A por la comida~♥ (Priv-Ian Zero)

Tras una caminata algo larga, pues, acostumbrado a caminar desde hace un tiempo ya que no tenía auto y no quería comprarlo, llegaron al market... O más bien convini. Entró, sin soltar la mano del otro viendo el lugar con unas cuantas parejas y personas... Nada incomodo para el. Entró buscando en la sección de dulces, suponiendo que el vampiro podría tener esos gustos al tener una cara de niño, aunque sería estupido pensar en eso, pero ya había halado al menor del brazo hasta aquel pasillo, viendo todo tipo de galletas.

- Toma las que desees... - con el cesto en manos, metió unos cuantos salados para cuando fuera a tomar - Aunque no se lo que te gusta... - pensó que sería una decepción en cuidar de un pet, pobre, ¡nisiquiera sabía lo que le gustaba comer! - Dime lo que te gusta y te compraré todo lo que desees... - le acarició la cabecita, soltando la mano de una vez, la tenía sudada, algo normal al contacto de ambas pieles.

Al soltarlo, fue en busca de algunos enlatados, como salsa para la pasta, pasta obviamente, algunos vegetales y unas que otras carnes que contenían los refrigeradores, claro, todo eso sin quitarle la mirada de encima al otro. Lo tenía vigilado por si quería escapar o por si alguien llegara a acosarlo o molestarlo.

Spoiler:

*No le incomodo el hecho de que iba caminando por la calle con su nuevo amo el cual le tomaba la mano como si fuera lo más normal del mundo y, si para su amo era normal para Ian también sería normal el tomarle de la mano cuando anduvieran por la calle. Como siempre y como paso la primera vez que salió a la calle, personas se quedaban observándole o al menos se tomaban un minuto para verle directo a sus ojos al ser estos tan peculiares. Ian, solo atino a fruncir el ceño y mirar al frente ignorando a los demás y por momentos miraba de soslayo a su amo, parecía tranquilo y eso le agradaba en cierta parte. La caminata fue algo larga, pero no le importaba, ya después descansaría los pies. Al entrar al market observo de nuevo a la gente que se encontraba en el lugar y, sin soltar la mano de su amo camino viendo cada uno de los pasillos con detenimiento.

Ah.. *Se quejo un poco al ser halado del brazo en dirección a otro pasillo y se quedo quieto una vez llegaron, observando la variedad de dulces y galletas que había ahí. Escucho al mayor alzando sus ojitos violetas a verle un momento y asintió acercándose a las galletas ladeando un poco su cabecita con sus cabellos ligeramente desordenados a causa del acto del mayor. Había demasiadas galletas que le parecían deliciosas, pero solo unas en especial le encentaban. Podría decirse que haría cualquier cosa por ellas.* Uh… *Se acerco tomando un frasco grande con un poco de dificultad, su contenido eran galletas con chispas de chocolate. Las más normales del mundo a ojos ajenos, pero las preferidas para él. Miro luego al mayor abrazando mejor el frasco grande de galletas y frunció un poco el ceño acercándose a donde estaba él mayor* Estas.. *Musito con voz bajita alzando un poco el frasco para que las viera el pelirrubio. * Me gustan estas galletas... Y...La fruta. *Miro a otro lado por un momento* También... al ser un vampiro suelo tomar...Sangre... *Suspiro quedito y aferro un poco sus manitas al frasco de galletas sintiendo un calor extraño apoderarse de sus mejillas pálidas, esperando la reaccion del mayor al estarle comentando de cierto modo que seria su alimento de vez en cuando*

*Desvió su mirada al chocar con la del mayor y mordió un poquito su labio inferior. Le escucho y seguidamente soltó lentamente el frasco de galletas, observando la facilidad con la que el otro cargaba el frasco. “Si, con esas bastaran” Pensó para sus adentros convencido de que ese frasco le duraría por lo menos unas cuantas semanas. Por alguna razón le había gustado más el comer la comida de los humanos que la sangre, así le enseñaron en la tienda después de todo, pues, si llegaba a morder a otro pet le daba miedo que le regañaran. * Ah...No soy infantil. *Comento definiéndose sin mucho afán y volvió a mirarle asegurándose de que sus miradas no chocaran nuevamente. No le gustaba como se sentía cuando le miraba tan fijamente, sentía que su corazón se iba a salir y comenzaba a sudar un poco, ese calor que tanto le incomodaba volvería a aparecer y eso, no le agradaba.

Escucho la variedad de fruta que había en la casa y su estomago gruño un poco, tenía hambre pues no había comido antes de salir de la tienda. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos de la comida y ese tipo de temas que no alcanzo a reaccionar cuando de pronto ya estaba demasiado cerca el mayor, hablándole en ese tono que no hizo más que sentir un gran escalofrió recorrerle por su espina dorsal. * A-Ah... *Un rubor aun mayor se agolpo de repente en las mejillas del joven vampiro al escuchar ese último susurro cerca de su oído y se encogió de hombros al recibir ese beso retrocediendo torpemente frunciendo el ceño con fingida molestia, lo único que sentia en esos momentos eran nervios por lo que había escuchado.

Se quedo congelado un buen tiempo en ese lugar y miro con una expresión mezcla de enojo, nervios y vergüenza al pelirrubio. Por su mente paso la idea de irse corriendo de ahí y perderse, pero…Por otra parte, había algo que no le dejaba hacer eso. Quería correr e irse lejos de él, pero a la vez, le gustaba estar cerca de él. * Ngh... *Aferro un poco su ropa entre sus pequeñas manitas y camino de manera casi robótica a donde estaba el mayor, mirándole de soslayo para después mirar a la señorita que atendía, la chica sonrió amablemente al vampiro pero Ian solo mostro un poquito sus pequeños colmillos. Aun estando entre molesto y avergonzado, intento desquitarse con la pobre cajera.

Dio un pequeño saltito al escuchar ser nombrado y camino nuevamente tratando de aparentar tranquilidad. Su aspecto relajado se había ido al caño después de lo que le había susurrado el mayor al oído. Así que nuevamente volvía a estar con la guardia en alto. * Y-Ya voy... *Musito entre cortado y dio un suspiro prolongado, nuevamente volvía a tartamudear. Se toco un poco su estomago al tener un poco de hambre y camino cerca de su Amo, esperando a que él avanzara para seguirle, pues, aun no sabía donde viviría ahora.

Las miradas provenientes del menor no pasaron por alto, más bien, estaba atento a las acciones del menor... Era lindo de verdad, adorable y tierno, le daban ganas de comerselo ahí mismo, pero era un lugar público, era mejor entre la intimidad que él necesitaba y obviamente quería.
Esperó tranquilo con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro mirando fijo al menor que se iba acercando lentamente todo nervioso y tímido, capaz fue por lo que dijo hace unos momentos pero de alguna manera era broma pues sabía que el menor iba a reaccionar de esa forma, tan lindo, ciertamente había escogido bien a su pet.

Al verlo al lado, lo tomó de la mano sin preocupación comenzando a caminar hacia la casa, pensando si faltaba algo. La ropa era innecesaria ese día pues le daría prestado una de sus camisas que obviamente le quedaría larga al vampirito, así que compraría la ropa el día siguiente, pensó en hacer el próximo día una cita, quería conocerlo mejor aunque era fácil leerlo con las expresiones y los actos que realizaba. Andó unos momentos por la acera viendo a la gente, sin soltar de la mano al pálido mientras que esa falsa sonrisa no se desviaba de los labios.

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