquel jovenzuelo se cansase de él, estaría a su lado, y no estaba de mas ver como se las apañaba imponiendo su voluntad en los demás.
-¿Te has quedado con hambre? -preguntó, socarrón, deslizando la mano por su espalda hasta sentir su humedecida y aún ocupada entrada, presionando con el dedo, como si quisiera meterlo junto a su miembro- Puede que hubiese sido mejor que viniesen tus “negociadores”; nos hubiésemos turnado~
Rió suavemente, imaginándose el espectáculo que eso supondría, aunque al mafioso no le hiciera ninguna gracia. Tras un momento de fantasear sus propias cosas, subió la otra mano, acariciando su columna, hasta enredar los dedos en su pelo, atrayendole para lamer sus labios como acción intermedia entre el final y lo que pudiera ocurrir después.
- Spoiler:
- [Por mi no hay problema, tampoco puedo responder demasiado rápido -////- ]
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Re: Cerrando Negocios.
Su respiración continuaba un tanto agitada, y su cuerpo pedía a gritos dormir un poco sin embargo podría forzarlo un poco más para continuar con su pequeño juego-Ren, creo que fuiste un tato cruel con aquel sujeto.-Vio de reojo al chico que los estaba observando desde hace un rato-Seguro no tiene a nadie que le ayude a calmar el libido que le causaste-comenzó a jugar con su dedo acariciando delicado cada parte de su piel-Quiero que me lleves al auto..pediremos otra cosa para comer en casa..como dices..aun muero de hambre.
Una ladina sonrisa apareció sobre sus labios, aquel comentario le había causado cierta gracia, pero no le desagrado, el hecho de tener sexo en una situación como aquella había marcado el inicio de una de las nuevas etapas de Kamui..una que no pensó que existiera-Quiero que me violes, que me hagas llorar de dolor y placer..-Soltó una carcajada y entre risas mencionó-aun que seguramente lo haré cuando este lo suficientemente ebrio para no recordar nada.
-Hubiese sido divertido..sentirte en mi interior mientras otro te follaba..sin duda tus gemidos tendrían otro perverso toque-soltó un fuerte suspiro ronroneando bajito al sentir aquel dedo amenazando su entrada-Mhn..sabes..creo que algún día nos llevaremos muy bien, quizá te deje dormir a los pies de mi cama..claro si te portas bien querido.
Ladeo al rostro al sentir la húmeda lengua de su esclavo sobre sus labios, sonrió apenas atraído por el calido aliento del mayor, sin más se dejó llevar comenzando un suave beso, deslizó una de sus manos a la mejilla contraria dejando suaves caricias con las puntas de sus dedos en la pálida piel. Realmente no sabía lo que estaba haciendo y que alguien más aun los estaba viendo pero aquello no importaba, podía hacerle pensar que había algo entre el y su esclavo y no simple sexo. Si alguien descubría que se había rebajado de esa forma estaría frito.
Cortó el beso suavizando la mirada-Hey idiota-susurro sobre sus labios-te amo-cerró sus orbes dejando un pequeño beso-..pero sal de mi interior con cuidado..y después vísteme -antes de que contestara volvió a atrapar sus suaves labios, no dejaría que aquel sujeto supiera que había sido de cierta forma sometido por su esclavo, continuó el beso esperando a que ese sujeto se alejara de aquel lugar.
Una ladina sonrisa apareció sobre sus labios, aquel comentario le había causado cierta gracia, pero no le desagrado, el hecho de tener sexo en una situación como aquella había marcado el inicio de una de las nuevas etapas de Kamui..una que no pensó que existiera-Quiero que me violes, que me hagas llorar de dolor y placer..-Soltó una carcajada y entre risas mencionó-aun que seguramente lo haré cuando este lo suficientemente ebrio para no recordar nada.
-Hubiese sido divertido..sentirte en mi interior mientras otro te follaba..sin duda tus gemidos tendrían otro perverso toque-soltó un fuerte suspiro ronroneando bajito al sentir aquel dedo amenazando su entrada-Mhn..sabes..creo que algún día nos llevaremos muy bien, quizá te deje dormir a los pies de mi cama..claro si te portas bien querido.
Ladeo al rostro al sentir la húmeda lengua de su esclavo sobre sus labios, sonrió apenas atraído por el calido aliento del mayor, sin más se dejó llevar comenzando un suave beso, deslizó una de sus manos a la mejilla contraria dejando suaves caricias con las puntas de sus dedos en la pálida piel. Realmente no sabía lo que estaba haciendo y que alguien más aun los estaba viendo pero aquello no importaba, podía hacerle pensar que había algo entre el y su esclavo y no simple sexo. Si alguien descubría que se había rebajado de esa forma estaría frito.
Cortó el beso suavizando la mirada-Hey idiota-susurro sobre sus labios-te amo-cerró sus orbes dejando un pequeño beso-..pero sal de mi interior con cuidado..y después vísteme -antes de que contestara volvió a atrapar sus suaves labios, no dejaría que aquel sujeto supiera que había sido de cierta forma sometido por su esclavo, continuó el beso esperando a que ese sujeto se alejara de aquel lugar.
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Re: Cerrando Negocios.
Como siempre, las palabras del pequeño gatito eran tan elocuentes. Ren no podía evitar sonreír, regocijarse y disfrutar con todas y cada una de sus propuestas o ideas. El como había calentado al camarero, o como había propuesto sin mas que se lo follasen mientras se hundía en su interior. Serían cosas que se aseguraría de probar alguna vez, ya fuera por propia iniciativa de Kamui o por ponerse a provocar él mismo.
-Algún día llorarás -entornó los ojos, mirándole como si ya pudiese verlo-. Me pregunto si debería consolarte o alargar tu sufrimiento de manera deliciosamente insoportable~ -comentó, nunca sin alzar la voz o hacer un movimiento que desentonase con el resto. Tras haber hecho lo que habían hecho no quería romper la armonía de aquella escena, aunque fuera de lo mas perverso que seguramente hubieran hecho en aquel refinado local. Aunque con una clientela así nunca se sabía...
El esclavo correspondió el beso que propiamente había empezado, sujetando por la cadera al pequeño mafioso antes de retirar aquel dedo que seguía por propia cuenta con su diversión, paseando así la mano por una de sus nalgas hasta apretarla y hacer un movimiento de cadera final, sacando y metiendo su miembro en una estocada antes de alzar del todo el ligero cuerpo de kamui y liberar su entrada. Su orgasmo se deslizó, saliendo casi completamente hasta mancharle de manera obscena; siendo el último espectáculo que le otorgaría al mirón antes de alzarse, sosteniendo al otro entre sus brazos hasta quedar sentado.
-¿Le importa? -se dirigió directamente a él- Necesito intimidad para vestir a mi querido amo~ -sonrió de manera encantadora, haciendo que el camarero diera un salto, se ruborizase y se marchase tras un intento de pedir disculpas. Tras ello, Ren se dirigió de nuevo al moreno-. Eres un embustero, Kamui-chan. Pero yo también lo soy, así que también te amo~ -besó su mejilla de manera insultantemente casta antes de estirar la mano y coger las servilletas rojas, con bordados, de la mesa, limpiando al menor y luego a sí mismo. Con un gesto lo puso de pie, a lo cual le siguió, inclinándose para recuperar la ropa y comenzar a vestir, sin el mayor reparo, a Kamui. Le alzó los brazos, le puso la camisa, le abrochó los botones; a lo que le siguió que se arrodillase para ponerle el pantalón, instándole a sujetarse de él para evitar que perdiera el equilibrio... Todo parecía meticulosamente planeado para parecer que el esclavo se desvivía o estaba en completa servidumbre y sumisión ante el moreno, al cual le lanzaba ladinas miradas y dedicaba insinuantes roces cada vez que le parecía adecuado.
-Con permiso, estimado amo~ -le susurró al oído, minutos después, antes de levantarlo en volandas y andar sin prisas fuera del biombo. Ver al esclavo, algo mas robusto y con aquel kimono violeta cayéndole por un pálido hombro en una escena como aquella llamó la atención de muchos. Sobre todo cuando parecía tan solemne cargando al mafioso- Apuntelo en su cuenta, por favor -dijo al metre que precedía la entrada-. Shirou-sama ha comido mas de la cuenta y no se encuentra bien, así que necesita reposo~ -ladeó la cabeza cuando el otro asintió, abriéndoles la puerta para que pudiesen salir. Ren enfiló el recibidor y salió al fresco de la calle, viendo el lujoso coche al otro lado.
-Dime, Kamui-chan -olvidó el formalismo de segundos antes- ¿Que te apetece comer al llegar a casa? -los cristales y adornos de sus gafas, así como todos los complementos extraños que llevaba encima brillaron bajo la luz de las farolas tanto como su mirada de malicia-. Espero que no me tengas mas sorpresas al llegar~ -en realidad, lo esperase o no, le resultaba divertido.
-Algún día llorarás -entornó los ojos, mirándole como si ya pudiese verlo-. Me pregunto si debería consolarte o alargar tu sufrimiento de manera deliciosamente insoportable~ -comentó, nunca sin alzar la voz o hacer un movimiento que desentonase con el resto. Tras haber hecho lo que habían hecho no quería romper la armonía de aquella escena, aunque fuera de lo mas perverso que seguramente hubieran hecho en aquel refinado local. Aunque con una clientela así nunca se sabía...
El esclavo correspondió el beso que propiamente había empezado, sujetando por la cadera al pequeño mafioso antes de retirar aquel dedo que seguía por propia cuenta con su diversión, paseando así la mano por una de sus nalgas hasta apretarla y hacer un movimiento de cadera final, sacando y metiendo su miembro en una estocada antes de alzar del todo el ligero cuerpo de kamui y liberar su entrada. Su orgasmo se deslizó, saliendo casi completamente hasta mancharle de manera obscena; siendo el último espectáculo que le otorgaría al mirón antes de alzarse, sosteniendo al otro entre sus brazos hasta quedar sentado.
-¿Le importa? -se dirigió directamente a él- Necesito intimidad para vestir a mi querido amo~ -sonrió de manera encantadora, haciendo que el camarero diera un salto, se ruborizase y se marchase tras un intento de pedir disculpas. Tras ello, Ren se dirigió de nuevo al moreno-. Eres un embustero, Kamui-chan. Pero yo también lo soy, así que también te amo~ -besó su mejilla de manera insultantemente casta antes de estirar la mano y coger las servilletas rojas, con bordados, de la mesa, limpiando al menor y luego a sí mismo. Con un gesto lo puso de pie, a lo cual le siguió, inclinándose para recuperar la ropa y comenzar a vestir, sin el mayor reparo, a Kamui. Le alzó los brazos, le puso la camisa, le abrochó los botones; a lo que le siguió que se arrodillase para ponerle el pantalón, instándole a sujetarse de él para evitar que perdiera el equilibrio... Todo parecía meticulosamente planeado para parecer que el esclavo se desvivía o estaba en completa servidumbre y sumisión ante el moreno, al cual le lanzaba ladinas miradas y dedicaba insinuantes roces cada vez que le parecía adecuado.
-Con permiso, estimado amo~ -le susurró al oído, minutos después, antes de levantarlo en volandas y andar sin prisas fuera del biombo. Ver al esclavo, algo mas robusto y con aquel kimono violeta cayéndole por un pálido hombro en una escena como aquella llamó la atención de muchos. Sobre todo cuando parecía tan solemne cargando al mafioso- Apuntelo en su cuenta, por favor -dijo al metre que precedía la entrada-. Shirou-sama ha comido mas de la cuenta y no se encuentra bien, así que necesita reposo~ -ladeó la cabeza cuando el otro asintió, abriéndoles la puerta para que pudiesen salir. Ren enfiló el recibidor y salió al fresco de la calle, viendo el lujoso coche al otro lado.
-Dime, Kamui-chan -olvidó el formalismo de segundos antes- ¿Que te apetece comer al llegar a casa? -los cristales y adornos de sus gafas, así como todos los complementos extraños que llevaba encima brillaron bajo la luz de las farolas tanto como su mirada de malicia-. Espero que no me tengas mas sorpresas al llegar~ -en realidad, lo esperase o no, le resultaba divertido.
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Re: Cerrando Negocios.
-Me gusta más la segunda opción-Susurró antes de que pudiesen continuar con aquel beso el cual no pudo mantener del todo ya que el esclavo de cierta forma le incitaba a una segunda ronda en vez de terminar de una vez por todas con aquel placer que continuaba proporcionándole-Amhn..Ren..-no pudo evitar ronronear ante el breve movimiento en su interior seguido por sus caricias, ocultó su rostro en el pecho del mayor algo asustado al sentir como aquella cantidad de líquido se deslizaba por sus genitales, respiró profundamente para tranquilizarse, no quería mostrarse de ninguna forma vulnerable ante su esclavo.
Al sentirse más tranquilo el menor se incorporó mientras observaba y escuchaba atento a su querido esclavo, sonriendo al ver como se deshacía rápidamente del curioso observador-Si, creo que estoy aprendiendo nuevas cosas de un embustero peor que yo- después de aquella clase de beso llevó asombrado y sumamente sonrojado su mano sobre su mejilla, frunció apenado el ceño deslizando su mano por su mejilla intentando limpiarla como si le hubiese desagradado. Si hubiera continuado limpiándolo de esa forma no hubiera podido resistir un poco más y se le hubiera lanzado nuevamente, pero tuvo que mantenerse tranquilo intentando ignorar las atenciones del mayor hacia su persona. En cuanto tuvo que levantarse sentía que sus piernas no lo soportarían del todo, un agudo dolor en su entrada no le permitía mantenerse de pie en forma correcta, su postura y porte se verían perdido si salía caminando por su cuenta de aquel lugar.
Sabía que los comensales se preguntarían que había sucedido en aquel sitio, eso no importaba, él podía hacer lo que quisiese en cualquier momento o lugar, después de todo les proporcionaba la seguridad para que otras bandas de mafiosos no se metiesen a destruir y robar todo lo que encontrarán a su paso, en un inicio le resulto incomodo estar entre los brazos del chico, pero terminó por reconfortarle, no podría salir tranquilamente de ese sitio en aquel estado. Prefirió no hablar en ese momento ya que el esclavo se estaba haciendo cargo de todo, no era un mal esclavo después de todo, un gran actor sin duda alguna.
No pudo evitar soltar una sonora carcajada, de hecho él había sido sorprendido por el esclavo, pero eso no importaba, lo había disfrutado más de lo que pudiera haber imaginado –Me encanta tu insolencia, pronto te voy a comprar un lindo collar y la correa será una gruesa cadena de fina plata, estoy dispuesto a entrenarte muy bien y si eres bueno permitiré que elijas el collar-Su mano se posó sobre el pecho del esclavo, hace mucho que no sonreía de esa forma, había hecho una buena compra por lo cual no se arrepentía de nada de lo que hizo momentos atrás, vaya que caótico día…deseaba descansar al llegar a casa-Si quieres…podemos pedir algo…a menos que quieras alguna clase de comida casera-se acomodó entre sus brazos ya que no iba a permitir que le alejara de sus brazos dentro del auto, después de todo como cualquier persona necesitaba un poco de afecto, “Solo un poco”, por lo menos eso era lo que él creía.
Continua aquí: Aqui
Al sentirse más tranquilo el menor se incorporó mientras observaba y escuchaba atento a su querido esclavo, sonriendo al ver como se deshacía rápidamente del curioso observador-Si, creo que estoy aprendiendo nuevas cosas de un embustero peor que yo- después de aquella clase de beso llevó asombrado y sumamente sonrojado su mano sobre su mejilla, frunció apenado el ceño deslizando su mano por su mejilla intentando limpiarla como si le hubiese desagradado. Si hubiera continuado limpiándolo de esa forma no hubiera podido resistir un poco más y se le hubiera lanzado nuevamente, pero tuvo que mantenerse tranquilo intentando ignorar las atenciones del mayor hacia su persona. En cuanto tuvo que levantarse sentía que sus piernas no lo soportarían del todo, un agudo dolor en su entrada no le permitía mantenerse de pie en forma correcta, su postura y porte se verían perdido si salía caminando por su cuenta de aquel lugar.
Sabía que los comensales se preguntarían que había sucedido en aquel sitio, eso no importaba, él podía hacer lo que quisiese en cualquier momento o lugar, después de todo les proporcionaba la seguridad para que otras bandas de mafiosos no se metiesen a destruir y robar todo lo que encontrarán a su paso, en un inicio le resulto incomodo estar entre los brazos del chico, pero terminó por reconfortarle, no podría salir tranquilamente de ese sitio en aquel estado. Prefirió no hablar en ese momento ya que el esclavo se estaba haciendo cargo de todo, no era un mal esclavo después de todo, un gran actor sin duda alguna.
No pudo evitar soltar una sonora carcajada, de hecho él había sido sorprendido por el esclavo, pero eso no importaba, lo había disfrutado más de lo que pudiera haber imaginado –Me encanta tu insolencia, pronto te voy a comprar un lindo collar y la correa será una gruesa cadena de fina plata, estoy dispuesto a entrenarte muy bien y si eres bueno permitiré que elijas el collar-Su mano se posó sobre el pecho del esclavo, hace mucho que no sonreía de esa forma, había hecho una buena compra por lo cual no se arrepentía de nada de lo que hizo momentos atrás, vaya que caótico día…deseaba descansar al llegar a casa-Si quieres…podemos pedir algo…a menos que quieras alguna clase de comida casera-se acomodó entre sus brazos ya que no iba a permitir que le alejara de sus brazos dentro del auto, después de todo como cualquier persona necesitaba un poco de afecto, “Solo un poco”, por lo menos eso era lo que él creía.
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