Apartamento Yasaka - (Priv. Leedcrow)

Al detenerse el automovil, salió entregandole el dinero al otro, tomando de la mano al rubio menor, esperó a que se pusiera de pie, mientras miraba a su manager en su carro, notoriamente molesto, pero él no le hacía mucho caso a su representante, pues, le parecía tedioso que lo siguieran para todas partes, como un acosador esperando a los movimientos de su "presa".

- Ya estamos Leedcrow... - lo soltó al ver el carro irse y se encaminó hacia el edificio esperando a que el conejo lo siguiera y si intentaria escapar, Dios... Que mal la pasaría el rubiecito.

Se quedó parado en la entrada del lugar mirando hacia el menor, esperando a que moviera sus pies y se le acercara, para poder entrar más seguro al edificio y que viese su nueva casa, su nuevo hogar, su nuevo... Mundo, el que compartiria con Yasaka.





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[Perdón si sale muy corto u_u!!]

- Me alegro que te guste... - sintió el tirón en su brazo y el agarre suave a su mano, haciendo fricción contra la piel ajena, notando claramente lo suave que esta era, tal cual como un pelaje de un conejo - Vale, calmate... - rió bajo, entrando al edificio.

Al abrir la puerta, dejó ver una recepción amplia, muy elegante, hermoso, con sus adornos y complementos, varias vasijas costosas, lo típico de una recepción lujosa. Guió al conejo hacia los ascensores, presionando el botón, esperando a que bajara. Leedcrow parecía fascinado por el lugar, le agradaba que ese rostro se tornase uno lleno de felicidad. El ascensor bajó, dejando ver como las puertas se abrian, dejando ver a dos mujeres dentro, su cara, marcó una expresión llena de fastidio, eran dos chicas que lo perseguían, lo acosaban de día, tarde y noche y ni idea tenía él del porque.

- ... - no dijo nada, solo las omitio, tomando aún al menor de las manos - Recuerda... - le susurró al oído - El piso de nuestro departamento es el... - le comentó al otro en un susurro muy bajo y muy cerca al otro - Así no te perderas... - le dió un beso en la cabeza, sin poderse resistir, el aroma que provenía del otro era dulce, muy rico.

"Ting" Las puertas se abrieron, dejando ver un gran pasillo, no tan amplio, pero si se podía caminar por ahí, claro estaba. Era raro, ¿el menor no traía otras ropas? ¿Ni equipaje? Oh bueno, no importaba, le prestaría algo de ropa o saldría a comprarle algunas nuevas, no estaba mal consentir a su pequeño usagi. Llegó enfrente de la puerta que marcaba el número de esta. Pasó su llave por el lugar, que consistia en una tarjeta y en una llave normal.

- Bienvenido... - dijo serio, sin esbozar ninguna sonrisa, pero con un aura calmada y serena - A tu nuevo hogar... - dejó a la vista, el inmenso lugar, muebles simetricos, floreros, algunas puertas extras, entre otras cosas que lo hacían ver un lugar bastante acomodado y elegante.

Spoiler:

Y tras abrir la puerta, observó los actos ajenos, esos actos tan inocentes e infantiles que eran graciosos para ser franco. Observó como se lanzaba contra la alfombra que gracias a la ama de llaves, estaba limpia y no precisaba en regañar al menor por eso. Se acercó al otro cuando ya había cerrado la puerta con seguro y se colocó al lado del mueble en donde el otro, alegre, encendió el televisor.

Algo lo distrajo, la colita afelpada del menor. Es decir, era un conejo y poseía esas extremidades animales... Pero cuando esta se movió de esa forma, demostrando algo de alegría... Le excitó. Ni idea el porque, tampoco de porque especificamente esa parte del otro. Suspiró, calmandose, desviando cautelosamente su mirada del otro, no quería demostrar algo erroneo, como si repudiaba al otro, lo cual, no era así.

-Solo dime Yasaka, Leedcrow... – exclamó serio, con una mirada un tanto inexpresiva. Llevó su mano a la cabeza ajena, acariciando esta y la raíz de las orejas, rascando un poco estas – Pareces muy emocionado, ¿Te gusta tu nueva casa?

Trató de ser lo más amable posible, para ocultar sus verdaderos pensamientos, los cuales eran, querer tomar al menor por la fuerza y... Desnudarlo. Plantar indesencias en ese esbelto cuerpo, que desde antes, lo notó atractivo, rodar besos por esos finos labios, que antes, lamió parte de ellos. Apartó la mano al notar que ya había desordenado esos claros cabellos.

-Bien... ¿Deseas un baño? – preguntó un tanto atento a la higiene del otro – O ¿deseas ver el cuarto?

Había cerrado los ojos, pues, no quería ver repetitivamente el cuerpo del conejo moverse al ducharse, le provocaba ansias... De abrazarlo, tocarlo, besarlo, sentirlo... Tenerlos. Aún siendo así de serio y siendo así su personalidad, era muy deseoso si se refería al tema sexual, le gustaba hacer cosas... Obsenas ysadomasoquistas. Al oir que la regadera se cerró, la puerta abrirse deslizandose hacia un lado, no volteó, porque sabía que saldría corriendo hacia el otro para... Violarlo.

- ... - escuchó al otro hablar, abriendo los ojos, mirando al otro, portar esa camisa larga que le quedaba como una pijama y... Más abajo, las hermosas y esbeltas piernas del menor, blanquecinas y notoriamente suaves - Leedcrow... - se incorporó sentandose en el sillón, tomando rapidamente al otro de la muñeca, abrazandolo con delicadeza, cruzando sus extremidades por las caderas ajenas - Eres tan lindo...

Su corazón comenzó a latir con fuerza, sintiendo que su mirada se nublaba por la estimulación que comenzaba a sentir, mientras que tenía el cuerpo del otro tan cerca, el olor que desprendía tan suavemente por los cabellos y su piel. Rodó un poco su rostro, para rozar con la punta de su nariz, la oreja humana del ajeno, entrecerrando su mirar, desviandola, mirando de soslayo el rostro del menor. Era puro... Hermoso, cariente de pensamientos indecentes... Quería ensuciarlo... Dios, ¡Quería poseerlo! Y no solo fisicamente... Tambien en lo sentimental.

- Leed... - cortó el nombre del otro, tomandolo con una de sus manos por el mentón, acercandose peligrosamente a los labios ajenos, quedando a una minima distancia, mientras sus ojos miraban de arriba a abajo, divisando sus ojos y sus labios - Me gustas...

Estaba hipnotizado por la presencia del rubio. Lo besó en los labios, suave y delicadamente, acariciando su nariz con la del otro al acercarse, entrecerrando su mirar, observandolo de forma seria y un tanto fria, pero aunque fuese así, estaba disfrutando ese momento, sintiendo una calidez recorrerle por el pecho... ¿Gustar? Quizás, igual, ya lo confesó al otro sin darse cuenta. Se separó, parpadeando un poco, dandose cuenta de lo que hizo.

- Lo siento... - se disculpó, poniendose de pie, yendo hacia la cocina, mientras que se debatia en su mente, la moral, el amor y la razón - Esto... Me va a volver... ¡Loco! - pensó, apoyando sus manos en la mesa del comedor, mirando hacia esta.

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Spoiler:

Iba a meterme bajo las cobijas pero Yasaka e puso de pie y fue a apagar las luces del apartamento , cuando el volvio me acoste a su lado ........ sentir sus caricias y el beso que me dio en la frente me hizo sentir cositas en mi pancita , sonrei ante esa sensacion agradable antes de acomodarme bajo las cobijas , Yasaka se alejo un poco de mi pero me apegue a el y me aferre a su cintura para asi poder recargar mi mejilla contra su torso

- yo nunca me habia fijado en alguien ....... si me he fijado en ti quiere decir que eres especial asi que ...... no voy a dejarte ir tan facil

Escondi mi rostro en el pecho de Ryoumei y segui aferrado a el , me gustaba tanto la cercania que no queria apartarme de el ni por un instante ¿aquello seria amor? era una sensacion extraña la necesidad de otra persona al lado de uno

- Yasaka ....... tu me amas?

Lo mire desde abajo con mis ojos bien abiertos , mis orejas se movian curiosamente mientras mi mirada continuaba espectante a lo que diria

Rodó sus rojizos orbes hasta el rostro del rubio, viendo como este había recargado su cabecita en su pecho, no lo negó, no reclamó, lo dejó tranquilo, pues, no le incomodaba... Al contrario, le era agradable estar de esa manera con el conejo, pero era algo extraño que le sujetaran de las caderas, pues no creía que el otro fuera a entrelazar sus manos en ese lugar. Sonrió complacido al escuchar el comentario del otro, pues, el tampoco había sentido algo así; aún habiendo estado con algunas personas.

- Me alegro que pienses así... - alzó su brazo, para posar luego su mano en la cabeza contraria, revolviendo suavemente los cabellos del rubio, dandole un beso en la frente - Yo tampoco te dejaré ir tan facil...

Su semblante cambió cuando el menor le preguntó aquello... Esas palabras que ni por unos instantes se detuvo a pensar... ¿Amor? No sabía que era eso, por lo que no podía responderle al conejo, pero si sabía que le gustaba, que estaba enamorado de ese hermoso conejo en ese primer día en el que lo conoció. Entrecerró su mirada, observando hacia la nada del cuarto, divagando un poco.

- Pues... - cerró los ojos, para ladear un poco su cabeza abriendo los mismos, mirando fijamente al menor que lo estaba observando, espectante, parecía muy interesado y curioso por la respuesta a esa peculiar pregunta, que, la escuchó por primera vez - Realmente no lo sé... Me gustas... Me atraes y mucho... - besó la mejilla contraria, abrazandolo con uno de sus brazos por las pequeñas caderas del otro - Pero... Creo que si podré amarte... Si permaneces conmigo durante un muy buen tiempo... - se acercó un poco más, entrecerrando su mirar para darle un beso corto en los labios del rubio, separandose tras pasar unos 5 segundos, mirandolo fijamente.

El sol salió iluminando el oscurecido cielo, al igual que los rayos del sol alumbraban las ventanas de todos los edificios, al igual que el de Yasaka, molestandolo un poco, haciendo que abriera los ojos, la mitar de los parpados, mirando hacia el techo, para luego ladear un poco su cabeza, encima de la almohada, viendo como su brazo estaba extendido con la cabecita del usagi encima de su brazo, sorprendiendose al verlo, pero no gritó ni emitio ningún tipo de sonido. Quedó mirandolo, dormido, se veía adorable con esas orejitas, largas pestañas del mismo tono de sus cabellos.

Olisqueo un poco su cabellera, embriagandose. Pasó su brazo por el torso contrario, abrazandolo, esbozando una ligera sonrisa en sus labios, apenas despertandose. Cuando su cerebro comenzó a maquinar, con cautela, alejó su brazo ya entumecido. Se puso las pantuflas negras yendo fuera del cuarto hacia el baño. Al acabar sus necesidades, recibió un mensaje de parte de su manager, pero, pospuso la sesión que tenía. Se puso a preparar el desayuno, algo torpe, pues, siempre comia fuera de casa.

- ... - miró la comida algo... Quemada - Joder... - masculló entre dientes, viendo lo único que le salió bien, el café. Es decir, era... Un actor, que lo citaban mucho a salidas, que casi no iba y que ingeria pura comida de restaurantes o convini's.

Desechó la comida quemada, buscando un libro que tenía desde unos años en su lugar, unas guias para cocinar que, estaba lleno de polvo por el poco uso a ello. Buscó las recetas, pero de igual manera, le salian del asco, por lo que su "plan" de hacerle la comida a su nueva mascota, se volvió un fiasco. Sin saber que hacer, se fue a cambiar al cuarto, colocandose unos jean's, una camisa gris con varios logos en el, sin despojarse de su esponjoso calzado que traía. Miró al rubio, sonriente, estaba feliz de que siguiera ahí.

- Tan... Bello... - se acercó, inclinandose, apoyando su mano en la almohada a un lado de la cabeza contraria, entrelazando entre sus falanges, el sedoso cabello del rubio, dandole un beso en los labios, sólo un roce.

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