Algunas compras [Priv. Yukimura]

por **Claude Faustus** Miér Dic 21, 2011 7:47 pm

Tomó rumbo hacia un local, un supermercado donde era un cliente habitual en esta, era una tienda de productos varios, pero de una calidad increíble y de alto costo, el era refinado en la comida y bastante quisquilloso la mayoría del tiempo. Atrapó entre su mano la muñeca ajena, atrayendolo al lugar. Al recordar las fachas del menor, tambien le vino en mente llevarlo hasta el centro comercial y comprarle algunas prendas nuevas, pero eso sería para el día siguiente, mientras, podía usar unas de sus sudaderas y pantalones deportivos. Entró a la tienda viendo el pasillo de las cosas de higiene y rapidamente comenzó a buscar la cesta y yendo a escoger las cosas dejó a Yukimura ahí, esperaba que no hiciera un desmadre ahí, esperaba que estuviese tranquilo. Cogió un paquete de papel de cuatro rollos, una pasta dental grande y un cepillo dental con detallitos rojos.

Al seleccionar todos los objetos para la casa, lo que faltaba y lo que el menor necesitaba fue a pagarlas saludando cordialmente a la cajera que conversaba un poco para hacer más ameno el momento aunque el no era de ese tipo de personas, no le era malo hacer una amistad de vez en cuando. Cargó las bolsas en manos yendo hacia el castaño, mirandolo fijo, algo raro del menor lo atrapaba... Era extraño, demasiado.

Spoiler:

por **Yukimura Sanada** Lun Ene 02, 2012 1:49 pm

Ante toda esa palabreria del mayor, no pudo hacer otra cosa que seguirlo eso sí, agradecía que no lo tuviera que llamarlo amo… era lo único bueno en todo esto. Pero cuando salió, vio una enorme ciudad, sus rascacielos, coches, luces, todo eso lo desconcertó en cierta forma ya que él había nacido y criado en el campo donde todo era más… pequeño y que no era tan grande y llamativo, por lo que siguió al tipo pero en una distancia prudente, ahí mismo parecía un visitante de otro país ya que miraba todo con curiosidad pero no debía olvidarse el jamás porque estaba ahí, debía hallar a esos tipos, y devolverles el maldito favor que tuvieron con el… miro hacia delante al oír la voz del chico con lentes que para su sorpresa lo llevo hasta una tienda, se quedo quieto sin moverse pero el otro lo tomo de la mano y lo llevo, lo que más le sorprendió era ver ese lugar lleno de personas, el había visto pocas en su vida de campo pero en esa tienda habían mas de las que él jamás había visto, así que se quedo plantado como árbol en el lugar donde lo dejo mientras iba a por las cosas, este se quedo observando todo, era un lugar bien luminoso pero frio, y de pronto se percato que no sabía el nombre del tipo que lo compro… aunque pensándolo juraría que se lo dijo, pero como no le presto atención al tener en su mente la idea de huir, entonces no lo guardo en su memoria, y como que no sabía leer… así que eso lo hacía todo mas difícil, ya que veía miles de cosas con algo escrito… dios que difícil era aquello, ahora mismo echaba de menos su pequeño y pobre pueblo, ahí todo se hacía por costumbre y con el cuerpo…
De pronto vio como el otro volvía así que permaneció en su sitio hasta que se detuvo frente suya, ahí ya le dio su oportunidad.
- Esto… ¿podrías repetirme tu nombre? – le pidió algo dudoso, le daba igual que pensara de él que es un tonto, solo era despistado… además, debía aprender muchas cosas ya que en esa ciudad no sabía nada, y debía aprender a sobrevivir ahí si quería encontrar a esos tipos.

por **Claude Faustus** Dom Ene 22, 2012 9:41 pm

Caminaron unos minutos por la acera de la calle en las que estaban ya oscureciendo y se llenaba más de gente, de adolescentes, de trabajadores que parecían regresar a casa. Al escuchar al pregunta, se detuvo unos momentos dando vuelta a su cuerpo para mirar al otro fijamente y acercarse un poco, invadiendolo por tanta cercania a la cual el le dio poca importancia pues no se fijaba mucho en eso y ni le incomodaba.

- Se que eres algo... Lento y muy impulsivo... - comentó con gran indiferencia en su mirada que se dirigía directamente a los ojos castaños del menor - Pero no creía que fueras un olvidadizo, pero bueno, con todo el lio en al tienda capaz ni me escuchastes - suspiró, llevando su mano hacia las lentes para acomodarlas - Claude Faustus, no importa como me llames, puedes usar mi nombre o mi apellido, da igual... - después de presentarse de manera un tanto pedante, volvió a su caminar, esperando a que el castaño le siguiera como hizo antes.

Recordó las ropas y pensó que las suyas no le quedarían a los del menor por lo que tuvo que tomar otra calle y otra acera para ir a una tienda donde vendían ropa casual. Para no perder al castaño lo tomó de la mano andando a un paso rápido, el sol ya se estaba ocultando y si tardaban en escoger ropa iba a ser algo molesto ir a casa a pie tan tarde. Después de unas cuadras llegaron al local, viendose en las vitrinas muestras de la ropa en unos maniquies.

Entró viendo a la gente de ahí las cuales dirigieron su mirada al pelinegro por un aura que transmitía en cualquier lugar y esas miradas eran de las jovencitas que estaban dentro. Suspiró sin hacer caso buscando en unos estantes unos vaqueros y esas cosas, dandole al menor las que había escogido.

- Pruebatelas - dijo en tono de orden, entregandole una "montaña" de ropa de todos los colores y vaqueros de color negusco - Buscaré una sudaderas... - fue a preguntar a la administradora si había esa ropa. Después de tenerla en manos se las dio a Yukimura para que se las probase a ver si se sentía cómodo en ellas.

Spoiler:

por **Yukimura Sanada** Lun Ene 23, 2012 3:55 pm

Se quedo un tanto estático al oír el nombre y apellido, iba a decir “¿Claude qué?” pero mejor no lo dijo ya que eso iba acompañado de una risa que supo contener por educación, y cuando quiso ponerse en marcha, no tuvo ni tiempo ya que el otro lo agarro de la mano y lo guio hacia a saber donde, no le gustaba mucho que lo tocaran desconocidos pero debía aguantarse, hasta que entraron a una tienda, donde lo soltó para así cargarlo de pronto con ropa, siquiera podía ver que tenía delante con la montaña de ropa que le ponía encima, así que fue guiado por una de las chicas a donde los probadores, tiro toda la ropa al suelo jadeando ya que eso pesaba lo suyo, miro molesto esas prendas, eran… tan inusuales, el estaba acostumbrado a algo más… clásico y tradicional, así que ropa así de rara la veía no muy acorde con el, pero viéndose en el espejo, vio su ropa bien estropeada y sucia, eso sí que no le gustaba, se despojo de la ropa dejándola a un lado, se quito la cinta de la frente y se la anudo en la muñeca, luego se miro en el espejo a ver si tenía heridas, solo tenía moratones que desaparecerían en días, nada preocupante. Luego se agacho a ver la ropa, mirando curioso que había, las telas no parecían resistentes, hasta uno de los pantalones estaba rajado… suspiro y se levanto tomando un pantalón, lo vio un rato para después ponérselo, y ahí se pregunto… como demonios ese tipo supo su talla? Seria casualidad? Seguro que si, se miro en el espejo, el pantalón era casi ajustado, marcando su silueta, era extraño ya que el solía usar pantalones anchos, pero no eran incómodos, se los cerro después de descubrir cómo se hacía y de pronto oyó la voz de Claude que le decía algo, así que abrió la cortina sin pudor alguno, mostrándose con el torso al desnudo, teniendo puesto solo el pantalón, cosa que miraron muchas de las mujeres, quedándose embobadas al ver su cuerpo bien formado, y más al lado de Claude, dos bellezas juntas era como ver un cuadro hermoso…

por **Claude Faustus** Jue Mar 08, 2012 9:45 pm

Estaba dandole la espalda al probador en donde yacia el castaño, pues, estaba buscando unas sudaderas y pantalones para usarlas como ropa para dormir, pues de comprar pijamas no era de su gusto. Al escuchar unos ligeros "Kya" alzó la mirada intrigado por esas chillonas voces femeninas que aturdieron sus timpanos y su curiosidad, volteando a mirar abriendo ligeramente los ojos llenos de sorpresa al observar al menor semi-desnudo, con solo los pantalones puestos y con un magnífico torso al descubierto, dejandolo libre a la vista. Parpadeo perplejo, ¿era una ilusión? ¿Su cerebro le estaba jugando una mala broma? Aunque fuese así, disfrutó el momento. Se acercó con un rostro más serio y calmado que antes, entregandole las sudaderas para ver si le entraban y además, darle un pequeño aviso que era más como una advertencia.

- Yukimura, por favor... - extendió sus brazos entregandole las ropas dobladas que había sacado del estante, golpeando suavemente sus dedos contra el cuerpo ajeno, sintiendo esa suave piel contra la de él. Ladeó su cabeza con ligereza, posando sus labios cerca del oído ajeno, abriendo la boca para emitir lo que tenía en mente - Ten la minima decencia de salir vestido completamente... - las chicas se quedaron viendo expectantes esa escena, que mostraba demasiada cercanía entre esos dos chicos - Has causado un gran bullicio por parte de las chicas... - le susurró en el oído, bajo pero audible, con ese tono grave y sensual que poseía el mayordomo - Y obviamente, en mí... Así que si no quieres terminar mal... - se acercó mucho más al oído ajeno, rozando casi sus labios contra el lugar - Ponte algo encima - al terminar, se alejó, dejandole las sudaderas para ir a buscar otras ropas y despejar su mentes de esos impuros pensamientos que tuvo en ese pequeño instante.

Se sentía sucio, pervertido, como un acosador por haberse apegado tanto a ese ser, con sucias intenciones... No era nada bueno actuar de esa forma si quería dar una buena primera impresión, pero le fue inevitable querer acercarse a ese joven que le robó su completa atención y parte de su cordura que por poco la iba a perder, ya que, sino tuviese el autocontrol que por tantos años tenía, se lanzaría contra Yukimura como una bestia contra su presa y lo devoraría sin compasión en esos probadores hasta no dejar nada de ese energico cuerpo. Suspiró aliviado y decepcionado a la vez, hurgando con sus manos unos estantes en busca de unos pantalones y una distracción para que su mente borrase todos esas escenas llenas de lujuria y libido.

Spoiler:

por **Yukimura Sanada** Dom Abr 01, 2012 1:53 pm

Había salido del vestidor sin siquiera percatarse de las iradas ajenas sobre su cuerpo pero cuando el ajeno se le acerco entregándole más ropa, lo miro de mala gana ya que no era de los que se probaban varias cosas, sino que cogía lo que le daban y se apañaba con eso, pero ni se imagino que el otro de pronto invadiese su espacio personal, quedándose bien quieto en el lugar, como si se hubiese plantado ahí mismo siendo él un árbol inamovible, sus ojos se abrieron bastante cuando oía la voz ajena en su oído, esa proximidad le puso un tanto nervioso, y más a su corazón que latía bastante rápido sin siquiera saber la razón. La proximidad ajena le resultaba extraña, nadie se le acercaba de ese modo si no buscaba pelea, pero él no desprendía hostilidad, sino otra cosa que no podía reconocer, por ello se quedo quieto oyéndole a medias ya que se sentía nervioso sin razón aparente, el estaba acostumbrado a estar con chicos, ya que se crio entre hombres donde luchaban y jugaban, pero esta cercanía era bien diferente, pero en qué?...

Cuando se separo de él, se sintió aliviado, pudo al fin respirar, soltando un suspiro que lo calmo un poco pero que le dejo el cuerpo algo caliente, eso hiso que se sonrojara, y eso le molesto ya que sintió evidentemente las mejillas calientes, y fijo que hasta sus orejas se habían puesto coloradas, por ello agarro fuerte la ropa que le dio y dio media vuelta volviendo al cambiador, donde volvió a dejar las cosas tiradas en el suelo y cerro la cortina de un tirón, como si estuviese ofuscado o molesto, pero solo estaba nervioso, ese hombre era extraño. Se miro en el espejo viendo su escasez de ropa, seguramente en la ciudad no estaban tan acostumbrado a ver gente con tan poca ropa, en el pueblo si… debía cambiar varias costumbres suyas si quería encajar ahí aunque sea un corto periodo, debía centrarse, suspiro calmándose ya que nervioso no conseguiría nada, se agacho viendo las sudaderas, cogió una roja con capucha y se la puso y la cerro, no era de los que usasen ropa interior ni mucha ropa encima, su cuerpo era caliente hasta en invierno, así que no tenía problemas en épocas frías. Se levanto y tomo alguna que otra prenda, viendo que eran de la misma talla que la que llevaba puesta, así que salió de ahí cuando de pronto una de las mujeres se le acercaron y le dijo que ella se encargaba, así que él le entrego la ropa seleccionada y miro en busca del moreno, que estaba ocupado mirando algo, así que se metió de nuevo en el cambiador y tomo su ropa vieja y saco del bolsillo su collar de monedas antiguas, sonriendo se lo puso y con la ropa vieja en manos salió de ahí, ya que no quería tirarla, era un recuerdo suyo muy preciado y esperaba que Claude no le hiciese tirarla.

[aawwww me encanto la reaccion de claude *Q* tanto que le consiguio sacar un rubor a yuki >w< animo claudee!!! tu puedesss!! xD lamenti si salio corto >x<]

por **Claude Faustus** Dom Jun 24, 2012 10:40 pm

Aunque estaba observando algunas prendas, su mirada la desvia por momentos para observar al menor y toparse con esa amplia espalda, besada por los rayos del sol, con los movimientos de los omóplatos que dejaba ve esos ligeros musculos marcados en esa parte trasera... Joder, era tentativo y más si los ojos ambares del mayordomo descendian y se fijaban en ese traserito bien formado, podría decirse que eran bastante "pomposos". Parpadeo lentamente, volteando los ojos a otra parte paraquiar esos pensamientos, pero de verdad que le era imposible quitar ese inmenso interés que tenía sobre el chico.

Cuando todas las prendas estaban acumuladas, fue hacia el mostrador para pagarlas, haciendo una suma de dinero bastante grande, pero algo que obviaba Claude, pues eran cosas necesarias. Tomó las bolsas entre sus manos y salió de la tienda, tomando inconciente la mano del castaño haciendo que la tela del guante rozara contra la piel ajena, halandolo fuera del lugar, sintiendo como si el menor se le fuera a escapar en esos momentos. Ambos tomaron rumbo a casa del pelinegro, pasando por esas calles infestada de gente, sin aún soltarle la mano al joven castaño.

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