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Shopping Time (PRIV)
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Shopping Time (PRIV)
El joven demonio tenía planeado pasar todo el día centro comercial, renovando su guardarropa había pasado cierto tiempo desde que visitaba el centro pero esta vez no encontraba nada que le llamara la atención, paso varias horas de tienda en tienda tratando de satisfacer sus caprichos pero por alguna razón no sentía que encontraría algo, hasta que paso por un aparador con prendas de todos los colores y con ropa con cristales
Entrare para ver si encuentro algo- pensó para si mismo toda la ropa era de colores muy vivos cosas que el nunca usa, no salía del negro y gris de vez en cuando blanco, miraba cada prenda para encontrar algo y cuando junto las suficientes entro al pronador, a la salida se encontraba un set de 3 espejos para admirar como lucen las prendas, se miraba de pies a cabeza y había algo que no lo convencía todo era de su gusto pero los colores no lo le agradaban nada, siguió cambios tras cambios pero no se sentía cómodo con aquellos colores, -¿Disculpe señorita perdone la molestia pero necesito su opinión acerca de cómo luzco con la ropa?- le pregunto a una joven que trabajaba en el lugar aunque la respuesta fue positiva en muchos aspectos pero él seguía dudando, le mostro mas prendas, todas mejores que las anteriores pero casi todo en colores vivos.
-Bueno veamos cómo me veo- dijo para si mismo mientras se postraba frente a los espejos, todo le quedaba como anillo al dedo pero lo que el necesitaba era una opinión de alguien más que no fuera un vendedor en busca de su comisión por ventas
-Me miro con buen cuerpo, en todos los sentidos y los jeans me resaltan mi trasero pero no creo que luzca mejor de lo normal- estaba a punto de ponerse su ropa para ir a otras boutiques, pero sabía que el resultado sería el mismo, antes de entrar a los vestidores sintió la mirada de alguien, el demonio nunca tuvo tacto con las personas pero este era un dia en el cual estaba aburrido por lo cual le hablo amablemente.
-Te puedo ayudar en algo, porque si quieres alguna de estas prendas dudo que sean de tu taya- Lo dijo con una sonrisa burlona mientras observaba al hombre era muy alto y la llamativo parecía un cliente frecuente del lugar, era como si pudiera tomar cualquier cosa y se le miraría bien, como si la hicieran para él. –Dime te gusta lo que ves- le pregunto mientras giraba para observarlo por el espejo.
Entrare para ver si encuentro algo- pensó para si mismo toda la ropa era de colores muy vivos cosas que el nunca usa, no salía del negro y gris de vez en cuando blanco, miraba cada prenda para encontrar algo y cuando junto las suficientes entro al pronador, a la salida se encontraba un set de 3 espejos para admirar como lucen las prendas, se miraba de pies a cabeza y había algo que no lo convencía todo era de su gusto pero los colores no lo le agradaban nada, siguió cambios tras cambios pero no se sentía cómodo con aquellos colores, -¿Disculpe señorita perdone la molestia pero necesito su opinión acerca de cómo luzco con la ropa?- le pregunto a una joven que trabajaba en el lugar aunque la respuesta fue positiva en muchos aspectos pero él seguía dudando, le mostro mas prendas, todas mejores que las anteriores pero casi todo en colores vivos.
-Bueno veamos cómo me veo- dijo para si mismo mientras se postraba frente a los espejos, todo le quedaba como anillo al dedo pero lo que el necesitaba era una opinión de alguien más que no fuera un vendedor en busca de su comisión por ventas
-Me miro con buen cuerpo, en todos los sentidos y los jeans me resaltan mi trasero pero no creo que luzca mejor de lo normal- estaba a punto de ponerse su ropa para ir a otras boutiques, pero sabía que el resultado sería el mismo, antes de entrar a los vestidores sintió la mirada de alguien, el demonio nunca tuvo tacto con las personas pero este era un dia en el cual estaba aburrido por lo cual le hablo amablemente.
-Te puedo ayudar en algo, porque si quieres alguna de estas prendas dudo que sean de tu taya- Lo dijo con una sonrisa burlona mientras observaba al hombre era muy alto y la llamativo parecía un cliente frecuente del lugar, era como si pudiera tomar cualquier cosa y se le miraría bien, como si la hicieran para él. –Dime te gusta lo que ves- le pregunto mientras giraba para observarlo por el espejo.
Invitado- Invitado
Re: Shopping Time (PRIV)
Sus últimas semanas en la ciudad habían resultado ser mortalmente aburridas ya que por alguna extraña razón que desconocía, mucha gente había empezado a emigrar hacia otros sitios donde hubiera más tráfico de esclavos y mascotas exóticas que en Tokio. Claro que como Nathan no estaba interesado en ese tipo de asuntos, se quedó en la ciudad haciendo lo mismo que siempre había hecho; es decir, pasearse por las calles luciendo absolutamente fabuloso.
Ese día en particular había decidido tomar su bolso y salir a dar una vuelta por el centro comercial, para engalanarse la pupila con todos aquellos muchachos atractivos que solían verse arrastrados a aquel sitio por sus pequeñas novias adolescentes. Llevaba una chaqueta de corte femenino, pantalones negros que se pegaban al cuerpo como una segunda piel y una blusa blanca con un montonal de olanes al frente. Era una excelente combinación, aunque algo extraña tomando en cuenta que andaba por los pasillos de un mall cualquiera y no en la presentación de su nueva temporada de ropa. Su paso era seguro y elegante, siempre con la barbilla elevada y con un contonear de caderas sutil, pero efecto (al menos en su opinión).
De agún modo terminó entrando a una de los tantos comercios especializados en ropa para jóvenes. Sobra decir que Nathan ya tenía la edad suficiente como para ser abuela(?), pero incluso así se sentía atraído por las remeras que se mostraban en los aparadores. Se adentró pues y miró cada uno de los corredores de la tienda, había ropa muy linda, mas necesitaba verlas puestas en alguien para quedar satisfecho. Quizás si encontraba un modelo...
Se dio cuenta entonces de que en la parte de los probadores había un chaval que se miraba el culo por el espejo. Nathan sonrió y se dirigió hacia él mientras le respondía: - oh~ mil disculpas, no te quería incomodar. Sólo me encontraba buscando un modelo - masculló con su aterciopelada voz y caminó hasta quedar a un par de pasos del pequeño extraño. Se llevó una mano bajo la barbilla y con una pose pensativo volvió a recorrer el cuerpo ajeno, juzgando - mhhn esos tonos no van contigo. Tienes una piel muy linda, pero demasiado pálida... - habiendo dicho eso, se giró y tomó de un estante cercano una camiseta de un brillante carmín, otra más en un azul metálico con detalles blancos y finalmente una blusita rosa como de algodón de azúcar, su color favorito - a ver, ponte esto, quiero ver cómo luces - agachó la cabeza para verle bien (la diferencia de estaturas era muy marcada) y miró fijamente esos bonitos ojos claros - ¿sabes qué te favorecería? - puso una cara entusiasta y contestó su propia pregunta muy emocionado: - colorearte las pestañas -
Ese día en particular había decidido tomar su bolso y salir a dar una vuelta por el centro comercial, para engalanarse la pupila con todos aquellos muchachos atractivos que solían verse arrastrados a aquel sitio por sus pequeñas novias adolescentes. Llevaba una chaqueta de corte femenino, pantalones negros que se pegaban al cuerpo como una segunda piel y una blusa blanca con un montonal de olanes al frente. Era una excelente combinación, aunque algo extraña tomando en cuenta que andaba por los pasillos de un mall cualquiera y no en la presentación de su nueva temporada de ropa. Su paso era seguro y elegante, siempre con la barbilla elevada y con un contonear de caderas sutil, pero efecto (al menos en su opinión).
De agún modo terminó entrando a una de los tantos comercios especializados en ropa para jóvenes. Sobra decir que Nathan ya tenía la edad suficiente como para ser abuela(?), pero incluso así se sentía atraído por las remeras que se mostraban en los aparadores. Se adentró pues y miró cada uno de los corredores de la tienda, había ropa muy linda, mas necesitaba verlas puestas en alguien para quedar satisfecho. Quizás si encontraba un modelo...
Se dio cuenta entonces de que en la parte de los probadores había un chaval que se miraba el culo por el espejo. Nathan sonrió y se dirigió hacia él mientras le respondía: - oh~ mil disculpas, no te quería incomodar. Sólo me encontraba buscando un modelo - masculló con su aterciopelada voz y caminó hasta quedar a un par de pasos del pequeño extraño. Se llevó una mano bajo la barbilla y con una pose pensativo volvió a recorrer el cuerpo ajeno, juzgando - mhhn esos tonos no van contigo. Tienes una piel muy linda, pero demasiado pálida... - habiendo dicho eso, se giró y tomó de un estante cercano una camiseta de un brillante carmín, otra más en un azul metálico con detalles blancos y finalmente una blusita rosa como de algodón de azúcar, su color favorito - a ver, ponte esto, quiero ver cómo luces - agachó la cabeza para verle bien (la diferencia de estaturas era muy marcada) y miró fijamente esos bonitos ojos claros - ¿sabes qué te favorecería? - puso una cara entusiasta y contestó su propia pregunta muy emocionado: - colorearte las pestañas -
Invitado- Invitado
Re: Shopping Time (PRIV)
El hombre parecía ser más diva que la mayoría de las mujeres juntas, lo único que se le vino a la mente era la cantidad de maquillaje que debía traer sobre su rostro. –Yo no diría pálida si no, albina- y estaba en lo cierto el podría pasar desapercibido en un sitio nevado o podría fundirse en una pared blanca, pero lo de los tonos confirmo su pensamiento de que lo que había elegido no le quedaba bien, y era verdad el tenia un tono de piel un tanto difícil para combinar con los colores, sin importar la edad cualquiera pensaría que con el tiempo aprendió a vestir, en parte si pero el tema de los colores nunca fue su fuerte
-Has hecho una elección de prendas para mi, gracias- Las tomo solo para probárselas a el le daba lo mismo seguir un rato mas en el vestidor, salió varias veces solo para preguntar al final –Creo que tu debes conocer más acerca del mundo de la moda, dime como me han quedado- pregunto un tanto desconfiado, seria de las pocas veces que le pide opinión a alguien, pero al escuchar acerca de colorearse las pestañas pensó la imagen que daría y no le agrado la idea, que clase de demonio usaría rímel, después recordó a los seguidores de la vanidad, pero su comentario despertó su curiosidad ya usaba joyería como si no existiera mañana, por un momento pensó en el look que podría tener, lo único que imagino fue una especie de mimo, su piel era lo suficientemente blanca y con los contrastes del negro seria un mimo perfecto, ya usaba el negro, la tez blanca también solo faltaba el maquillaje en tono negro y rojo -No creo que el maquillaje sea lo mío en verdad- contesto de manera amable pero con un tono cortante.
Alzo la mirada hacia sus ojos debido a la altura –Quieres venir de compras conmigo, bueno serias mas un asesor y una compañía interesante en este día tan aburrido- Lo miro por un momento mientras tomaba las prendas y se dirigía hacia la caja para pagar, regreso hacia donde estaba el divo, lo miro un tanto pensativo quizás se debía a la propuesta que la había hecho o quizás pensaba en maquillaje era algo que no podría saber, después de todo lo acababa de conocer -Y bueno que te parece el plan, si me acompañas tal vez consideraría el rimel pero no en exceso-.
Mientras esperaba la respuesta, pensaba en que hacer, ya tenia rato en el mall y no sabía que mas hacer o no se le ocurría nada por el momento a menos que se tratara de molestar personas sin razón alguna que es lo que mas le divertía al joven demonio pero dudo que al posible acompañante le fascine hacerlo
-Has hecho una elección de prendas para mi, gracias- Las tomo solo para probárselas a el le daba lo mismo seguir un rato mas en el vestidor, salió varias veces solo para preguntar al final –Creo que tu debes conocer más acerca del mundo de la moda, dime como me han quedado- pregunto un tanto desconfiado, seria de las pocas veces que le pide opinión a alguien, pero al escuchar acerca de colorearse las pestañas pensó la imagen que daría y no le agrado la idea, que clase de demonio usaría rímel, después recordó a los seguidores de la vanidad, pero su comentario despertó su curiosidad ya usaba joyería como si no existiera mañana, por un momento pensó en el look que podría tener, lo único que imagino fue una especie de mimo, su piel era lo suficientemente blanca y con los contrastes del negro seria un mimo perfecto, ya usaba el negro, la tez blanca también solo faltaba el maquillaje en tono negro y rojo -No creo que el maquillaje sea lo mío en verdad- contesto de manera amable pero con un tono cortante.
Alzo la mirada hacia sus ojos debido a la altura –Quieres venir de compras conmigo, bueno serias mas un asesor y una compañía interesante en este día tan aburrido- Lo miro por un momento mientras tomaba las prendas y se dirigía hacia la caja para pagar, regreso hacia donde estaba el divo, lo miro un tanto pensativo quizás se debía a la propuesta que la había hecho o quizás pensaba en maquillaje era algo que no podría saber, después de todo lo acababa de conocer -Y bueno que te parece el plan, si me acompañas tal vez consideraría el rimel pero no en exceso-.
Mientras esperaba la respuesta, pensaba en que hacer, ya tenia rato en el mall y no sabía que mas hacer o no se le ocurría nada por el momento a menos que se tratara de molestar personas sin razón alguna que es lo que mas le divertía al joven demonio pero dudo que al posible acompañante le fascine hacerlo
Invitado- Invitado
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