Derrochando tiempo (priv. Enkil)

Entré en aquella discoteca nueva para mí con curiosidad. Necesitaba desconectar del mundo y el trabajo, y este era el mejor lugar para hacerlo, sin ninguna cara conocida que me molestara. Me deslicé por la pista de baile, esquivando gente y fichando a algunos chicos a los que más tarde me interesaría acercarme. Finalmente, llegué a la barra que se encontraba en la otra punta del local, acomodándome allí, sacando un cigarro mientras pedía algo de beber.

Ya con una copa en una mano y un cigarrillo en la otra, me giré, observando el panorama, disfrutando de la música, mientras que dejaba que mis ojos resbalaran por algunos cuerpos y se centraran en algunas caras, aunque no con demasiado interés. Pegué un largo trago y deje el vaso en la barra, para pasar a pegar otras largas caladas al cigarrillo, suspirando y expulsando todo el humo que me llenaba los pulmones de satisfacción, ligeramente aburrido. Me pasé una mano por el pelo, pensando que hacer. Otras veces me hacía ver, dejaba que se me acercaran, pero hoy... Simplemente no tenía demasiadas ganas de ser mirado. No todavía, por lo menos. Necesitaría algo más que un vaso de bourbon para animarme. Volví a suspirar, volviendome a la barra y apagando el cigarrillo terminado en un cenicero, mientras que volvía a prestar atención a mi copa.

Aquel día fue sumamente aburrido,las personas parecían reacias a aparecer por las calles para que el pequeño vampiro pudiese tomar de su sangre y conseguir con ello alimentarse.Hacía días que no probaba una sola gota de sangre en condiciones,todas las que probó eran mas bien agrias,algunas incluso saladas,demasiado dulces para su gusto,necesitaba una que estuviese lo suficientemente buena como para quedarse agusto la próxima semana.Aquel día parecía no tener fin,el sol pegaba,demasiado como para poder salir y conseguir con eso el que su piel se quemara y dañara con sus rayos y radiaciones nocivas,aunque fuese un vampiro fuerte el sol le seguía haciendo daño como a casi todos los de su especie.

Llegada la noche no tardó en llegar a su mente una palabra: discoteca.Allí podría conseguir lo que buscaba además de los placeres con lo que soñaban los adolescentes y no tan adolescentes de hoy en día,placeres que ya había tenido el placer de experimentar más de una vez,en seguidas ocasiones,todas y cada una de forma diferente y con personas diferentes.Lo adoraba,por encima de cualquier otra cosa -exceptuando su tan querido alimento,claro está- . Nada mas llegar se relamió los labios,había muchas personas esperando ser mordidas por él,¿quién podría rechazarle siendo tan hermoso como lo era?

Sus pintas eran...mas bien atrayentes.Llevaba unos pantalones de cuero negro bastante pegados además de una correa de plata que realzaba el color y le daba vistosidad.En sus pies llevaba unas botas,típicas militares abiertas para dar énfasis y sentido a sus pasos.Como parte superior llevaba una camisa blanca,abierta por el pecho para dejar ver una parte de él y,como complementos,una pulsera de puro cuero negro como sus pantalones -decorada con pinchos a su alrededor- , y su collar,el que siempre llevaba,su tan preciada cruz.

-Manos a la obra~

Pedí otra. Para variar, me aburría. Quizás debería haber ido al irlandés de siempre, aunque allí ya me quedara poca gente nueva por fichar. Sacudí la cabeza, eliminando la idea de repetir con algún chico. La carne nueva siempre era mejor, me podía aportar cosas que desconocía. Sonreí para mí mismo. Si es que me quedaba algo por conocer, claro... Pagué el nuevo vaso de bourbon cuando me lo sirvió, cogiéndolo y apoyándome con el codo en la barra, ladeando el cuerpo buscando alguna cara bonita.

Localicé una. Un chico con el pelo brillante, plateado y a la vez oscuro, con un tono rojizo bastante peculiar en los ojos. Esta vez no pude evitar que la sonrisa se mostrara en mis labios, ligeramente lobuna, sabiendo que sería mi próxima presa. Me gustaban sus pintas, agresivas, parecidas a las mías, ya que yo también solía recurrir a la ropa de cuero y a las botas militares. Le repasé de un vistazo, curioso, empezando a jugar con su mirada. No estaba nada mal. Sexy. Era suficiente.

Dejé que mi vista se clavara en la suya un par de veces, la primera de pasada, la segunda traspasándole, manteniendo una sonrisa dirigida a nadie y aún así mostrando una indiferencia notable, aprendida después de miles de noches de cacería.

Bajó unas pequeñas escalerillas que había,las cuales daban paso al interior de la discoteca y,como no,al núcleo compuesto por las personas que esa noche habían pagado sus bebidas y,emborrachadas,bailaban y tocaban todo lo que estuviese por delante.No se metería ni de coña pues el no quería un trato como ese por ahora,en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuese el alimentarse y deshacer la sangre que llevaba teniendo desde hacía días.Aparte de eso...digamos que la sangre para él no era como un alimento cualquiera,no,era mas bien una droga,un afrodisíaco,pues sentía las mismas sensaciones cuando la tomaba,por eso y por muchas cosas mas la deseaba aún con muchísimas más ansias.

Pudo ver a un par de jóvenes observarle desde una de las esquinas,cerca de la barra.Dirigió su vista hacia ellos para saludarles con la intención de que se acercaran,y vaya que si lo hicieron...Meneó sus caderas al ritmo de la música para incitarles a bailar con él,era una oportunidad única para engatusarlos y poder beber de ambos,los cuales no se darían cuenta pues el olor del alcohol que provenía de ellos se podía ole a leguas.Eso no le echó hacia atrás.En cuanto los tuvo al lado se posicionó con sorna y atrevimiento entre medio de ambos para comenzar nuevamente con ese meneo de caderas tan próximo al cuerpo de los jóvenes,los cuales,le siguieron de la misma manera,inclusive sobrepasando el roce para agarrarle de las caderas.

Tan pronto y disfrutando...por desgracia,no pudo ver a aquel chico que le miraba,es mas,no observó la barra ni un solo segundo pues no le interesaba el beber otra cosa que no fuese su más que querido elixir,su billete a muchos de cientos de años más que los simples humanos que se divertían esa noche en el local.

Apuré mi copa, distraído, correspondiéndole la sonrisa a un chico que se encontraba en la pista de baile, olvidándome por momentos del que había visto anteriormente. Le guiñé un ojo, divertido y con una ligera sorna. Casi podía ver al chico coletear de alegría ante mi guiño, acercándose a mí. Era otro maldito crío, cara inocente, cuerpo pequeño, rubio. Empezaba a hartarme de esa clase de chicos, pero le invité a una copa.

Le clavé los ojos, mientras que conversaba por encima con él, sintiendo como poco a poco le iba embaucando, como se iba acercando a mí por intuición. Demasiado inocente, seguro que virgen. Sonreí, feroz, sintiendo la mirada de toda la panda de amigos con los que iba contra mi espalda. Me encantaba aquello.

Sentía como sus ojos me rogaban que le besara, impacientes, mientras que yo me dedicaba a jugar con él. Aparté un instante la vista de su cuerpo, dando un nuevo rodeo a la discoteca, mirando a los amigos con los que venía y localizando de pasada otra vez al chico que me había llamado la atención, que ahora se encontraba con otros 2. Una imagen divertida se formó en mi mente, mientras que me volvía y me acercaba a los labios del rubio. ¿Me había dicho su nombre? Realmente me daba igual. Le atrapé voraz entre mis labios, acercándole a mi cuerpo, rozándome con él, tal y como su cuerpo me suplicaba, sintiendo como se deshacía ante ello.

Me separé finalmente, con una sonrisa atrayente en mi cara, que se convirtió en una cruel mientras que le echaba. Si, desde luego demasiado virginal. Demasiado aburrido.

Terminé la tercera copa, ignorándo al chico que todavía estaba a mi lado y me moví con un suspiro. Tanteé el bolsillo de mi chaqueta de cuero mientras que me dirigía al cuarto de baño. Hoy ni las copas me servían.

Aquellos chicos,aparte de no saber manosear y meter mano como era debido,eran mas lentos que mandarlos a hacer,por lo que no tardó demasiado en hartarse de ellos y de su comportamiento infantil -a pesar de ser él menor que ellos por unos años,según parecía- Correspondió a cada caricia y mirada que le daban,es mas,las devolvía con muchas mas sensualidad y atracción que los dos juntos,sin duda,eran unos inexpertos en el tema,seguramente hubiesen ido para pasar el rato,ligar y emborracharse como posesos.Daban asco,demasiado.Más eso no le impidió al vampiro incitarles a ir hacia el cuarto de baño.

Uno de ellos se negó,pero el otro,mas inocente que el primero,aceptó de buena gana,inclusive le agarró de la mano al joven Enkil para ir mucho mas rápido.Pudo observa,desde detrás,a un chico que le llamó bastante la atención,no le vio demasiado bien el rostro pero,con solo lo visto,se hizo una idea bastante buena en su cabeza.Se relamió los labios totalmente gustoso.- Oh,vamos,date prisa...~ -Su voz era sumamente provocativa,al igual que sus movimientos al andar,meneando sus caderas de forma casi hipnotizante.Eso de ser vampiro y ser mas hermoso y atractivo que cualquier humano le servía de mucho,su máxima estrategia se basaba en ello.

No tardaron nada en llegar ante la vista de todos los que estaban dentro,pues no eran los únicos que pensaban en hacer cosas...y cosas y cosas,aunque él no tuviese esas mismas intenciones con el chico borracho que agarraba su mano.No tardó siquiera dos segundos en empotrarlo contra la pared aprovechándose de la debilidad que debía sentir al estar totalmente ebrio,era muchísimo mas fácil de manejar y emgatusar.

-Dime...¿te gustan los vampiros? -Sonrió con malicia y picardía,clavando sus ojos rojos en los del contrario.No esperó su respuesta para morderle el cuello y comenzar a beber de su sangre.Demasiado agria.

Esquivé a las parejas que se encontraban allí con habílidad, acabando en una esquina, sacando el porro que hacía tanto me había estado llamando y que me apuraba a encender. Miré a mi alrededor, entre divertido y asqueado ante tantos cuerpos en busca de la misma cosa, que se confundían entre sí. Por eso prefería el bar de siempre... Chicos sexys y el baño casi vacío... Bueno, siempre podría sacar ideas para futuros libros... Sonreí de medio lado mientras que le daba la primera calada a mi droga favorita, dejando que me inundara los pulmones con un extraño placer, mientras que me concentraba en un par de figuras que se encontraban enfrente mía, metiendose mano de mala forma. Me reí para mi. Ya no sabían ni hacer eso.

Pasée mis ojos por otras personas, mientras que soltaba el humo lentamente, envidiciando todavía más el aire de aquel lugar. Me encontré con unos ojos verdes y un cuerpo semi-desnudo que intentaba acercarse a mí. Lo deseché con una mirada. ¿Qué me pasaba? Estaba extremadamente selectivo...

Sentí que empotraban a alguien a mi lado mientras que seguía dandole caladas al porro. Ni me molesté en mirar que nueva pareja de adolescentes en celo sin mayoría de edad estaría a mi lado, ignorándoles completamente, clavando mi vista en el humo que salía del verde. Saldría de allí en cuanto me lo terminara. Putos problemas de legalidad...

Capté la pequeña conversación de los de al lado, parándome a darle vueltas un poco más tarde, al escuchar un sonido de succión. Me volví hacia ellos, mirándoles, incrédulo al principio. Me llevé la mano a la frente. No sabía de que me extrañaba... Mierda de garitos... -No, no me gustan- Dije en voz alta, volviendo a mirar mi porro. Era el chaval que me había llamado la atención al principio. Ahora sentía asco -¿Te lo piensas zampar?- Dije, sin poder evitar el tono irónico de mis palabras, soltándo el humo en pequeños aros.

Se estaba quedando bastante a gusto con toda la sangre que estaba succionando del interior de aquel joven tan...¿miedoso?,parecía temblar por todas partes,además de que juraría que necesitaba ir al baño cuando antes si no quería hacérselo encima.Un maldito borracho cobarde,no era de su grado.Llegó a odiarlo en un momento,en tan solo un momento,suerte que lo engatusó para poder beber de su sangre aunque ésta estuviese agria y bastante seca,asquerosa.

-¿Hm?... -Enarcó una de sus cejas a medida que se separaba de aquel chico,el cual casi no podía ni sostenerse debido a la cantidad de sangre que había perdido en un momento.Podía notar su sed en ese instante,con tan solo ver su cara blanca podía uno darse cuenta.Suspiró con cierta pesadez,no le gustaba que la gente se metiese donde no le llamaban a pesar de ser un sitio en el que todo el mundo lo hacía,y no precisamente solo donde no le llamaban...como fuese,soltó al chico,el cual,acabó tirado en el suelo con una pequeña herida en el cuello,la cual se encargó de lamer justo antes de separarse para no dejar marca,o mas bien,para que dejase de sangrar y sanase.

-Su sangre es asquerosa,no me lo "zamparía" aunque me lo ofreciesen -Encogió sus hombros.Una casualidad que aquel chico que le habló con un tono algo molesto,fuese al que le echó el ojo momentos antes.Puras casualidades de la vida.Se ladeó para ver durante unos momentos al chico en el suelo,no parecía grave,si no mas bien parecía que dormía la mona en medio de los baños,una asquerosidad pues el suelo no es que estuviese demasiado...limpio,si no mas bien todo lo contrario,a saber la de cosas,residuos y líquidos que había por allí desperdigados.Incluso botellas medio vacías,de las cuales estuvo tentado a coger una mas le sabría asqueroso,prefería ir a por una en la barra,no le dejarían beber por ser menor,pero bueno...para algo servía la atracción,el engaño y los falsos testimonios.

-Una pena que no te gusten...~ -Ladeó con suavidad su cabeza al igual que su propio cuerpo para arrimarse en la pared y apoyarse y poder así mirarle mucho mejor,de arriba bajo,¿qué mas le daría que pensase que era un descarad? total...lo era y no tenía problema alguno por admitirlo.Para ser sinceros,tenía un muy buen polvo.

Seguí con la mirada al chico medio muerto que el vampiro había dejado en el suelo, inspeccionándole curioso pero sin un ápice de preocupación. Otro enano. Me reí para mí mismo. Empezaba a sentirme viejo y todo...

Finalmente miré al vampiro, que me respondía. Hice un movimiento con los labios, más una mueca sarcástica que sonrisa -Cualquiera lo diría después de verte succionarlo así- Acrecenté la sonrisa para volver a fumar, captando cada mirada que me dirigía aquel chaval. No me creía que fuera tan fácil. Me volví hacia él, encarándole pero todavía apoyado en la pared. Le devolví el repaso corporal, analizando cada parte de su cuerpo visible y empezando a catalogarlo. -Si, una pena. Tendré que empezar a replantearmelo- Dije, soltando el humo por un lateral de la boca, tanteándole y dedicándole una sonrisa ligeramente feroz. Era sexy. Podría plantearme acostarme con él.

Empezaba a sentir la cabeza ligeramente embotada, la sensación que hacía ya bastante tiempo que buscaba. Le miré fijamente, dejando de apoyarme, acrecentando la diferencia de altura, mirándole con superioridad y finiquitando el porro. Me acerqué a él, insinuante y divertido -Quizás el dia que desaparezcan tus colmillos me atreveré a acercarme- Dije con sarcasmo, prácticamente riendome y soltando todo el humo acumulado contra su cara.

Me di la vuelta, mientras que mi sonrisa iba desapareciendo y buscaba la salida de aquel cuarto de baño entre todas las personas que había allí reunidas. Me aburría tanto crío, aunque no me importaría ver de nuevo al vampirito. Simplemente me dedicaba a jugar, a ver hasta donde se atrevía a llegar.

Sus palabras le hicieron formar una suave mueca,la que dedicó completa y enteramente al humano que tenía frente a sus narices.Se encogió de hombros y cruzó de brazos además de piernas,tomando una posición muchísimo mas cómoda que la anterior,dejando marcar el hueso de sus caderas,denotando la delgadez tan atrayente que poseía.

-¿Tendré que acercarme yo entonces? -Bufó,pues quería dejar el montón de palabras calificatorias dentro de su cabeza,prefería eso que buscarse un enemigo o perder la oportunidad con aquel sujeto,el cual,le llamó bastante la atención,por eso mismo impediría que se fuese si haberle dicho siquiera su nombre.No dudó en incorporarse para ir tras aquel tio,como pensó antes,no le dejaría marchar tan fácilmente.

-¿No vas a invitarme a una copa? -Ladeó la cabeza de mientras se colocaba a su lado,colocándose bien los cabellos y comenzando con sus habituales meneos,por los cuales sintió algún que otro golpe en su trasero.Gustosos,más que gustosos,aunque viendo de la gente que provenía...asquerosos.

Pudo ver al amigo de aquel chico correr hacia dentro al ver que no salía.Le hubiese agradado ver la cara del chaval al ver a su amigo tirado en el suelo medio desangrado,genial...pero bueno,al menos,estaba acompañado,en menor medida,pero acompañado.

Ladeé la cabeza cuando oí la voz del vampiro a mi lado, creando una nueva sonrisa divertida y mordaz -Claro, será interesante ver qué beben los vampiros además de sangre- Dije, aguantándo la sonrisa hasta girarme de nuevo, cambiando la expresión a otra más seria, aunque satisfecho por dentro, sintiendo como mi ego crecía. Si, me había seguido. Intentaría controlar mi sarcasmo cruel por lo menos esta noche.

Aparté a una pareja que estaba bloqueando la salida, empujándoles. Hacía tiempo que no me llamaba la atención el sexo en los baños. Quizás porque lo había sobresaturado demasiado o por que ya no era tan poco habitual. Miré de soslayo al chico. Me divertía como se contoneaba, tratando de acaparar la atención, tratando de conseguir algo de mí. La verdad es que me atraía. Mis ojos resbalaron hacia su culo mientras que una imagen mental aparecía en mi cabeza. Era sexy. Me relamí inconscientemente mientras llegaba a la barra y llamaba al camarero con un leve movimiento.

Me encaré con aquel chaval, mirándole directamente a los ojos y sonriéndole de forma juguetona -¿Debería sobreentender que quieres algo más que mi sangre o no?- Solté, inclinándome instintivamente hacia él, casi en una posición de ataque -Bueno, realmente me da igual lo que quieras, haré lo que me de la gana- Terminé con una carcajada baja, insinuante, analizando su reacción. Notaba la presencia del camarero detrás, ladeando mi cuello para mirarle y cambiando la expresión, dedicándole una leve sonrisa -Bourbon y...- Miré de nuevo al vampiro, dejando la frase suspendida en el aire, esperando a que él mismo contestara mientras mi mente se dedicaba a desnudarlo.

Una sonrisa mas que pícara se formó en su rostro al escuchar el aceptamiento del mayor con eso de la copa.Un paso más dado para poder tenerlo entre sus redes.- Puedo comer y beber casi cualquier cosa... -Iba con doble sentido,como no.Aquel chico era bastante atractivo,y tenía un muy buen cuerpo...se relamió los labios al pensar en la de cosas que podría llegar a hacer si se lo montaba debidamente bien.

No tardó demasiado en agarrar una de aquellas sillas que había habitualmente en las barras para poder sentarse.Sus piernas estaban un poco cansadas ahora que podía darse cuenta,el peso de las botas estaba comenzando hacer malla en él.Al igual que el contrario posó su mirada en sus ojos,aprovechando el momento para analizarlos y poder saber como se sentía ahora.- Ow...¿soy tan previsible? -Con eso había dejado claro que,obviamente,quería tema.Su sonrisa se borró al escucharle pues no sabía demasiado bien lo que significaba.O bien podría ser que haría sobre él lo que quisiese,o que se podría marchar de un momento a otro...prefería la primera opción sin lugar a dudas.

-Ron,un vaso de ron... -No tenía los mismos grados que el Bourbon pero,sin embargo,un mejor sabor y unas características previas mas seleccionadas.O al menos eso es lo que Enkil sentía cuando lo tomaba.No es que quisiese hacerse el flojo ni mucho menos pero,al vampiro,las bebidas alcohólicas con grado superior a los 45º le ponía enfermo,podría ganarse la muerte si abusaba de ellos,,e ahí el motivo principal por el que se pidió una bebida mucho mas suave.

Esperó pacientemente en su asiento con las piernas cruzadas,dejando que su trasero se marcase por un lado pues se apoyaba igualmente en la barra con delicadeza,no quería caerse y mucho menos marcar demasiado,ahora que tenia víctima esa noche no iba a dejarla escapar por un par de idiotas que quisiesen manosearle.De eso ni hablar.En cuanto a idiotas...hechó una miradita por el local a ver si podía ver a los dos de antes,pero no,no pudo ver nada,excepto una gran cola en el cuarto de baño de los chicos,¿habrían descubierto ya aquel lindo charco de sangre que les había dejado como regalo?