Caminata a ciegas -libre-

El Bosque era un hermoso e infinito lugar de relajacion, lleno de tanta paz, tantos sonidos envolventes y calidos, tantos aromas suaves y naturales, texturas bajo sus dedos, las ramas y hojas mas secas quebrandose bajo sus pies y crujiendo en cada nuevo paso, era todo realmente maravilloso, y aunque pocas veces se habia aventurado a ir solo, esta vez no tenia miedo.
La gente solia ser bastante amable y servicial con los que lo necesitaban, asi que lo le basto ir pidiendo algo de ayuda por aqui y por alla para llegar finalmente,asegurandole a un amable joven que lo habia acompañado a la entrada del bosque, que no se preocupase y todo estaria bien. Y es que claro, nadie en su sano juicio se iba tranquilo dejando a un ciego en mitad de la nada y sin ninguna persona a la redonda, pero Aoi solia ser demasiado autovalente como para creer que podria perderse o algo malo pudiese pasar.

Ahora caminaba cuidadosamente, apoyando su mano en los troncos de los arboles para ir avanzando, deteniendose cada cierta cantidad de metros para oir los sonidos de la naturaleza, que le hacian ver que claramente no estaba solo, pues aquel lugar era el mas vivo de todos lo que habia visitado antes.

Luego de haber caminado bastante, se detuvo, apoyandose en un arbol para sentarse en las raices sobresalientes de este, sacando de su bolso una botella con agua para beber unos sorbos y estirar la cabeza hacia atras completamente relajado con esa nueva experiencia