Dia libre -Libre-

Me encontraba frente a la enorme entrada del parque de diversiones, me habia ganado dos boletos en una loteria en la que decidi participar y para no desperdiciarlos decidi venir... sola. Era deprimente, si, pero no conocia a mas nadie para invitar, no es como que tuviera amigos en esa ciudad. Me deprimia el hecho de estar sola y mas aun en un parque de diversiones donde se supone que debes dibertirte normalmente en compañia de alguien, sacudi la cabeza, no debia estar triste por eso, aun sola podia divertirme. Entregue el boleto a la chica de la entrada y me adentre a aquel lugar maravillada ¿A donde deberia subir primero? Mire la montaña rusa, se veia divertida, no habia fila asi que subi rapidamente, entre tantas curvas y la velocidad la adrenalina me habia comenzado a brotar. Comence a subir a varios juegos de velocidad mas hasta que comence a sentir hambre. Entre a la fuente de soda y pedi una hamburguesa, era lo mas popular del lugar por lo que pude ver, y un batido de fresa. Espere que me trajeran mi orden mientras miraba por el gran ventanal con la mirada perdida, estaba totalmente en las nebulosas.

((off: espero no molestar)

Ese día me levanté temprano, el sol estaba agradable por lo que decidí ir a dar una vuelta por el lugar. Luego de caminar unas cuantas cuadras noté que me aproximaba a un parque de diversiones, sonreí ante la idea de entrar a ese lugar a divertirme un poco, pero claro, divertirme a mi manera.
Caminé despacio hacia la ventanilla donde una chica de cabello rojo me vendió un ticket que luego entregué a otra chica para poder entrar al recinto. Saqué de mi bolsillo una paleta de dulce y saboreando el caramelo avanzaba tranquilo por el recinto. Los gritos de las personas en la montaña rusa me hacía sentir inquieto, nunca me han gustado los lugares demasiado ruidosos... era definitivo, estaba aburrido en el lugar.
-vamos a hacer de este un sitio interesante- Me dije quitando el caramelo de mi boca y acercándome hacia un pequeño puesto donde vendían algodón de azúcar pedí uno al vendedor y cuando este me pidió el dinero me di a la fuga a toda velocidad.
Sentía los gritos del vendedor que corría tras de mi, parecía que no se iba a dar por vencido tan fácilmente por lo que tuve que improvisar un plan para escapar. Miré a mi alrededor buscando un lugar para esconderme encontrandome de frente a una fuente de sodas. Entré en el lugar a toda prisa y paseé mi mirada por el establecimiento en busca de algo que me sirviera como escondite. Fue entonces cuando la vi, una muchcha sentada sola esperando aparentemente que le llevaran algo, estaba distraída mirando por la ventana. Caminé despacio volviendo a meter el caramelo a mi boca y me senté frente a ella tomando una de sus manos entre las mías y susurrando despacio mientras la miraba con expresión de súplica le dije. -Por favor, no te asustes ni vayas a gritar, solo necesito quedarme aquí unos minutos, se ve que eres una chica que ayuda a sus semejantes...dime, me ayudarás?- .Pregunté buscando con mis ojos los de la muchacha para mirarla con dulzura y apelar a su corazón blando, como el de todas las mujeres.

Imaginaba todo tipo de cosas mientras veia por la ventana, mi imaginacion siempre volaba cuando estaba sola para no aburrirme del todo y debo admitir que apesar de estar sola en un parque no era para nada aburrido. Volvi a la realidad cuando senti el toque de ima mano sobre la mia volteando rapidamente algo asustada. Lo escuche frunciendo el ceño levemente ¿Que habia hecho para pedir un favor asi?

-Claro pero ¿Que fue lo que hiciste?- pregunte desconfiada, parecia haber hecho algo inapropiado. Note por la ventana a un hombre algo desesperado mirando a los al rededores hablando desesperadamente con algunas personas - Ok ¿Que fue lo que hiciste? - frunci el ceño totalmente no por mucho, luego me rei burlona mientras veia al tipo por el ventanal - ¿No es ese el sujeto de los algodones de azucar? Pobre hombre le dara un infarto.

No deje de mirarlo a los ojos mientras que una que otra vez volteaba a ver al tipo fuera de la fuente de sodas, rei levemente, era algo divertida esa situacion. Lo mire algo seria intentando comprenderlo, cerre los ojos sonriendo.
-¿Crees que voy a tragarme el que viniste a un parque de diversiones donde hay que pagar entrada sin dinero? Dije que si te ayudaria calmate, un algodon de azucar no es gran cosa, no debe de costar tanto, seguro se rendira en cuestion de minutos.
Sonrei, tenia una idea.
-¿Quieres que te ayude? Pues lo hare.

Mire a la camarera la cual con señas me dijo que aun faltaban 10 minutos para mi pedido. Sali de la tienda cuidando no ser vista por el vendedor, me aleje todo lo posible de el por la direccion donde vino, me despeine un poco para luego correr hacia el con exprecion de preocupacion.

-¡¡Señor!! - llegue a el fingiendo agitacion - ¡Señor le estan robando el algodon del puesto, apurese!
El sujeto en seguida salio corriendo hacia su puesto gritando algunas maldiciones. Entre a la tienda peinandome y me sente de nuevo en mi lugar.

-Listo.

Rei un poco, habia sido mala y me habia gustado, bueno no hice la gran cosa aunque si era algo malo. La camarera llego con mi pedido.

-¿Un gran equipo? Asi que eres un chico mentiroso... no me gusta mentir. - di un mordisco a mi hamburguesa - Aunque no miento yo solo actuo - le guiñe un ojo sonriendo, creo que con este chico definitivamente mi dia libre se tornaria menos aburrido.

No es que me gustaba estar haciendo cosas "malas" solo estaba aburrida y queria hacer algo divertido y este chico me daba buena impresion con respecto a eso, era travieso y divertido.

Alce mi mirada para clavarla a la suya, asi que el solocambiaba la realidad, interesante. Bebi un poco de refresco para responderle.

-Me llamo Alicia ¿Y tu?

Continue comiendo esperando su respuesta. Se veia un chico bastante interesante, quizas una buena amistad podria salir de esto. Sonrei levemente al pensarlo, yo como siempre adelantandome a la realidad. Me llamo la atencion sus ojos, mas que nada su mirada, tenia una mirada bastante penetrante, no pude evitar desviar la mirada. Ese tipo de miradas siempre me ha sido dificil mantener, es como si con solo mirarme a los ojos descubrieran lo que pienso. Mire un punto fijo en la mesa mientras seguia comiendo.

Me ruborice un poco al enterarme que se habia dado cuenta de que huia de su mirada asi que lo mire a los ojos sonriendole apenada. A pesar de que me costaba un poco mantener la mirada lo mire por unos minutos para luego volver la vista a mi comida y continuar, ya estaba por terminar.

-Lindo nombre. - nunca habia escuchado un nombre asi. Termine de comer y bebi el refresco para luego pedir la cuenta. - y dime, Jonne ¿Que propones hacer ahora? - El chico era divertido y yo estaba sola asi que preferia pasar mas rato con el. Pague a la chica que vino con la factura y lo mire de vuelta esperando su respuesta.

Debiamos tener cuidado con el vendedor de algodones de azucar o nos atraparia y ya conocia mi rostro por haberle mentido de que robaban sua algodon. Seria dificil ir a las atracciones sin pasarle por el frente, era un riesgo que se veia bastante divertido, para mi al menos.