Opaco carmesí [Priv. / +18]

Esquive la mirada de la chica cuando me hizo aquella pregunta, me tomo por sorpresa y un leve sonrojo se hizo notar en mis mejillas, ya que bastante palidas eran, asi que muy facil es encontrarles algo que no se ajuste a los tonos del blanco y negro.

Posé mi mano por detras de mi cuello, moviendola nervioso a penas, pero aun asi, estaba nervioso... "Estoy acostumbrado a domir incomodo... pero si quieres, duermo contigo... si no te molesta la presensia de un ser como yo..." mi mirada estaba bastante perdida por la habitasion.

Mis ojos se detenian cada tanto en detalles pequeños de aquel cuarto y quede fijamente mirando la ventana "Me gustaria dormir a su lado, doncella... solo quiero una condision...." di un pequeño suspiro... pedirle algo como lo que planeaba me daba un poco de verguenza y a la vez me ponia nervioso... "¿Puedo... abrazarte?" si la chica corria gritando pensando que estaba loco... yo la entenderia.

Camine mas hasta la chica, su respuesta me habia dejado alegre... nunca sentí el calor de otro ser junto a mi cuerpo, anhelaba sentir esa muestra de afecto que era comun entre los humanos, pero no en mi especie...

Mire al exterior de la ventana, me encontraba al lado de aquella bella chica "Mi ... especie... probablemente no te guste lo que soy... pero si con decirtelo consigo que me abrazes... te lo dire" deje de ver por la ventana y miré a esos bellos ojos carmin, puse mi mano en su hombro y con la otra tocaba sus bellos cabellos dorados "Soy un demonio..."

Sonrei amable "Vine a este mundo porque... estaba aburrido... queria ver a los humanos... y enrealidad ninguno captó mi interes... hasta esta noche en que te vi..." me acerque sutilmente dejando posar mis labios sobre su suave y albina mejilla.

Por fin lo habia hecho, la habia besado (aunque en la mejilla nada mas) pero lo habia logrado... pude sentir como la sangre de mi cuerpo se acumulaba en mi rostro y los nervios me carcomian la conciencia. El tacto con esa dama era tan hermoso....

Ella esquivo mi mirada, pero pude notar con suma facilidad que su rostro estaba igual de rosa que el mio y sonrei alegre... misma reaccion misma sensasion, por logica, a ella le habia gustado el beso tambien.

Me encamine hacia ella y me sente a su lado en la cama "Pues no se, digo... demonios = travesuras, diabluras, vidas arruinadas, etc, etc... los humanos creen que nosotros no tenemos nada mejor que hacer que arruinarles la vida..." rei secamente, los humanos eran comicos en algunos aspecto.

"Y... te agrado entonces.... ¿verdad? pude atreverme a preguntar, aun con ese molesto tinte rosa en mi rostro, ma hacia lucir... nervioso y odio perder el control de las situasiones... pero estaba solo, con ella... eso era lo que me importaba...

Bufé a la maldita tormenta que interrumpio mi respuesta, llamando la atension de MI chica. Estúpida tormenta... ¿qué se cree que es? Sambre solo me podia estar prestando atension a mi...

Suspiré, las palabras que ella habia pronunciado en respuesta tenian coherencia. Una gran dosis de realidad, coherencia y logica. Pero mi cerebrito no siempre funcionaba con logica y decidi esta vez no tomarlo asi tampoco.

Me acerque mas a la chica y la tome de la cintura, miré fijamente sus ojos carmín... eran como dos hermosas joyas de fuego ardiente en su interior... como habia pensado antes, era un alma hermosa.

Como no obedesco mucho a la logica, decidi arriesgarme, sabia que no era buena idea, pero una partecita de mi cerebro gritaba ¡hazlo! y la otra decia... hazlo tambien. Obedeciendolos, acerque a la joven de fragil y femenino cuerpo a mi y pose mis labios sobre los suyos... solo queria sentir el sabor de su piel en la mia, aunque sea por segundos...

Me separé de ella, mirando algo timido a sus ojos tan brillantes... podia distinguir el rosado de su piel, se veia muy bonita cuando se sonrojaba. Esa habia sido la primera vez que se me ocurria besar a alguien, no sabia mucho sobre este extraño ritual humano, pero suficiente habia leido y parecia ser lo que yo queria que fuera ese gesto...

"Porque..." pensé unos segundos, mi mente no suele reaccionar rápido, va demsiado lento a veces, pero en este momento no estaba seguro del por qué.

"Porque... humm... me agradas..." eso fué lo único que se me ocurrio en ese instante, la verdad es que desde el segundo en que la vi en aquel café, sentí una gran atracción hacia ella, su aura entera me llamaba, su ser era de mi interes, pero no le hallaba nombre a esa sensación.

"Cuando... sientes que alguien es importante... cuando confias en esa persona... cuando... aprecias de sobremodo a esa persona y quieres su bienestar... ¿Qué significa?" pregunté, evitando contacto visual, mirando como mis manos jubagan con los dedos de Sambre.

"Estar enamorado..." murmuré con la respuesta, sabia que en algún lado habia leido eso antes... pero ¿donde? humm... ya ni me acuerdo, he leido mucho en mis largos siglos de vida.

Me distraje cuando Sambre separó sus manos de las mias e intento hacer pasar como si nada hubiese pasado ¿Realmente le habia disgustado tanto? Si a ella no le agradaba.... se iria ¿verdad?

"Lo... siento... parece que no te agrado igual..." murmuré, con mis ojos al suelo entrecerrados, un ligero toque de tristeza sonaba en mi voz, que hasta el momento jamas habia sonado ni triste ni insegura, pero ahora... ella me estaba.. ¿rechazando?

Me levante de la cama, me quede unos instantes pensando que iba a hacer en aquel momento, la idea de que no me quisieran nunca cruzó mi mente... "Si quieres, me retiro... pero quiero saber... si yo no te agrado..." en ese instante logré tener el valor de mirarla a la cara, con expresion decidida y seria.

Pude notar como en sus ojos habia sinceridad, noté la impaciencia... capaz que fui algo descuidado al comportarme asi con ella... sin saber si ella acostumbraba aquel trato o le era ajeno.

Me acerque a ella, caminando despacio, con prudencia, pero de mi seriedad anterior salté a tener una pequeña sonrisa otra vez. La tomé de la cintura, apoyando mis manoes en su dulce y fragil cuerpo y cerré los ojos.

"Me alegra saber... que yo te hago sentir... asi." pronuncie entre murmullos, apoyando mi cabeza en sus hombros y absorviendo la dulce fragancia de su pálida piel "Hueles dulce... a mi me gusta lo dulce..." dije semi consiente.

Incorporandome una vez mas, me volvi a acercar a su cuerpo, cerrando a cada segundo el espacio que nos separaba y volví a unir mis labios en los suyo, con delicadeza y ternura "Creo que... me enamore de un angel..." le susurre y volvi a repetir el beso.

Separandonos del beso, pude escuchar las palabras mas hermosas que mis oidos jamas hallan captado, me sentí realmente feliz por haber conocido a tan dama y que me quisiese de la misma manera.

"Seras mia... solo mia, y yo te cuidare... yo te contendre... estaré ahi para ti siempre... mi hermosa dama... mi princesa...." murmure a su oido y baje mi rostro hasta su cuello, mordiendolo con gentileza hasta sentir una unica y ligera gota de sangre fluir, lamiendo esa pequeña gota me volví a incorporar.

"Ahora.... eres mia..." le sonrei y acaricie sus cabellos dorados, mi otra mano acariciaba su fragil y hermosa cintura, tocando ligeramente el resto de la espalda....

Los besos que Sambre me daba con tanta dulzura, los recivia con agrado, con placer... sus labios suaves, delicados y dulces rozaban con los mios, mandando chispas de placer por todo mi cuerpo. Jamas, en todos mis años de demonio, senti tanta dicha de estar con otro ser como ella.

Mientras mantenia mi boca ocupada, moviendo mi lengua dentro de la boca de ella, era sumamente hermoso ese interior, era suave y humedo (como el 99 % de las bocas) y mi lengua siempre al mando, mantenia una disputa con la de ella, obviamente ganando territorio inexplorado.

Mis manos masajeaban suavemente el cuerpo de la chica, tocando sus hombros, delineando sus claviculas tan perfectas... lentamente movi mis dedos hasta el cuello de su ropa, practicamente pidiendo si podia retirarla.

Sambre tenia unos hombros muy bellos, su piel blanca y sin mancha alguna era tan hermosa... era como estar con un angel, por mas blasfemo que sonase eso, era la idea... creo...

Tomando de su vestido, lo retiré con delicadeza y conduje a la hermosa chica hasta la cama, dejandola recostada sobre las suaves telas de la sábana y empezé a besar su cuello con mas rudeza que antes, lamiendo lo ultimo de sangre que quedaba sobre su piel y masajeando su desnudo cuerpo con gentileza.

Tuve que separar mis labios de los suyos para poder reirme de aquel comentario tan demandante "Perdón, bella dama..." le sonrei de forma pícara, pero a diferencia de ella yo solo suspire y un fuego negro cubrio mi cuerpo, dejando sin rastro alguno de que alli habia ropa antes "¿Feliz, Sweet heart?"

Enrealidad, aunque estaba bastante seguro de lo que hacia... mi cuerpo no era de lo que mas me sentia orgulloso, mi piel grisesea palida solia ahuyentar a los demas y todas esas marcas, cicatrices y quemaduras... esperaba que la chica no reaccionara mal.

Ignorando mi propia baja autoestima, segui besando a mi hermosa angel, acercando mas nuestros cuerpos desnudos uno al otro...

"Otra demanda..." sonrei cuando la chica terminaba de pedirme amablemente (demandarme) la idea de las sábanas "Me gusta cuando... te pones exijente..." le sonrei mas todavia, moviendo las sabanas para que ambos quedásemos bajo ellas.

Una vez puesta la suave tela sobre nuestros cuerpo, procedi a continuar lo que habia empezado, mis manos ahora querian moverse por mas lugares, y masajeaba suavemente el pecho de la chica, mientras mi otra mano se concentraba en sus dulces cabellos dorados...