Un Jacks Daniels para empezar - Libre -

por Invitado Lun Feb 28, 2011 1:20 pm

Hacia ya un par de días que se había asentado por fin en la ciudad, su mansión estaba lista, Elliot estaba fuera de la vista y sus negocios marchaban como debía de marchar todo: a su gusto, por ende no veía nada mal tomarse algo de tiempo para disfrutarlo y salir a dar un paseo por la ciudad, se había quedado con ganas de conocerla de cerca pero desde la ventana de su limosina apenas y podía dar un rápido vistazo, cosa que en verdad le desagradaba.

Quería ver la ciudad de cerca, ver a las tan famosas pets, para ello tendría que ir a la tienda de estos pero tenia mas deseos de un buen trago de licor y algo de acción tal vez, camino tranquilamente por las calles llenas de bares y burdeles, entrando al fin a uno que era evidentemente mas refinado que la mayoría y por ende, mas a su estilo.

Fue directo a la barra y ordeno una copa de Jacks Daniels para empezar la noche, la mirada azul gris del rubio recorrió el bar tranquilamente, vigilando en busca de alguna posible entretención para esa noche.

por Invitado Dom Mar 06, 2011 6:05 am

Había llegado a uno de los barrios mas juerguistas del centro siguiéndole la pista a alguien. Y es que, en su profesión, era encontrar a los demás corruptos o ser encontrados por ellos, y sinceramente no era su estilo quedarse esperando a que allanasen su casa. Vestido con su mejor traje y llevando una gabardina por sobre los hombros, acabó metiéndose en uno de las calles mas frecuentadas por la juventud de aquella alocada e hiperactiva ciudad.

La música sonaba desde los locales colindantes, haciendo que el suelo de la calle casi vibrase con el sonido de los bajos. Colándose entre la gente, con aquella sonrisa enigmática suya, observó los rostros iluminados por las luces de neón de la gente a la que dejaba atrás, la cual no acaparaba su atención mas de dos segundos o, por el contrario, mas de cinco si el hombre en cuestión le interesaba. Hiroyuki Asai era un observador y un amante de las cosas refinadas y hermosas y era un gusto que no podía negar.

-Ha entrado al Blues, Hiroyuki-sama -el robusto americano le seguía un paso por detrás, cubriendo su espalda sin llegar a parecer demasiado sospechoso, informando de todo lo que podía ver por sobre las cabezas de la multitud.

-Bueno, al menos tiene gusto~ -murmuró el medio ruso antes de apurar el paso, dar una larga calada al cigarro y tirarlo al suelo. Soltó el humo, lo pisó y sacó las manos de los bolsillos-. Quédate aquí y vigilale si sale -ordenó, lanzandole una mirada sugerente antes de perderse dentro, empujando la pesada puerta de cristal.

La suave música Jazz pareció acompasarse con sus elegantes pasos mientras enfilaba la alfombra roja que precedía al local. Alzó su vista brillante, casi plateada, y atisbó sus alrededores tenuemente iluminados. Su objetivo se había sentado en una de las mesas del fondo, junto a un biombo. Se sonrió, desviando su atención de manera momentánea y superficial hacia la barra, viendo al hombre que sin duda acapararía toda su visión por gran parte de la noche -”y espero que la mañana” pensó-. Mirando de reojo al muchacho que llevaba media hora siguiendo y comprobar que no se movería de allí por un tiempo se encaminó hacia la barra.

-Un Ruso blanco -le pidió al camarero, posando una fina y pálida mano en la superficie oscura antes de ocupar la banqueta de al lado. La gabardina cayó mientras el otro se cruzaba de piernas, apoyaba el brazo contrario sobre su muslo y miraba casualmente al rubio-. Dobryî vecher, eer~

[*Ruso; “Buenas noches, caballero”]

por Invitado Dom Mar 06, 2011 9:29 am

Habian varias cosas de las que se podia acusar a Schneizel y entre ellas estaba ese pecado que disfrutaba tanto: ser amante de la belleza, desde las cosas refinadas que le rodeaban hasta las sinuosas curvas de un perfecto objeto de deseo...se sentia un conocedor del placer humano y entre sus conquistas muchos entraban en su lista...pero...

Un largo cabello negro liso majestuoso , ojos grises con luces plateadas que le daban unos grados mas de belleza con esos hermosos reflejos, una tez clara y suave que pedia a gritos ser mordida, esas caderas que parecian estar hechas para estar entre sus manos...lastima el extra de la ropa, seria necesario quitarla, despues de todo, una obra de arte se expone, no se esconde.

Sonrio encantadoramente mirandole, alzando su copa en un cortes saludo hacia el recien llegado, por suerte manejaba el ruso medianamente bien o por lo menos para decifrar algunas frases importantes, en su mayoria obsenidades que se gritan enmedio de un fuerte orgasmo...ironico, y la gente pensaba que el ruso era un idioma rudo cuando para el rubio se le antojaba sensual.

- buenas noches a usted Señor...vaya...me parece que mi suerte empezara a mejorar, despues de todo rara vez me saluda una obra de arte viviente...- encantador, caballeroso, algunos dirian que exagerado, Schneizel podia ser muchas cosas pero como se toco antes, era un amante de la belleza, amarla, seducirla y adorarla era algo que nacia naturalmente para el

por Invitado Lun Mar 07, 2011 7:19 am

De cerca era aún mas agraciado que dándole un rápido vistazo de lejos. Tenía un porte aristocrático innegable y una mirada ladina, hambrienta pero moderada. Su voz suave y elegante resonó con algún tipo de acento en sus oídos, no desentonando nada con la música que flotaba en el ambiente. Mucho mas si su primera frase era tan elocuente, directa y caballerosa.

-Me halaga, señor mío -sonrió, estirando sus finos y pálidos labios mientras bajaba los párpados en algo que pareció una reverencia muy informal, seductora y leve. Cuando abrió los ojos de nuevo aquel brillo juguetón y sagaz se posó directamente en los del rubio; tan atrayentes y profundos que era difícil dejar de mirarlos-. Aunque he de decir que la suerte es mutua: no todos los días puedo saludar a alguien con un atractivo tan evidente. Ah, Spasibo molodyh~ -el tintineo del vaso y los hielos había llamado su atención. El camarero dejaba lo pedido frente a él, sobre un posavasos rojo sangre que resaltaba el color blanco de la bebida. Antes de marcharse le lanzó una mirada, para luego posarla en el rubio y terminar marchándose a pasos torpes.

-¿Puedo invitarle a una copa? -preguntó momentos después, sujetando el vaso y removiendo su contenido con un suave gesto de muñeca, parpadeando despacio antes de mirar de reojo a la mesa junto al biombo. Al parecer su “muchacho” estaba esperando a alguien, por lo que le daría tiempo para poder entablar una interesante conversación con aquel hombre. Con suerte podría conseguir su número... Aunque interiormente no creía necesitar precisamente suerte para ello- Eso si no espera compañía esta noche~

[*Gracias, joven.]

por Invitado Lun Mar 07, 2011 1:51 pm

Se giro un tanto mas para poder verle mejor, cruzandose de piernas mientras le recorria con la mirada una vez mas, al parecer el hombre tenia unas intenciones tan claras como las suyas en su avance, el camarero le hizo desviar su mirada un momento, sonriendo con un aire entre travieso y burlon en su rostro.

- claro, seria una descortesia de mi parte no aceptar señor...? -dejo en el aire la pregunta, esperando que aquel caballero se presentara antes que el, a pesar de vestir de una forma un tanto oriental no podia decir que fuera un japones al 100% al oirle hablar en un Ruso perfecto y el color de sus ojos tampoco parecia nada tipico, eran excepcionalmente bellos si, pero tipicos japoneses podria decirse que no, aunque aquel contraste con el negrisimo cabello largo era simplemente encantador y ver esos ojos enmarcados con unos encantadores anteojos se le hacian perfectos...

Desvio su mirada sonriendo, le habia estado viendo demasiado, le era imposible apartar la mirada del hermoso hombre.

-en realidad solo decidi salir a dar una vuelta y he tenido tanta suerte, mi primera noche libre en Tokio y me encuentro con una encantadora joya...- la voz suave del hombre trataba de no romper el encanto de la musica en el lugar, amaba ese ambiente mistico y soberbio que le daba al bar y a la encantadora presencia del pelinegro.

por Invitado Jue Mar 10, 2011 1:42 pm

-Disculpe los modales -bajó el mentón suavemente, dando a conocer una faceta formal, casi sumisa y completamente serena. Alargó el brazo que no sostenía el vaso grueso de la bebida, tendiéndole una mano de manera nupcial con ánimo de que le estrechase. El prestamista tenía un aspecto calmo y sosegado, sutilmente resaltado por aquella figura fina y aquellos angulosos rasgos delicados-, mi nombre es Hiroyuki Asai. Y le agradezco la comparación aunque no sea merecedora de ella~

Rió suavemente, aceptando después de todo el cumplido. Levantó el vaso, y posando el borde lentamente sobre sus labios lo inclinó hasta beber, lanzandole una mirada seductora sin esfuerzo alguno. La expresión natural de Hiroyuki era de alguien seguro, ladino y atrayente. Incluso, apelando a sus emociones momentáneas, libidinoso. En aquel caso en especial y estando frente a alguien que había considerado atractivo y elegante, no se molestaba por ocultar su interés y, aún así, lograba no parecer en extremo evidente. La chispa de sus ojos era suficiente para mantener la atención de cualquiera al que mirase.

-¿Le importa que le haga compañía pues? -la punta de su lengua delineó el borde del vaso antes de bajarlo y dejarlo sobre la barra- Podría darme el lujo de divagar en pleno trabajo si es por alguien como usted~ -parpadeó y volvió a desviar la mirada un efímero segundo-. Digame ¿a que se dedica, señor mío~?

por Invitado Jue Mar 10, 2011 1:59 pm

La delicada mano fue tomada por la mano enguantada del joven aleman, le beso suavemente esta y la dejo escapar suavemente, sonriendo encantado, ver aquel gesto tan invitante y a la vez sereno de parte del hombre podia realmente poner en marcha su libertina imaginacion.

-un gusto señor Asai, mi nombre es Schneizel Rodthimus y no diga eso, en verdad me he quedado corto - ver cada gesto cada vez mas invitante le hacia entrecerrar los ojos con gusto, siguiendo cada uno de estos como si se tratara de una melodia pero visible, no queria perderse el mas minimo detalle de su ser.

-a que me dedico? bueno...a demasiadas cosas...mi compañia se subdivide en muchas mas...creo que seria algo complicado darle una lista de todas...- sonrio dejando su copa un lado, cerrando los ojos y sonriendo de forma encantadora - oh...el trabajo y el placer es algo que me gusta mezclar perfectamente...es algo que me agrada en verdad...

por Invitado Mar Mar 22, 2011 6:36 pm

No supo ubicarlo en el gran globo al escuchar su nombre. Tenía un refinamiento y una fluidez al hablar propias de un inglés; de esos que bebían té a las seis y escuchaba a lo lejos el Big Ben resonar en una plaza llena de turistas. Por otra parte, su mirada fija, sus gestos y alguna parte escondida de su acento albergaba algo parecido a si mismo. ¿Ruso? No, conocería a los de su propia tierra.

-Agradezco la cortesía. Un hombre de mi edad no escucha tremendos piropos tan a menudo -sonrió levemente, dejando atrás por un momento a su objetivo y centrándose en los finos labios del rubio, escuchando como las palabras salían, sin entrecortarse; ascendiendo hasta sus ojos almendrados, de marcados párpados y brillo que no le pasaba desapercibido. Tenía unos ojos hermosos, y con la mirada de alguien bastante conocedor de la noche y sus peculiares “juegos”.

-¿Mezclar trabajo con placer? -se descruzó de piernas, cruzándolas al contrario antes de volver a coger el vaso-. Sería interesante si se fuera el presidente de una compañía y cayera la suerte de tener un atractivo secretario -se sonrió, dejando la escena bastante clara para el rubio. Cerrando los ojos, bebió de nuevo.

Cuando de nuevo bajó el vaso y se relamió sutilmente, continuó:

-En esa situación me gustaría mezclar todo tipo de placeres en el trabajo -le miró, como si fuera el mismísimo presidente que había dejado caer en la fantasía mirando al guapo secretario. En aquel caso, el rubio-. Aunque no me puedo quejar; esta noche, y aún no siendo exactamente un “empresario” me he topado con usted, señor mío. Eso garantiza algo de placer mutuo, espero, mientras trabajo -se inclinó ligeramente hacia delante, entornando los ojos y dejando toda su fragancia al alcance de Schneizel-: Espero que no le importe que le use como ayudante~

por Invitado Miér Mar 23, 2011 2:29 pm

-un hombre de su edad? por favor, no creo que sea tan mayor y aunque asi fuera puedo decir que se ha sabido conservar de una forma increiblemente....perfecta...-le estudio sin tapujos algunos, en verdad, si aquel hombre era mayor que el no seria por mucho y aunque asi fuera lucia en verdad deseable en todos los aspectos posibles.

Rio quedamente al oir sus ideas, embriagandose al pensar en aquellas situaciones, podia pensar en demasiadas cosas..y poses...y juegos...le miro con tranquilidad, relamiendose los labios apenas visiblemente.

-una oficina grande, un escritorio de cedro y unas grandes ventanas de cristal...es algo tan sensual...no me haga sonrojar aqui, sera algo malo y nunca he sido bueno controlando mis impulsos...-sonrio mirandole, era una situacion interesante aquella, la idea de estar con aquel hombre en el bar hablando de tal forma le daba una idea de que al parecer, conservaban ciertas similitudes.

-presiento señor mio que usted y yo poseemos ideas muy parecidas en cuanto a placeres...y negocios...-sonrio entrecerrando los ojos jugando tranquilamente con la copa en sus dedos, dejo la copa en su lugar y se aventuro a tomar una de esas manos delgadas y elegantes.

-en verdad todo usted parece consevarse de una forma mas que perfecta en todos los sentidos posibles...-aspiro su perfume fijando su mirada en el, acercandose un tanto mas para morder suavemente su lobulo - si me deja decirlo...me tiene sumamente intrigado porque deseo desvelar la obra de arte que se encuentra debajo de tales cubiertas....-deslizo su dedo debajo de su manga, acariciandole su muñeca.

por Invitado Mar Mar 29, 2011 2:04 pm

-Por lo que a mi respecta, no tiene que controlarlos -contestó con gracia, pensando que si el rubio se comportaba así no queriendo ser “impulsivo” como sería si quisiera serlo. Tenía un habla elegante, vestía bien y parecía estar visualizando cada fantasía que salía de sus labios, aportando nuevas cosas para dar mas realismo a la escena. Era muy cierto que, en parte, se parecían bastante. La malicia salía a borbotones de ambos, así como el aura de sensualidad propia de un ligoteo sutil.

-Estoy bastante seguro de ser mucho mayor que usted. Aunque eso nunca me ha importado si se tiene la experiencia suficiente como para crean ambiente -sonrió, por un momento desafiante, sexy y caminando por donde el otro quería que caminase. Le estaba llevando, entre toques y palabras hacia su terreno, y eso pudo comprobarlo cuando le mordió y le dedicó aquella caricia bajo la manga de su grueso traje- ¿Hasta que punto desea contemplar la obra? -aprovechó el acercamiento y susurró- Soy alguien exigente, y seguro que querré un buen pago por descubrirme ante usted. Después de todo, sigo trabajando~

Aquello le dio una idea. ¿No parecía el otro muy dispuesto a cumplir sus fantasías? Pues tenía al perfecto conejillo de indias que les llevaría a cometerlas sentado justo al fondo. El muchacho que había estado persiguiendo ahora estaba acompañado por uno mas robusto, con el cual parecía estar discutiendo entre gesticulaciones y miradas desconfiadas alrededor.

-Dígame, ¿le apetece dar una vuelta conmigo? -le miró, deslizando la mano libre desde su regazo hasta la rodilla del rubio, estando tan cerca que podría haberle devuelto el mordisco si hubiese querido- No puedo asegurarle una fantasía de presidentes y secretarios, pero si una de gánsters y criminales. Quizás no suene tan poco atractivo como parece~

Sus finos dedos ascendieron por su muslo, llegando a un punto peligroso del pantalón, antes de volver a bajar, entornando los ojos.

por Invitado Dom Abr 03, 2011 1:43 pm

-en verdad? hmmm...no creo ques ea el lugar ni el momento indicado para algo asi...aunque podriamos hacer algunos arreglos -sonrio de lado mirando alrededor, el no era de los que necesitaban una cama de rosas para poder tener sexo, en realidad estaba muy abierto a todas las posibles actividades que se le pudieran dar mientras esta le diera una buena recompenza.

-mayor, menor, que mas da...cuando se esta en medio de una buena actividad fisica...si es que me entiende...-sonrio de lado, le gustaba el perfume que olia en su piel, esa mezcla erotica entre finos perfumes y una piel sedosa, era un misterio que no dudaria en desvelar al precio que costara - las cosas a un precio justo...mas cuando se trata de algo que en verdad deseo...soy muy bueno en cuanto a manipulacion de piezas finas...-murmuro a su vez, alzo una ceja cuando escucho su propuesta, al parecer su "invitado" tenia ya una buena idea en mente, su sonrisa se pronuncio todavia mas...gánsters y criminales? porque no? siempre podria apreciar unas cosas parecidas y aquel roce lento le estaba seduciendo a seguirle, era una buena promesa de una muy buena recompenza.

-apetecerme? estare mas que encantado....siempre y cuando sea de su mano podria atreverme a mucho...-dijo suavemente, entrecerrando los ojos ante sus caricias, aquelos gestos, su mirada, le estaban haciendo desear cada vez mas verle bajo las sabanas...o mejor dicho sin estas, ver sus expresiones eroticas en medio de una deliciosa entrega sensual, valdria bien la pena lo que aquel misterioso hombre le pidiera.

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