¿Primera Cita...? [Priv. Vash]

Despreocupado, al ver la rubio ir hacia el balcón, se desvistió quedando unicamente en boxer's, colgando su traje con unos ganchos de ropas que había en el pequeño armario del cuarto. Sujetó el yukata en manos estirando y sacudiendolo un poco, se vistió con este, pasando sus brazos por aquellos espacios correspondientes para esas extremidades, para luego atarlo firmemente, dejando un poco al desnudo su formado pecho. Se deshizo de sus calcetines poniendolos dentro de sus zapatos y poniendose aquellas "chancletas", se miró al espejo pareciendole algo extraño esas ropas en él, aunque le sentaban bien.

- Vash... - lo llamó tan normal, como si ya lo hubiese conocido desde hace años, dejando que su voz flotara por el lugar esperando por la atención del contrario - ¿No quieres ir a las termas? - se acercó un poco al menor, acomodandose en el umbral de la puerta del balcón, viendo como antes las prendas que portaba el rubio - No tienes que ser tímido, ni que te fuera a hacer algo...

Dijo para luego ir hacia su traje para sacar el celular que comenzó a sonar contestando y hablando con su asistente y arreglando algunas cosas con las que tenía pendiente. Volvió su mirar a la presencia ajena, sabía bien que dijo que no le haría nada... Pero nada era seguro viniendo de él, aunque no iba a tocar a alguien desconocido sin importar si le llamaba mucho la atención como lo hacía Vash. Suspiró desordenandose los cabellos quitando esos contradictorios pensamientos, apoyandose en la pared de aquel cuarto, observando atentamente que el menor traía consigo algo de equipaje... ¿Era un viajero?

- ¿Eres un viajero...? - preguntó con algo de interés en la respuesta que no estaba seguro si se la iba a dar - Ahora me pregunto... ¿Por qué tuve que toparme contigo...? - sacó un cigarrillo de sus bolsillos del pantalón colgando en el armario, encendiendolo dandole una suave calada mirando al techo, exhalando lentamente, viendo como se dispersaba aquel grisaceo humo - Y ¿Por qué justamente tú...? - eso lo murmuró muy bajo, como si fuera para él sólo.

Se incorporó caminando hasta la puerta y pasando la mano por la manilla con delicadeza tras sacarle el seguro, volteó a mirar al rubio por sobre el hombro exhalando otra vez.

- Espero que cuando regrese tengas el yukata puesto... - lo miró con unos ojos furicos saliendo de ahí, pero antes de cerrar la puerta - Iré a reservar algunas cosas... - cerró esta, yendo hacia el bar, quería pedir algunas cosas para ir al gran balcón de la planta baja que estaba cerca de un hermoso e inmenso "lago".

***

Spoiler:

Espero paciente hasta que de pronto oyó la puerta abrirse, bueno en ese cuarto la puerta se corría más que abría, aunque era casi lo mismo. Miro al ajeno que aun traía esa prenda tan llamativa, se fijaba bastante en un cuerpo, sabía que a él no le quedaría nada bien, era vergonzoso pensar eso pero era verdad, a Takai le sentaba mejor así que era mejor no mostrarse con esa prenda sino, podría quitarle el apetito al ajeno y no quería eso la verdad.

- Bu-bueno es que… - no podía siquiera decir sí o no le molestaba el yukata ya que el ajeno le volvió a hablar – si… - siquiera pudo terminar ya que al mirarlo, vio parte de su torso al descubierto, realmente tenía un cuerpo bien esculpido, sus mejillas se volvieron a sonrojar levemente, brillándole leve los ojos, pero desvió rápido la miraba, posándola en la mano ajena, que le sujetaba del brazo, bueno en verdad le sujetaba el brazo derecho, que era el de prótesis, así que fijo que sintió algo metálico entre sus dedos, mierda…

Para su sorpresa era de pronto levantado del asiento, poniéndose en pie torpemente ya que el ajeno lo levanto con bastante fuerza, suponía que era fuerte pero no tanto, lo miro sorprendido y algo nervioso y más cuando de pronto se vio frente a frente con el ajeno, y de cómo este intentaba quitarle su abrigo rojo, Vash rápido lo tomo de las manos alarmado.

- ¡N-no hagas eso! Detente por favor – su interior se agito ya que nadie en su vida le había intentado desnudar de tal manera, su corazón latía rápido por eso, era una situación tan vergonzosa y más cuando de pronto alguien los irrumpió, dejándolos de piedra por unos segundos, ahí sus mejillas se pusieron bien rojas, cosa que hiso que sus ojos resplandeciesen siendo más llamativos al contrastar con el color rojo de sus mejillas, aquello había ido por un pelo, suspiro aliviado intentando calmarse cuando Takai se había separado de él, viéndolo ahora en el otro lado del cuarto prestándole atención al empleado, así que intento arreglarse el abrigo pero sus dedos temblaban por la acción ajena, jamás se imagino que aquello llegaría a tal extremo, debió haber firmado una letra de cambio para pagarle un traje nuevo e irse así, pero era difícil que el consiguiese dinero tan rápido, aunque siempre podía ponerse a trabajar, si, era lo mejor, le daba apuro decirle ahora a Takai que cambio de opinión sobre esto, ya que no sabía cómo iba a responder el ajeno pero no podía permitirle que lo desnudase.

Pero cuando quiso decir algo, se había distraído demasiado y el empleado se había ido, viendo a Takai de nuevo frente suya tras decir unas palabras que lo hicieron paralizarse, jamás en su vida una persona había tenido tanto control sobre él, no sabía el por qué le pasaba esto ahora con este chico pero esto no podía seguir así, rápido se aparto de él cuando su abrigo había sido abierto, pero al no tener mucho espacio, choco de espaldas contra la pared, viendo a Takai y sus manos alzadas, menos mal que ya no lo tocaba, Vash respiraba algo agitado ya que había forcejeado bastante hasta le decía que no y demás, pero el otro pareció hechizado o poseído, pero al parecer se detuvo ya que ahora estaban separados, se miro a si mismo viendo su abrigo abierto y su ropa de viaje bajo esta, que era la ropa especial para temperaturas, siendo de color marrón y azul, con varios cinturones en las piernas y de paso se veía su cinturón torcido que era el que guardaba el arma, pero este no se veía ya que estaba oculto por el abrigo en el costado.

- No… me siento muy cómodo con un yukata así que te pido que no me lo hagas ponérmelo… - pidió y se encogió un poco tapándose con el abrigo al intentar cerrarlo, aun sin despegarse de la pared – yo… no tengo un cuerpo que sea de buen ver… - miro hacia otro lado desviando así sus ojos con pena - …y no puedo bañarme en agua muy caliente como las termas, lo siento… - eso era verdad, ya que los metales de su cuerpo se calentaban demasiado y le herían, se curaba pero dios como dolían en el momento.

Spoiler:

Jamás en su larga vida había sido manoseado de tal forma, aquel hombre, que de primeras le había gritado y echado la culpa de la pérdida de su traje… ahora lo acorralaba, desnudaba y manoseaba… bueno no tan explícitamente pero algo sí, no entendía que pasaba ahí… Takai descaradamente sobaba su cuerpo como si se conocieran de años aun cuando solo se conocían de unas pocas horas… cerro rápido sus ojos cuando el ajeno susurro su nombre en la oreja, sintiendo sus nervios crecer, algo le decía que estaba en peligro, pero era un estado diferente de peligro que no asimilaba bien la verdad así que rápido se apartó de él como pudo, usando parte de su fuerza ya que sino no lo soltaría, eso de seguro.

- Yo… - su mente se había quedado algo paralizada por todos esos acontecimientos repentinos – le pido amablemente que no… me toque tanto – pidió, sonando a alguien que no le agradaba el contacto físico, aunque eso no era verdad, en el contacto era como cualquiera, aunque jamás había sentido un contacto tan íntimo o al menos es lo que le pareció a Vash ya que en su vida le habían tocado de semejante manera descarada. – y sobre mi cuerpo… - se arregló su abrigo, abotonando al menos desde la cintura para arriba – dejemos ese tema por favor.

Desvió su mirada algo apenado, no quería sonar un grosero o algo similar, aunque Takai se lo había ganado pero él no tenía culpa ninguna de que su propio cuerpo no fuese de buen ver, se pasó la mano por el brazo sobándolo un poco en señal de incomodidad, a lo largo de los años había visto muchas termas y aguas termales pero era la primera vez que entraba en una, y ciertamente no quería llevarse un mal recuerdo de su estancia en ese lugar, aunque su mente ya registro unos momentos algo raros…

- Lo siento… - miro a Takai – al parecer no sirvo mucho como compañia – rio un poco triste aunque eso no lo podía ver una persona que lo conociese solo de unas pocas horas o al menos eso era lo normal – al menos como compensación déjame servirte la comida – comento sonriendo un poco nervioso, esperando que eso ayudase un poco, solo esperaba que Takai desistiese en quitarle la ropa… sino, ahí sí que se tendría que ir.