{Departamento Faustus} [Priv. Yukimura]

por **Claude Faustus** Dom Jun 24, 2012 10:47 pm

Miró una farmacia recordando que no tenía medicinas en la casa, pero los compraría después, ya era muy tarde y no era muy seguro a esas horas. Paseando por las calles viendo al otro al lado suyo, lo observó intensamente como antes hizo en el mercado negro... Le llamaba la atención y era esa mirada feróz que había tenido cuando quería escapar de las manos de esos gorilas, le emocinó esos ojos llenos de energía y astucia. Desvió su mirada al llegar a un cruce de peaton. Pasando la calle que estaba tranquila, llegaron después de una cuadra, enfrente de un gigantesco edificio, en donde el portero lo recibió con un "Buenas" y el le respondió de igual forma, teniendo una muy pequeña conversación sobre cosas triviales, como el clima y esas cosas.

Llegando al piso en donde vivía y en donde tendría a su... ¿Acompañante? con él, abrió la puerta pasando la llave y entrando, mostró su gran departamento, ordenado y con un aire muy sereno. De paredes azul pálido con blanco, sillones de cuero negro en forma de "L" con unas almohadas de blanco con detalles azules, la televisión, los muebles que adornaban el lugar, la alfombra gris, libreros, el piano vertical, una puerta corrediza que conectaba la cocina con la sala y otra puerta corrediza de fondo blanco con detalles de colores de temática japones tradicional que llevaba a la habitación del dueño, el baño y el mini gimnasio en el que entrenaba cada cierto tiempo.

Pasando dejando el calzado en la entrada, dejó las bolsas de las compras encima del sofá, mirando a su alrededor... Ahora estaría con otra persona en ese lugar, iba a sentirse extraño después de haber vivido por tanto tiempo sólo. Suspiró mirando al suelo, para alzar su mirada nuevamente acercandose a la entrada y dejando unas pantuflas en el suelo, los cuales eran del menor, le indicó que pasara.

- Sientete libre, estás en tu casa... - dijo serio, mirandolo a los ojos fijamente, para luego mover sus claros orbes por el contorno del rostro ajeno, observando ese delineado rostro y esa piel ligeramente oscura - ... - quedó en silencio, detallandolo enteramente, los labios, la nariz, las orejas, el cabello, aquel peculiar collar con monedas antiguas que adoranaba ese terso cuello y finalmente, todo ese cuerpo que tuvo el placer de ver desnudos, bueno, en parte - ¿Quieres comer algo? - comentó desviando su calculadora mirada olvidando ese torso desnudo, pues, terminaría pensando cosas obsenas y no era adecuado para ese momento, era apenas el primer día - Me especializo en cualquier tipo de comida, así que si quieres ser demandante, no tengo problema alguno - habló con aires de grandeza, puesto estaba orgullo de haber trabajado con varios chef de diferentes países.

Llevó sus mano a los bordes del saco, quitandoselo y colgandolo en el perchero, dejando ver su cuerpo mejor marcado por el chaleco que ajustaba ligeramente por encima de las caderas, dejando ver una masculina silueta de su torso. Soltó suavemente el nudo de la corbata, quitandosela, dejando caer esa suave tela rojiza en uno de los muebles, desabotonando al mismo tiempo su camisa para sentirse más cómodo, sin quitar su mirada del castaño.

Spoiler:

por **Yukimura Sanada** Jue Abr 11, 2013 8:08 pm

Aquel tipo parecía tener una gran costumbre de agarrar a la gente de la mano al parecer, ya que desde que lo saco de la tienda no paraba de cogerle de la mano sin parar y arrastrarlo de un lugar a otro como si fuese un perro o algo… ciertamente era una molestia y se veía bien reflejado en su cara, aunque el otro al ir delante no lo veía, suspiro mirando a otro lado, viendo las calles y gente, muchas de las personas que habían, vestían de formas curiosas, habían trajes elegantes, kimonos, uniformes escolares, ropa normal como la suya y otra no tan normal que era bien llamativa juntada con peinados igual de llamativos, eso llamo bastante su atención ya que hasta tenían maquillaje puesto en sus caras aun siendo hombres algunos, la ciudad sí que era rara…

Después de caminar un tramo, entraron en un enorme edificio, Yuki se quedó un tanto asombrado por su altura aunque en la ciudad habían rascacielos aún más grandes pero se veían de lejos y no iba a entrar en ninguno a excepción de este claro, vio a un tipo uniformado al entrar y al ver que hablaba Claude con el entonces se quedó callado, mirando con un poco de curiosidad el interior de ese lugar, que era la recepción, luego tomaron el ascensor, que le puso algo nervioso ya que hasta ahora jamás se había montado en uno y le hacía cosquillas en el estómago la sensación de ser elevado de ese modo, luego al salir caminaron por el pasillo hasta llegar a una puerta, la cual al abrirse entraron, miro el lugar con atención, era… un poco minimalista al no tener el lugar sobrecargado de objetos, aunque los muebles sí que tenía bastantes, o al menos los justos, sonrió un poco al ver el piano.

Se calzo con las zapatillas aunque eso le molestaba un poco ya que le gustaba más ir descalzo por el lugar, pero eran las normas del ajeno, por un momento pensó en fugarse ahí mismo, tenía la oportunidad perfecta en parte aunque no tentaría a la suerte ahora mismo, no sabía de qué era capaz el hombre de abajo… miro a Claude cuando menciono la comida, ciertamente era escasa la que les daban en el mercado negro así que tenía algo de hambre aparte de que tanta pelea en el mercado hiso que se le abriese un poco el apetito aunque lo bueno que tenía Yuki era que su estómago no sonaba ni hacia ruidos cuando tenía hambre.

- No… - iba a negarse ya que no se fiaba de un desconocido para cocinarle, pero al haber visto la cocina de reojo al pasar al salón, vio claramente que la cocina era muy diferente a la que él estaba acostumbrado así que moriría de hambre antes de poder cocinarse algo ahí… - no tengo demanda alguna, como de todo así que dame cualquier cosa – dijo sin más mientras inspeccionaba con sus ojos el lugar, percatándose de una cosa bien importante así que se giró hacia Claude - ¿Dónde voy a dormir? – pregunto mirándolo con el ceño fruncido, ya que esperaba que no le dijese que dormirían juntos, ya que eso ni loco.

por **Claude Faustus** Dom Abr 21, 2013 11:29 am

Parpadeó al ver al menor entrar a su morada e inspeccionar este con minusiocidad, no le iba a detener pues después de todo ese sería el lugar en donde vivirían juntos desde ahora ¿no? Claude detuvo su andar a la cocina al tener algo grande en cuenta... ¿Y si se escabullía? Podría avisarle al mercado negro pero recordando un pequeñísimo detalle de ese lugar, no había reclamos ni nada hacia el lugar y ya era responsabilidad del dueño hacerse cargo de su "pertenencia", pero bueno, dejando eso a un lado debía concentrarse en algo más importante: la comida. Después de ese día vería que pasaría, pero no podía dejar todo a la suerte, saber como actuaría el menor tras verlo luchar contra esos prototipos de gorilas.

- No eres quisquilloso... - entró a la cocina, acomodandose los cabellos para lavarse bien las manos pensando en un platillo rápido y de gusto adecuado al menor - Tengo tiempo sin preparar comida japonesa... - se colocó el delantal, atandose este a la cintura - Así que espero te guste el Katsudon - comentó desde la cocina viendo como ojeaba el lugar.

Tras arreglar todo, subiendose las mangas de la camisa y acomodandose su cabellera, sacó de la nevera algunos huevos, cebollín, verduras, cebolla y lo más importante: La chuleta de cerdo. Colocó todo sobre platos blancos y recordando su cortesía, se limpió bien los dedos y palmas para ir a servirle una taza de té a su actual acompañante. Salió con una taza en manos y colocó esta en la mesa de la sala viendolo con seriedad, invitandole a sentarse mientras cocinaba. Después de dejar ese liquido verdoso a manos ajenas, sacó las chuletas de cochino para empanarlas y condimentarlas. Terminando lo demás, dejó que el aceite calentara y el arroz terminase de cocer.

- Yukimura... - salió secandose las manos con una toalla blanca - Ah... - era verdad... ¿Donde dormiría el menor? Tenía una cama grande, un king-size así que no habría problema en compartirla y como deseaba tenerlo así de cerca en la oscuridad, rodeado solos de los latidos de los corazones y el ruido exterior, pero esa mirada delató los verdaderos sentimientos ajenos... En cierta forma, era como un libro abierto aquel chico - Dormirás en mi cuarto, hoy tengo trabajo acumulado... - mentira, de verdad que podía ocultarlo con su seria mirada y fijos ojos en los ajenos - Así que dormiré en el sofá... - escuchó el ruido de la arrocera por lo que se retiro para atender todo - Ve a tomarte un baño, cuando esté listo, te llamo... Revisa el lugar, después de esa puerta estan las habitaciones - dijo todo desde el lugar, sacando a batir los huevos en un bol de vidrio.

por **Yukimura Sanada** Vie Abr 26, 2013 8:05 pm

El katsudon llamo su atención y sin querer se le encendieron levemente las mejillas, hacía tiempo que no lo comía, así que quizás un poco de... felicidad asomo desde su interior, sacudió su cabeza e inspecciono más a fondo el lugar, en especial el salón, de pronto el ajeno volvió desde la cocina pero con un té verde, yuki lo tomo con cuidado mirándolo algo desconfiado ya que a saber que habría metido ahí aunque eso sería profanar una bebida tradicional y era algo imperdonable, por lo que cuando Claude se marcho a la cocina, yuki olio el té por si acaso, aunque no parecía tener nada añadido, pero se quedo mirando fijo el liquido con cierta desconfianza.

Tras un rato mirándolo, al fin decidió beber un sorbo, notando como su liquido caliente calentaba su interior, era una sensación agradable y cálida, la echaba de menos... dejo la taza sobre la mesa que había delante del sofá, tras hacer eso oyó su nombre y vio aparecer de nuevo al hombre pero de pronto noto un aura extraña emanando de él, y su mirada... parecía sospechosa, extrañamente eso cambio de golpe, lo que dejo extrañado a yuki, eso hacía que desconfiara mas de ese tipo... y más cuando le dijo que dormiría en la cama principal...

De pronto lo oyó mencionar el baño, se miro a sí mismo, lo necesitaba, aun cuando en el mercado negro intentaba estar aseado pero era difícil la verdad, así que sin más se encamino por el pasillo abriendo toda puerta que se encontraba, por mera curiosidad y de paso para saber que había en toda la casa, entro en el baño nada mas encontrarlo, la habitación la vería después, se quito las zapatillas de casa sintiéndose algo más suelto y se despojo de la ropa nueva, quedando totalmente desnudo para así meterse bajo la ducha, primero sintió el agua fría que le erizo todo el vello a la vez que se encogía un poco pero luego comenzó a calentarse el agua, eso se volvió agradable en contacto con su piel.

Graduó el agua a la temperatura deseada sintiendo como el agua limpiaba su cuerpo, era como purificarse... realmente agradable, se soltó la coleta bajo el agua y se puso la cinta alrededor de su muñeca, para si no perderla, miro atento a ver qué clase de jabones habían pero no entendía del todo que ponía en las etiquetas, ya que no conocía marcas, así que simplemente las abrió y olio, tomo uno que olía agradable y se lo hecho por el cuerpo y pelo, ya que en el pueblo tenían uno que servía para todo el cuerpo, no sabía que era un gel ni champú... cuando se aclaro, salió de la ducha y se comenzó a secar, un baño renovaba a cualquiera, sonrió amplio al sentirse fresco y limpio, se ato la toalla alrededor del cinto notando como su coleta estaba pegada a su espalda y algunos mechones delante, mientras que su pelo estaba revuelto y húmedo aun.

Busco algo con que taparse pero no había nada... recordando que la ropa nueva no estaba ahí, era tan... molesto todo eso de ropa nueva... echaba de menos sus atuendos antiguos, sin mas salió del baño caminando descalzo ya que pasaba de ponerse las zapatillas de casa, le molestaban bastante, entro sin más en la cocina, notando el agradable olor de la comida, eso sí que le daba hambre, menos mal que su estomago no gruñía, lo tenía bien entrenado, ya que estaba algo acostumbrado a pasar hambre.

- ¿Donde metiste la ropa nueva? - le pregunto sin más, quedándose en el umbral de la puerta que daba a la cocina, ya que no sabía a dónde la había metido, en la cocina hacia calorcito al estar uno cocinando, noto el calor en su propia piel y al estar cálido, noto mas las gotas que se paseaban por su torso al salirse de su coleta... pero no le molestaban, estaba acostumbrado al agua.

por **Claude Faustus** Dom Jul 07, 2013 11:38 pm

Preparó el cerdo empanado y viendo que el aceite calentó, lo puso dentro para que comenzara a cocinarse. Mientras dejaba eso, salió viendo que el menor desapareció, pensando que estaba tomando un baño y acercandose a la puerta de la habitación, escuchó el agua de la regadera por lo que no se preocupó y regresó a la cocina para terminar el platillo. Rebanó unas cebollas y cebojin, cortó algunas patatas y dejó varias verduras cortadas para un complemento del platillo. Dejó el filete enfriar un poco para luego poder cortarlo, ahora seguiría con los huevos, lo cual lo haría de forma diferente a la receta original. Ya casi terminando, buscó el bol para el arroz pero al escuchar la voz ajena, al voltear, sintió que el bol se le caería de la impresión, pero lo sostuvo sin inmutarse por lo que tenía frente a sus ojos, aunque se le fue de entre los dedos al trata de sujetarlo, pero lo atrapó justo a tiempo.

- ... - ladeó un poco la cabeza, dejando que los lentes cubriera parte de su mirada - Disculpa, no busqué la ropa... - dejó el bol en el mesón y salió acomodandose las lentes, de verdad lo había tomado desprevenido y verlo así no era nada bueno... ¿Acaso ese chico no le hacía caso? Tenía miedo de atacarlo en el primer día. Sacó la pijama, una sudadera y una bermuda - Toma... - se lo entregó al castaño, mientras lo veía fijamente a los ojos, para luego bajar su mirar por el torso ajeno, tenía buen cuerpo, no importaba cuantas veces lo viera desnudos, siempre pensasaría de esa forma - Por favor, no salgas desnudo... - dijo serio, con un deje de preocupación... No lo negaría, estaba preocupado de atacarlo - Se más recatado, por favor... - volvió a la cocina para preparar la salsa y terminar todo de una vez - "Por el bien de los dos..." - pensó -

En el comedor dejó todo preparado y acomodado, esperando a que el menor se apareciese tras haberle llamado desde la sala. Se quitó el delantal y mirando la comida, se sentía raro ver dos platos en la mesa. Apeteciendole un trago, fue en busca de vino blanco, dandole un sorbo suave dejando al botella en la mesa, pensando en lo que estaba pasando...¿Por qué con tan solo unas horas conociendole, su deseo aumentaba? Capaz le hacía falta "desahogarse" o algo así, sí, debía ser eso.

- Creo que iré a un club... - murmuró contra la copa, de forma inaudible, sentandose quitandose las lentes - "No quiero terminar "comiendolo"..." - suspiró dandole un trago largo a su copa -

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