Tiempo Libre. [Libre]

No había tenido mucho trabajo últimamente en la tienda, no muchos le dejaban atender dichoso lugar. Por lo tanto decidió salir a pasear tomar aire fresco, libre & que mejor que en la playa, un lugar tan amplio donde el mar se junta con el cielo sin dejar ver los limites entre uno y otro, Haciéndose escuchar la cálida y relajante sonata de las olas chocar con la orilla y las rocas.

Llegó luego de un corto transito por las afueras de ese enorme lugar dónde se sentía tan pequeño entre tanta gente desconocida, Y no era para menos, apenas había comenzado a adaptarse al sitio & aunque no le agradaban mucho las ventas de aquel tipo de 'mascotas' estaba trabajando de en ello y ganando de ello. Quizás no era tan malo.

Bajó por unas escaleras de concreto hacia la arena cálida, se despojó antes de seguir con su recorrido de las botas que usaba, alzando un tanto sus pantalones evitando que la arena se colara por estos. Su Vestimenta era simple y no menos atractiva, haciéndole parecer muy fastidiosamente a una fémina. Su playera holgada sin mangas y sus pantalones arremangados hacían buen conjunto para un día improvisado en la playa. Con zapatos en mano, camino hacia la orilla observando tranquilamente el agua ir y venir en pequeños y a veces grandes vaivenes, dejándose rozar por el agua su blanquecina piel.

Caminó lentamente por la playa, dejando huellas al avanzar, mientras el agua las hacia desaparecer una a una entre un jugueteo de ambos. Esbozó una suave sonrisa al golpear la briza con su cuerpo, delgado y aparentemente frágil pero no llegando a serlo realmente, Sus cabellos se mecieron al ritmo que marcaba el viento dejándolos acomodarse, revolverse y quedar como realmente deseasen estar.

- Cuanta tranquilidad... -

Susurró ajeno a cualquier situación anexa, sin percatarse si había o no alguien, Tampoco le importaba de sobremanera si había alguien mas a esas horas en dichoso lugar. Aunque para él era solo el mar, la briza, y él...

[Con permiso...]

El día estaba algo caluroso. Qué mejor cosa que ir a dar una pequeña vuelta por la playa, sola a aquella hora del día regularmente. Silencioso, sólo acompañado por el mar y una ave por ahí surcando el cielo limpio y azul del día. Se detuvo un par de metros junto a unas palmeras que había al final del camino de cemento que daba paso a la arena blanca. Ahí se quitó las pantunflas. Se había salido de la casa de donde se estaba hospedando con la pijama puesta. Sólo quería pasear.

Caminó despacio, dejando las pantunflas abandonadas en el mismo lugar donde se las había quitado. Tambaleó un poco, la alfombra tibia y móvil que había bajo sus pies era resbaladiza si no se andaba con cuidado. Los ojos azulinos se pasearon por toda la orilla, a medida los pies seguían las órdenes del procesador en su cabeza. Se recordó de su "padre" y los paseos que daban cuando "él" era un niño.

La boca se le curvó en una mueca de fastidio que desapareció casi instantáneamente, mientras seguía andando con lentitud, viendo cómo una figura diminuta caminaba delante suyo, zapatos en mano, con las huellas recién borradas por el oleaje calmo a esa hora. Escuchó el susurro gracias a su fino oído, y movió la cabeza en asentimiento, como si le estuviese respondiendo. El pijama se le estaba mojando. Qué más daba. Cómo no tenía más que hacer, se limitó a seguirle, siempre manteniendo distancia detrás suya.

[Adelante~]

Dejó salir un suspiro que se fundió con la briza suave que aún acomodaba sus cabellos a su antojo, Detuvo sus pasos luego de haber caminado lo suficiente, Sin percatarse aun que el otro estaba a unos cuantos metros de el. Se giró hacia un lado para ver el ancho mar con su único ojo bueno, Meditando ciertas cosas y pensamientos que se pasaban por su mente, Entrecerrando su mirar perdiéndose al horizonte.
Alzo su mano libre a la altura de su rostro acomodando sus cabellos tras su oreja derecha, dejando a ver su parche que a muy duras penas ocultaba tras su larga cabellera verdosa, pero al estar ‘solo’ poco le importaba dejarlo a ver.

Dio unos cuantos pasos retrocediendo hasta donde el agua ya no le rozaba amistosamente su piel, y se dejó caer sentado en la suave y blanda arena que lo acogió, perdiéndose en la grandeza y hermosura de la playa.

Cómodamente deslizó una de sus manos por la arena dejando que esta se colara entre sus largos dedos, Jugando distraídamente de dicha manera. Esbozó una sonrisa media siguiendo con su vista su mano, mientras acariciaba la arena, notándolo por fin a unos cuantos metros de distancia, Al joven.
Parpadeó un par de veces, omitiendo el hecho de que su orbe malo no se dejaba ver con un parche sobre este, se quedó unos largos segundos observándolo antes de dedicarle una tenue sonrisa que muy apenas se hizo notar ante la distancia. Esperó si que el otro se percatase, con cierta ilusión.
Cayó entonces en la cuenta de que su parche estaba a la vista, cubriéndose con cierto disimulo dicha imperfección con su cabello, Volviendo su vista al frente hacia la inmensidad del mar.

[Siento la demora ._.]

Los ojos, con una vista tan aguda por no ser los suyos, se percataron de cada movimiento de la otra persona que se encontraba también se encontraba ahí. Un parche en el ojo, más que una impresión negativa, despertó su curiosidad y le hizo sonreír a su vez a pesar de que no le había divisado aún al parecer.

Dio unos pasos más para acercarse aunque no le hubiera invitado. Oh, sonrió él también. Eso significaba que su presencia no era rechazada al parecer. Continuó acercándose hasta encontrarse a unos pobres dos metros o algo así de él y se sentó despacio en la arena tibia y blanca respondiéndole también la sonrisa.

-Buenas le dé Dios,joven.- Fue el saludo bajo y sencillo con que se introdujo a sí mismo, como le habían enseñado y como su memoria le ordenaba, pero también porque así había nacido de la tibieza de la arena y la sonrisa que el otro le había dado. Jugó un poco con la arena también, paseando de nuevo los ojos por el mar azul que se extendía hasta el infinito aparentemente y luego volvió a ver a su interlocutor.

[No hay problema. No tengo apuros. ^^]

Se desconcertó al sentirle cercano a el, aunque no del todo. A decir verdad se encontraba un poco nervioso, no sabía bien si había notado el parche, aunque intento no tomarle mucha importancia, dejando salir un suspiro suave para calmarse, lográndolo al instante sin esfuerzo alguno.
Al oír su voz serena y tranquila, pudo volver a sonreír, de volviéndole el saludo.

-Buenas también tenga… -

Ladeo su cabeza ligeramente, volteándose de costado para poder fijar su vista a su… acompañante de improviso. Siguió el mirar ajeno topándose con, nuevamente, la inmensidad del mar, y acarició nuevamente de forma distraída la arena.

-Hermoso verdad?-

Comentó mas para si que para su compañero, jugando con la arena entre sus pies y manos, dejando caer la arena de sus manos cual reloj de arena, escapándose los granos de entre sus dedos.
-Es… increíble como el mar puede ser tan relajante y calmado… & a su vez en pocos segundos poder armar una tempestad.-
Rió para si por sus propias palabras, negando con su cabeza y bajando su mirar a sus pies. Aun no se percataba del estado del joven, solo le había visto de soslayo o ‘pasada’ por lo cual no analizo como estaba entre ánimos y físicamente.

-Me… llamo Jainne… Un gusto… -

Aunque había sido solo el quien había hablado no pudo evitar el presentarse de una manera un tanto apresurada quizás. Pero sería bueno saber también el nombre de su acompañante aquel día.

Movió la cabeza para asentir a las afirmaciones que escuchaba. ¿O las preguntas? No le daba mucha importancia a lo que fuese. Ciertamente el paisaje y ese ambiente que les rodeaba era algo hermoso y que valía la pena disfrutar,mejor con una poca compañía que en soledad. Eso pensaba.

-Lo es.- Dijo en respuesta. Bajó la mano para tocar con las puntas de los dedos la arena que servía de alfombra para que ambos se sentasen. Todo era apacible,como le gustaba. Aunque no sabía si su presencia había turbado a su interlocutor,o habría reparado en que le había alcanzado a ver el parche. No quería incomodar y ciertamente era mejor que no lo supiese a menos que le preguntase. Se sintió observado poco después de sonreír con sus palabras.

-Pero eso es lo que hace interesante al mar. Si fuera solo paz,sería muy aburrido seguramente, verdad?- Dijo hablando con un tono similar al suyo, con la sonrisa serena pintada en el rostro, que se agrandó cuando se presentó a sí mismo,cosa que no esperaba.

-Yo soy Aurelio. Un gusto,Jainne. Espero no haber interrumpido algo al venir.-Añadió como especie de disculpa, aunque no creía ahora que le hubiese incomodado.

Extrañamente se sentía cómodo con su nuevo acompañante, su atención fue concentrándose ahora en el joven que tenía a su lado aunque a una distancia Prudente para no ser incomodado y viceversa. Olvidó su preocupación de saber o no si el otro había reparado en su Parche.

-Quizás seria aburrido... como quizás no… Muy interesante… -Rió por lo bajo respondiendo a su pregunta con algo de torpeza, No le agradaba mucho la tempestad, pues su vida siempre había sido tomada con ligereza, sin limar ninguna aspereza ni mucho menos Sufrir demasiado por cosas que había dejado pasar sin recordar.

Pudo notar su expresión cambiar de momento a otro, había hecho algo bueno?... Se preguntó a si mismo mientras escuchaba el nombre del joven, Sonriendo de igual manera que el pelinegro.

-Eh?... Mucho gusto... Aurelio… - Se quedo pensativo un instante, rio por lo bajo cubriendo sus labios con su mano, antes de comentar sus pensamientos. –Sabe… Habría jurado que su nombre era… Hiroki… - Susurro mas para sí que para él, ciertamente era algo vergonzoso de contar pero aun así decidió hacerlo para no dejar con poca información al joven. –No tiene cara de Aurelio… Tiene cara de Hiroki… Aunque… no es que un tal Hiroki sea idéntico a usted… de hecho no conozco a ninguno con ese nombre… pero al verle… me dio la sensación de que ese era su nombre… - Explico concluyendo así con la misma, acomodando nuevamente sus largos cabellos tras su oreja, Observándole y contemplándole ciertamente distraído & con aires de simpleza, Como era típico en el.

En ese instante meditó un poco mas la situación, quizás su acompañante, se extrañaría por tantas palabras lanzadas al azar y sin meditar o pensarlas más afondo. Aunque estas no eran pensadas, ni rebuscadas, Salían con naturaleza de sus labios por mero instinto. Solía decir las cosas antes de pensarlas, aunque eso para nada le hacía avergonzarse… muy al contrario se sentía realmente único al ser así de ‘alocado’ y espontaneo. Quién mas le pudo haber dicho algo así… si no Jainne?...

Mantuvo los ojos puestos en el mar frente a ambos, por no querer posar los ojos sobre el parche que el otro joven tenía puesto. Era de mala educación fijarse en detalles como esos,le habían enseñado hace mucho. O bueno,eso era lo que su memoria registraba aunque él precisamente no hubiese estado ahí.

-Hiroki?.- Lo miró con algo de asombro y curiosidad a la vez, porque no se le habría ocurrido nunca tener cara de otra cosa que no fuese tener cara de Aurelio.

-De, ¿de verdad? Vaya,eso es algo nuevo para mí.- Dijo suave y con una sonrisa divertida.

-Nunca se me hubiera ocurrido hacer tal comparación, pero ahora que lo ha dicho, me ha parecido gracioso....- Añadió igual de suave,era un buen tema para iniciar una conversación, sobre todo porque no quería que entre su improvisado acompañante y él se crease un silencio incómodo.

-Dígame y discúlpeme que me meta....¿Qué anda usted haciendo de paseo por aquí?- Preguntó,aunque se imaginó que lo mismo le iban a terminar preguntando, pero no podía evitar tener esa curiosidad.

-Me agrada que le haya parecido gracioso, por ningún motivo me hubiese gustado haberle incomodado con mis locuras… - Rio suave. Se detuvo un instante cuando el joven comenzó a hablar nuevamente, Se lo pensó en breve, apoyando sus manos sobre el acolchado manto de arena. – Bueno… Salí temprano del trabajo y… no quise regresar nuevamente a casa La verdad es que iba a estar solo ahí y no me agrada mucho. –Se encogió un momento de hombros, No era algo que debía tomarle demasiada importancia pero si, Molestaba un poco tal hecho de no tener mucha compañía. Aunque no tuviese ninguna.

-Me agradó encontrarme con usted Aurelio, por lo menos no estoy aburrido ni solo… Además es un buen lugar para descansar y salir del panorama monótono y diario, ¿No cree? – concluyó un instante antes de volver a abrir sus labios. Observándole de soslayo. – ¿Usted vive por aquí cerca? – Interrogó finalmente, con curiosidad de infante, Reparando en el rostro del joven. Realmente lo que había dicho anteriormente volvía a recalcarse en sus pensamientos. "El nombre que le dieron a este joven no concuerda para nada con su persona", Pensó concentrado y centrado mirándole cual si fuese el lo único que pudiese contemplar en ese momento.