The Great Destroyer [privado]

por Invitado Mar Dic 21, 2010 9:34 pm

Ese sábado Kakei había sido llamado del hospital para que atendiera un pequeño problema con uno de sus paciente, Mizumachi como siempre quiso ir con él -para manosearlo en el camino- sin embargo dada la seriedad del caso, el médico no le permitió asistir y para que no se aburriera estando encerrado todo el día en casa, había sido tan amable de prestarle su bicicleta, esa misma que sólo había usado una vez antes de dejarla arrumbada en un rincón del garaje, ésta se encontraba llena de polvo, pero en buenas condiciones, nada más había tenido que pasarle un paño húmedo para dejarla como nueva. Por desgracia la bicicleta no duraría mucho en aquel estado, el niñato rubio era aguerrido a la hora de ejercitarse y todos los aditamentos que tocaba a los pocos minutos quedaban reducidos a escombros.

Ese día seguro que no sería la excepción, ya llevaba como 20 minutos recorriendo en la bicicleta el parque a toda velocidad, esquivando a los niños que jugaban por ahí y a una que otra parejita de novios que se metían al camino. Era fácil puesto que el chico tenía una capacidad casi innata para la conducir, incluso podía darse el lujo de andar con los ojos cerrados... justo como lo hacía ahora.

No obstante, el karma era poderoso y debido a la egolatría del rubio por conducir de aquel modo, fue que no se percató de la presencia de una pequeña a la mitad del sendero. Estuvo cerca de llevársela, pero gracias a un milagro divino el muchacho alcanzó a dar la vuelta, estampándose de lleno contra una fuente de concreto... ¿el resultado? la bicicleta torcida, la estructura con una pequeña fisura en medio y el rubio empapado, con un terrible raspón en la frente y la nariz sangrando.

por Invitado Mar Dic 21, 2010 10:06 pm

Era un día como cualquier otro, comenzaba la rutina para una joven pantera, pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, para ahorrar energía y no tener que buscar demasiada comida. Se levanto de la banca aun somnolienta mirando el parque que ahora usaba como “vivienda”, se acerco a la fuerte y se miro en el agua acomodando con suavidad su cabellera, estiro los brazos, y se fue a caminar entre los árboles, pues al otro lado del parque había un sendero y tras el un anciano que generalmente le regalaba algo para comer.

Sin embargo ese día no fue tan rutinario como siempre, de repente un hombre rubio bajaba a velocidad desde lo más alto, y amenazaba con llevársela en el camino, fue tan fugaz el momento que no logro moverse y lo único que atino a hacer fue a acuclillarse y cubrirse la cabeza, dando un sonoro grito, mientras su pelaje se erizaba por el susto.

NYHAA!!!!!!!
…
…
…

Pasaron largos minutos y no había sentido el golpe que asumía debía haber recibido por la velocidad del muchacho, levanto las orejas mientras miraba hacia el frente sin encontrarse la bicicleta, habría sido su imaginación?, negó con la cabeza rápidamente y en el movimiento noto una llanta rodando y al rubio estampado contra uno de las fuentes que adornaban el lugar.
Mantuvo su posición, dubitativa de acercarse, y aun acuclillada comenzó a dar saltitos, mirando curiosa al hombre de cabello adornado, maullo tratando de llamar su atención, notando en el algunas heridas, se sobresalto al verlo volviendo su pelaje a erizarse, quedando esponjado mientras la más pequeña lo miraba y lo pokeaba con cautela tratando que ni una gota de agua tocara su piel.

Nya…
Esta bien nya..
Gracias por no atropellar a mao

Dijo sonoramente mientras se levantaba e inclinaba haciendo una reverencia, ladeando la cabeza aun sorprendida por el golpe que el otro se había causado

por Invitado Jue Dic 23, 2010 5:37 pm

Tras el golpe quedó un tanto atontado, más que de costumbre. Todo a su alrededor daba vueltas y los sonidos parecían distorsionarse, era semejante estar ebrio, pero sin la agradable sensación de regocijo que el vodka barato otorgaba. Mizumachi tuvo que quedarse sentado en la fuente, con una cara de desconcierto ante la situación puesto que no pudo sentir ni enfocar nada con claridad hasta pasado un buen rato. Al ya más o menos estar en sus cinco sentidos, maldijo mentalmente su suerte mientras se preguntaba quién había sido el imbécil que había decidido colocar aquella fuente a la mitad del parque.

Comenzó a pensar en cómo reparar la bicicleta, no debía ser muy difícil si conseguía algo de cinta adhesiva y pegamento, en eso estaba cuando de repente le llegó la imagen de una pequeña ¿neko? que inclinaba la cabeza a modo de disculpa frente a su anatomía maltrecha. Era bastante bonita, justo como todas esas chiquillas con partes animales que había visto salir de la tienda de mascotas; sin embargo no fue sino hasta después de verla por cinco minutos casi sin pestañear, que finalmente cayó en cuenta de que se trataba de la misma chica que por poco atropella en la ciclopista - ¿Mao? - repitió a modo de reflejo mientras se daba con los codos un pequeño impulso para colocarse de pie y así poder ver mejor aquel par de orejitas esponjadas que llamaban a gritos ser acariciadas - bueno pues gracias a ti por ayudarme con mi baño semanal - sin dejar de verla y sonriendo ampliamente, se dispuso a exprimir su camiseta naranja, se quitó los tennis para sacarles el agua y sacudió su rubia cabeza para secarse un poquito, salpicando todo a su alrededor -incluida a la pantera- justo como lo haría un cachorro.

por Invitado Sáb Dic 25, 2010 8:21 am

Se quedo unos segundos parpadeando, esperando una respuesta del mayor, seguramente el golpe había sido grave pues parecía algo atolondrado, de hecho resultaba gracioso era un hombre de su tamaño tan desubicado.

Hai? Nya

Respondió instintivamente a su llamado, mientras agitaba sus orejas dejándolas hacia adelante y levemente empinadas. Sonrió divertida ante el comentario mientras se encogía un poco de hombros, para luego notar la gran diferencia de alturas, había notado que él era grande pero nos e imaginaba tanto, casi parecía una torre en su comparación, debió levantar su cuello para poder apreciar al otro en su “esplendor”

Nya…que alto nya

Se había quedado tan embelesada que no sitio la amenaza que segundos después llevaría su cometido. Fueron segundos en que una gota de agua toco su cuerpo, erizando y haciendo temblar por completo el delgaducho cuerpo, mientras la pequeña ponía una expresión graciosa de disgusto y se disponía a correr en círculos, como un poco efectiva forma de huir.

Mao odia el agua… Mao odia el agua… Mao odia el agua…
NYHA!!!!!!

por Invitado Jue Dic 30, 2010 4:56 pm

Solamente hasta que el cabello se le hubo secado de tanto sacudirse, fue que el chico volvió su atención a la panterita. Sus ojos aceitunados se hicieron dos puntitos y ladeó un poco el rostro al verla comportándose así. Se rascó perezosamente el vientre tratando de darle algún sentido a la situación, incluso con esos grititos seguro estaba mintiendo, pues en su opinión nadie podía odiar el agua, él mismo disfrutaba tanto de ésta que llevaba bajo los pantalones un bañador a todas partes. Mmm tal vez Mao estaba haciendo ejercicio, aunque nunca había visto a alguien que lo hiciera de aquella manera tan particular... bueno particular no fue la primera palabra que le llegó a la mente, pero no quería ser grosero con una chica tan linda.

- lo estás haciendo mal, vas a caerte - negando con una sonrisa y tras haberse el flequillo de la frente, dio un par de largas zancadas hacia ella y sin problemas la levantó suavemente por la cintura. Era muy liviana y no recordaba haber levantado a alguien con un talle tan esbelto, de haber querido la hubiera podido cargar con una sola mano, pero no estaba tratando con un oso de peluche, así que no tardó mucho en dejarla de pie con la frente apuntando a la pista de atletismo - ¿ves? debes ir en línea recta por ahí neko-chan, si no vas a hacerle un hoyo al pasto y tu entrenamiento no servirá de mucho - sin poder resistirse más acarició las orejas de Mao, pasando los dedos tan lentamente como podía por las puntitas esponjadas, disfrutando de la sensación. En todo su tiempo en Tokio, era la primera vez que podía darse el lujo de entrar en contacto con una gatita.

por Invitado Vie Dic 31, 2010 10:04 am

Se desespero al sentir la cantidad de gotitas que caían sobre su cuerpo, estaba a punto de huir en cualquier dirección peor sus pies ya no tocaban el suelo, parpadeo sin comprende hasta notar que el rubio la estaba levantando y le decía algunas palabras sin sentido, se detuvo dejándose cargar, mientras miraba al más alto levantando una ceja.

Entrenamiento?...nya

De que está hablando?... Sacudió las orejas aun con la molestia del agua, mientras miraba en dirección a la pista, inflo los cachetes un poco molesta, no estaba haciendo ejercicio trataba de huir, miro al más alto con una expresión graciosa, apenas moviendo su cola de lado a lado

Mao no hace ejercicio, Mao huía del agua…El agua es mala…

Decía, mientras se erizaba de nuevo por la simple idea de volverse a mojar. Sin embargo al sentir los dedos ajenos se calma, comenzando a ronronear con suavidad, cerrando los ojos y moviéndose de forma felina y con suma lentitud. Agito sus orejas moviéndolas de un lado a otro mientras era consentida, al tiempo que se movía hacia él, acurrucándose.
Momento, el estaba aun mojado, y tan pronto su piel lo noto se volvió a desesperar erizándose y formando un ovillo para “protegerse”

No moje a mao >0<...nya

por Invitado Dom Ene 02, 2011 11:30 am

Al ver ondear esa colita esponjada, las orejas de Mao pasaron automáticamente ya a un segundo plano, Debido a que su pelaje blanquecino le recordaba a los algodones de azúcar que se conseguían en las ferias, aunado a no haber ingerido alimento alguno antes de llegar al parque, al rubio le llegaron unas ganas enormes de comerse a la felina a mordiscos o por lo menos de babearla un poco - bah ¿cómo puedes decir eso neko-chan? el agua es buena, especialmente en días calurosos como éste - refunfuñó sonriendo, sin dejar de lado sus atenciones.

Se la estaba pasando bastante bien, los ruiditos que la pantera emitía y la manera tan mimosa en la que se le pegaba al cuerpo, lo hacían reír y causaban en él una especie de ternura tipo hermano mayor que hasta ahora desconocía, incluso un bien pronunciado "awww" se le escapó de los labios al ver el movimiento de orejitas. Mao era linda, acosable y el blonde no podía evitar desear que ojalá las crías que Kakei tuviera fueran como ella. De un momento a otro la pequeña volvió a encresparse, Mizumachi ensanchó su sonrisa al ver que quizás iba en serio eso de no gustarle el agua - relax, no es para tanto - le dio unas suaves palmaditas en la espalda y se sacó la camiseta para colocarla sobre el césped, de igual modo él se recostó con los brazos detrás de su cabeza, en una posición más que perfecta para adquirir un nuevo bronceado, el sol matutino caía directamente sobre su rostro, coloreándole un tanto las mejillas y calentando rápidamente su rubia cabeza - si estoy seco podré abrazarte ¿verdad? sólo necesito unos minutos así y asunto arreglado - la miró una última vez antes de cerrar ambas orbes y respirar profundamente, el aroma de la tierra mojada era agradable - soy Mizumachi Kengo -

por Invitado Lun Ene 03, 2011 9:20 am

*Movio sus orejas hacia adelante y atrás, al escuchar sus palabras, desencogiéndose para poder posar su vista en el rostro sonriente del mayor, sin duda era el humano más extraño que había conocido, bueno quizás no extraño pero si el mas alegre.

El agua es antinatural para mao….es mala…nya

Explico mientras hacía muecas y expresiones graciosas de disgusto. Parpadeo, mirándolo moverse y lo siguió con curiosidad, acuclillándose en la cabeza del mayor, para poder verlo directamente al rostro. Se quedo así un rato cuando lo vio cerrar los ojos, mientras afirmaba con la cabeza a su pregunta, y no tuvo mejor idea que comenzar a picarle las mejillas con sus índices en modo afirmativo y divertido de pasar el rato.

Mizu….Mizu…..

Replico al escuchar el nombre, sin duda le era difícil recordar nombres largos asi que los acortaba sin ninguna contemplación, y sin considerar si a los otros esto les parecía mal educado o confianzudo, de su parte.

Mao es Mao, y es una panteraaa Groarnnya

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