un día más =D [privado]

Salieron de casa lo mas rapido posible desde la mañana, la chica llevaba una falda pequeña y unos mallones, botas y una camisa de tirantes; el chico por otro lado, llevaba un pantalon y camisa de color cafe claro. Caminaron de un lado a otro en busca de algo para divertirse, estar encerrados por las constantes seciones fotograficas y la vida en los lugares llenos de gente que pedia imagenes de ellos se le habian hecho algo cansado. Pasado el tiempo decidieron salir juntos y asi fue, llegaron al parque de diverciones alrededor de las 5:30 y aun asi les dejaron pasar. Ambos lentamente sintieron las miradas algo acosadoras de las personas que les rodeaban y automaticamente se coibieron.
- Hermanito... s-siento que nos estan mirando mucho.-
- Y-yo igual-
Ambos se deprimieron un poco hasta que observaron a un hombre que estaba trapeando. Ambos corrieron cerca de aquel hombre pues era el unico que no les habia mirado de forma inusual.

La chica bajo la mirada timida mientras que se abrazaba del brazo de su hermano. El chico solo miro al hombre, tomo un poco de aire y despues dijo con algo de voz.
~ Este... disculpe... yo... nosotros... queriamos saber si podria ayudarnos...~
Dicho eso volteo la mirada hacia su espalda observando que estaban casi rodeados de gente que queria tomarles fotos. El chico abrazo a su hermana la cual solo escondio su rostro bastante sonrojado; mientras tomaba la mano del hombre buscando su mirada pidiendo auxilio, salvacion o lo que sea.

La chica al sentir que era elevada se abrazo al hombre pues sentia miedo, era demasiado timida, pero aun asi se dejo cargar.
El chico por su cuenta se sonrojo a tal grado de que solo podia verse su cabello cubriendo su rostro sonrojado, bajaba la cabeza timido y a la vez miraba a su hermanita
~El carrusel?... Suena interesante, verdad, onee?~
Pregunto el chico sonriendo a la chica
~Ha…hai… suena interesante… y muchas gracias~
Dijo la chica sonrojada abrazando al hombre del cuello aun temiendo caer.

La chica tiernamente sonrió posando su mano en su boca riendo delicadamente, su hermano por otro lado no comprendió lo que le dijo, pues cuando paso aquella fecha ellos todavía no habían nacido, sin embargo le pareció un hombre de buen carácter no como su manager que era un completo pervertido que gustaba de vestirlos de manera sensual y provocativa para sus sucios pensamientos, suspiro un poco y queriendo seguir al mayor comenzó a reír delicado para hacer que su hermana tuviese un buen momento.

- Oh~ asi que era usted, sabía que le había visto en algún lado…-

Da reverencia y posa su mano en su pecho

- Bueno ella es mi hermana, aunque ambos nos llamamos Senou Natsuru, nos dicen de forma distinta, a mi pequeña hermana le dicen Natsuru-san y a mi Senou-kun, pero como guste decirnos está bien… -

Sonrió observando a su hermana que se comenzó a sonrojar cuando su hermano mayor inicio conversación con el varón frente a ellos, sonrio un poco y se le acerco a Kaleb para darle un suave beso en la mejilla

- Me da gusto que haya sido usted el que nos salvo…-

Hasta le brillaron los ojitos al escuchar al chico. Ésta era la primera vez en la que alguien le reconocía de la televisión y para el castaño resultaba muy gratificante, incluso más que el sexo. A punto estuvo de llorar de la emoción, pero se aguantó como el buen macho que era y simplemente se quitó con el dedo meñique una diminuta lagrimita de felicidad que se le había escapado del ojo derecho.

Ladeo la cabeza ligeramente al terminar de escucharlo, no entendía en qué habían pensado los padres de los peliazules al haberles puesto el mismo nombre... habiendo tantos tan buenos por ahí - pues mucho gusto Senou-kun, Natsuru-san, son unos chicos bastante monos… voy a investigar más sobre ustedes y sus carreras para que los tres estemos a la par - sonrió manteniendo ambos ojos cerrados, disfrutando de la efímera unión de los labios de la chica para con su piel, hacía mucho que no tenía un contacto de ese tipo - no me agradezcas, cualquier buen samaritano les hubiera ayudado igual que yo -

Luego de las presentaciones y agradecimientos, el barbudo observó su reloj y se tocó el estómago, ya comenzaban a rugirle las tripas - oigan… ¿no tienen hambrita? tanto limpiar vomitadas me abrió el apeto… si vamos a algún puesto de comida podemos conocernos más - terminó por colocar una sonrisa infantil, quizás con un buen disfraz podrían conseguir librarse de todos esos malditos reporteros.

La chica sonrió con gran sonrojo inmerso en sus mejillas, le tomo la mano y jalo un poco para estar junto a la de su hermano, cerca a casi tocarse, sintió como si ambos chicos fuesen cercanos y no como parientes exactamente. Suspiro atenta a los actos de cada uno y se abrazo de ambos brazos, provocando que sus pechos se apegaran a ambos brazos de manera imparable.

Vamos, usted debe conocer lugares para comer aquí… no, Kaleb-sama?

Sonrió mirando atentamente al hombre mayor que estaba en su cercanía.

El chico por otro lado la miro y con leve sonrojo por los actos de su pequeña y adorable hermanita dejo que le acercara. Suspiro y comenzó a observar atentamente su rededor para ir lentamente dibujando una expresión sublimemente tímida al sentir el cuerpo de su hermana de esa forma. Asintió sin mirarles pues no sabía que decir ante lo que estaba sucediendo.

Los ojos de la chica comenzaron a emanar un leve brillo y sus mejillas un rubor, era un hombre que sabia hablar, y aun mas que era atento; sonrío mientras que escuchaba hablar al hombre, jamas había conocido a un hombre que fuese así, aparte de su hermano gemelo; comenzando a caminar a la par del hombre sin chistar ni decir nada, solo se dejaba llevar por el hombre que sin saberlo, le había cautivado por sus actos.
Hai... le avisaremos...

El chico camino totalmente sonrojado por el acercamiento y por donde se posaba la mano, giro su rostro que yacía mas rojo que un tomate rojo y entrecerró los ojos, nunca había sentido el cuerpo de otro hombre, a menos no de esta forma, suspiro un poco para reponerse y así poder contestarle al hombre
Va-vale... nosotros le avisaremos...

Ambos miraban con cierto afan de altura al hombre, aunque claro cada uno a su manera, la joven Natsuru como si fuese un hombre perfecto, y el chico como un amigo muy bueno.
Fueron llevados hasta una mesa algo lejana de la puerta, y pegada a una pared, en pocas palabras algo privada, perfecta para el momento. Miraron al hombre lentamente, sin percatarse que una joven llegaba para preguntarles que es lo que iban a pedir. Ambos nerviosos, no sabian que pedir, intentaron preguntar por platillos que comian a casi diario cerca de donde trabajaban, primero la joven.

Etto... ti..tiene Orecchiette con nobizas?

Pregunto algo timida pues no conocia el menu del restaurante

O tendra, Risotto al pimiento?

Pregunto el hermano sin mas que decir.