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~Las raices del Amor~[Libre]
Pure Bestiality :: Tokyo :: Iglesia :: Cementerio
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~Las raices del Amor~[Libre]
Un cementerio, la muerte transformada para algunos en la vida eterna en el cielo, y que había para los condenados, aquellos, cuales vidas no fueron por el camino correcto y reposan en el infierno. O peor aún, los que núnca mueren, los que estan en la Tierra, llevando una ¨vida¨, no, me equivoco, una existencia, duradera sin fin, donde se pierden a las personas más queridas, aquella situación en la que no puedes decir como consuelo al menos un ¨Nos volveremos a ver¨, simplemente el peor de los tormentos.
Allí me encontraba, donde reposan los cuerpos ya vacios de aquellas personas que una vez vicieron, para algunos estar aquí, seria llamar a la muerte, pero ella parecía burlarse de mi, paraecía querer esquibarme y atacarme desde las sombras, tirando como piezas de ajedrez a mis seres amados, sí, ella que todo lo lleva, más nada trae.
El lugar era relamente hermoso, una belleza muda, silenciosa, quizas hasta perfecta, el aire frío, la brisa leve y corta, el color verde, pero no el de la clorofila, si no el verde moho de la putrefacción, que hace que cualquier planta, flor se vea más bella a su alrededor, los árboles algo secos, de hojas quebradizas, realmente se podía encontrar ¨paz allí¨.
Río ante ese pensamiento, estaba sentada en el suelo húmedo por el rocio de la mañana, recargando su espalda en la lapida de alguien que posiblemente haya sido olvidado ya, pues que las flores estaban secas y marchitas.. le parecío algo triste, por eso ella prometío jamás olvidar a aquella persona, que nadie recuerde tu vida, es peor que la muerte, porque nadie sabe si viviste o no.
Estaba casi adormilada, esperado algo, algo que le llamara la atención, empezo a tararear al ritmo que los árboles se movían sus hojas, quizas siguiendo la letra de la canción, intentando animarla, hasta que empezó con la letra sin poder contenerse, elevo un poco la voz, siendo apenas perceptible una tonada que conocia de pequeña-
Por el horizonte va,
a lo lejos veo el Sol,
gira gira en su explendor
ya saliendo va el Sol
Por el horizonte está
a lo lejos veo el Sol
gira gira en su explendor
ya marchado esta el Sol
continuo un rato más hasta que el sueño la vencío, cerrando así sus ojos con pesar, llevandola a el rincon de su mente, ese mudo.. ese que atrapa todo lo que cae, el vacío mismo podría ser.
Allí me encontraba, donde reposan los cuerpos ya vacios de aquellas personas que una vez vicieron, para algunos estar aquí, seria llamar a la muerte, pero ella parecía burlarse de mi, paraecía querer esquibarme y atacarme desde las sombras, tirando como piezas de ajedrez a mis seres amados, sí, ella que todo lo lleva, más nada trae.
El lugar era relamente hermoso, una belleza muda, silenciosa, quizas hasta perfecta, el aire frío, la brisa leve y corta, el color verde, pero no el de la clorofila, si no el verde moho de la putrefacción, que hace que cualquier planta, flor se vea más bella a su alrededor, los árboles algo secos, de hojas quebradizas, realmente se podía encontrar ¨paz allí¨.
Río ante ese pensamiento, estaba sentada en el suelo húmedo por el rocio de la mañana, recargando su espalda en la lapida de alguien que posiblemente haya sido olvidado ya, pues que las flores estaban secas y marchitas.. le parecío algo triste, por eso ella prometío jamás olvidar a aquella persona, que nadie recuerde tu vida, es peor que la muerte, porque nadie sabe si viviste o no.
Estaba casi adormilada, esperado algo, algo que le llamara la atención, empezo a tararear al ritmo que los árboles se movían sus hojas, quizas siguiendo la letra de la canción, intentando animarla, hasta que empezó con la letra sin poder contenerse, elevo un poco la voz, siendo apenas perceptible una tonada que conocia de pequeña-
Por el horizonte va,
a lo lejos veo el Sol,
gira gira en su explendor
ya saliendo va el Sol
Por el horizonte está
a lo lejos veo el Sol
gira gira en su explendor
ya marchado esta el Sol
continuo un rato más hasta que el sueño la vencío, cerrando así sus ojos con pesar, llevandola a el rincon de su mente, ese mudo.. ese que atrapa todo lo que cae, el vacío mismo podría ser.
Invitado- Invitado
Re: ~Las raices del Amor~[Libre]
Había ido al cementerio con la idea de despejarse de la miserable escoria que era la humanidad, personas que no sienten ningún tipo de interes que no sea por sus propias vidas, realmente vulgar. Le agradaba estar allí, aquella personas, que fallecieron, estaban en paz y serenidad, en su sueño eterno, ya no sufririan, ya no verían más maldad, viviran en los recuerdos de las personas.
La muerte no parecía tan mala, no hay que tenerle miedo, tarde o temprano nos llega a todos, ricos, pobres, es lo mismo, nos trata por iguales y hace su trabajo sin sentir remordimiento alguno. Era un día realmente bello, no se veía el sol, era temprano todavía, el aire era frío pero muy reconfortante, la húmedad no le molestaba ni menos el hecho de que todo estuviera mohoso y mojado, tenía una belleza quizas efimera.
Algo llamó su atención, asiendole desviar su mirada hacia unas de las lapidas, donde aparentemente alguien estaba cantando, no logró reconocer la melodía, pero eso era lo de menos, qué haría una persona tan joven, llamando sin ningún descaro a la muerte en aquel lugar sucio y olvidado, los jovenes de hoy son todos extraños, pensó en su interior.
Algo estaba mal, aquella presencia no era humana, no, definitivamente no era una humana esa cosa, por el aura que emanaba, era repugnante, se podía percibir quizas odio, no, sangre, no, tampoco, era un sentimiento extraño, quizas aquella cosa sentía cierta empatía hacia los humanos, si, sentía remordimiento, esa joven no era nada más patético que un Vampiro, encima uno joven.
Se acercó sigiloso, sin ser escuchado, ayudado por el viento, que hacia tronar algunas ramas, siendo menos notoria su presencia, la atacaría por el frente, si no le daba tiempo de defenderse seria un acto de cobardes, nadie ataca, al menos si tiene orgullo, a alguien por la espalda. Se acercó, lento, hasta estar a una distancia certera, no tendría salvación.
Había parado de cantar, ¿se habría quedado dormida?, ¿se habría percatado de su presencia?, no era posible el nunca hacia mal su trabajo, era limpio y meticuloso, era extraña la situación en la que se encontraba. Se acercó a ella sin miedo, apoyando el filo de su espalda en su mejilla izquierda, creando un corte, del cual empezó a sangrar inmediatamente, su sangre era color carmesí, lo que más le sorprendío fue la lentitud con la que la herida desaparecio, seguramente este Vampiro no estubiera bien alimentado, suerte la suya.
Se acucliyo cerca de esta, para observar mejor su expresión, parecía realmente una humana común, quizas demasiado hermosa pero no levantaría dudas, su piel pálida era realmente muy atrayente, acercó lentamente su mano para rozar apenas con las yemas de los dedos, la mejilla cortada, su piel era suave como la de un angel, ¿era realmente pequeña e inofensiva aquella criatura?, o sería solo un señuelo.
La muerte no parecía tan mala, no hay que tenerle miedo, tarde o temprano nos llega a todos, ricos, pobres, es lo mismo, nos trata por iguales y hace su trabajo sin sentir remordimiento alguno. Era un día realmente bello, no se veía el sol, era temprano todavía, el aire era frío pero muy reconfortante, la húmedad no le molestaba ni menos el hecho de que todo estuviera mohoso y mojado, tenía una belleza quizas efimera.
Algo llamó su atención, asiendole desviar su mirada hacia unas de las lapidas, donde aparentemente alguien estaba cantando, no logró reconocer la melodía, pero eso era lo de menos, qué haría una persona tan joven, llamando sin ningún descaro a la muerte en aquel lugar sucio y olvidado, los jovenes de hoy son todos extraños, pensó en su interior.
Algo estaba mal, aquella presencia no era humana, no, definitivamente no era una humana esa cosa, por el aura que emanaba, era repugnante, se podía percibir quizas odio, no, sangre, no, tampoco, era un sentimiento extraño, quizas aquella cosa sentía cierta empatía hacia los humanos, si, sentía remordimiento, esa joven no era nada más patético que un Vampiro, encima uno joven.
Se acercó sigiloso, sin ser escuchado, ayudado por el viento, que hacia tronar algunas ramas, siendo menos notoria su presencia, la atacaría por el frente, si no le daba tiempo de defenderse seria un acto de cobardes, nadie ataca, al menos si tiene orgullo, a alguien por la espalda. Se acercó, lento, hasta estar a una distancia certera, no tendría salvación.
Había parado de cantar, ¿se habría quedado dormida?, ¿se habría percatado de su presencia?, no era posible el nunca hacia mal su trabajo, era limpio y meticuloso, era extraña la situación en la que se encontraba. Se acercó a ella sin miedo, apoyando el filo de su espalda en su mejilla izquierda, creando un corte, del cual empezó a sangrar inmediatamente, su sangre era color carmesí, lo que más le sorprendío fue la lentitud con la que la herida desaparecio, seguramente este Vampiro no estubiera bien alimentado, suerte la suya.
Se acucliyo cerca de esta, para observar mejor su expresión, parecía realmente una humana común, quizas demasiado hermosa pero no levantaría dudas, su piel pálida era realmente muy atrayente, acercó lentamente su mano para rozar apenas con las yemas de los dedos, la mejilla cortada, su piel era suave como la de un angel, ¿era realmente pequeña e inofensiva aquella criatura?, o sería solo un señuelo.
Invitado- Invitado
Re: ~Las raices del Amor~[Libre]
Se había quedado dormida, placidamente, su mente era realmente un laberinto del cual queria salir, pero simplemente no podría salir así como así, no podía pedir ayuda, estaba atrapada en un silencio sin fin, podía escuchar el ruido de los árboles al chocar entre ellos, el viento despeinaba su cabello, del cual se desprendia un olor a fresas frescas, todo en ella era realmente atrayente, una belleza infantil y tierna, Un lobo vestido de cordero.
Desperto apenas de su sueño, aún con sus ojos cerrados, intentó averiguar el sexo y figura del extraño que se encontraba tan cercano, poco le dolio el corte en su mejilla, puedo sentir la deliciosa fragancia de su sangre, sintío como esta dibujaba un caminito hasta el suelo, manchandolo de un color carmesí, que fue rápidamente absorbido por la tierra.
Ni se inmuto en abrir los ojos, no había necesidad, al menos no por ahora, la sorprendio apenas el hecho de que este sujeto, pasara los dedos sobre la piel de la herida, por su tacto seguramente pertenecia al de un hombre, y no uno cualquiera, su piel era fría y algo maltratada sin perder la alegancia. Abrío lentamente sus ojos, tenía las pupilas un poco dilatadas, debido a al sangre que todavía embotaba su mente, pero se podía ver perfectamente sus ojos rojos sangre, más vivos que nunca.
Levantó la mirada, y apenas en un susurro algo lastimo dijo - ¿Por qué me lastimas? - realmente no se sentía presa ni una victima, pero debía simularlo al menos por ahora - Señor, se manchara con mi sangre si sigue pasando los dedos - debía alejar a ese sujeto antes de cometer un terrible error - Mi nombre es Yuri.. Yuri Setsuka y vos? ¿Cuál es tu nombre? - simplemente era cortesía aquel sujeto le daba mucha curiosidad.
Se removío de donde estaba, acercandose más al extraño acompañante que teia hoy, tenía un cruz colgada del cuello, un cuello pálido, espacioso y muy perfecto, apartó su mirada rápido y fue a parar, al instrumento de muerte de este, una espada, estaba manchada con su sangre, acerco su mano, al filo de esta y deslizo su palma sobre esta, provocando un corte pronunciado, del cual salía demasiada sangre, simplemente lo hacia por el hecho de que su espada, no era una cualquiera, la piel de los Vampiros es un material casi indestructible, le parecia extraño que esa espada la cortara como si fuera una hoja de papel.
Se sintio un poco mareada, tenía demasiada hambre, y hasta ahora no había mordido a nadie que no se lo permitiera y siempre lo hacia en lugares donde la cicatrización fue rápida y cerrara bien, sin dejar rastros. Aquel sujeto sería ¿una persona peligrosa?, seguramente, pero no le provocaba miedo si no una curiosidad interezante y profunda.
Desperto apenas de su sueño, aún con sus ojos cerrados, intentó averiguar el sexo y figura del extraño que se encontraba tan cercano, poco le dolio el corte en su mejilla, puedo sentir la deliciosa fragancia de su sangre, sintío como esta dibujaba un caminito hasta el suelo, manchandolo de un color carmesí, que fue rápidamente absorbido por la tierra.
Ni se inmuto en abrir los ojos, no había necesidad, al menos no por ahora, la sorprendio apenas el hecho de que este sujeto, pasara los dedos sobre la piel de la herida, por su tacto seguramente pertenecia al de un hombre, y no uno cualquiera, su piel era fría y algo maltratada sin perder la alegancia. Abrío lentamente sus ojos, tenía las pupilas un poco dilatadas, debido a al sangre que todavía embotaba su mente, pero se podía ver perfectamente sus ojos rojos sangre, más vivos que nunca.
Levantó la mirada, y apenas en un susurro algo lastimo dijo - ¿Por qué me lastimas? - realmente no se sentía presa ni una victima, pero debía simularlo al menos por ahora - Señor, se manchara con mi sangre si sigue pasando los dedos - debía alejar a ese sujeto antes de cometer un terrible error - Mi nombre es Yuri.. Yuri Setsuka y vos? ¿Cuál es tu nombre? - simplemente era cortesía aquel sujeto le daba mucha curiosidad.
Se removío de donde estaba, acercandose más al extraño acompañante que teia hoy, tenía un cruz colgada del cuello, un cuello pálido, espacioso y muy perfecto, apartó su mirada rápido y fue a parar, al instrumento de muerte de este, una espada, estaba manchada con su sangre, acerco su mano, al filo de esta y deslizo su palma sobre esta, provocando un corte pronunciado, del cual salía demasiada sangre, simplemente lo hacia por el hecho de que su espada, no era una cualquiera, la piel de los Vampiros es un material casi indestructible, le parecia extraño que esa espada la cortara como si fuera una hoja de papel.
Se sintio un poco mareada, tenía demasiada hambre, y hasta ahora no había mordido a nadie que no se lo permitiera y siempre lo hacia en lugares donde la cicatrización fue rápida y cerrara bien, sin dejar rastros. Aquel sujeto sería ¿una persona peligrosa?, seguramente, pero no le provocaba miedo si no una curiosidad interezante y profunda.
Invitado- Invitado
Re: ~Las raices del Amor~[Libre]
No le sorprendio el hecho de que la criatura se despertara, a fin de cuenta la había cortado con su espada, dudaba que se quedara en su ligar sin hacer nada al respecto, los Vampiros no son criaturas de fiarse, su naturaleza es traicionera y mentirosa, eso lo sabía cualquiera.
¿Por qué la lastimaba?, la había cortado aproposito, sin ningún tipo de interes en su bienestar, además fue una herida leve, esperaba provocarle alguna que otra más profunda y verla suplicar por piedad, algo que realmente no le daría. Contesto a su pregunta calmadamente de una forma fría -¿Acaso vos no lastimas y quitas la vida de quienes te alimentas?- sonrio de lado, queria jugar con su mente al menos por ahora -Eres una maquina asesina, ¿Lo tienes claro verdad? Já con que tienes un nombre, monstruos como tu no merecen otro nombre que abominaciones de la naturaleza, así dices llamarte Yuri eh.. bueno de todas formas..Será divertido jugar contigo- viendo como esta se auto-cortaba, no puedo evitar sonreir más aún, era masoquista, que interezante, las presas usualmente huyen del peligro, quien ozá afrontar la muerte tan calmada.
Parecía sedienta, no seria difícil acabar con su vida, agarro su cabello de forma brusca, jalando de el, levantandola del suelo, esperando a que gritara del dolor debido a sus acciones. Con la otra mano acariciaba lentamente sus labios, dibujandolos, tocando su contextura, para luego, apretar su boca, dejando así a la vista sus afilados colmillos, provocando que estos se clavaran levemente en sus labios, dejando heridas, de las cuales empezó a brotar la sangre. Era un placer aquella imagen que le daba la criatura de la noche, esperaba disfrutar mucho más con ella.
¿Por qué la lastimaba?, la había cortado aproposito, sin ningún tipo de interes en su bienestar, además fue una herida leve, esperaba provocarle alguna que otra más profunda y verla suplicar por piedad, algo que realmente no le daría. Contesto a su pregunta calmadamente de una forma fría -¿Acaso vos no lastimas y quitas la vida de quienes te alimentas?- sonrio de lado, queria jugar con su mente al menos por ahora -Eres una maquina asesina, ¿Lo tienes claro verdad? Já con que tienes un nombre, monstruos como tu no merecen otro nombre que abominaciones de la naturaleza, así dices llamarte Yuri eh.. bueno de todas formas..Será divertido jugar contigo- viendo como esta se auto-cortaba, no puedo evitar sonreir más aún, era masoquista, que interezante, las presas usualmente huyen del peligro, quien ozá afrontar la muerte tan calmada.
Parecía sedienta, no seria difícil acabar con su vida, agarro su cabello de forma brusca, jalando de el, levantandola del suelo, esperando a que gritara del dolor debido a sus acciones. Con la otra mano acariciaba lentamente sus labios, dibujandolos, tocando su contextura, para luego, apretar su boca, dejando así a la vista sus afilados colmillos, provocando que estos se clavaran levemente en sus labios, dejando heridas, de las cuales empezó a brotar la sangre. Era un placer aquella imagen que le daba la criatura de la noche, esperaba disfrutar mucho más con ella.
Invitado- Invitado
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