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Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
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Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Tras haber salido de la tienda de una forma poco convencional, Jade y el par de hermanos karasu, pronto llegaron a su casa. Era un lugar lindo y que transmitía una sensación de tranquilidad, tenía un bello jardín lleno de puras flores hermosas y en su mayoría rosas rojas. Desde lejos se había podido apreciar lo bonito del jardín pero obviamente era mucho mejor verlo de cercas, a Jade le gustaba el poder cuidar de este, pasaba horas y horas solo regando las flores y quitante lo innecesario de ahí, ósea, la hierva mala, además cada que podía traía flores nuevas al jardín y las plantaba.
Así pues y una vez llegaron a su casa, Espero a que los hermanos pusieran pie en tierra y una vez que Daimaru le bajo con tranquilidad Jade se acomodo las ropas y las gafas y les miro con una ligera sonrisa.-Gracias por el pequeño paseo…-dijo calmadamente mientras les miraba.
Dejo que ese par de hermanos admiraran un poco el lugar mientras que el, se dirigía a la puerta y sacaba sus llaves de la bolsa de su pantalón. Tranquilo abrió la puerta y dejo el paso libre a los hermanos para que miraran por lo menos la parte baja de la casa. En primera instancia se podía apreciar un pequeño pasillo que daba a mano derecha a las escaleras que daban al segundo piso y a mano izquierda a la sala de estar, bien adornada y decorada de forma contemporánea. Más adelante y siguiendo el pasillo estaba la cocina, grande como era de esperarse para alguien que gustaba de la buena comida y de prepararla por si solo.
Así pues y una vez llegaron a su casa, Espero a que los hermanos pusieran pie en tierra y una vez que Daimaru le bajo con tranquilidad Jade se acomodo las ropas y las gafas y les miro con una ligera sonrisa.-Gracias por el pequeño paseo…-dijo calmadamente mientras les miraba.
Dejo que ese par de hermanos admiraran un poco el lugar mientras que el, se dirigía a la puerta y sacaba sus llaves de la bolsa de su pantalón. Tranquilo abrió la puerta y dejo el paso libre a los hermanos para que miraran por lo menos la parte baja de la casa. En primera instancia se podía apreciar un pequeño pasillo que daba a mano derecha a las escaleras que daban al segundo piso y a mano izquierda a la sala de estar, bien adornada y decorada de forma contemporánea. Más adelante y siguiendo el pasillo estaba la cocina, grande como era de esperarse para alguien que gustaba de la buena comida y de prepararla por si solo.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
A ambos cuervos les encantó el jardín, pero fue el menor de los dos el que se quedó ensimismado, observando los colores y olores que desprendían las flores. Daimaru se acercó hasta uno de los rosales y acarició los pétalos de una roja rosa mientras aparecía una leve sonrisa en su cara. –Nii-chan creo que ya se cual será tu lugar favorito jajaja- reía mientras dejaba a tras a su hermano y seguía a Jade.
-No hay de que, el paseo nos sentó bien a los tres.- iba a seguir hablando pero se quedó de piedra mientras escrutaba la decoración de la vivienda – Me gusta mucho el estilo que has elegido para los muebles del salón, claro está, en el caso que hubieses sido tu el decorador, en cualquier caso, me encanta.- se tiró sobre uno de los sofás –Blanditooooo- un corazoncito rosa salió de su cabecita. Le gustaba tener lujo a su alrededor y Jade era alguien que podía satisfacer todos sus caprichos, o eso fue lo que pensó al ver el tamaño de la vivienda.
–Jade ¿Dónde está el baño? Me gustaría darme un baño y ponerme algo que no sea este asqueroso kimono- Daidalos se había levantado y se agarraba las mangas del kimono que portaba el cual estaba ya roído y manchado
-Nii-chan ¿te vienes?- alzó la voz y en ese momento entró Daimaru en la sala.
-No grites… no estoy sordo… Y para bañarte ¿ya le has pedido permiso a Curtiss-dono?- le regañó
-No, pero supongo que me dejará- se fue hasta Jade y le agarró la manga de la camisa -¿Verdad que me puedo bañar?- los ojos de Daidalos brillaban. - ¿Verdad que me ayudarás a lavarme las alas?- pidió como quien pide un caramelo.
- Nii-san- suspiro- no te aproveches de él… Además tus alas están limpias- arrugó el entrecejo a la vez que agarraba el ala de su hermano y la estiraba.
-¡Quieto!- hizo un aspaviento y apartó el ala mientras hinchaba los mofletes –Aunque tú no lo veas están sucias y yo también ¡ah! y tu también. Eres un guarro que no quiere bañarse conmigo- se puso detrás de Jade como si se escudase tras él.
Daimaru suspiro pesadamente –Esta mañana nos lavaron en la tienda… a ambos… a la vez- con esto quiso decir que no estaba sucio.
-¡Dejame! Yo ne-ce-si-to un baño y punto- se indigno.
–Entonces Jade ¿me puedo bañar?- Daidalos es bastante escrupuloso y le gusta estar a la moda, limpio, guapo, o sea, que le encanta que le miren y le digan lo guapo que está por eso no se encuentra cómodo con aquellas ropas.
-No hay de que, el paseo nos sentó bien a los tres.- iba a seguir hablando pero se quedó de piedra mientras escrutaba la decoración de la vivienda – Me gusta mucho el estilo que has elegido para los muebles del salón, claro está, en el caso que hubieses sido tu el decorador, en cualquier caso, me encanta.- se tiró sobre uno de los sofás –Blanditooooo- un corazoncito rosa salió de su cabecita. Le gustaba tener lujo a su alrededor y Jade era alguien que podía satisfacer todos sus caprichos, o eso fue lo que pensó al ver el tamaño de la vivienda.
–Jade ¿Dónde está el baño? Me gustaría darme un baño y ponerme algo que no sea este asqueroso kimono- Daidalos se había levantado y se agarraba las mangas del kimono que portaba el cual estaba ya roído y manchado
-Nii-chan ¿te vienes?- alzó la voz y en ese momento entró Daimaru en la sala.
-No grites… no estoy sordo… Y para bañarte ¿ya le has pedido permiso a Curtiss-dono?- le regañó
-No, pero supongo que me dejará- se fue hasta Jade y le agarró la manga de la camisa -¿Verdad que me puedo bañar?- los ojos de Daidalos brillaban. - ¿Verdad que me ayudarás a lavarme las alas?- pidió como quien pide un caramelo.
- Nii-san- suspiro- no te aproveches de él… Además tus alas están limpias- arrugó el entrecejo a la vez que agarraba el ala de su hermano y la estiraba.
-¡Quieto!- hizo un aspaviento y apartó el ala mientras hinchaba los mofletes –Aunque tú no lo veas están sucias y yo también ¡ah! y tu también. Eres un guarro que no quiere bañarse conmigo- se puso detrás de Jade como si se escudase tras él.
Daimaru suspiro pesadamente –Esta mañana nos lavaron en la tienda… a ambos… a la vez- con esto quiso decir que no estaba sucio.
-¡Dejame! Yo ne-ce-si-to un baño y punto- se indigno.
–Entonces Jade ¿me puedo bañar?- Daidalos es bastante escrupuloso y le gusta estar a la moda, limpio, guapo, o sea, que le encanta que le miren y le digan lo guapo que está por eso no se encuentra cómodo con aquellas ropas.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade miro tranquilamente al par de cuervos, observando como Daimaru, parecía mantenerse embelesmado con el jardín en tanto Daidalos, se mostraba interesado en el interior de la casa. Con ello pudo darse cuenta de las personalidades que podrían tener cada uno, ya se había informado sobre las personalidades del par de hermanos cuando leyó su ficha a la hora de cómprales, pero no era lo mismo el leer una descripción a ver en vivo y en directo cada una de las personalidades de sus nuevos acompañantes.
Entro en el recinto y escucho la pregunta del cuervo. Bajo las escaleras se encontraba un medio baño, pero era solo para las visitas inesperadas, además no era el necesario para la necesidad que tenía el muchacho-.-Esta arriba, si gustas, puedo llevarte…-Claro que aunque le dijera que no, Jade le acompañaría pues no era de buena educación el dejar a su nuevo compañero.
Mir oel estado de las ropas que traía Daidalos y se quedo pensante, era obvio que ese día tendrían que salir para comprar lo necesario para ambos cuervos. Pero la voz ajena le saco de sus pensamientos, esta vez era Daimaru era quien hablaba. Rio un poco divertido por la actitud que habían tomado pronto y les dejo discutir sin meterse para nada.
Asintió por su puesto a las preguntas de Daidalos, por el no había mayor problema, además era su responsabilidad el darles una buena vida de ahora en adelante a ese par de hermanos. Claro que ayudar al cuervo a lavarse las alas implicaría el verle desnudo, no era como que le molestara, todo lo contrario, significaría una buena visión para el, pero lo que menos quería ahora era que su lado pervertido saliera.
Asi pues, dejo que los hermanos siguiera peleando y una ves finalizaron, Jade los miro con una sonrisa.-Esta bien te puedes bañar y si Daimaru quiere también puede hacerlo.- agrego claro.-Gustoso te ayudare a lavar tus alas pero creo que será mejor entonces que yo también tomo en baño, si es que no te molesta que lo hagamos al mismo tiempo…-Dijo tranquilo, si el cuervo se negaba, Jade lo aceptaría y como pudiera le ayudaría a lavarle sus alas y después se bañaría.
Entro en el recinto y escucho la pregunta del cuervo. Bajo las escaleras se encontraba un medio baño, pero era solo para las visitas inesperadas, además no era el necesario para la necesidad que tenía el muchacho-.-Esta arriba, si gustas, puedo llevarte…-Claro que aunque le dijera que no, Jade le acompañaría pues no era de buena educación el dejar a su nuevo compañero.
Mir oel estado de las ropas que traía Daidalos y se quedo pensante, era obvio que ese día tendrían que salir para comprar lo necesario para ambos cuervos. Pero la voz ajena le saco de sus pensamientos, esta vez era Daimaru era quien hablaba. Rio un poco divertido por la actitud que habían tomado pronto y les dejo discutir sin meterse para nada.
Asintió por su puesto a las preguntas de Daidalos, por el no había mayor problema, además era su responsabilidad el darles una buena vida de ahora en adelante a ese par de hermanos. Claro que ayudar al cuervo a lavarse las alas implicaría el verle desnudo, no era como que le molestara, todo lo contrario, significaría una buena visión para el, pero lo que menos quería ahora era que su lado pervertido saliera.
Asi pues, dejo que los hermanos siguiera peleando y una ves finalizaron, Jade los miro con una sonrisa.-Esta bien te puedes bañar y si Daimaru quiere también puede hacerlo.- agrego claro.-Gustoso te ayudare a lavar tus alas pero creo que será mejor entonces que yo también tomo en baño, si es que no te molesta que lo hagamos al mismo tiempo…-Dijo tranquilo, si el cuervo se negaba, Jade lo aceptaría y como pudiera le ayudaría a lavarle sus alas y después se bañaría.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
-Okaaaaayyyyy- alargó las bocales porque no podía cerrar la boca de lo sorprendido que estaba al escuchar la respuesta afirmativa de su amo. No esperaba tener que bañarse tan pronto con él, pero Daidalos no era pudoroso, mas bien, todo lo contrario. Por supuesto su hermano también estaba sorprendido pero había fruncido el entrecejo.
- Si se baña conmigo ¡mejor que mejor! Así tengo escusa para dejar todo patas arriba-
-Nii-san… ya sabes que no es tu baño… y que debes comportante… Un mínimo de civismo, por favor.- comentó con los brazos cruzados.
-¡si tú no te vas a bañar con nosotros! ¡Cállate!-
Daidalos agarró del brazo de su amo y jaló de este en dirección al cuarto de baño. – No se vaya a redimir ahora de sus palabras ¿eh?- apretó más el brazo de Jade para que no se soltase. Daidalos era por dentro una persona sexualmente muy activa y a su vez le encanta divertirse así que, por alguna razón, presentía que la respuesta afirmativa de su amo tuviese un segundo significado oculto, o más bien eso era lo que Daidalos deseaba, que su amo fuese más pervertido de lo que aparentaba ser.
Mientras, el menor, los seguía con los ojos clavados en la espalda de Jade, aún no se fiaba de él y que aceptase a ducharse con su hermano le hacía sospechar, así que Daimaru los siguió hasta que el albino se metió en el baño con Jade.
-¿Tú te vas a bañar?-
-No-
-Pues estate quietecito aquí- le ordeno y Daimaru frunció el ceño lanzándole una mirada de advertencia a Jade antes de que Daidalos cerrase la puerta del baño quedándose a solas con su amo.
-Curtis-dono- comenzó el menor desde fuera – me queda advertirle de la fuerte… lívido de mi hermano… así que si ve que se empalma, salga de la bañera lo antes posible- dijo con voz monocorde.
A Daidalos se le pusieron los pelos de punta -¡¡CALLATE!!¡¡Eso es mentira! Jade, no te creas todo lo que te dice el alfeñique de ahí fuera- negó con la cabeza mientras se desataba el obi – Puede que tenga la lívido bastante alterada ¡pero nada fuera de lo común en un hombre de mi edad!- decía mientras agitaba las manos y se ponía rojo como una pasa. Se giró de cara a la bañera y comenzó a llenarla. Tenía el kimono medio desatado lo que hacía que sus morenos y tersos hombros asomasen entre el tejido, al igual que una de sus piernas.
-El agua ¿Caliente o fría? A mí me gusta tibia.- tenía el micrófono de la ducha en la mano y con la otra comprobaba la temperatura.
El menor de los hermanos permanece apoyado en la pared por fuera del baño, como si estuviese de guardia y en realidad se encuentra vigilando los movimientos de su hermano. Por lo que este pudiese llegar a hacer.
- Si se baña conmigo ¡mejor que mejor! Así tengo escusa para dejar todo patas arriba-
-Nii-san… ya sabes que no es tu baño… y que debes comportante… Un mínimo de civismo, por favor.- comentó con los brazos cruzados.
-¡si tú no te vas a bañar con nosotros! ¡Cállate!-
Daidalos agarró del brazo de su amo y jaló de este en dirección al cuarto de baño. – No se vaya a redimir ahora de sus palabras ¿eh?- apretó más el brazo de Jade para que no se soltase. Daidalos era por dentro una persona sexualmente muy activa y a su vez le encanta divertirse así que, por alguna razón, presentía que la respuesta afirmativa de su amo tuviese un segundo significado oculto, o más bien eso era lo que Daidalos deseaba, que su amo fuese más pervertido de lo que aparentaba ser.
Mientras, el menor, los seguía con los ojos clavados en la espalda de Jade, aún no se fiaba de él y que aceptase a ducharse con su hermano le hacía sospechar, así que Daimaru los siguió hasta que el albino se metió en el baño con Jade.
-¿Tú te vas a bañar?-
-No-
-Pues estate quietecito aquí- le ordeno y Daimaru frunció el ceño lanzándole una mirada de advertencia a Jade antes de que Daidalos cerrase la puerta del baño quedándose a solas con su amo.
-Curtis-dono- comenzó el menor desde fuera – me queda advertirle de la fuerte… lívido de mi hermano… así que si ve que se empalma, salga de la bañera lo antes posible- dijo con voz monocorde.
A Daidalos se le pusieron los pelos de punta -¡¡CALLATE!!¡¡Eso es mentira! Jade, no te creas todo lo que te dice el alfeñique de ahí fuera- negó con la cabeza mientras se desataba el obi – Puede que tenga la lívido bastante alterada ¡pero nada fuera de lo común en un hombre de mi edad!- decía mientras agitaba las manos y se ponía rojo como una pasa. Se giró de cara a la bañera y comenzó a llenarla. Tenía el kimono medio desatado lo que hacía que sus morenos y tersos hombros asomasen entre el tejido, al igual que una de sus piernas.
-El agua ¿Caliente o fría? A mí me gusta tibia.- tenía el micrófono de la ducha en la mano y con la otra comprobaba la temperatura.
El menor de los hermanos permanece apoyado en la pared por fuera del baño, como si estuviese de guardia y en realidad se encuentra vigilando los movimientos de su hermano. Por lo que este pudiese llegar a hacer.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade miro a Daidalos, le eran curiosas sus reacciones pero también le gustaban, eso demostraba su agrado por la idea de bañarse juntos, y siendo sinceros a Jade también le gustaba mucho la idea por dos razones, eso ayudaría a tener una mejor relación con el mayor de los cuervos y por que, el era un completo pervertido. Lejos de esa apariencia calmada y tranquila Jade era un completo acosador, sin pudor de hacer o decir las cosas, y Daidalos parecía suponer una buena compañía.
Dejo de nuevo que los hermanos discutieran entre ellos pues no consideraba que fuera bueno que se entrometiera en asuntos de familiar, quizás cuando la relación de los tres fuera mas estrecha y mejor podría hacer de mediador en sus desplantes y discusiones, pero por ahora, mejor de lejecitos con esos dos y sus pleitos.
Se dejo jalar por el mayor de los cuervos y sonrió negando.-claro que no, será todo un placer bañarme contigo.-Dijo sincero, pero con dobles intenciones, sonrió divertido y se dejo guiar, indicándole mas o menos al cuervo por donde estaba el baño, una ves llegaron ahí, Jade entro al baño, pero pronto escucho como de nuevo comenzaban a discutir. Suspiro algo entretenido y se retiro los lentes para colocarlos por ahí donde no pudieran dañarse. Iba a quitarse la ropa cuando Daimaru le hablo, Jade le escucho atento y asintió, no le preocupaba en lo mas mínimo eso, pero si su hermano lo decía entonces debía de ser atento, pues, Daimaru obviamente conocía mejor a su hermano que el.
Pero de nuevo, otra pequeña discusión…
Jade rio divertido, y se comenzó a quitar la camisa.-No te preocupes que no pienso semejante cosa, además, no es como que vayas a hacer algo, o que yo te vaya a hacer algo…..y en cuanto al agua, esta bien tibia, no me gusta que este muy caliente.-dijo tranquilo y sin dobles intenciones esta vez, dijo lo cierto, era su primer baño juntos por lo que Jade debía de dar una buena impresión quizás después podría dejar al aire libre toda su personalidad pervertida tan peculiar de el.
Se quito la camisa y dejo por primera vez ante el cuervo, su pecho expuesto, obviamente bien formado y sin ser exuberante, lo natural para un hombre con un cuerpo atractivo y bien cuidado. Lentamente y sin pudor alguno comenzó a desabrocharse los pantalones, le restaba importancia a que Daidalos le mirara después de todo los dos eran hombres y no debía de haber mayor problema.-Daimaru, de verdad no quieres bañarte con nosotros?.-Cuestiono por cortesía y porque también quería estrechar su relación con el, además no le parecía bueno que el esperara afuera mientras ellos disfrutaban de un baño.
Dejo de nuevo que los hermanos discutieran entre ellos pues no consideraba que fuera bueno que se entrometiera en asuntos de familiar, quizás cuando la relación de los tres fuera mas estrecha y mejor podría hacer de mediador en sus desplantes y discusiones, pero por ahora, mejor de lejecitos con esos dos y sus pleitos.
Se dejo jalar por el mayor de los cuervos y sonrió negando.-claro que no, será todo un placer bañarme contigo.-Dijo sincero, pero con dobles intenciones, sonrió divertido y se dejo guiar, indicándole mas o menos al cuervo por donde estaba el baño, una ves llegaron ahí, Jade entro al baño, pero pronto escucho como de nuevo comenzaban a discutir. Suspiro algo entretenido y se retiro los lentes para colocarlos por ahí donde no pudieran dañarse. Iba a quitarse la ropa cuando Daimaru le hablo, Jade le escucho atento y asintió, no le preocupaba en lo mas mínimo eso, pero si su hermano lo decía entonces debía de ser atento, pues, Daimaru obviamente conocía mejor a su hermano que el.
Pero de nuevo, otra pequeña discusión…
Jade rio divertido, y se comenzó a quitar la camisa.-No te preocupes que no pienso semejante cosa, además, no es como que vayas a hacer algo, o que yo te vaya a hacer algo…..y en cuanto al agua, esta bien tibia, no me gusta que este muy caliente.-dijo tranquilo y sin dobles intenciones esta vez, dijo lo cierto, era su primer baño juntos por lo que Jade debía de dar una buena impresión quizás después podría dejar al aire libre toda su personalidad pervertida tan peculiar de el.
Se quito la camisa y dejo por primera vez ante el cuervo, su pecho expuesto, obviamente bien formado y sin ser exuberante, lo natural para un hombre con un cuerpo atractivo y bien cuidado. Lentamente y sin pudor alguno comenzó a desabrocharse los pantalones, le restaba importancia a que Daidalos le mirara después de todo los dos eran hombres y no debía de haber mayor problema.-Daimaru, de verdad no quieres bañarte con nosotros?.-Cuestiono por cortesía y porque también quería estrechar su relación con el, además no le parecía bueno que el esperara afuera mientras ellos disfrutaban de un baño.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
-No es como que vaya a hacer algo… claaaaaaaaaaaaaaro- susurro mientras la ironía le salía a borbotones por la boca según dejaba el micrófono de la ducha dentro del agua. La bañera ya estaba medio llena. – Deja a mi hermano que haga lo que le de la real gana. Si se quiere quedar fuera que se quede, ya se bañara cuando quiera- dijo enfocando su voz hacia la puerta para que el menor lo oyese perfectamente.
-No hace falta gritar… te oigo bastante bien- dijo recostado en la puerta –Curtiss-dono no se preocupe… estoy bien aquí-
-Estas bien pero podrías estar mejor, mira, haz algo por la humanidad y prepárame algún dulce tentempié, pleeeeeeeeeeeeeeeease- abrió levemente la puerta del baño solo para poderle poner ojitos y hacerle un puchero a su hermano, el cual lo miró por el rabillo del ojo y enarco una ceja.
-Está bien…- suspiró pesadamente- Curtiss-dono con su permiso utilizare la cocina- Daimaru salió de escena en dirección a la cocina. Al menor de los cuervos le encanta cocinar, sobre todo si lo que se le mandan son postres y dulces. Así fue como el moreno bajó de nuevo al primer piso, se lavo las manos en el fregadero y comenzó a revisar la cocina en busca de algunos ingredientes que pudiese usar.
Mientras el mayor de ellos se desprendía por completo del kimono y del fundosi al grito de “wiiiiiiiiiii” dejando al descubierto su marcado cuerpo, su piel morena y una larga cabellera blaca cayendo en cascada por su espalda hasta su redondo trasero. Metió un pie en el agua –Esta buena- se metió entero y como ave que es sumergió la cabeza y lo que cupiese de las alas en el agua para, seguidamente, salir a sacudirse. Las plumas son impermeables pero aún así acumulan mucha suciedad – ¿Cabremos ambos en la bañera?- sacó las alas por fuera haciendo que todo el suelo y algún espejo acabase empapado. Daidalos no es de esas personas que se preocupen por el orden y la limpieza.
Cuando vio el champú se volvió loco –Wiiiiiiiiiiiiiiii ¡jabón! Ahora tocan las burbujas- dijo a grito pelado mientras vertía medio bote de jabón en el agua y comenzó a agitarla hasta que se creó una capa blanca espumosa sobre el agua, esto hacia que su morena piel contrastase aún más. –Jade hazme el favor, please, y abre ese enorme ventanal- señaló a una ventana de gran tamaño que proveía al baño de luz natural –¡Vamos a hacer pompas de jabón! A ver quien hace más- creaba un círculo con los dedos, los mojaba y soplaba creando una pompa de jabón. – Las echaremos por la ventana ¡venga entre en el agua! Medio en pelotas va a cojer frio- le salpicó un par de veces con una enorme sonrisa dibujada en su cara mojada.
-No hace falta gritar… te oigo bastante bien- dijo recostado en la puerta –Curtiss-dono no se preocupe… estoy bien aquí-
-Estas bien pero podrías estar mejor, mira, haz algo por la humanidad y prepárame algún dulce tentempié, pleeeeeeeeeeeeeeeease- abrió levemente la puerta del baño solo para poderle poner ojitos y hacerle un puchero a su hermano, el cual lo miró por el rabillo del ojo y enarco una ceja.
-Está bien…- suspiró pesadamente- Curtiss-dono con su permiso utilizare la cocina- Daimaru salió de escena en dirección a la cocina. Al menor de los cuervos le encanta cocinar, sobre todo si lo que se le mandan son postres y dulces. Así fue como el moreno bajó de nuevo al primer piso, se lavo las manos en el fregadero y comenzó a revisar la cocina en busca de algunos ingredientes que pudiese usar.
Mientras el mayor de ellos se desprendía por completo del kimono y del fundosi al grito de “wiiiiiiiiiii” dejando al descubierto su marcado cuerpo, su piel morena y una larga cabellera blaca cayendo en cascada por su espalda hasta su redondo trasero. Metió un pie en el agua –Esta buena- se metió entero y como ave que es sumergió la cabeza y lo que cupiese de las alas en el agua para, seguidamente, salir a sacudirse. Las plumas son impermeables pero aún así acumulan mucha suciedad – ¿Cabremos ambos en la bañera?- sacó las alas por fuera haciendo que todo el suelo y algún espejo acabase empapado. Daidalos no es de esas personas que se preocupen por el orden y la limpieza.
Cuando vio el champú se volvió loco –Wiiiiiiiiiiiiiiii ¡jabón! Ahora tocan las burbujas- dijo a grito pelado mientras vertía medio bote de jabón en el agua y comenzó a agitarla hasta que se creó una capa blanca espumosa sobre el agua, esto hacia que su morena piel contrastase aún más. –Jade hazme el favor, please, y abre ese enorme ventanal- señaló a una ventana de gran tamaño que proveía al baño de luz natural –¡Vamos a hacer pompas de jabón! A ver quien hace más- creaba un círculo con los dedos, los mojaba y soplaba creando una pompa de jabón. – Las echaremos por la ventana ¡venga entre en el agua! Medio en pelotas va a cojer frio- le salpicó un par de veces con una enorme sonrisa dibujada en su cara mojada.
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Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Con el poco tiempo que llevaba con los hermanos se había dado cuenta de algo: Jamas se volvería a aburrir; no estaba dispuesto a dejarlos, eran demasiado entretenidos, ademas sus personalidades eran tan diferentes y tan perfectas como para poder resistirse a cederlos a alguien mas. Eran tan contrastantes, Y sin embargo ambos guardaban un poco del otro, era difícil de explicar pero lo importante era que, Jade estaba complacido.
Guardo silencio mientras escuchaba como los hermanos cuervos se peleaban entre si, de nuevo, con una sonrisa entretenida y complacida en el rostro. Asintio gustoso cuando el menor de los cuervos pidio permiso para ir a la cocina, por el gustoso, era un amante de la buena comida y ahora que sabia que el tenia habilidad para cocinar, se sentia emocionado y ansioso por probar su comida, sin embargo, tambien estaba complacido por que podria disfrutar de un bien merecido baño al lado de una de sus “mascotas”.
Asi pues y escuchando ligeramente como Daimaru se dirigía hacia la cocina, miro a Daidalos algo entretenido, poseía sin duda un cuerpo bello, perfecto y seductor, era imposible que Jade pudiera resistirse a este, pero bueno, era mejor controlarse y no dejar a relucir por ahora su naturaleza pervertida. Sonrio tranquilamente al ver la actitud ajena, y una risa algo traviesa se le escapo al ver la emoción del cuervo, pero mas que nada, su pequeña risa se devia a aquel bien formado cuerpo. Seguramente aprovecharía que estarían juntos en la bañera para proporcionar alguna que otra caricia “accidental”.-No lo se pero....ya veremos que hacemos para caber los dos ahí.-La bañera era lo suficientemente grande para que cupieran los dos bien, sin embargo al tener Daidalos ese par de bellas alas pues se ocuparía un poco mas de espacio el no tenia inconveniente alguno en estar muy pegadito a su cuerpo, y quizás, el cuervo tampoco.....
Le resto importancia a que el baño ya estuviera todo mojado, eso después se podría arreglar.
A su pedido, asintió mientras miraba como la bañera se comenzaba a llenar de burbujas, pese a lo pervertido que era, también mantenía un poco de jovialidad así que la idea en si no le pareció mala. Abrió el ventanal y seguidamente, se retiro los interiores para acercarse a la bañera y meterse con Daidalos mientras era salpicado por este. Se acomodo en la bañera y suspiro tranquilamente al sentir el agua tan rica. Le miro con una sonrisa divertida en los labios y se agacho para tomar un poco de la espuma entre sus manos y soplar ligeramente provocando con esto que la espuma hiciera algunas burbujas y otro poco saliera “disparado” en dirección a Daidalos.
Si bien no era la forma adecuada de hacer pompas de jabon, le divertida hacer eso por que simplemente se hacia un poco mas de desorden al soplar la espuma. Pero siguiendo la peticion del animado cuervo, formo un circulo con sus dedos que ya estaban algo impregnados por el agua jabonosa y soplo haciendo una pompa linda y redondita de jabon.-Y bien? Crees que necesitemos mas espacio en la bañera o asi estamos bien?.-Pregunto curioso, al estar el en un extremo de la bañera y Daidalos en otro, era obvio que sus piernas se rozarían un poco y que quizás la posición no fuera la mas recatada de todas, pues Jade tenia las piernas separadas, cosa que le daba igual pues era desinivido con los hombres.
Guardo silencio mientras escuchaba como los hermanos cuervos se peleaban entre si, de nuevo, con una sonrisa entretenida y complacida en el rostro. Asintio gustoso cuando el menor de los cuervos pidio permiso para ir a la cocina, por el gustoso, era un amante de la buena comida y ahora que sabia que el tenia habilidad para cocinar, se sentia emocionado y ansioso por probar su comida, sin embargo, tambien estaba complacido por que podria disfrutar de un bien merecido baño al lado de una de sus “mascotas”.
Asi pues y escuchando ligeramente como Daimaru se dirigía hacia la cocina, miro a Daidalos algo entretenido, poseía sin duda un cuerpo bello, perfecto y seductor, era imposible que Jade pudiera resistirse a este, pero bueno, era mejor controlarse y no dejar a relucir por ahora su naturaleza pervertida. Sonrio tranquilamente al ver la actitud ajena, y una risa algo traviesa se le escapo al ver la emoción del cuervo, pero mas que nada, su pequeña risa se devia a aquel bien formado cuerpo. Seguramente aprovecharía que estarían juntos en la bañera para proporcionar alguna que otra caricia “accidental”.-No lo se pero....ya veremos que hacemos para caber los dos ahí.-La bañera era lo suficientemente grande para que cupieran los dos bien, sin embargo al tener Daidalos ese par de bellas alas pues se ocuparía un poco mas de espacio el no tenia inconveniente alguno en estar muy pegadito a su cuerpo, y quizás, el cuervo tampoco.....
Le resto importancia a que el baño ya estuviera todo mojado, eso después se podría arreglar.
A su pedido, asintió mientras miraba como la bañera se comenzaba a llenar de burbujas, pese a lo pervertido que era, también mantenía un poco de jovialidad así que la idea en si no le pareció mala. Abrió el ventanal y seguidamente, se retiro los interiores para acercarse a la bañera y meterse con Daidalos mientras era salpicado por este. Se acomodo en la bañera y suspiro tranquilamente al sentir el agua tan rica. Le miro con una sonrisa divertida en los labios y se agacho para tomar un poco de la espuma entre sus manos y soplar ligeramente provocando con esto que la espuma hiciera algunas burbujas y otro poco saliera “disparado” en dirección a Daidalos.
Si bien no era la forma adecuada de hacer pompas de jabon, le divertida hacer eso por que simplemente se hacia un poco mas de desorden al soplar la espuma. Pero siguiendo la peticion del animado cuervo, formo un circulo con sus dedos que ya estaban algo impregnados por el agua jabonosa y soplo haciendo una pompa linda y redondita de jabon.-Y bien? Crees que necesitemos mas espacio en la bañera o asi estamos bien?.-Pregunto curioso, al estar el en un extremo de la bañera y Daidalos en otro, era obvio que sus piernas se rozarían un poco y que quizás la posición no fuera la mas recatada de todas, pues Jade tenia las piernas separadas, cosa que le daba igual pues era desinivido con los hombres.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Algunas popas y jabón cayeron sobre el moreno rostro de Daidalos, haciendo que este hiciese un respingo y se limpiase ya que había caído el jabón cerca de un ojo. – Nah, así estamos bien – formó con sus dedos un corazón y sopló hasta que se formó una pompa redonda - ¡Valla! No salen en forma de corazón, solo se hacen pompas redondas- algunas ya hechas salían por la ventana.
Daidalos tenía las piernas cruzadas pero se tuvo que incorporar hasta quedarse de rodillas y pudo apoyar los codos sobre el borde de la bañera, pero su moreno trasero sobresalía levemente de entre lo blanco de la espuma.
-¡¡Niiiiii-chaaaaaannnnn!!- gritó con un tono de voz infantiloide. El cuerpo del cuervo permanecía de cintura para abajo cubierto por el agua y la espuma, mientras que la parte superior permanecía al descubierto. Su espalda y torso se encontraban salpicados por pequeñas nubes de espuma y gotas de agua al igual que la melena blanca que se le pegaba a piel. –Tráeme algo dulce, andaaaaaa, porfiiiiiiiiii, que tengo hambruna- dijo sacando su labio inferior hacia fuera y mirando al techo. Esperaba una respuesta que llegó con el sonido de un aleteo.
Daidalos miró hacia el gran ventanal del baño por el cual Daimaru entró. – Nii-san… onegai… no grites. Que es muy grosero- Daimaru “aterrizó” en el interior del baño creando una leve brisa que arremolino las pompas de jabón y el pelo de los presentes.
-Grito porque no puedo salir de la bañera ¡oh! ¡ice-cream sándwich!- al mayor se le iluminó la cara al percatarse de la bandeja que traía Daimaru.
-Si… los he traído lo antes posible… La tarta y las magdalenas están… en la nevera y en el horno respectivamente- habla lentamente pero se le entiende. Daimaru es demasiado cordial, amable y servicial así que lo mínimo que podía hacerle a su nuevo amo era un pequeño entremés que el albino había bautizado como “ice-cream sándwich”.
Se trata de colocar un poco de helado levemente derretido entre dos galletas. Simple. – Curtiss-dono pruebe alguna- como si de un mayordomo se tratase, Daimaru se inclinó con la bandeja en la mano. Pero el mayor se adelantó y robo uno de los dulces metiéndoselo entero en la boca.
-Qjue buejno ejta- hablaba con la boca llena.
Daimaru le pegó en la palma de la mano –Nii-san, eso ha sido muy maleducado por tu parte-
Daidalos arqueó la boca hacia abajo, hizo un puchero y, cual bebe, se arrojó a los brazos de Jade, rodeándole el cuello con ambos brazos, quedándose tumbado sobre el rubio. – Jade, mira a mi hermano. Me pegó- dijo haciendo un puchero, por supuesto, muy finjido para que a Jade se le ablandase el corazón. Ladeó la cabeza para mirar mal a su hermano.
-Nii-san no abuses de Curtiss-dono… y no te hagas la víctima… que nos conocemos- frunció el entrecejo. A Daimaru no le afectan las artimañas de su hermano.
-Vaaaaaaaaaaale- se incorporó como sino hubiese pasado nada, quedándose de rodillas entre las piernas de Jade. –Pero no se dé que te quejas. Si has hecho bastantes.- señaló la bandeja.
-pero Curtiss-dono debe ser el primero en… probarlas porque es… nuestro anfitrión- por no llamarlo amo.
-Ya- esta reprimenda no le gustó y por ello se cruzó de brazos.
-Curtiss-dono… para lavarle las alas a mi hermano… ¿quiere que le traiga una manguera?-
-¡¡No están tan sucias!!- vociferó poniéndose algo colorado por la vergüenza que sentía -Nii-chan ¿no se te queman las magdalenas?- dijo entrecerrando los ojos y con una sonrisa maléfica levemente formada, porque elcomentario sobre sus alas le había ofendido.
-No creo… Curtis-dono ¿Cómo le gustan las tartas?- dejó la pregunta en el aire mientras hincaba una rodilla en el suelo, dejando entrever el interior de uno de sus muslos, ya que el kimono se abrió al cambiar de posición.
Daidalos tenía las piernas cruzadas pero se tuvo que incorporar hasta quedarse de rodillas y pudo apoyar los codos sobre el borde de la bañera, pero su moreno trasero sobresalía levemente de entre lo blanco de la espuma.
-¡¡Niiiiii-chaaaaaannnnn!!- gritó con un tono de voz infantiloide. El cuerpo del cuervo permanecía de cintura para abajo cubierto por el agua y la espuma, mientras que la parte superior permanecía al descubierto. Su espalda y torso se encontraban salpicados por pequeñas nubes de espuma y gotas de agua al igual que la melena blanca que se le pegaba a piel. –Tráeme algo dulce, andaaaaaa, porfiiiiiiiiii, que tengo hambruna- dijo sacando su labio inferior hacia fuera y mirando al techo. Esperaba una respuesta que llegó con el sonido de un aleteo.
Daidalos miró hacia el gran ventanal del baño por el cual Daimaru entró. – Nii-san… onegai… no grites. Que es muy grosero- Daimaru “aterrizó” en el interior del baño creando una leve brisa que arremolino las pompas de jabón y el pelo de los presentes.
-Grito porque no puedo salir de la bañera ¡oh! ¡ice-cream sándwich!- al mayor se le iluminó la cara al percatarse de la bandeja que traía Daimaru.
-Si… los he traído lo antes posible… La tarta y las magdalenas están… en la nevera y en el horno respectivamente- habla lentamente pero se le entiende. Daimaru es demasiado cordial, amable y servicial así que lo mínimo que podía hacerle a su nuevo amo era un pequeño entremés que el albino había bautizado como “ice-cream sándwich”.
Se trata de colocar un poco de helado levemente derretido entre dos galletas. Simple. – Curtiss-dono pruebe alguna- como si de un mayordomo se tratase, Daimaru se inclinó con la bandeja en la mano. Pero el mayor se adelantó y robo uno de los dulces metiéndoselo entero en la boca.
-Qjue buejno ejta- hablaba con la boca llena.
Daimaru le pegó en la palma de la mano –Nii-san, eso ha sido muy maleducado por tu parte-
Daidalos arqueó la boca hacia abajo, hizo un puchero y, cual bebe, se arrojó a los brazos de Jade, rodeándole el cuello con ambos brazos, quedándose tumbado sobre el rubio. – Jade, mira a mi hermano. Me pegó- dijo haciendo un puchero, por supuesto, muy finjido para que a Jade se le ablandase el corazón. Ladeó la cabeza para mirar mal a su hermano.
-Nii-san no abuses de Curtiss-dono… y no te hagas la víctima… que nos conocemos- frunció el entrecejo. A Daimaru no le afectan las artimañas de su hermano.
-Vaaaaaaaaaaale- se incorporó como sino hubiese pasado nada, quedándose de rodillas entre las piernas de Jade. –Pero no se dé que te quejas. Si has hecho bastantes.- señaló la bandeja.
-pero Curtiss-dono debe ser el primero en… probarlas porque es… nuestro anfitrión- por no llamarlo amo.
-Ya- esta reprimenda no le gustó y por ello se cruzó de brazos.
-Curtiss-dono… para lavarle las alas a mi hermano… ¿quiere que le traiga una manguera?-
-¡¡No están tan sucias!!- vociferó poniéndose algo colorado por la vergüenza que sentía -Nii-chan ¿no se te queman las magdalenas?- dijo entrecerrando los ojos y con una sonrisa maléfica levemente formada, porque elcomentario sobre sus alas le había ofendido.
-No creo… Curtis-dono ¿Cómo le gustan las tartas?- dejó la pregunta en el aire mientras hincaba una rodilla en el suelo, dejando entrever el interior de uno de sus muslos, ya que el kimono se abrió al cambiar de posición.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade, mantuvo una sonrisa tranquila en sus labios, cómodo, relajado y con un bello chico en la misma bañera, el se sentía afortunado, mas, por que ese chico bonito, ahora era suyo, ademas, había otro chico realmente adorable, aunque fuera demasiado serio, en su cocina, preparando algo para comer, Jade era un hombre amable y tranquilo, pero le gana la pervercion como era de esperarse. hecho la cabeza unos segundos para atrás cerrando sus ojos, la vista se le cansaba cuando no usaba sus lentes, pero prefería aguantar un ratito antes de echar a perder sus gafas.
Hizo unas cuantas pompas de jabón antes de ver como Daidalos se incorporaba un poco en la bañera....
Sus ojos mostraron un pequeño destello de pervercion, aquel redondo y apetitoso trasero estaba a la vista, valla que Daidalos sabia como provocar a la gente indirectamente, era tentador, y se tuvo que contener para no alzar una mano y tocarlo. Aunque dudaba que el peliblanco fuese a molestarse, no era lo mas idoneo en su primer día juntos.
Sonrió divertido por aquellos gritos, que lejos de molestarle solo le hicieron reír. Escucho el aleteo detrás suyo y cuando vio de reojo como el cuervo mas pequeño entraba lo Resivio con una grata sonrisa, a los pocos segundos, fue consiente de que ya traía algo hecho, era realmente servicial, pero no quería que ello se sintieran como un par de verdaderas mascotas, esa no era la intención de Jade, mas tarde cuando estuvieran a punto de dormir podría hablar con ellos y dejarles en claro que el no era su amo.
se le escapo una pequeña risita traviesa al oír lo de "ice-cream sándwich" Daidalos era infantil, pero era tan adorable, no podría empalagarle ademas le divertía su forma de ser y eso era importante, por que así le alegraría los días de hoy en adelante.
Asintió agradecido cuando le dijo que tomara alguno, y justo cuando iba a estirar la mano para tomar un pequeño postre sito, Daidalos se le adelanto y tomo uno. Claro que le miro curioso pero de nuevo, solo una sonrisa se le pudo escapar, era imposible molestarse con ese muchacho. Escucho y vio la reprimenda de su hermano y negó.-No importa.-dijo sincero y despistadamente tomo un dulce de la bandeja, y lo probo.....delicioso como era de esperarse.
Mas cuando el otro sorpresivamente se le tiro encima Jade no pudo evitar sonreír con satisfacción pues debido a eso "ciertas" zonas se alcanzaron a rozar, cosa que le provoco un delicioso escalofrió, lo acurruco en sus brazos, y le dedico una mirada comprensiva. No creía en los berrinches del peliblanco, pero era divertido verle, por lo que solo le siguió la corriente. Dejo que se separa de su cuerpo y se acomodo mejor en la bañera.
Miro como este par seguían peleando hasta que miro de reojo a Daimaru. De no ser por que era el primer día, se se hubiera abalanzado contra ese par de hermanos a manosearlos un poco. los dos eran tan insinuantes que dudaba que pudiera resistirse mucho. Miro apenas aquel blanquecino muslo, y luego e miro directo a los ojos.-Como sea esta bien, todo tipo de tartas me gustan, ademas, el......."ice-cream sándwich" estuvo delicioso, así que espero con ansias poder probar la tarta y las magdalenas....-Dijo sincero.
-Con respecto a lo de las alas de Daidalos....es mejor dejar que el desida como lavárselas.-comento algo pensante, quizás tendría un poco de problemas al lavarlas, pero seria entretenido, nunca antes había tenido nada parecido a esos cuervos así que supondría ser una experiencia de lo mas satisfactoria.
Hizo unas cuantas pompas de jabón antes de ver como Daidalos se incorporaba un poco en la bañera....
Sus ojos mostraron un pequeño destello de pervercion, aquel redondo y apetitoso trasero estaba a la vista, valla que Daidalos sabia como provocar a la gente indirectamente, era tentador, y se tuvo que contener para no alzar una mano y tocarlo. Aunque dudaba que el peliblanco fuese a molestarse, no era lo mas idoneo en su primer día juntos.
Sonrió divertido por aquellos gritos, que lejos de molestarle solo le hicieron reír. Escucho el aleteo detrás suyo y cuando vio de reojo como el cuervo mas pequeño entraba lo Resivio con una grata sonrisa, a los pocos segundos, fue consiente de que ya traía algo hecho, era realmente servicial, pero no quería que ello se sintieran como un par de verdaderas mascotas, esa no era la intención de Jade, mas tarde cuando estuvieran a punto de dormir podría hablar con ellos y dejarles en claro que el no era su amo.
se le escapo una pequeña risita traviesa al oír lo de "ice-cream sándwich" Daidalos era infantil, pero era tan adorable, no podría empalagarle ademas le divertía su forma de ser y eso era importante, por que así le alegraría los días de hoy en adelante.
Asintió agradecido cuando le dijo que tomara alguno, y justo cuando iba a estirar la mano para tomar un pequeño postre sito, Daidalos se le adelanto y tomo uno. Claro que le miro curioso pero de nuevo, solo una sonrisa se le pudo escapar, era imposible molestarse con ese muchacho. Escucho y vio la reprimenda de su hermano y negó.-No importa.-dijo sincero y despistadamente tomo un dulce de la bandeja, y lo probo.....delicioso como era de esperarse.
Mas cuando el otro sorpresivamente se le tiro encima Jade no pudo evitar sonreír con satisfacción pues debido a eso "ciertas" zonas se alcanzaron a rozar, cosa que le provoco un delicioso escalofrió, lo acurruco en sus brazos, y le dedico una mirada comprensiva. No creía en los berrinches del peliblanco, pero era divertido verle, por lo que solo le siguió la corriente. Dejo que se separa de su cuerpo y se acomodo mejor en la bañera.
Miro como este par seguían peleando hasta que miro de reojo a Daimaru. De no ser por que era el primer día, se se hubiera abalanzado contra ese par de hermanos a manosearlos un poco. los dos eran tan insinuantes que dudaba que pudiera resistirse mucho. Miro apenas aquel blanquecino muslo, y luego e miro directo a los ojos.-Como sea esta bien, todo tipo de tartas me gustan, ademas, el......."ice-cream sándwich" estuvo delicioso, así que espero con ansias poder probar la tarta y las magdalenas....-Dijo sincero.
-Con respecto a lo de las alas de Daidalos....es mejor dejar que el desida como lavárselas.-comento algo pensante, quizás tendría un poco de problemas al lavarlas, pero seria entretenido, nunca antes había tenido nada parecido a esos cuervos así que supondría ser una experiencia de lo mas satisfactoria.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Daimaru realizó una leve reverencia y se incorporó dejando la bandeja en una mesilla de forja al lado del lavamanos.
-Mis alas se limpiarán bien en cuanto las meta en el agua con jabón- cosa que hizo plegándolas y echándose un poco hacia detrás. Giraba la cabeza hacia detrás para corroborar que sus alas estaban en el agua. Movía poco a poco sus alas dentro del agua formando más pompas de jabón. –Nii-chan ya te dije que también debes tomar un baño.-
-Y ya te he dicho… que lo haré cuando terminéis vosotros- dijo ya en dirección a la puerta.
-Soso- dijo por lo bajo. – Por cierto después de bañarnos podríamos ir de compras, necesito con urgencia: ropa, zapatos y mis cremas, maquillaje, productos para la piel y ¡sobre todo! Leche corporal. No puedo vivir sin leche corporal, leche corporal, leche corporal.- se enderezó y se abrazaba a sí mismo con mucho ahínco mientras se meneaba.
-¿Voy a ordeñar una baca?- preguntó secamente
-¡Idiota! No es ese tipo de leche. Sin mis productos para la piel no sé lo que haría- dijo trágicamente.
-Pues lo que has estado haciendo… todos estos años en la pet shop-
-Tonto, lo que tú no sabes es que conseguí todos esos productos dentro de la pet shop, gracias a un amigo y a algún que otro soborno o favorcillo. Pero eso es otra historia- dijo con una mano tapándose la boca, como si fuese su mayor secreto. Daimaru se encogió de hombros ya que no le importaba lo más mínimo. - ¿Cómo crees que tengo la piel tan sedosa y esta cabellera impresionante? – dijo indignado a la vez que se echaba el pelo hacia detrás con un gesto propio de una estrella de cine.
-Me pensaba… que eras a si de serie- resopló con pesar. Estaba harto de los aires de grandeza que se daba su hermano, aun así, lo quería mucho.
Daidalos se levantó con intensiones de salir de la tina, pero una mano se le puso sobre la cara -¡ey!- hizo un amago de echarse hacia detrás y casi se cae. Su hermano lo había parado dentro de la bañera – No salgas de ahí… Estás lleno de jabón- sentenció. Puso una toalla en el suelo para no mojarlo más; se agachó para agarrar la alcachofa de la ducha; abrir el agua y darle con un chorro de agua en la cara a su hermano.
-¡Ah! ¡Serás..! Casi me mato- Daidalos se cubrió la cara con los brazos. Daimaru lo dejó en paz y le dio la alcachofa de la ducha a Jade. – Curtiss-dono… por favor, encárguese de lavarlo bien…-
- Sobre todo el pelo… ¡¿eeeehhhh!?- se asustó mirando a Jade y a su hermano con la cara levemente colorada -¡oid! Que no soy un coche y ¡ya se lavarme solito!- como acto reflejo se tapó la entrepierna.
-Nii-san… ¿no querías que Curtiss-dono te lavase las alas… Pues es lo que tienes- miró a Jade -Con su permiso iré a mirar… como van las magdalenas- reverencia y se marcha.
En el caso de Daidalos, se sentó en el borde de la bañera mirando con odio la puerta del baño – Ese es mi hermano, serio y duro como una pared, pero en realidad es un blandengue alque le gusta coser, cocinar, las plantas y los peluches- frunció más el ceño pero al mirar a Jade apareció con una sonrisita divertida – Lávame- canturreo extendiendo las alas.
-Mis alas se limpiarán bien en cuanto las meta en el agua con jabón- cosa que hizo plegándolas y echándose un poco hacia detrás. Giraba la cabeza hacia detrás para corroborar que sus alas estaban en el agua. Movía poco a poco sus alas dentro del agua formando más pompas de jabón. –Nii-chan ya te dije que también debes tomar un baño.-
-Y ya te he dicho… que lo haré cuando terminéis vosotros- dijo ya en dirección a la puerta.
-Soso- dijo por lo bajo. – Por cierto después de bañarnos podríamos ir de compras, necesito con urgencia: ropa, zapatos y mis cremas, maquillaje, productos para la piel y ¡sobre todo! Leche corporal. No puedo vivir sin leche corporal, leche corporal, leche corporal.- se enderezó y se abrazaba a sí mismo con mucho ahínco mientras se meneaba.
-¿Voy a ordeñar una baca?- preguntó secamente
-¡Idiota! No es ese tipo de leche. Sin mis productos para la piel no sé lo que haría- dijo trágicamente.
-Pues lo que has estado haciendo… todos estos años en la pet shop-
-Tonto, lo que tú no sabes es que conseguí todos esos productos dentro de la pet shop, gracias a un amigo y a algún que otro soborno o favorcillo. Pero eso es otra historia- dijo con una mano tapándose la boca, como si fuese su mayor secreto. Daimaru se encogió de hombros ya que no le importaba lo más mínimo. - ¿Cómo crees que tengo la piel tan sedosa y esta cabellera impresionante? – dijo indignado a la vez que se echaba el pelo hacia detrás con un gesto propio de una estrella de cine.
-Me pensaba… que eras a si de serie- resopló con pesar. Estaba harto de los aires de grandeza que se daba su hermano, aun así, lo quería mucho.
Daidalos se levantó con intensiones de salir de la tina, pero una mano se le puso sobre la cara -¡ey!- hizo un amago de echarse hacia detrás y casi se cae. Su hermano lo había parado dentro de la bañera – No salgas de ahí… Estás lleno de jabón- sentenció. Puso una toalla en el suelo para no mojarlo más; se agachó para agarrar la alcachofa de la ducha; abrir el agua y darle con un chorro de agua en la cara a su hermano.
-¡Ah! ¡Serás..! Casi me mato- Daidalos se cubrió la cara con los brazos. Daimaru lo dejó en paz y le dio la alcachofa de la ducha a Jade. – Curtiss-dono… por favor, encárguese de lavarlo bien…-
- Sobre todo el pelo… ¡¿eeeehhhh!?- se asustó mirando a Jade y a su hermano con la cara levemente colorada -¡oid! Que no soy un coche y ¡ya se lavarme solito!- como acto reflejo se tapó la entrepierna.
-Nii-san… ¿no querías que Curtiss-dono te lavase las alas… Pues es lo que tienes- miró a Jade -Con su permiso iré a mirar… como van las magdalenas- reverencia y se marcha.
En el caso de Daidalos, se sentó en el borde de la bañera mirando con odio la puerta del baño – Ese es mi hermano, serio y duro como una pared, pero en realidad es un blandengue alque le gusta coser, cocinar, las plantas y los peluches- frunció más el ceño pero al mirar a Jade apareció con una sonrisita divertida – Lávame- canturreo extendiendo las alas.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade no necesitaba meter su cuchara en la relación tan encantadora y divertida de ese par de hermanos. Se quedo callado, si seguía asi se le haría una enorme costumbre, callar y solo escuchar a los cuervos hasta que fuera realmente necesario decir algo. Sonrió tranquilamente y suspiro, de nuevo, una pequeña pelea.
Miro las pompas de jabón que hacia Daidalos con sus alas al agitarlas bajo el agua, embozo una sonrisa de lo mas serena y alzo su mirada hacia Daimaru. Sin embargo escuchar lo de los productos de belleza de Daidalos le dejo algo pensante, era verdad, un hombre tan hermoso como con aires un tanto femeninos pero sin perder para nada su esencia masculina debía de cuidarse bien, recordó entonces que antes de comprarle había leído la ficha de compra de esos dos, y mencionaba algo sobre el curioso gusto de Daidalos por maquillarse.
Sonrió para si mismo, no le pesaba gastar en ese tipo de cosas si con ello podía tener a sus compañeros felices, además seria todo un deleite para su vista el estar observando dia a dia a ese par de atractivos hermanos. Lo de la leche corporal y el pequeño chiste no pensando de Daimaru le dio algo de gracia, pero nuevamente se quedo callado, se acomodo mejor en la cañera estirando un poco sus piernas para tener una posición mas cómoda y relajada mientras veía la discusión interesante y fuera de lo común de los hermanos.
Nuevamente rio de forma divertida por aquello de “alguno que otro sobornito” ya se imaginaba que clase de sobornos podría dar Daidalos, era un hombre coqueto, y como no si apenas habían llegado a la casa y ya estaba desnudo a su lado en una bañera mas o menos pequeña para que un cuervo con sus bellas alas extendidas y un humano pudieran caber sin tener el mas mínimo roce.
Aun cuando Daimaru casi hace que su hermano se callera Jade no dijo nada y se quedo en silencian, tomo la alcachofa cuando se la dio el cuervo, y les miro sonriendo hasta que finalmente Daimaru abandono el lugar. Escucho el comentario de Daidalos y sonrió, si, también había leído eso en la ficha de descripción antes de decidirse por comprarlos.
Abrió la llave del agua y dejo que esta saliera por la alcachofa para si, comenzar a lavar las alas del cuervo.-En cuanto salgamos y pruebe las magdalenas que ha hecho tu hermano iremos por todo lo que quieras, quizás los consienta mucho por unos cuantos días, así que aprovéchame bien.-Dijo bromista, era obvio que los mantendría bien consentidos a los durante todo el tiempo que estuvieran con el, ganaba bien, así que podía permitirse aquello, y sobretodo quería que sus mascotas estuvieran bien con el, no quería que les hiciera falta nada.-Por cierto, que prefieres,¿ dormir conmigo o tener tu propia habitación?.-Dijo pues quería saber si prefería dormir con el o tener una habitación junto con su hermano o separada, el quería darles comodidad aunque claro, alguna vez tendrían que dormir juntos los tres, la perversión de Jade no podía permitir menos. Ya después le preguntaría a Daimaru que era lo que prefería.
Miro las pompas de jabón que hacia Daidalos con sus alas al agitarlas bajo el agua, embozo una sonrisa de lo mas serena y alzo su mirada hacia Daimaru. Sin embargo escuchar lo de los productos de belleza de Daidalos le dejo algo pensante, era verdad, un hombre tan hermoso como con aires un tanto femeninos pero sin perder para nada su esencia masculina debía de cuidarse bien, recordó entonces que antes de comprarle había leído la ficha de compra de esos dos, y mencionaba algo sobre el curioso gusto de Daidalos por maquillarse.
Sonrió para si mismo, no le pesaba gastar en ese tipo de cosas si con ello podía tener a sus compañeros felices, además seria todo un deleite para su vista el estar observando dia a dia a ese par de atractivos hermanos. Lo de la leche corporal y el pequeño chiste no pensando de Daimaru le dio algo de gracia, pero nuevamente se quedo callado, se acomodo mejor en la cañera estirando un poco sus piernas para tener una posición mas cómoda y relajada mientras veía la discusión interesante y fuera de lo común de los hermanos.
Nuevamente rio de forma divertida por aquello de “alguno que otro sobornito” ya se imaginaba que clase de sobornos podría dar Daidalos, era un hombre coqueto, y como no si apenas habían llegado a la casa y ya estaba desnudo a su lado en una bañera mas o menos pequeña para que un cuervo con sus bellas alas extendidas y un humano pudieran caber sin tener el mas mínimo roce.
Aun cuando Daimaru casi hace que su hermano se callera Jade no dijo nada y se quedo en silencian, tomo la alcachofa cuando se la dio el cuervo, y les miro sonriendo hasta que finalmente Daimaru abandono el lugar. Escucho el comentario de Daidalos y sonrió, si, también había leído eso en la ficha de descripción antes de decidirse por comprarlos.
Abrió la llave del agua y dejo que esta saliera por la alcachofa para si, comenzar a lavar las alas del cuervo.-En cuanto salgamos y pruebe las magdalenas que ha hecho tu hermano iremos por todo lo que quieras, quizás los consienta mucho por unos cuantos días, así que aprovéchame bien.-Dijo bromista, era obvio que los mantendría bien consentidos a los durante todo el tiempo que estuvieran con el, ganaba bien, así que podía permitirse aquello, y sobretodo quería que sus mascotas estuvieran bien con el, no quería que les hiciera falta nada.-Por cierto, que prefieres,¿ dormir conmigo o tener tu propia habitación?.-Dijo pues quería saber si prefería dormir con el o tener una habitación junto con su hermano o separada, el quería darles comodidad aunque claro, alguna vez tendrían que dormir juntos los tres, la perversión de Jade no podía permitir menos. Ya después le preguntaría a Daimaru que era lo que prefería.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Daidalos sentía en sus plumas como el agua tibia se deslizaba por y entre ellas, esto le provocó un agradable escalofrío que le subía por la columna vertebral. – Si me consientes no me quejaré, ya que, amos como tu son los que más me gustan- lo decía en serio. Le encantaba ser un consentido y que le diesen todo lo que quería.
Su moreno cuerpo temblaba un poco al estar fuera del agua y la ventana abierta. -¡¿Dormir con quien!!? ¿Contigo?- giró la cabeza y movió un ala para poder mirarlo –Así, sin pensármelo si quiera, la respuesta seria ¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!- alzó los brazos y apretaba los ojos mientras sonreía –Pero parándome a pensar- cruzó los brazos sobre su pecho y miró al techo ladeando la boca – tendré que denegar tu maravillosa oferta porque llevo muchos años durmiendo con mi hermano y creo que necesito algo de intimidad. Algo de intimidad lo que equivale a una habitación para mi solo. Lo que no quita que algunas noches duerma contigo porque me encanta dormir acompañado… ¡ah! Pero sólo dormir ¿eh?- rió por lo bajo, picaronamente mientras negaba moviendo el dedo anular de un lado hacia otro. Daidalos todavía no quería sacar temas sexuales.
-Bueno, aparcando el tema, me salgo ya que tengo frío y eso es malo para la piel- tiritó y se abrazó a si mismo. Salió de la bañera, cerro la ventana- ese hermano mío…¡coñe! Podría haberla cerrado- refunfuño a la vez que se ceñía una toalla a la cintura y con la otra se secaba el pelo –Jade ¿no tienes crema hidratante o algo? No me gusta salir a la calle de esta sisa. Y v ¿algo de ropa? ¿Me prestarás?- con toda su blanca melena pegada en los hombros y en parte de la cara miro a Jade con ojillos de cachorro. –Tu y yo llevamos la misma talla- se fue para él y colocó las manos en la cintura ajena. Sus manos se fueron moviendo lentamente sobre la blanca piel recorriendo el camino desde la cintura hasta los hombros del amo.
Sus movimientos eran bastante sujerentes y su mirada rojiza iba desde los ojos de Jade hasta el pecho del mismo –Sí. Llevamos la misma talla, aunque yo diría que yo tengo más hombros que tu- se puso la mano en el mentón mientras escaneaba con los ojos el cuerpo de su amo cortando tajantemente el momento tan sensual de antes.
El caso es que Daidalos miró hacia la puerta de repente –¿Lo hueles?- abrió la puerta y se asomo –Nii-chan ha hecho tarta de pocholateeeeeeeeeeeee- si ha dicho pocholate que en su idioma es chocolate. –Chocolate cake, chocolate cake- canturreaba -¡Vamos Jade!- alentó a su amo mientras él se adelantaba de camino a la cocina sin preocuparse de no haberse puesto crema hidratante o de ir semi-desnudo, solo le importaba su tarta.
Ya en la cocina se sentó a la mesa, en la cual había una bandeja de: magdalenas, galletas, ice-cream sándwich, una tarta de mango, tres vasos y una jarra de jugo de naranja. Por supuesto platos, cubertería y servilletas y un pequeño jarrón con tres rosas recién cortadas del jardín trasero. Conclusión: Daimaru se aburría y se puso a investigar por la cocina por su cuenta.
-Espero que Curtiss-dono no se enfade… por haber cocinado tanto- dijo mientras dejaba la tarta de chocolate sobre la mesa.
-No lo creo- el albino estaba por meterle el dedo a la tarta de chocolate cuando sintió, como una aguja, la mirada afilada de su hermano que le advertía de que si tocaba esa tarta antes de que llegase Jade, le amputaría la mano.
Su moreno cuerpo temblaba un poco al estar fuera del agua y la ventana abierta. -¡¿Dormir con quien!!? ¿Contigo?- giró la cabeza y movió un ala para poder mirarlo –Así, sin pensármelo si quiera, la respuesta seria ¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!- alzó los brazos y apretaba los ojos mientras sonreía –Pero parándome a pensar- cruzó los brazos sobre su pecho y miró al techo ladeando la boca – tendré que denegar tu maravillosa oferta porque llevo muchos años durmiendo con mi hermano y creo que necesito algo de intimidad. Algo de intimidad lo que equivale a una habitación para mi solo. Lo que no quita que algunas noches duerma contigo porque me encanta dormir acompañado… ¡ah! Pero sólo dormir ¿eh?- rió por lo bajo, picaronamente mientras negaba moviendo el dedo anular de un lado hacia otro. Daidalos todavía no quería sacar temas sexuales.
-Bueno, aparcando el tema, me salgo ya que tengo frío y eso es malo para la piel- tiritó y se abrazó a si mismo. Salió de la bañera, cerro la ventana- ese hermano mío…¡coñe! Podría haberla cerrado- refunfuño a la vez que se ceñía una toalla a la cintura y con la otra se secaba el pelo –Jade ¿no tienes crema hidratante o algo? No me gusta salir a la calle de esta sisa. Y v ¿algo de ropa? ¿Me prestarás?- con toda su blanca melena pegada en los hombros y en parte de la cara miro a Jade con ojillos de cachorro. –Tu y yo llevamos la misma talla- se fue para él y colocó las manos en la cintura ajena. Sus manos se fueron moviendo lentamente sobre la blanca piel recorriendo el camino desde la cintura hasta los hombros del amo.
Sus movimientos eran bastante sujerentes y su mirada rojiza iba desde los ojos de Jade hasta el pecho del mismo –Sí. Llevamos la misma talla, aunque yo diría que yo tengo más hombros que tu- se puso la mano en el mentón mientras escaneaba con los ojos el cuerpo de su amo cortando tajantemente el momento tan sensual de antes.
El caso es que Daidalos miró hacia la puerta de repente –¿Lo hueles?- abrió la puerta y se asomo –Nii-chan ha hecho tarta de pocholateeeeeeeeeeeee- si ha dicho pocholate que en su idioma es chocolate. –Chocolate cake, chocolate cake- canturreaba -¡Vamos Jade!- alentó a su amo mientras él se adelantaba de camino a la cocina sin preocuparse de no haberse puesto crema hidratante o de ir semi-desnudo, solo le importaba su tarta.
Ya en la cocina se sentó a la mesa, en la cual había una bandeja de: magdalenas, galletas, ice-cream sándwich, una tarta de mango, tres vasos y una jarra de jugo de naranja. Por supuesto platos, cubertería y servilletas y un pequeño jarrón con tres rosas recién cortadas del jardín trasero. Conclusión: Daimaru se aburría y se puso a investigar por la cocina por su cuenta.
-Espero que Curtiss-dono no se enfade… por haber cocinado tanto- dijo mientras dejaba la tarta de chocolate sobre la mesa.
-No lo creo- el albino estaba por meterle el dedo a la tarta de chocolate cuando sintió, como una aguja, la mirada afilada de su hermano que le advertía de que si tocaba esa tarta antes de que llegase Jade, le amputaría la mano.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade rio con algo de gracia por su comentario. Sabia que consentir a alguien demasiado no era bueno, pero si eso significaba el tener a Daidalos bien contento y sin replica alguna entonces se lo podria permitir esta vez. Se entretuvo mojando bien las plumas de Daidalos, con cuidado y poniendo mucha atención entre esas suaves plumas para que estas no se fueran a dañar y quedaran bien limpias.
Escucho su respuesta a su pregunta y le miro algo curioso, no sonaba muy convencido, asi que espero a que explicara bien. Comprendía que este quisiera su propia habitación por lo que con una sonrisa tranquila asintió. El no tuvo hermanos por lo que no sabia muy bien que se sentía compartir siempre una habitación, y si Daidalos quería por unos momentos tener privacidad pues así la tendría, toda la que el quisiera aunque no negaba que era una decepción que Daidalos no durmiera con el, se conformaba con que lo hiciera solo de vez en cuando, y como bien decía el, solo dormir.
Jade era también sexualmente muy activo, pero sabia cuando hacerlo y cuando no.
Cuando termino de lavar sus alas escucho aquel comentario y asintió. El se bañaría bien y luego saldría. Dejo la alcachofa por ahí con cuidado y miro al cuervo, mientras se recababa bien en la tina, relajado por el agua caliente.-Claro toma la que quieras, mi habitación esta al lado.-dijo tranquilo. De hechos i, llevaban la misma talla, o por lo menos una muy similar asi que gustoso le prestaría algo de ropa por ahora. Jade gozaba de un buen sentido para la moda por lo cual no se preocupo siquiera en pensar si le gustaría su ropa a Daidalos o no.
Le tomo por sorpresa como sujetaba su cintura de pronto, pero no opuso para nada resistencia. Se dejo hacer, sonrió con toda calma ante esos movimientos sugerentes y poco discretos. Escucho su comentario y rio algo divertido, ¿tanto toqueteo para eso? Sin duda Daidalos era entretenido. Se acomodo de nueva cuenta en la bañera y suspiro profundamente cuando el cuervo salió algo presuroso.
Tranquilo, se termino de bañar. Una vez que termino, salió de la bañera, tomo una toalla y se la amarro en la cintura. Fue a su habitación y saco algo de ropa para el, pero por ahora solo se puso la ropa interior y los pantalones dejando su torso expuesto, por lo regular le guisaba estar asi un ratito después de bañarse, sentirse fresco y relajado. Cepillo su cabello húmedo y regreso al baño por sus gafas, se las puso y bajo a la cocina para acompañar a Daimaru.
Pero cuando llego se encontró con que ahí estaba Daidalos también a medio vestir, o mejor dicho sin ropa. Sonrio un poco y miro el montón de cosas que había ahí, el olor era dulce y delicioso.-Valla, que sorpresa.-Dijo sincero y se acerco a Daimaru.-Muchas gracias por hacer todo esto, no te hubieras molestado.- Agradeció debidamente y le dedico una sonrisa serena, delicada y muy acorde a sus facciones delicadas pero varoniles.-Huele delicioso~
Escucho su respuesta a su pregunta y le miro algo curioso, no sonaba muy convencido, asi que espero a que explicara bien. Comprendía que este quisiera su propia habitación por lo que con una sonrisa tranquila asintió. El no tuvo hermanos por lo que no sabia muy bien que se sentía compartir siempre una habitación, y si Daidalos quería por unos momentos tener privacidad pues así la tendría, toda la que el quisiera aunque no negaba que era una decepción que Daidalos no durmiera con el, se conformaba con que lo hiciera solo de vez en cuando, y como bien decía el, solo dormir.
Jade era también sexualmente muy activo, pero sabia cuando hacerlo y cuando no.
Cuando termino de lavar sus alas escucho aquel comentario y asintió. El se bañaría bien y luego saldría. Dejo la alcachofa por ahí con cuidado y miro al cuervo, mientras se recababa bien en la tina, relajado por el agua caliente.-Claro toma la que quieras, mi habitación esta al lado.-dijo tranquilo. De hechos i, llevaban la misma talla, o por lo menos una muy similar asi que gustoso le prestaría algo de ropa por ahora. Jade gozaba de un buen sentido para la moda por lo cual no se preocupo siquiera en pensar si le gustaría su ropa a Daidalos o no.
Le tomo por sorpresa como sujetaba su cintura de pronto, pero no opuso para nada resistencia. Se dejo hacer, sonrió con toda calma ante esos movimientos sugerentes y poco discretos. Escucho su comentario y rio algo divertido, ¿tanto toqueteo para eso? Sin duda Daidalos era entretenido. Se acomodo de nueva cuenta en la bañera y suspiro profundamente cuando el cuervo salió algo presuroso.
Tranquilo, se termino de bañar. Una vez que termino, salió de la bañera, tomo una toalla y se la amarro en la cintura. Fue a su habitación y saco algo de ropa para el, pero por ahora solo se puso la ropa interior y los pantalones dejando su torso expuesto, por lo regular le guisaba estar asi un ratito después de bañarse, sentirse fresco y relajado. Cepillo su cabello húmedo y regreso al baño por sus gafas, se las puso y bajo a la cocina para acompañar a Daimaru.
Pero cuando llego se encontró con que ahí estaba Daidalos también a medio vestir, o mejor dicho sin ropa. Sonrio un poco y miro el montón de cosas que había ahí, el olor era dulce y delicioso.-Valla, que sorpresa.-Dijo sincero y se acerco a Daimaru.-Muchas gracias por hacer todo esto, no te hubieras molestado.- Agradeció debidamente y le dedico una sonrisa serena, delicada y muy acorde a sus facciones delicadas pero varoniles.-Huele delicioso~
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Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
En cuanto lo vio aparecer Daidalos atacó el pastel de chocolate –Queff ghfbueno egtaf- hablaba con la boca llena, comiendo a mansalva. Su hermano suspiró con pesar.
-Le agradezco el cumplido Curtiss-dono… pero no debe agradecérmelo… porque esto es un presente de nuestra parte para agradecerlo… que nos haya comprado y sacado de la tienda- realizó una pequeña reverencia, de pie como estaba, junto a la mesa.
-Si, si, grafiash- su sonrisa estaba manchada por completo de chocolate.
Daimaru se acercó a su hermano para limpiarlo con una servilleta. El otro se lo agradeció y siguió comiendo como un lobo hambriento. Teniendo en cuenta que Daimaru no hacía pasteles desde hace años y Daidalos no se los podía comer, era lógica la ansia del mayor de los hermanos.
Cuando el albino se llegó a la mitad del pastel se levantó de la mesa –perdona un momento ¿eh?- se dirigió hacia su hermano menor que se encontraba en la cocina, terminando de limpiarla. –Nii-chan- entro con prisas y abrazó a su hermano por la espalda, aplastándole las alas al menor, a la vez que apoyaba su mentón en el hombro del hermano menor para poder hablarle al oído, porque no quería que sui amo se enterase de la conversación. Desde lejos parecía que se estaban metiendo mano.
-¿Qué pasa?- lavaba los utensilios de cocina.
-Jade es un poco raro ¿no te parece?- sacaba los morros y entrecerraba los ojos.
-¿Por qué lo dices?-
]-¡Oh! Estábamos en la bañera y ¡no me hizo ni caso!-
-A mi no me daba esa impresión...más bien todo lo contrario-
-No, a mí no ¡a mi hermoso cuerpo! Y mira que le tente todas las veces que pude, pero sólo me sonríe como si fuese una mascota haciendo una gracia para divertirlo-
Su hermano le miró con su único ojo al descubierto, levantando una ceja.
-Vale si, soy una mascota haciendo cosas monas. Pero me da rabia que solo sonría, asienta y haga cumplidos… Es un poco seco, además no se mete en nuestras “peleitas”. Así no es divertido- dijo haciendo un puchero y mirando para otro lado.
-Esa es tu opinión- siguió lavando los platos tan tranquilo y calmado como siempre.
-Pero, lo bueno es que nos va a llevar de compras. wiiiiiiiiii- se restregó contra su hermano mientras este ponía los ojos en blanco. Ir de compras no era algo que le apasionase ya que siempre terminaba haciendo de perchero, llevando todas las bolsas con las compras de su hermano.
-Si ya terminaste de comer… ve a vestirte-
Daidalos se miró y le dio un escalofrío –Voy jijiji- dijo cantarinamente mientras pasaba por el comedor, saludaba a Jade y se dirigía a la habitación de este último. Por su parte, el moreno, fue al salón y se sentó donde se encontraba antes su hermano, con una taza de té en la mano.
– He hecho te… por si desea algo más amargo- dio un sorbo con los ojos cerrados, sentado con la espalda recta, sus facciones eran calmadas porque se había girado para mirar la rosaleda del jardín a través de la ventana. Era todo lo contrario a su hermano: un hombre fuerte, sereno, calmo, que se preocupaba más por su espíritu que por su cuerpo o apariencia. –Siento que mi hermano sea un incordio… intentaré tenerlo vigilado de ahora en adelante- miró a Jade con toda esa frialdad reflejada en su ojo al descubierto ya que el otro lo tapaba su negro flequillo. –Y otra cosa… no debe de permitirle todo lo que pida… porque aunque parezca mono y divertido es algo mas…-
-¡NIICHAN URUSAI BAKA!- ambos karasus tienen un buen oído y por eso su hermano le grito que se callase desde el pasillo, ya que no había llagado al cuarto de Jade. Daimaru bebió té como si allí no hubiese pasado nada.
-Le agradezco el cumplido Curtiss-dono… pero no debe agradecérmelo… porque esto es un presente de nuestra parte para agradecerlo… que nos haya comprado y sacado de la tienda- realizó una pequeña reverencia, de pie como estaba, junto a la mesa.
-Si, si, grafiash- su sonrisa estaba manchada por completo de chocolate.
Daimaru se acercó a su hermano para limpiarlo con una servilleta. El otro se lo agradeció y siguió comiendo como un lobo hambriento. Teniendo en cuenta que Daimaru no hacía pasteles desde hace años y Daidalos no se los podía comer, era lógica la ansia del mayor de los hermanos.
Cuando el albino se llegó a la mitad del pastel se levantó de la mesa –perdona un momento ¿eh?- se dirigió hacia su hermano menor que se encontraba en la cocina, terminando de limpiarla. –Nii-chan- entro con prisas y abrazó a su hermano por la espalda, aplastándole las alas al menor, a la vez que apoyaba su mentón en el hombro del hermano menor para poder hablarle al oído, porque no quería que sui amo se enterase de la conversación. Desde lejos parecía que se estaban metiendo mano.
-¿Qué pasa?- lavaba los utensilios de cocina.
-Jade es un poco raro ¿no te parece?- sacaba los morros y entrecerraba los ojos.
-¿Por qué lo dices?-
]-¡Oh! Estábamos en la bañera y ¡no me hizo ni caso!-
-A mi no me daba esa impresión...más bien todo lo contrario-
-No, a mí no ¡a mi hermoso cuerpo! Y mira que le tente todas las veces que pude, pero sólo me sonríe como si fuese una mascota haciendo una gracia para divertirlo-
Su hermano le miró con su único ojo al descubierto, levantando una ceja.
-Vale si, soy una mascota haciendo cosas monas. Pero me da rabia que solo sonría, asienta y haga cumplidos… Es un poco seco, además no se mete en nuestras “peleitas”. Así no es divertido- dijo haciendo un puchero y mirando para otro lado.
-Esa es tu opinión- siguió lavando los platos tan tranquilo y calmado como siempre.
-Pero, lo bueno es que nos va a llevar de compras. wiiiiiiiiii- se restregó contra su hermano mientras este ponía los ojos en blanco. Ir de compras no era algo que le apasionase ya que siempre terminaba haciendo de perchero, llevando todas las bolsas con las compras de su hermano.
-Si ya terminaste de comer… ve a vestirte-
Daidalos se miró y le dio un escalofrío –Voy jijiji- dijo cantarinamente mientras pasaba por el comedor, saludaba a Jade y se dirigía a la habitación de este último. Por su parte, el moreno, fue al salón y se sentó donde se encontraba antes su hermano, con una taza de té en la mano.
– He hecho te… por si desea algo más amargo- dio un sorbo con los ojos cerrados, sentado con la espalda recta, sus facciones eran calmadas porque se había girado para mirar la rosaleda del jardín a través de la ventana. Era todo lo contrario a su hermano: un hombre fuerte, sereno, calmo, que se preocupaba más por su espíritu que por su cuerpo o apariencia. –Siento que mi hermano sea un incordio… intentaré tenerlo vigilado de ahora en adelante- miró a Jade con toda esa frialdad reflejada en su ojo al descubierto ya que el otro lo tapaba su negro flequillo. –Y otra cosa… no debe de permitirle todo lo que pida… porque aunque parezca mono y divertido es algo mas…-
-¡NIICHAN URUSAI BAKA!- ambos karasus tienen un buen oído y por eso su hermano le grito que se callase desde el pasillo, ya que no había llagado al cuarto de Jade. Daimaru bebió té como si allí no hubiese pasado nada.
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Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade miro algo divertido a Daidalos, parecía hambreado, quizás demasiado.-Oh~ no tienes nada que agradecer, además, es todo un gusto tenerlos aquí en mi casa, después de todo, no cualquiera habría podido ser mi “mascota”.-Dijo no muy agusto con el término empleado.
Se sentó en la mesa, realmente no tenía hambre, pero tampoco era que no le agradaba lo que miraba, todo se veía realmente deliciosos y eso serbia para abrirle el apetito. Jade tenía un apetito grande, y gustaba de probar buena comida siempre, por eso era que el también sabia cocinar bastante bien, no era de los que aguantaban muy bien el comer una mala comida, insípida, con demasiados condimentos o muy salada, a él le gustaban las cosas sencillas, bien elaboradas, finas y con buena apariencia, y además obviamente un buen sabor, quizás sería muy aprovechado, pero en mas de alguna ocasión le pediría a Daimaru que hiciera la comida o alguno que otro postrecito, como fue ahora el caso.
Miro comer a Daidalos y el por igual tomo unas cuantas galletas y se sirvió un poco del jugo de naranja.Sonrio apra sus adentros al sentir el sabor rico y suave de las galletas contrastante con el sabor agridulce del jugo de naranja, debía reconocerlo, Daimaru cocinaba realmente bien.-Humm~.-hizo un sonidito gustoso y miro a Daidalos cuando se levanto, por supuesto no dijo nada y siguió comiendo. No les prestó demasiada atención al par de cuervos, seguramente tendrían cosas importantes de las cuales hablar y era seguro que no querían que se entrometiera. En cuando a dar espacio a las personas Jade era muy cuidadoso con ello y se mantenía distante cuando recién las conocía, ¿para qué? No era que no les prestara atención pero debía de asegurarse primero como es esa persona y luego calcular bien como tratar con ella para no ocasionar riñas, peleas o disputas de buenas a primeras.
Así pues cuando terminaron de hablar, Jade ya prácticamente se había acabado las galletas y se había tomado vaso y medio de jugo de naranja. Estaba satisfecho pero sentía que aun le cavia algo mas, por lo que tomo unas magdalenas para comer también.
Sonrió por la compañía de Daimaru y le escucho.-Muchas gracias, por ahora estoy bien.-Dijo y siguió comiendo atento a sus palabras. Bueno era de esperarse después el grito de Daidalos, a lo cual Jade rio divertido.-No te preocupes por eso, admito que tu hermano es un poco…..como decirlo ¿provocativo? Si, quizás….pero es agradable, además, es entretenido estar con el.-Explico.-Me informe más o menos sobre ustedes antes de comprarle por lo que se mas o menos como son cada uno, y aun así, me parece que hay demasiado que no se de ustedes, así que no te líes demasiado si sientes que causa problemas, déjalo ser, ya luego yo le reprenderé.-Dijo medio en broma pues era casi imposible que Jade alzara su voz contra cualquiera.
-Por cierto, le había preguntado a Daidalos si prefería dormir conmigo o si quería tener su propia habitación, y dijo que quería un poco de intimidad, ¿así que no se qué prefieras tu?.-Le pregunto curioso para así beber un poco más del jugo de naranja.
Admitía interiormente que habia sido una decepción que alguien tan provocativo y hermoso como Daidalos denegara su oferta pero tampoco era que le molestara después de todo era comprensible la razón por la cual prefería dormir solo.
Se sentó en la mesa, realmente no tenía hambre, pero tampoco era que no le agradaba lo que miraba, todo se veía realmente deliciosos y eso serbia para abrirle el apetito. Jade tenía un apetito grande, y gustaba de probar buena comida siempre, por eso era que el también sabia cocinar bastante bien, no era de los que aguantaban muy bien el comer una mala comida, insípida, con demasiados condimentos o muy salada, a él le gustaban las cosas sencillas, bien elaboradas, finas y con buena apariencia, y además obviamente un buen sabor, quizás sería muy aprovechado, pero en mas de alguna ocasión le pediría a Daimaru que hiciera la comida o alguno que otro postrecito, como fue ahora el caso.
Miro comer a Daidalos y el por igual tomo unas cuantas galletas y se sirvió un poco del jugo de naranja.Sonrio apra sus adentros al sentir el sabor rico y suave de las galletas contrastante con el sabor agridulce del jugo de naranja, debía reconocerlo, Daimaru cocinaba realmente bien.-Humm~.-hizo un sonidito gustoso y miro a Daidalos cuando se levanto, por supuesto no dijo nada y siguió comiendo. No les prestó demasiada atención al par de cuervos, seguramente tendrían cosas importantes de las cuales hablar y era seguro que no querían que se entrometiera. En cuando a dar espacio a las personas Jade era muy cuidadoso con ello y se mantenía distante cuando recién las conocía, ¿para qué? No era que no les prestara atención pero debía de asegurarse primero como es esa persona y luego calcular bien como tratar con ella para no ocasionar riñas, peleas o disputas de buenas a primeras.
Así pues cuando terminaron de hablar, Jade ya prácticamente se había acabado las galletas y se había tomado vaso y medio de jugo de naranja. Estaba satisfecho pero sentía que aun le cavia algo mas, por lo que tomo unas magdalenas para comer también.
Sonrió por la compañía de Daimaru y le escucho.-Muchas gracias, por ahora estoy bien.-Dijo y siguió comiendo atento a sus palabras. Bueno era de esperarse después el grito de Daidalos, a lo cual Jade rio divertido.-No te preocupes por eso, admito que tu hermano es un poco…..como decirlo ¿provocativo? Si, quizás….pero es agradable, además, es entretenido estar con el.-Explico.-Me informe más o menos sobre ustedes antes de comprarle por lo que se mas o menos como son cada uno, y aun así, me parece que hay demasiado que no se de ustedes, así que no te líes demasiado si sientes que causa problemas, déjalo ser, ya luego yo le reprenderé.-Dijo medio en broma pues era casi imposible que Jade alzara su voz contra cualquiera.
-Por cierto, le había preguntado a Daidalos si prefería dormir conmigo o si quería tener su propia habitación, y dijo que quería un poco de intimidad, ¿así que no se qué prefieras tu?.-Le pregunto curioso para así beber un poco más del jugo de naranja.
Admitía interiormente que habia sido una decepción que alguien tan provocativo y hermoso como Daidalos denegara su oferta pero tampoco era que le molestara después de todo era comprensible la razón por la cual prefería dormir solo.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
-Si cree que es oportuno reprenderlo... hágalo- dijo secamente.
Depués Daimaru miró fijamente a Jade mientras alzaba una ceja -¿Dormir... con usted? ¿y lo ha denegado?- Daimaru se encontraba perplejo, no se esperaba que su hermano negase la compañía nocturna de otro ser humano. El moreno frunció el entrecejo mientras giraba la cabeza hacia el pasillo por el que segundos más tarde aparecería el aludido.
-¡Ya me vestiiiiiiiii!- dió una vuelta sobre si mismo para mostrar bien como le quedaban los jeans y la camisa violeta que le había "robado" a Jade. - A que me queda bien- no preguntaba... afirmaba.
Como si de toda la vida se tratase se sentó sobre el regazo de su amo pasándole un brazo por detrás del cuello. -¿Nos vamos?-
-Nii-san... ¿por que has plegado tus alas?... ¿no decías que las tenías entumecidas?- dijo sin mirarlos.
-Sip, pero si las saco le rompo la camisa a Jade y ¡eso no puede ser!- negó efusibamente con la cabeza. -Además si vamos al centro comercial no puedo ir con las alas desplegadas, le daría a todo el mundo- lógica aplastante.
Daimaru volvió a alzar la ceja -Curtiss-dono en cuanto a lo de dormir... le doy la misma respuesta que le ha dado... mi hermano mayor... la cual me perturba.- sorvió té.
-¡Oye! ¿te extraña que no duerma con Jade? ¿me estas llamando puta?- directo al grano.
-No... solo me extraña... dada tu fobia a los lugares nuevos... de noche.-
-No es fobia es solo que...- hizo un puchero mirando al suelo mientras jugueteaba nerviosamente con sus dedos - es que me cuesta acostumbrarme a dormir en habitaciones nuevas por lo que, a lo mejor, duerma contigo esta noche- cambió su expresión a una más ladina en cundo movió la cabeza y sacudió levemente su blanca cabellera.
-Eso es más normal... ya pensaba que tenía que llevarte al médico- el sarcasmo de Daimaru se llevó a cambio una mirada rabiosa de su hermano.
-Va, ¡venga! ¡vámonos! Compras, compras, ¡compras!- se levantóde Jade, agarró a este por una mano y jaló de él en dirección a la puerta.
-Curtiss-dono... ¿iremos volando?... o... ¿teneis trasporte particular- refiriéndose aun coche.
Daidalos abrió los ojos asustado de repente -No me dirás que tendrmos que ir en autobus- miraba a Jade esperando una respuesta negativa.
Depués Daimaru miró fijamente a Jade mientras alzaba una ceja -¿Dormir... con usted? ¿y lo ha denegado?- Daimaru se encontraba perplejo, no se esperaba que su hermano negase la compañía nocturna de otro ser humano. El moreno frunció el entrecejo mientras giraba la cabeza hacia el pasillo por el que segundos más tarde aparecería el aludido.
-¡Ya me vestiiiiiiiii!- dió una vuelta sobre si mismo para mostrar bien como le quedaban los jeans y la camisa violeta que le había "robado" a Jade. - A que me queda bien- no preguntaba... afirmaba.
Como si de toda la vida se tratase se sentó sobre el regazo de su amo pasándole un brazo por detrás del cuello. -¿Nos vamos?-
-Nii-san... ¿por que has plegado tus alas?... ¿no decías que las tenías entumecidas?- dijo sin mirarlos.
-Sip, pero si las saco le rompo la camisa a Jade y ¡eso no puede ser!- negó efusibamente con la cabeza. -Además si vamos al centro comercial no puedo ir con las alas desplegadas, le daría a todo el mundo- lógica aplastante.
Daimaru volvió a alzar la ceja -Curtiss-dono en cuanto a lo de dormir... le doy la misma respuesta que le ha dado... mi hermano mayor... la cual me perturba.- sorvió té.
-¡Oye! ¿te extraña que no duerma con Jade? ¿me estas llamando puta?- directo al grano.
-No... solo me extraña... dada tu fobia a los lugares nuevos... de noche.-
-No es fobia es solo que...- hizo un puchero mirando al suelo mientras jugueteaba nerviosamente con sus dedos - es que me cuesta acostumbrarme a dormir en habitaciones nuevas por lo que, a lo mejor, duerma contigo esta noche- cambió su expresión a una más ladina en cundo movió la cabeza y sacudió levemente su blanca cabellera.
-Eso es más normal... ya pensaba que tenía que llevarte al médico- el sarcasmo de Daimaru se llevó a cambio una mirada rabiosa de su hermano.
-Va, ¡venga! ¡vámonos! Compras, compras, ¡compras!- se levantóde Jade, agarró a este por una mano y jaló de él en dirección a la puerta.
-Curtiss-dono... ¿iremos volando?... o... ¿teneis trasporte particular- refiriéndose aun coche.
Daidalos abrió los ojos asustado de repente -No me dirás que tendrmos que ir en autobus- miraba a Jade esperando una respuesta negativa.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade asintió tranquilamente a las palabras de Daimaru, lo tomaría en cuenta pero el realmente no era de los que reprendían a la gente sino mas bien, de los que aconsejaban, extorsionaban las cosas y para que al final los demás hicieran lo que el deseaba, su mente algo calculadora y tranquila ayudaba mucho en esos casos.
Al parecer a Daimaru le había sorprendido la respuesta de su hermano, a decir verdad a Jade también pero no era como si le diese demasiada importancia pues comprendía bien el motivo por el cual Daidalos se había negado. Jade ladeo su rostro para ver a Daidalos quien había hecho ya acto de presencia, y rio algo divertido por la afirmación.-Si~te queda bien.-Dijo tranquilamente mientras miraba con detenimiento aquel cuerpo bonito, que sin duda se veía mejor sin ropa que con ropa, pero bueno, le gustaba el hecho de que su ropa estuviera en el cuerpo de Daidalos, le iba bien.
Dejo que el cuervo se sentara sobre su cuerpo y esta vez no se pudo resistir a pasar una mano por su cintura, palpando un poco aquel cuerpo bien definido y esbelto, tentador por igual. Iba a dar respuesta a sus palabras, pero Daimaru le interrumpió. Lo miro por unos momentos, pensando en lo incomodo que debería de ser el tener las alas plegadas por tanto tiempo. Pero era cierta la respuesta que luego le dio a Daimaru, no sobre el hecho de romper su camisa sino porque con esas alas grandes y bonitas podría pegarle a alguien.
Cuando Daimaru volvió a hablar Jade le miro y sonrió.-Está bien, adecuaremos una de las habitaciones libres a tu gusto.- Nuevamente el par de hermanos pelearon un poquito, pero le dio gracia eso de “puta” era consciente del pequeño gusto de Daidalos pero él no creía adecuada que el mismo usase esa palabra para siquiera pensar en describirse.
Finalmente y luego de oír el motivo por el cual Daimaru no gustaba de dormir solo los primeros días en un nuevo espacio, asintió animoso por la idea de salir ya con sus “mascotas”. Sin embargo soltó una risa algo burlona cuando el cuervo vanidoso se quejo sobre la idea de ir en autobús.-No te preocupes por eso, tengo auto propio así que no tendrás que ir en autobús, cuervo vanidoso.-Le dijo alzándose de su asiento mientras era jalado por el cuervo.
-ahorita los llevo a donde mi auto, primero iré a cerciorarme de que la casa este bien cerrada.-comento y se soltó del agarre de Daidalos para ir a ver cada puerta y ventaba de la casa que podría estar medio abierta, por suerte no había ninguna y no tardo en regresar con los cuervos. Los guio fuera de la casa y justo enfrente del jardín, en la parte adecuada de la calle para estacionar su coche, estaba un auto negro, fino deportivo y muy bien cuidado, con su trabajo podía costearse ese tipo de cosas, aunque el no era un hombre de lujos, solía dárselos de vez en cuando.-No está estacionado en la cochera por que recién me puse a limpiarla, cuando me mude a esta ciudad arrumbe todo lo que no ocupaba ahí y pues había un pequeño desorden.-Comento mientras los cuervos salían ya de la casa y cerraba la puerta.
Al parecer a Daimaru le había sorprendido la respuesta de su hermano, a decir verdad a Jade también pero no era como si le diese demasiada importancia pues comprendía bien el motivo por el cual Daidalos se había negado. Jade ladeo su rostro para ver a Daidalos quien había hecho ya acto de presencia, y rio algo divertido por la afirmación.-Si~te queda bien.-Dijo tranquilamente mientras miraba con detenimiento aquel cuerpo bonito, que sin duda se veía mejor sin ropa que con ropa, pero bueno, le gustaba el hecho de que su ropa estuviera en el cuerpo de Daidalos, le iba bien.
Dejo que el cuervo se sentara sobre su cuerpo y esta vez no se pudo resistir a pasar una mano por su cintura, palpando un poco aquel cuerpo bien definido y esbelto, tentador por igual. Iba a dar respuesta a sus palabras, pero Daimaru le interrumpió. Lo miro por unos momentos, pensando en lo incomodo que debería de ser el tener las alas plegadas por tanto tiempo. Pero era cierta la respuesta que luego le dio a Daimaru, no sobre el hecho de romper su camisa sino porque con esas alas grandes y bonitas podría pegarle a alguien.
Cuando Daimaru volvió a hablar Jade le miro y sonrió.-Está bien, adecuaremos una de las habitaciones libres a tu gusto.- Nuevamente el par de hermanos pelearon un poquito, pero le dio gracia eso de “puta” era consciente del pequeño gusto de Daidalos pero él no creía adecuada que el mismo usase esa palabra para siquiera pensar en describirse.
Finalmente y luego de oír el motivo por el cual Daimaru no gustaba de dormir solo los primeros días en un nuevo espacio, asintió animoso por la idea de salir ya con sus “mascotas”. Sin embargo soltó una risa algo burlona cuando el cuervo vanidoso se quejo sobre la idea de ir en autobús.-No te preocupes por eso, tengo auto propio así que no tendrás que ir en autobús, cuervo vanidoso.-Le dijo alzándose de su asiento mientras era jalado por el cuervo.
-ahorita los llevo a donde mi auto, primero iré a cerciorarme de que la casa este bien cerrada.-comento y se soltó del agarre de Daidalos para ir a ver cada puerta y ventaba de la casa que podría estar medio abierta, por suerte no había ninguna y no tardo en regresar con los cuervos. Los guio fuera de la casa y justo enfrente del jardín, en la parte adecuada de la calle para estacionar su coche, estaba un auto negro, fino deportivo y muy bien cuidado, con su trabajo podía costearse ese tipo de cosas, aunque el no era un hombre de lujos, solía dárselos de vez en cuando.-No está estacionado en la cochera por que recién me puse a limpiarla, cuando me mude a esta ciudad arrumbe todo lo que no ocupaba ahí y pues había un pequeño desorden.-Comento mientras los cuervos salían ya de la casa y cerraba la puerta.
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Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Ambos salieron tras Jade y se pusieron en la acera. -Yo creo que es aquel- Daidalos señalaba el coche de Jade.
-Nii-san... tampoco hay muchos donde elegir... y ese está delante de la puerta de la casa- miró de reojo al albino.
-Ya. Por eso lo señale. ¡Vamos!- el mayor fue hasta el coche y se puso a mirar por las ventanillas para ver el interior -¡Ven, ven! hermano. Es fabuloso, la tapiceria es de piel. ¡Que lujazo!- daba palmitas mientras sonreia.
-Siempre te alteras con cosas materiales- Daimaru miraba el auto desde una cierta distancia.
-Y ¿por que quieres que me preocupe? ¿Por mi salud? - preguntó irónico.
Su hermano suspiro y dejó pasar el tema como si nunca hubiese sucedido. Se giró sobre si mismo buscando con la mirada a su joven amo. - ¿Podemos entrar?- el menor abrió una de las puertas del flamante auto y para cuando miró dentro su hermano mayor ya estaba dentro sentado saludándolo con la mano.
-Entra hombre. Los sillones son super cómodos y ¡mira! tiene para poner los vasos. Tiene pantalla en los cabezales de los asientos de delante. Asi si me siento detrás podré ver la telenovela ¡yujuu!- el mayor estiro los brazos y se dio contra el techo, lo que le produjo dolor y que gritase. El menor puso los ojos en blanco -Creo ke prefiero seguir el coche... desde el aire-
-¿¡queeee!? ¿Vas a ir volando? Vas a llamar mucho la atención, sobre todo con ese asqueroso kimono que llevas- le señalo de arriba a bajo.
-Si, si... ya me lo cambiaré- le dió la razón como a un loco.
-Creo que me voy a sentar delante con Jade- salio del coche y se sentó en el lugar del copiloto. -Así ire viendo la ciudad.- sacaba la cabeza por la ventana como si fuese un perro -¡Vamos Jadeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!! ¡¡que me impaciento!!-
-No grites- dijo a la vez quealeteaba para terminar posándose en el techo del coche. Se sentó allí con las piernas cruzadas al igual que los brazos.
-¿Nii-chan?- Daidalos salió fuera del auto -¡ah! ¿Vas a ir ahi durante todo el trayecto?- preguntó extrañado ante la “nueva forma de viajar” que adoptó su hermano.
-Si- dijo secamente
-Pues yo no quiero- dijo enfadado cuan diva del pop y comenzó a jalar del kimono del mayor hasta tirarlo del auto. Por supuesto el menor jalaba para no caer pero el mayor tiraba con más ímpetu hasta que el menor resbaló, cayendo sobre su hermano teniendo ambos una caida bastante aparatosa. Resumiendo ambos acabaron en el suelo, el menor encima del mayor.
-Ay, ay, ay, ay cuanto pesas nii-chan. ¡Quitate!- Daimaru se quitaba con tranquilidad de sobre su hermano y termiron los dos sentados en la acera al lado del coche. Uno sobándose el culo y el otro algo enfadado.
Daimaru se encontraba bastante enfadado para con su hermano - Daidalos... mira que eres caprichoso... Te has hecho daño sólo porque no querías que fuese... ahi sentado-
-¡No es cierto! Si ibas ahi sentado te podrías haber hecho daño- confesó gritando su preocupación por su hermano. A ambos se les puso la cara colorada a causa de la verguenza.
-Gracias- susurro el menor que aún seguía algo enfadado por las formas tan brutas de bajarlo del coche que tenía su hermano.
Ninguno de los dos se miraba, permanecían sentados en la acera en espera de su amo. Ahora mismo necesitaban a alguien que los juntase de nuevo y que se preocupara por ellos. Creo que lo que necesitan en realidad son mimos, son como niños pequeños. (XD)
-Nii-san... tampoco hay muchos donde elegir... y ese está delante de la puerta de la casa- miró de reojo al albino.
-Ya. Por eso lo señale. ¡Vamos!- el mayor fue hasta el coche y se puso a mirar por las ventanillas para ver el interior -¡Ven, ven! hermano. Es fabuloso, la tapiceria es de piel. ¡Que lujazo!- daba palmitas mientras sonreia.
-Siempre te alteras con cosas materiales- Daimaru miraba el auto desde una cierta distancia.
-Y ¿por que quieres que me preocupe? ¿Por mi salud? - preguntó irónico.
Su hermano suspiro y dejó pasar el tema como si nunca hubiese sucedido. Se giró sobre si mismo buscando con la mirada a su joven amo. - ¿Podemos entrar?- el menor abrió una de las puertas del flamante auto y para cuando miró dentro su hermano mayor ya estaba dentro sentado saludándolo con la mano.
-Entra hombre. Los sillones son super cómodos y ¡mira! tiene para poner los vasos. Tiene pantalla en los cabezales de los asientos de delante. Asi si me siento detrás podré ver la telenovela ¡yujuu!- el mayor estiro los brazos y se dio contra el techo, lo que le produjo dolor y que gritase. El menor puso los ojos en blanco -Creo ke prefiero seguir el coche... desde el aire-
-¿¡queeee!? ¿Vas a ir volando? Vas a llamar mucho la atención, sobre todo con ese asqueroso kimono que llevas- le señalo de arriba a bajo.
-Si, si... ya me lo cambiaré- le dió la razón como a un loco.
-Creo que me voy a sentar delante con Jade- salio del coche y se sentó en el lugar del copiloto. -Así ire viendo la ciudad.- sacaba la cabeza por la ventana como si fuese un perro -¡Vamos Jadeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!! ¡¡que me impaciento!!-
-No grites- dijo a la vez quealeteaba para terminar posándose en el techo del coche. Se sentó allí con las piernas cruzadas al igual que los brazos.
-¿Nii-chan?- Daidalos salió fuera del auto -¡ah! ¿Vas a ir ahi durante todo el trayecto?- preguntó extrañado ante la “nueva forma de viajar” que adoptó su hermano.
-Si- dijo secamente
-Pues yo no quiero- dijo enfadado cuan diva del pop y comenzó a jalar del kimono del mayor hasta tirarlo del auto. Por supuesto el menor jalaba para no caer pero el mayor tiraba con más ímpetu hasta que el menor resbaló, cayendo sobre su hermano teniendo ambos una caida bastante aparatosa. Resumiendo ambos acabaron en el suelo, el menor encima del mayor.
-Ay, ay, ay, ay cuanto pesas nii-chan. ¡Quitate!- Daimaru se quitaba con tranquilidad de sobre su hermano y termiron los dos sentados en la acera al lado del coche. Uno sobándose el culo y el otro algo enfadado.
Daimaru se encontraba bastante enfadado para con su hermano - Daidalos... mira que eres caprichoso... Te has hecho daño sólo porque no querías que fuese... ahi sentado-
-¡No es cierto! Si ibas ahi sentado te podrías haber hecho daño- confesó gritando su preocupación por su hermano. A ambos se les puso la cara colorada a causa de la verguenza.
-Gracias- susurro el menor que aún seguía algo enfadado por las formas tan brutas de bajarlo del coche que tenía su hermano.
Ninguno de los dos se miraba, permanecían sentados en la acera en espera de su amo. Ahora mismo necesitaban a alguien que los juntase de nuevo y que se preocupara por ellos. Creo que lo que necesitan en realidad son mimos, son como niños pequeños. (XD)
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Jade realmente no podía comprender la extraña afición que tenia Daidalos con los lujos, de hecho a su modo de pensar Daimaru era un poco más de su forma de pensar, si tenía la casa tan bien arreglada, era solo por la necesidad de un hogar, además, debido a su profesión como cantante, tenia guitarras por todos lados, e instrumentos que necesitaban de espacio, de un ambiente limpio y grande.
El carro, era también eficiente para su profesión, espacioso y cómodo, un lugar seguro para andar con sus preciados instrumentos. Su familia le había enseñado a ser humilde y a apreciar lo que tenia, por lo que Jade era un hombre realmente sencillo.
Otra cosa que realmente no entendía, era el comportamiento de los hermanos cuervos, no duraban mas de 5 minutos sin estar alegando, o gritándose, aunque bueno eso ultimo era solo por parte de Daidalos. Daimaru era mas bien….
Bien a el le daba igual lo que le dijese o hiciera su hermano. Tranquilo y serio, se notaba que podía manejar bien los desplantes de su hermano.
Miro con cierta gracia lo que los hermanos y se acerco a ellos, pero fue justo en el momento en que llego a donde el auto que vio con algo de preocupación como los hermanos caían del auto. Y antes de poder decir “¿Están bien?” escucho las palabras del cuervo materialista. Eso sin duda le tomo por sorpresa y una sonrisa enternecida se dibujo en sus labios.
Se acerco en silencio a donde los cuervos y con suavidad les dio un pequeño golpecito en la cabeza a cada uno, para luego reír un poco y extender ambas manos para ayudarles a levantarse, una vez aceptaron su ayuda, Jade tiro suavecito y les ayudo a incorporarse.- Eso les pasa por ser tan escandalosos.-Dijo a modo de “reprimenda suavecita” realmente le preocupaba que se hubieran hecho daño, pero había sido una caída leve por lo que dudaba que hubiese más daño que un pequeño moretón.
-Pero, me alegra que estén bien.-Dijo calmado y abrió la puerta del copiloto y la puerta del asiento trasero para que ambos subieran.-Se que son de mentalidades diferentes pero, solo por un ratito, recuerden que ya tienen un hogar y que sería bueno que dejasen de discutir tanto.-comento mientras esperaba a que subieran para poder subir el a su asiento correspondiente.-hoy los malcriare un poco y les comprare todo lo que pidan, y si quieren podemos comer en algún restaurante o regresar a comer acá y luego salir de nuevo.
La idea de salir ese día con sus “mascotas” le agradaba porque eso le ayudaría a conocerse un poco mas y quizás hasta ayudaría a que los cuervos pudieran estar mas tranquilos. Jade era nuevo en eso de las mascotas, eran los primeros, además, su comportamiento tranquilo no ayudaba mucho para poder reprender a los cuervos, de hecho, el mismo sabía que no podría enojarse con ellos, no podría regañarlos, los golpecitos en la cabeza que les había dado minutos atrás habían sido solo un gesto pequeño, pero hasta para el se le hacía demasiado para reprender a los cuervos cuando solo se preocupaban el uno por el otro.
El carro, era también eficiente para su profesión, espacioso y cómodo, un lugar seguro para andar con sus preciados instrumentos. Su familia le había enseñado a ser humilde y a apreciar lo que tenia, por lo que Jade era un hombre realmente sencillo.
Otra cosa que realmente no entendía, era el comportamiento de los hermanos cuervos, no duraban mas de 5 minutos sin estar alegando, o gritándose, aunque bueno eso ultimo era solo por parte de Daidalos. Daimaru era mas bien….
Bien a el le daba igual lo que le dijese o hiciera su hermano. Tranquilo y serio, se notaba que podía manejar bien los desplantes de su hermano.
Miro con cierta gracia lo que los hermanos y se acerco a ellos, pero fue justo en el momento en que llego a donde el auto que vio con algo de preocupación como los hermanos caían del auto. Y antes de poder decir “¿Están bien?” escucho las palabras del cuervo materialista. Eso sin duda le tomo por sorpresa y una sonrisa enternecida se dibujo en sus labios.
Se acerco en silencio a donde los cuervos y con suavidad les dio un pequeño golpecito en la cabeza a cada uno, para luego reír un poco y extender ambas manos para ayudarles a levantarse, una vez aceptaron su ayuda, Jade tiro suavecito y les ayudo a incorporarse.- Eso les pasa por ser tan escandalosos.-Dijo a modo de “reprimenda suavecita” realmente le preocupaba que se hubieran hecho daño, pero había sido una caída leve por lo que dudaba que hubiese más daño que un pequeño moretón.
-Pero, me alegra que estén bien.-Dijo calmado y abrió la puerta del copiloto y la puerta del asiento trasero para que ambos subieran.-Se que son de mentalidades diferentes pero, solo por un ratito, recuerden que ya tienen un hogar y que sería bueno que dejasen de discutir tanto.-comento mientras esperaba a que subieran para poder subir el a su asiento correspondiente.-hoy los malcriare un poco y les comprare todo lo que pidan, y si quieren podemos comer en algún restaurante o regresar a comer acá y luego salir de nuevo.
La idea de salir ese día con sus “mascotas” le agradaba porque eso le ayudaría a conocerse un poco mas y quizás hasta ayudaría a que los cuervos pudieran estar mas tranquilos. Jade era nuevo en eso de las mascotas, eran los primeros, además, su comportamiento tranquilo no ayudaba mucho para poder reprender a los cuervos, de hecho, el mismo sabía que no podría enojarse con ellos, no podría regañarlos, los golpecitos en la cabeza que les había dado minutos atrás habían sido solo un gesto pequeño, pero hasta para el se le hacía demasiado para reprender a los cuervos cuando solo se preocupaban el uno por el otro.
Invitado- Invitado
Re: Residencia Curtiss //Privado, Daimaru&Daidalos//
Ambos karasus subieron al coche
*TEMA CERRADO*
Sigue aqui: https://purebestiality.forosactivos.com/t3846-de-compras-by-the-face-priv-jade#41205
*TEMA CERRADO*
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Invitado- Invitado
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