Peaches ((Libre))

Cargaba una bolsa de papel en el brazo derecho, llena de melocotones. El viaje de todo el día había consistido en ir sin saber por qué, a comprarlos, y sí, se los iba a comer todos, de una sola vez. Estaba comenzando con el primero, mientras caminaba con su habitual paso despreocupado y lento, antes de detenerse frente al parque.

Masticaba despacio, mirando a su alrededor. No había mucha gente. Se acercó lento a una banca, no se había fijado si estaba vacía o no, sólo se quería sentar ahí. Degustando la dulzura de su compra impulsiva estaba cuando recordó la razón por la que lo había hecho. Al verdadero, le gustaban los melocotones. ¿Y a él le gustaban o simplemente se los estaba comiendo porque eso decía su software? Frunció apenas el entrecejo, con algo de molestia, poniendo la semilla del melocotón que se acababa de terminar a un lado para comenzar con otro. Pocas veces tenía esos lapsus de dudas, que no le gustaban para nada. Volvió a mirar a su alrededor, como si alguien le pudiese llegar a leer la mente, cosa imposible.

-se había escapado de su casa, no era un berrinche ni mucho menos algo que hiciera por que huyera de sus obligaciones, era tan solo que estaba harto, harto de esa mujer que se hacia llamar su madre y que se aparecía una vez prácticamente cada 3 meses. Esta vez era para presentarle otro de sus amantes al menos el otro tenia mejor pinta que este, pero lo que le frustraba más es que su vida se viera afectada por las acciones de ella. Así que había corrido y corrido dejándose llevar por sus pies hasta que por fin se canso, estaba cabizbajo por el enojo ocasionando que ni cuenta se diera de donde se hallaba, con el seño fruncido se sentó en una banca sin notar al chico de a lado echando un bufido al aire maldiciendo por lo bajo-

Dando el primer mordisco al siguiente melocotón estaba cuando escuchó un bufido a su lado, volteando levemente el rostro a ver a su nuevo "acompañante" de banca, mientras masticaba el bocado con la misma parsimonia de todo su ser. Tragó despacio y miró la fruta en su mano, y luego al otro a su lado.

-Hola.- Saludó con voz suave como le habían enseñado. Un saludo breve y simple, aunque con el rostro serio de siempre, antes de volver a sus asuntos, mordisqueando nuevamente el melocotón. Fijó los ojos en la bolsa, quizá si se aburría de comérselos tendría que regalarlos, o los guardaría. Ya se le ocurriría algo. Aunque por el momento, quizá tendría ocasión de tener una plática, o al final un monólogo.

-estaba bastante entretenido maldiciendo a medio mundo cuando escucho algo, o eso le parecio, alzo el rostro por fin dandose cuenta que no estaba solo, arqueando una ceja al ver al otro- ciao... -dijo neutral, viendole con extrañesa, suspiro un poco intentando calmarse y al menos intentar parecer menos enfadado de lo que realmente estaba- gino... -estiro su brazo en forma de saludo, presentandose, no es que gustara de hablar con extraños pero talvez seria algo bueno para dejar pasar el enojo-

Dejó el trozo que quedaba de su comida de vuelta en la bolsa, para tomar la mano que el otro le extendía luego de haberse limpiado, estrechándole con suavidad para responder a su saludo.

-Un gusto, Gino. Soy Aurelio.- Replicó con una sonrisa apenas visible, soltándole con prontitud para volver a acomodarse en su puesto. Notaba la visible expresión de enfado en su rostro y no sabía si sería pertinente preguntar sus razones. En otro momento seguramente.

-¿Qué tal?- Añadió por rutina y cortesía, cuando uno no sabía qué más decir, siempre era pertinente preguntar al interlocutor la típica pregunta de cómo se encontraba.

hm...-vio su accion repasando el nombre ajeno en su cabeza, volteo haber hacia el parque intentandose animar una que otra risilla volaba en el hambiente por los niños que ahi jugaban, la pregunta le saco de sus cavilaciones, recodrando lo pasado termino frunciendo el seño de manera inconciente- de perros... -no diria que "bien gracias" era sincero y apesar de ser practicamente un desconocido no queria pronunciar las palabras que menos le quedaban en esos instantes- pero al menos tu luces bien... -posando su mirada en la del otro-

Dejó la bolsa a un lado suyo, observando con su usual detenimiento a su interlocutor. Sus respuestas sólo le hacían querer ladear la cabeza o reírse, porque se notaba que estaba haciendo un esfuerzo colosal por parecer bien o comportarse amable, pero no hizo ni una cosa ni la otra.

-¿Bien? Supongo que lo estoy...- La frase le había dado bastante curiosidad porque pocas veces se había preguntado a sí mismo cómo se sentía. Quizá no era mala idea del todo comenzar a conversar más con otras personas.

-Los perros son bonitos... ¿Por qué dices que estás de perros entonces? No veo que te haya ido muy bien si pareces de tan mal humor.- Observó. Quizá no hubiera sido bueno decir aquello de los perros al inicio, porque sonaría como un estúpido, pero sólo se le escapó porque le gustaban los animales.

-observo todo cayendo en cuenta que no sabia donde diablos se encontraba, y que de seguro le estarían buscando, en fin no es que deseara ser hallado, una casi inexistente sonrisa se formo en su rostro pensando en el lio que le había dejado a la servidumbre de su casa al no hallarle, su sonrisa se desvaneció al escucharle sustituyéndola por una mirada de extrañeza al no comprenderle- eh?! una persona o esta bien o no lo esta... -dando una explicación simple de su pensar-... -hubiera reído al escuchar lo de los perros si estuviera de mejor animo,en vez de eso le miro de pies a cabeza, valla que este chico era extraño o al menos diferente a los riquillos de su escuela- es una expresión.. Pero que dices si estoy tremendamente feliz...-forzando una sonrisa con sarcasmo- pero prefiero estar aquí que en donde estaba... -dijo bajito perdiendo por un instante el sarcasmo siendo sincero-

Se quedó callado, serio, ante su respuesta. Era bastante simple y lógica, pero no le contestó lo que le estaba preguntando. No solía toparse con gente tan malhumorada, pero no era una cosa que le pareciese demasiado importante. En general le daba igual el estado anímico de la gente que le rodeaba.

-Ya veo. No pareces feliz. Y si no te sientes de ánimos no deberías sonreír.- Fue la respuesta que dio a sus palabras, guardando silencio luego de escuchar su última frase. Ladeó ligeramente la cabeza, observando.

-¿Y dónde estabas antes de venir al parque? ¿Alguien te sigue o algo así?- Preguntaba por mera curiosidad. Sabía que el otro probablemente no le respondería, o tal vez sí, quién sabía.

-poso una mano en su entrecejo suavizándolo, valla que este chico era inusual, o era demasiado inocente o tal vez simplemente así era pero la respuesta que le dio solo logro que riera por lo bajo, le miro un momento acercando su mano a la mejilla del otro jalándola suavemente- ne alguna vez has oído del sarcasmo?...-pregunto interesado, su rostro cambio a uno de incomodidad por la pregunta, soltando su mejilla- creo que no es por el lugar exactamente...-se quedo pensativo un momento- mas bien es por la persona que se encuentra ahí...-susurro bajito pero lo necesario para que fuera audible, escucho sobre si le perseguían, posando su mirada en la del otro para después observar el piso- te reirás de mi si te digo...

Mantuvo la misma expresión serena a pesar de que el otro muchacho le estaba pellizcando la mejilla. En verdad que no solía tener contacto físico con casi nadie pero tampoco le estaba molestando en el momento. No entendía qué tenía de gracioso que le dijese que había usado un sarcasmo.

-Sí... Como todo el mundo.- Replicó con simpleza, encogiéndose de hombros aunque poniendo luego un poco de atención ante lo que dijo a continuación. Alzó una ceja momentáneamente.

-No veo por qué habría de reírme por algo que le preocupa a alguien más. No es bonito afligirse por algo o alguien.- Suspiró y le miró con fijeza y un dejo de curiosidad en el rostro, esperando a que continuase con su relato.

-le miro ligeramente interesado por como se comportaba el mayor- parece como si tu rostro fuera una mascara...-le miro aun mas de cerca- no parece que gesticules mucho...-era bastante diferente a las personas que estaba acostumbrado, personas ostentosas que cada vez que podían presumían de lo que tenían cosa que le llegaba a hartar-... hmp-bufo, si tan solo las demás personas pensaran de la misma manera tal vez seria mas sencillo soltar lo que le aquejaba, no pudo evitar mirarle con desconfianza, era difícil soltar las cosas así que tomo un poco de aire- supongo que una persona debe sentirse bien o feliz al ver a su madre después de tanto tiempo pero aunque lo intente, puedo sentir todo menos eso...-se quejo por lo bajo posando una mano en su frente haciendo que algunos cabellos se le vinieran al rostro frustrando al no comprender por completo sus sentimientos-

-¿Una máscara?- Ladeó levemente la cabeza, sin entender qué tendría de malo el que fuese como era. Simplemente serio, no muy emocionable. ¿Pero qué podía hacer al respecto de todos modos? Se pasó una mano por la propia mejilla, despacio, como pensando bastante en esta cuestión, aunque tan pronto como apareció el pensamiento en su cabeza, se esfumó también.

-Pues no me parece que sea necesario hacer escándalo o demostrar todo lo que a uno le pasa por la cabeza, menos aún cuando se topa uno con un extraño...- Murmuró, viendo con curiosidad cómo cambiaba de expresión y parecía ahora más como abatido, o al menos esa impresión le daba.

-Si no sientes nada, ¿entonces por qué te sientes mal? Se supone que la alegría o el amor deben ser sentimientos espontáneos. Si no los sientes, no pasa nada.- Se agachó un poco, como queriendo verle la cara, pero más por curiosidad que por otra cosa.

valla creo que al que le gustaría ser como una mascara es a mi...-rió un poco al sentirse un tonto por lo que decía-.... hm así que si tienes una opinión interesante al respecto...-lo dijo estudiandadole, no es que quisiera parecer grosero ni nada por el estilo pero bueno no era conocido por saber expresarse de la mejor manera posible.... le escucho apretando los dientes- por que no es normal..-dijo contestando a la pregunta cerro un minuto lo ojos intentando disipar su mente, no estaba acostumbrado a lidiar con sentimientos que le causaran confusión así, que los enfrentaba con enfado- por que estoy harto de ella…-se llevo su propia mano a la boca y la mordió para así salir de esos pensamientos-... hmp pero ya estoy aquí y no pienso dejar que me arruine todo el maldito día…-decidido viéndole a los ojos- quiero pizza...ahora -era alguien que no pensaba las cosas dos veces en pocas palabras impulsivo así que sin mas salto de la banca viendo al otro expectante, era la forma de pedirle que le acompañara-

¿Normal? La palabra hizo eco en su cabeza durante unos instantes. Pero desapareció súbitamente, al sacudir levemente la cabeza. Parecía que toda la cuestión pertubaba en sobremanera a su interlocutor, y sin embargo, no había mucho que él pudiese hacer. ¿Qué hace un androide por un humano cuando éste se encuentra deprimido o abatido? No era una cosa que se encontrase entre sus funciones.

-¿Por qué no es normal? ¿Por qué te harta?- No era que fuese su intención llenar de preguntas al otro, pero sólo le estaba despertando la curiosidad. Cuando él estuvo con su "padre", si bien era cierto no sentía afecto tampoco le tenía odio. Sólo se limitaba a existir a su lado y a hacerle compañía. Parpadeó repetidas veces en un rato, al toparse su mirada con la ajena. No solía hacer contacto visual tan repentinamente pero tampoco le incomodaba.

-Quieres pizza.- Lo dijo más como una afirmación que preguntándole para confirmar lo que había escuchado. Sin mayores preámbulos se levantó al verle ponerse de pie, tomando la bolsa con el resto de los melocotones, como si con esto le estuviese diciendo que comenzase a andar, porque él se limitaría a seguirle.

-le observo un instante sin decir nada- hm me vale si no me quieres acompañar...-lo decía como no queriendo la cosa inflando las mejillas, no era alguien que pidiera de forma amable la compañía de otros aunque lo quisiera, paso sus manos posándolas por detrás, en su nuca empezando a andar observándole de reojo- alguna vez has oído hablar de alguien que no sienta algo por su madre?...-pregunto intentando sonar como si el asunto no le tocara un nervio- por que?.... por que... es alguien superflua alguien que huye siempre con uno de sus tontos amantes los cuales empeoran cada vez mas...-exclamo exasperado subiendo cada vez mas la voz conforme hablaba- donde maldita sea hay un puesto de pizza...-viendo hacia todos lados como si lo que lo incomodara fuera esto- tonto mal sentido de la orientación...

Le miró verdaderamente curioso por sus palabras. Pensaba que se había dando a entender con el simple hecho de levantarse de que le seguiría, de todos modos no era como si tuviese algo importante qué hacer con su propia vida. Suspiró y se encogió de hombros.

-Si no me hubiese levantado, entonces significaría que no iría contigo. ¿No te parece que es lo lógico?- Repuso con voz suave, sin alterarse en lo más mínimo.

-Yo nunca he sentido nada por mi madre porque nunca la conocí.- Agregó a lo que el otro había preguntado, como si fuese lo más obvio de todo el mundo. Al menos para él sí lo era. De hecho, el que le hubiesen programado los recuerdos de él no significaba que por eso iba a sentir algo por una persona muerta.

-Si te molesta que haga eso entonces no le des importancia.- Comenzó a caminar despacio, viendo hacia todos lados para tratar de recordar dónde habría por ahí cerca alguna pizzería, puesto que su interlocutor al parecer estaba por comenzar una pataleta. -Vamos. Y no te quejes, mejor camina.-

-le escucho, el otro tenia razón aunque no le agradara mucho admitir esto- vale tal vez tengas razón.... buena... la tienes... baka... -mascullo lo ultimo por lo bajo sacándole la lengua-... eh? yo este... -no sabia que decir pues nunca espero que le digiera esto- bueno no te pierdes de mucho... -tal vez no sonaba nada bien pero intentaba animarle aunque fuera algo inexperto en ello- ... aaaah... -suspiro- tu haces que todas las cosas suenen tan sencillas como si todo se pasara tan fácil... -de cierta forma esperaba que así fuera- ... y-yo no me estoy quejando -frunció un poco el seño cruzándose de brazos- hallare una pizzería antes que tu... -le miro levemente enfurruñado cambiando su expresión en un instante soltando una carcajada sincera pues se estaba divirtiendo aunque no lo dijera abiertamente-

-Uh.- Se quedó mirándole de reojo cuando le sacó la lengua, completamente serio aunque con un cierto dejo de curiosidad por ese gesto. Estaba frente a un niño, sin duda. Nunca había tratado con uno, al menos no por más de un par de minutos.

-No sé de qué me pierdo, y probablemente sea mejor que no lo sepa nunca, porque no me da curiosidad.- Murmuró sonriendo apenas, aunque poniéndose serio otra vez, como era habitual en él. Continuó con su paso lento y sin prisa, para que no se quedase muy atrás.

-Las cosas no son tan difíciles como muchas veces te las ponen. Normalmente son las personas quienes se las hacen complicadas. Y no creo que encuentres una pizzería pronto.- Agregó volviendo a sonreír apenas, escuchando aquella sonora carcajada. Al menos el otro ya no parecía tan alterado como al inicio.

-se detuvo al escucharle volteándole a ver con una suave sonrisa- la curiosidad eh? no has escuchado que la curiosidad mato al gato Aurelio?...seria una pena que te pasara lo mismo.. -se acerco hasta el, jalándole una mejilla- es bueno tener curiosidad pero no es malo permitirse otros sentimientos... -se sorprendió al escucharse hablando de esas cosas- diablos yo hablando de esas esto, hoy si que no es mi día...personas? que acaso no eres una de ella tu también?... -pregunto viéndole con extrañeza a los ojos- eeeh?!!... -soltó un grito viéndole impresionado- acaso ya no hay pizzas en el mundo?... los demás alimentos las destruyeron por celosos?... -jalo la mano del otro preocupado- Aurelio quiero pizza!!!

Entrecerró los ojos y se quedó inmóvil ante el leve pellizco que había recibido en la mejilla. ¿Curiosidad? Él no sentía ninguna, al menos no la suficiente como para llegar a meterse en problemas por nada.

-No me pasaría eso porque no soy un gato, ni tengo curiosidad.- Suspiró y sonrió apenas al escucharle contradecirse. Le hacía mucha gracia observar a la gente por esta misma razón. Usualmente las personas terminan diciendo más de sí mismas de lo que creen en situaciones así, o al menos, dándose a conocer un poco más.

-Sí soy una persona. ¿Por qué lo preguntas? ¿Que no es acaso una cosa obvia?- Le miró un poco anonadado por los repentinos cambios de conducta y por lo escandaloso que era. Sin duda de haber estado él en su lugar, habría recibido un zape por parte de su padre. Eso si estuviese vivo, por supuesto.

-Entonces vamos por la pizza. Ibamos a eso, ¿o no?- Volvió a andar, cargando la bolsa con un brazo porque el chico le estaba sujetando la otra mano.