Cambio de planes [priv.]

por Invitado Miér Jun 29, 2011 9:39 pm

El centro por la mañana estaba dividido en grupos: los empresarios en traje de etiqueta, los empleados con cara de asqueo que maldecían su rutinaria vida, los estudiantes que se saltaban las clases, las amas de casa que cuchicheaban en los puestos de verduras y los pensionistas. Una infinita variedad de personas con infinitas y aburridas rutinas. Gente mediocre, de a pié, junto con algunos de los pets que habían podido quizás comprarse sacrificando muchos meses de trabajo. Prefería no caer en esos dilemas morales si justo al lado suyo tenía a uno de ellos. Menor de edad, a recalcar...

Habían salido de casa hacía casi media hora. Después de que estuvieran listos para partir no había motivo para seguir perdiendo la mañana, y tras una corta caminata hasta la carretera peatonal habían cogido un coche hasta el centro. Alone no era partidario a conducir, y por ello prefería moverse en taxi a donde tuviese que ir. Mas cómodo, barato y rápido. Se había quedado con una ropa algo mas informal que su uniforme, con una chaqueta de bajo corto y mangas gruesas y una bufanda a rayas rojas y grises. Se movía por la ciudad con bastante resuello, sabiendo exactamente el lugar a donde tenían que ir. Con Tetsuka de la mano, para no perderlo entre las multitudes, le guió a los viejos grandes almacenes que se exponían en una de las rotondas del distrito. Era un edificio color tierra, con la entrada atestada de anuncios y grandes globos de colores que anunciaban las novedades. Si Alone mal no recordaba habían cuatro plantas enormes llenas de utilidades para el hogar, electrónica y muchas variantes y estilos según la edad de los integrantes de la cas a decorar. Como estaba recién mudado y con un niño a su cargo debía hacerlo todo desde cero, y no estaba mal que el dragón eligiese una parte de los complementos de su hogar. De igual forma no creía que frecuentase mucho la casa si tenía que hacer viajes repentinos a su país de origen, que era donde había comenzado todo aquello.

-Muy bien -sonrió con simpatía extrema, levantando la vista hacia la fuente que había justo en el centro de los almacenes, y que escupía un gran chorro de agua hacia arriba-. Primero busquemos una cama para ti, Tetsuka. Creo que me muevo mucho durmiendo y no quisiera quedar sobre ti un día de estos -rió antes de coger el ascensor hasta el segundo piso, donde rápidamente se notó el estilo y la actividad juvenil.
Había grupos de chiquillos correteando por entre los simulados cuartos con juguetes y armarios de colores, mientras los padres se informaban de que era lo que podían comprar una vez hechos números.

-Elige lo que te guste. Después de todo será también tu casa~ -le animó, soltando su mano antes de avanzar también y adentrarse en aquel mar de mobiliario.

por **Tetsuka** Dom Jul 31, 2011 3:13 pm

Cuando volvió con la toalla dejó que lo secase, dándole un leve escalofrío al pasar las manos por su pecho, quedándose después envuelto de nuevo dentro de la toalla como hacían los críos. No había pensado en que ropa ponerse, la suya siempre le había parecido bien pero ahora que lo pensaba tampoco sería lo más adecuado salir de ese modo a la calle con la temperatura que hacía pues podría terminar resfriado. Se esperó en el baño hasta que volvió con la bolsa de ropa, cogiendo un jersey abrigado de manga larga que le quedaba un poco grande y unos pantalones igual algo grandes que llevaba un poco caídos para dejar salir su cola, pero pudo agarrarlos con un cinturón para que no se le cayesen. -¡Si! Ya casi estoy- comenzó a buscar por dentro de la bolsa pero no encontró lo que buscaba por lo que salió del baño buscando a Alone, acercándose a él un poco. No llevaba zapatos, ya que él no tenía porque no le gustaban y en aquella bolsa tampoco había, pero el pantalón le tapaba los pies así que Alone no pudo darse cuenta de eso.

Llegaron al centro poco después de salir de casa, el pelirosa iba mirando hacia todos los lados ya que nunca había estado por allí y podía ver a mucha gente por todos lados. Algunos le miraban por la cola que quedaba a la vista mientras otros tan solo pasaban de largo ya que estaban acostumbrados a ese tipo de criaturas llamadas “pets”. El hecho de que Alone le llevase de la mano le hacía parecer que iba acompañado de su hermano o algo así debido a su estatura y no le gustaba demasiado que la gente pensase que era un niño pequeño. Pero no quería perderse así que tan solo seguía cogido de su mano viendo los lugares por donde pasaban. Al llegar donde estaba la fuente se quedó mirándola con expectación, le gustaban mucho esas cosas, para después mirar al moreno. -¿Una cama? Pero entonces tendré que dormir solo- le gustaba mucho dormir con algo de compañía porque se estaba más calentito además de que así había a quien abrazar mientras estaba durmiendo, pero tal vez el otro necesitase su propio espacio así que no se lo negó, al contrario le acompañó hacia la sección donde estaban todos los muebles.

Al llegar pudo ver a muchos niños con sus padres, escuchando lo que decía el moreno. -¿Lo que quiera? ¿da igual cuanto cueste? No me gustaría que gastases mucho dinero- ya que aunque pudiese elegir lo que quería también tenía que pensar en el mayor, pues era su dinero y aunque él vivía ahora con él seguía siendo la casa del sacerdote. Se acercó a uno de los pasillos viendo un falso cuarto colocado que era bastante simple pero le gustó mucho. Tenía varios armarios y junto a estos la cama. Al lado tenía un escritorio el cual estaba pegado a los armarios. Todo el cuarto tenía un color marrón típico de la madera y otras partes de color azul, se acercó sentándose sobre la cama para comprobar como era sonriendo un poco. -¿Me puedo quedar esta? Es pequeña así que no ocupará mucho espacio- siempre pensaba que era mejor ocupar poco ya que de lo contrario tal vez molestaría y no quería ser un estorbo. De verdad le gustaba su nuevo hogar y Alone era una persona maravillosa; o al menos la parte que él conocía, y no quería separarse de su lado por el momento así que no quería hacerle gastar todo el dinero en él ya que aún tenía que comprar los muebles para la casa, además de ropa para ambos y eso era mucho dinero.

por Invitado Vie Ago 19, 2011 8:38 am

-El dinero es lo de menos, Tetsuka -recalcó con una afable sonrisa eclesiástica, dándole a entender que si habían hecho aquella excursión al centro comercial con la intención de llenar la casa era porque, precisamente, dinero les sobraba. No era una fortuna del todo legal o conseguida a base de ayudar al prójimo, pero servía igualmente para llenar su hogar y sus estómagos por mucho tiempo.
Así pues el sacerdote se acercó al dragón, bajando la mano para palpar el colchón que había elegido. Luego miró al resto de la decoración de aquel falso cuarto.

-¿Te gusta este estilo de habitación? Creo que quedaría muy bien en casa. Tiene un aspecto minimalista y un buen color -miró el precio y el número de referencia, memorizándolo antes de volver a erguirse y saludar con un cabeceo a un matrimonio que pasó a su lado. Luego volvió a dirigirse a Tetsuka- ¿Que te parece una alfombra junto a la cama? O puedes ponerla tapando todo el suelo de tu habitación -se quedó pensativo un buen rato, como queriendo aprovechar aquella salida y aquellas dudas tan comunes ahora que podía.

A pesar de haber dicho que dedicaría aquel día a complacer las necesidades tanto del pet como de su casa, no podía evitar pensar en sus encargos y en los próximos movimientos de aquellos que operaban al marguen de una sociedad como aquella. Le resultaba irritante no poder estar al frente, pero dada la poca situación de actividad solo le quedaba esperar.
Señalandole a Tetsuka el pasillo, indicando que siguieran, caminó al frente, mirando por los alrededores en busca de un lugar donde pudiese dormir mas cómodamente que en el futón que se había comprado para casos de emergencia. Pasó un juego de cuarto matrimonial muy blanco para su gusto hasta toparse con uno de decoración Zen, con las improvisadas paredes pintadas de rojo sangre y con un cuadro de grandes Kanjis sobre la cama baja.

-Este me gusta para mi -señaló- ¿Tu que piensas? Es una cama grande, por si quieres dormir conmigo alguna vez~ -consideró la posibilidad de que eso ocurriese. Los muebles de aquella pequeña porción montada de habitación eran simples. Se trataba de una cómoda con un espejo que a su vez seguía hacia arriba, formando un marco, como una estantería. Por debajo de la cama, bordeándola, una gran alfombra redonda de terciopelo negro- Ik hou van~ -volvió a mirar el número de referencia y continuó hacia delante.

La siguiente sección era todo mobiliario, tanto de habitaciones como de salón. Tras pasar una puerta con forma de arco se sumergieron en los mas variopintos estilos de decoración para todos los gustos. A los lejos vio un sofá con estampado de dados, y junto a este otro con cartas de póker. Había muchos de tres piezas, o simplemente grandes cheslong y un taburete forrado en piel. Las mesas de centro eran de cristal, o madera, y había un olor a nuevo y a cuero impregnando el ambiente.

-Vaya -suspiró con una sonrisa resignada-. Creo que aquí será algo mas difícil -a parte de que había muchísima mas gente paseándose por aquel lugar. Alone miró a su alrededor, intentando encontrar algo que combinase con el estilo apartado y rústico de su casa. Algo que no eclipsase el ventanal que daba al mar- ¿Que me dices de un color blanco? -se llevó la mano al mentón, pensativo, mirando una de las piezas: sofá blanco con la mesa de centro de cristal; baúl de madera trenzada como complemento y una silla de forma ovalada y aspecto francamente cómodo. Alone no pudo aguantar la tentación de coger al pequeño bajo los brazos y sentarlo dentro, haciéndole parecer una vulnerable cría que salía del cascarón.

-Erg schattig~! -se agachó frente a él, con una expresión que oscilaba entre lo paternal y lo enamorado- Creo que este pega mucho contigo -levantó la mano y pasó los fríos dedos por su mejilla, apartando el tupido flequillo lacio de un movimiento suave-; resalta el color de tus ojos de una manera indescriptible.

Estaba de acuerdo en que podría parecer una niña. Sin embargo, no era por ello que Tetsuka lograba captar su atención. A su modo de ver, el dragón le parecía muchas cosas que tenían que ver, precisamente, por ser hombre.
Apoyándose en el borde de la curiosa silla se inclinó hacia delante, y aprovechando la intimidad que otorgaba aquel hueco blanco, dio un fugaz beso en los labios al dragón. Sonriendo, se irguió.

-Creo que me quedaré con este -estiró la mano para ayudarle a salir- ¿Vamos? Aún queda la cocina y el baño~

*1: “Me encanta~”
*2: “Muy lindo/adorable”

por **Tetsuka** Miér Oct 12, 2011 7:36 am

Pensó en lo de la alfombra cubriendo todo el suelo y la verdad es que sería genial, aunque tuviese que limpiar más el cuarto sería muy agradable tener un suelo donde poder tumbarse si quería sin pasar frío, además de que estaría muy blandito y sería completamente suave. Le gustó bastante esa idea de tener un alfombra gigante a sí que tan solo afirmó varias veces seguidas de manera divertida. Le gustaba haber ido de compras con el mayor, lo estaba pasando muy bien además de que nunca había estado en un sitio como ese, lleno de cuartos tan bien ordenados que te hacía querer todo lo que había por allí, pero seguía pensando que la que había escogido estaba muy bien, tenía todo lo que podía necesitar.

Le acompañó a lo largo de esos pasillos para ir donde estaban los dormitorios matrimoniales, le daba curiosidad que se hiciese con uno de esos ya que eran camas para dos, pero le agradó escuchar que podía dormir con él alguna vez que quisiera. Se acercó al trozo de habitación montada sentándose sobre la cama para luego acariciar un poco la alfombra. Era muy suave, quería una como esa para su cuarto, pero de otro color más alegre porque tan oscuro no quedaría demasiado bonito, además de que la suya tenía que ocupar todo el suelo. -Me gusta mucho, ¿puedo tener una alfombra como esta para mi?- dijo refiriéndose al tacto que tenía. No conocía las telas así que no sabía el nombre de con lo que estaba hecho.

Nuevamente le siguió a la siguiente sección en donde había muchísimas cosas y también mucha gente. Había muebles que eran realmente feos, o al menos para su gusto y otros que eran muy bonitos, pero no sabría cual escoger dentro de todo aquello pues nunca había decorado una casa y tampoco tenía muy claro que clase de muebles irían bien con la arquitectura de la casa. Miró al mayor y después a los muebles que se había quedado observando, eran bonitos y además de que con el color que tenían iban bien con la casa, o al menos con lo que le había dado tiempo de ver. Al tener un color claro resaltaría más el gran ventanal que estaba en el salón.

Se sorprendió un poco cuando le tomaba por los brazos para sentarlo en aquella extraña pero divertida silla. Le miraba con una sonrisa divertida, escuchando sus halagos. Al verle acercarse le miró con más fijeza, hasta que le besó los labios, cosa que hizo que cerrase un poco los ojos para notar mejor sus labios. Cuando este terminó abrió de nuevo los ojos para mirarle con una sonrisa, tomando su mano y saliendo de aquel sillón de un saltito. -Este quedará muy bien en la casa- estaba muy feliz por aquel besito que le había dado Alone, por lo que no le soltaba la mano mientras caminaban hacia donde estaban todos los muebles de cocina.

Caminando de manera feliz hasta que llegaron donde todas aquellas encimeras estaban montadas, algunas con grandes mesas para comer y otras tan solo con unos taburetes altos frente a la barra pues las mesas también se vendían por separado. -¿De que color compraremos la cocina? ¿blanca también?- no tenía mucha idea de decoración, pero ya que el salón estaba de una manera la cocina debía de mantener la línea más o menos. Aunque tal vez también quedase bien con algunos detalles en otro color, como negros o marrones; o también la cocina de muebles de manera con detalles beige o blancos.

Corrió un poco para llegar a una de esas cocinas que le llamó la atención, subiéndose sobre un taburete y mirando de forma curiosa toda la estructura. No veía los electrodomésticos por ningún lado, tan solo la superficie pulida de los muebles. Era una de esas cocinas que esconden el lavavajillas para que no hiciese feo. -¡Mira, mira! esta cocina es muy extraña, pero es bonita- sonreía al moreno, aún arrodillado sobre ese taburete que se le hacía tan alto.

Bajó de nuevo para dar una vuelta alrededor de la encimera, mirando con curiosidad el horno y abriendo este para buscar dentro. No se veía mucho pues estaba oscuro, además de que no era demasiado grande pero si lo suficiente como para caber dentro pensaba. De manera divertida apoyó las manos dentro de este para inspeccionar, mirando de manera curiosa a Alone. -¿Para que sirve esto? nunca había visto ninguno igual- aunque era algo típico que siempre se encontraba en las cocinas la verdad es que nunca había estado en ninguna y no tenía idea de para que era eso cuadrado que estaba completamente vacío.

por Contenido patrocinado

Cambio de planes [priv.]

Cambio de planes [priv.]

Re: Cambio de planes [priv.]

Re: Cambio de planes [priv.]

Re: Cambio de planes [priv.]

Re: Cambio de planes [priv.]