un grupo de ociosos.... *privado colectivo*

El seguir la misma y monotona rutina le mataba, pero... que podia hacer para cambiar esto? tampoco es que se empeñara en ser rebelde o algo parecido, simplemente estaba cansado de esto. Asi que por hoy decidio cambiar. Se levanto alistandose, pero en vez de ponerse su uniforme de escuela se vistio con ropa casual que consistia en un pantalon cafe con zapatos de vestir del mismo tono y una camisa de botones blanca, se intento aplacar el cabello pero su cabello no cedio dandose por vencido. Ya listo se dispuso a salir sin darle menor explicacion a la servidumbre simplemente pidiendo a su chofer. En el auto le mando un mensaje a dos conocidos que se podrian llamar amigos aunque nunca lo admitiria en voz alta sabiendo que con ellos el dia de hoy perderia toda rutina el mensaje era corto y consiso " vernos... cine...ahora..>3>" era simple pero sabria que los otros dos lo entenderian, sin mas que hacer ordeno al chofer que lo llevara al sitio acordado

El día había ido bastante tranquilo, no había mucha gente en el trabajo y así, Seth pudo tomar el día libre. No tenía idea de que hacer, pues era algo entre semana, raro para el. Fue entonces cuando escuchó su celular, o eso pensó. Revisó el aparato y si, en efecto había sonado. Era un mensaje del italiano "vernos... cine...ahora..>3>" claro que lo comprendía, era sencillo, pero clásico del chico, de pocas palabras. Ahora que se relacionaban más era bastante fácil comprenderle, y ¿porqué no? aprovecharía el día para salir con un amigo, quien era raro que tuviera ese tipo de necesidades. Claro que si surgía algún problema, no le negaría la ayuda nunca. Así tomó un taxi, más rápido que regresar a su casa por el coche, e indicandole al chofer la dirección para el cine se dirigió sin ningún retraso. Añoraba este tipo de salidas, por lo que le pareció algo bastante oportuno y una buena distracción

Había llegado antes de lo previsto, su chofer había intentado persuadirlo para que desistiera de la idea pero se negó rotundamente a esto. Se bajo del auto dando un portazo ya bastante frustrado de lo que a el le parecía intentos de controlar su vida, ordenándole que se tomara el día libre pues ya no eran necesarios sus servicios por este día... se relajo un poco echando un suspiro al aire encaminándose hacia el lugar indicado, sentándose en una banquita observando a la gente que pasaba a su alrededor impacientándose a cada momento que pasaba- hmm... -estuvo a punto de gritarle a una bola de chicas que cuchicheaban de manera demasiado escandalosa para su gusto justo en la banca continua a la de el, cruzándose de brazos maldiciendo por lo bajo-

No tardó mucho en llegar al lugar acordado, había poco tráfico y el trayecto había sido bastante rápido. Bajó del coche y buscó con la mirada al italiano, sin mucho éxito. Dió unos pasos sin rumbo hasta que se encontró con un grupo de jovencitas que se secreteaban sobre algo, y miraban hacía una banca al hacerlo. Pues por imitarlas siguió el trayecto de su mirada y logró divisar a un pequeño, bien conocido de él. - ¡Gino! -exclamó el mayor en voz alta, dirigiendose hacia el castaño con pasos lentos y elegantes. -Vaya que llamas la atención -dijo al menor cuando estuvo frente a el, soltando una risa y sonriendo apaciblemente

-volteo al escuchar la voz que tanto conocía, haciendo que toda frustración a causa de las chicas desapareciera- seeth.. -se encontraba bastante feliz de verle- hmp son tipas raras superficiales.. -le dijo frunciendo levemente el seño, soltando una suave sonrisa al verle era inusual que su amigo estuviera libre y eso le ponía de buen animo... no paso mucho tiempo cuando escucho que lo saludaban- bakaa yo no soy un ñoño con cara de... -no quiso continuar viendo mal al recién llegado, por fin estaban los tres juntos cosa rara hoy en día por la vida agitada de cada uno- ciaoo calvo...-soltó burlonamente-

-Pues creo que tienen mucho de que hablar querido Gino -sonrió despeinando con cariño el cabello del menor. Realmente extrañaba este tipo de convivencia, pues el trabajo lo manteía alejado de todo, incluso de cosas que resultaban mucho más importantes, como ellos por ejemplo. Escuchó una voz extrañamente familiar, y una expresión que sin duda sabía de quien vendría. Giró el rostro y sonrió abiertamente, hablando en voz alta -¡Vald! -exclamó mientras se acercaba al castaño, palmeando su hombro cuando estuvo lo suficientemente cerca - Tienes razón, es un gusto verlos de nuevo -respiró profundamente, mirando a ambos con añoranza