mimando a Dio - privado -

por Invitado Miér Ago 04, 2010 6:31 pm

El pelinegro empresario condujo su lujoso auto y a su precioso acompañante al mejor centro comercial de la ciudad , recordo lo mal que la paso C.C el dia que la llevo a ella y por eso era el regalo que le encargo en una prestigiosa joyeria pero ahora que iba con Dio quizas le encontrara algo bonito para recordar aquel maravilloso dia ..... el japones era un novio muy atento y consentidor , quizas era por eso que sus novias anteriores sufrieron tanto cuando las dejo .... hizo que Dio se tomara de su brazo cuando entraron a la conocida joyeria

- quiero que heches una mirada y si vez algo que te gusta vienes con papi y se lo dices - dijo en un tono picaro mientras le daba una palmada en el trasero para hacerlo andar -

Cuando Dio sin muchas ganas fue a ver unos escaparates se acerco al mostrador y le pidio al sorprendido vendedor que le mostrara su pedido , era muy conocido ahi asi que el chico se limito a extenderle una caja satinada que el pelinegro abrio y noto con gusto que los pendientes para su linda niña estaban listos , justo cuando cerro la caja sintio como Dio se apoyaba en su espalda

- esta perfecto , envuelvalo para regalo porfavor - le dijo al encargado y luego se dirigio a su felino peliblanco- ¿viste algo que te gustara , mi amor? - dijo mientras lo tomaba de la cintura y lo acercaba peligrosamente a su cuerpo sin tener la menor verguenza por el empleado que los miraba anonadado-

por Invitado Vie Ago 06, 2010 6:14 am

Tras haberse terminado el delicioso desayuno al que al parecer le habían invitado no pudo mas que sonreír ante una cuestión. Era cierto que no había dejado de tratar de usted a Fuuma desde que se habían conocido la noche anterior, incluso después de haberse acostado; respeto que normalmente no tenía con muchos de sus "conocidos". Quizás aquel empresario incitase a tratarlo de forma educada, y no sabía por qué. Después de asentir a su propuesta se había dejado llevar hacia el centro comercial, donde no dudó en sujetarse de su brazo mientras miraba a su alrededor.

El 109 era una gran estructura donde destacaban las tiendas de moda y una numerosa clientela juvenil, de ahí a que hubiese gran seguridad. Adentrarse en aquel centro comercial era como entrar a una pequeña ciudad dentro de otra ciudad, ya que estaba provisto de todas las nececidades diarias.

Dirigiendole una mirada a Fuuma, que había sonado demasiado indecente como para estar llamandose "padre", recorrió la brillante y pulcra tienda junto con algún que otro cliente que fisgoneaba. Los expositores estaban llenos de piezas de plata, oro, rubíes y diamantes de considerable tamaño, no pudiendo evitar inclinarse para admirarlos de cerca. Tras un paseo por los demás estantes, se había acercado a Fuuma.

-¿En serio me vas a comprar algo di questo? ¿Sabes lo caro que es? -le habló con menos formalidad, resultandole por un instante algo extraño, pero a la vez agradable-. He visto... -alzó las manos para sujetar sus brazos, montando una escena de enamorados en toda regla frente al encargado y los clientes. Luego se separó, lo cogió de la mano y lo llevó a uno de los estantes de cristal, señalandole dos alianzas doradas y lisas que venían en conjunto.

-¿Que te parece? Puedes llevar una tu y la otra yo. Justo aquí -se selañó el dedo anular antes de sonreír con aparente docilidad-. Lo pagaremos a medias -añadió-. Aunque me temo que no tendré dinero también para el collar y la correa de diamantes -levantó las cejas, malicioso. Había muchas formas de domarle sin estar rodeados de tanto lujo.

por Invitado Vie Ago 06, 2010 9:01 am

Sonrio bastante complacido cuando noto que su gatito se desenvolvia mas familiarmente con el y la sensacion fue mas grata cuando el pequeño italiano se tomo del brazo del pelinegro y lo llevo a ver algunas vitrinas , adoraba que el italiano se comportara de esa manera , se veia tan tierno que podria comerselo de un mordisco como a una fresa madura ..... pero debia controlarse un poco ya que la escenita entre ellos ya era rara de por si aunque era obvio que al pelinegro le valia madre lo que pensaran los demas , si el era feliz el mundo y las personas ordinarias dejaban de existir para el

- claro que te comprare algo , asi quisieras la tienda entera te la compraria ..... mi gatito jamas se quedara con ganas de algo

Dijo orgulloso mientras se dejaba guiar por el peliblanco italiano , no puedo evitar esbozar una sonrisa ganadora al ver lo que si Dio habia escogido , unas alianzas ..... el pelinegro solto una sonrisa elegante mientras entrelazaba sus dedos con los del gatito italiano

- claro que los llevaremos ..... pero no pagaras nada , yo te invite y correre con los gastos - el italiano pretendia decir algo pero el pelinegro rapidamente puso uno de sus dedos en los labios de cereza de su italiano - .... shhh ..... no me gusta que me repliquen , ademas que clase de novio seria si dejo que mi pareja pague las cuentas , de donde yo vengo es una falta de respeto - acaricio con dedicacion los labios de Dio y luego acaricio su mejilla con suavidad , observando embelezado aquella belleza felina - que hermoso eres ..... y lo mejor es que ahora eres mio y eso lo provara - dijo algo posesivo mientras señalaba las alianzas y luego le robaba un beso al desprevenido chico -

No habia que preocuparse por la gente ya que despues de una de las miradas asesinas que Fuuma les lanzo todo el mundo empezo a ocuparse de sus asuntos , asi que beso con tranquilidad y dedicacion a su chico antes de llamar al vendedor

- nos llevamos estos .... - le indico , el vendedor abrio la vitrina y le mostro los anillos a Fuuma para ver si eran de la talla adecuada , el pelinegro tomo la mano de Dio y deslizo el anillo por su fino dedo , le calzaba a la perfeccion , el mismo se provo la alianza y tambien le quedaba pero luego se la quito y quito la de Dio tambien , se las entrego al vendedor nuevamente - ..... quiero que la mas pequeña tenga un grabado en el interior que diga Fuuma con letras muy finas y estilizadas y la mas grande tendra gravado el nombre Dio en letras mayusculas , se que pueden hacerlo en unos minutos pero quiero que este perfectamente hecho , porfavor

Pidio educadamente pero a la vez su voz sonaba algo autoritaria , el vendedor los invito a pasar a un salon VIP donde los clientes importantes podian esperar sus pedidos mientras bebian champaña , Fuuma tomo la bolsa con el regalo de C.C ya envuelto mientras iba con Dio al salon VIP para esperar a que estuvieran listas sus alianzas , que esperaba que auguraran un futuro con mas compromisos entre ellos dos

por Invitado Vie Ago 06, 2010 9:27 pm

Ciertamente estaba dispuesto a replicar, ya que nunca le había parecido buena idea que pagasen por él, y mas siendo cosas tan caras como aquella. Estaban hablando de dos anillos de oro fino, cosa que no se podía pasar por alto con tanta facilidad. Sin embargo Fuuma había vuelto a detenerle, invalidando así su opinión sobre la mitad de su pago, entre otros. Tener aquel rostro maduro, pero a la vez tan juvenil le hacía olvidarse de lo que estaba diciendo. Aquel beso había sido lo que terminó convenciendole de que se callase, al menos por el momento.

Vió como poco después le entregaba la que sería su compra y le pedía aquel detalle que se le antojó tan... ¿Romántico? ¿Dulce? ¿Anticuado? Fuera como fuese le hizo soltar una risita divertida, poniendo una expresión afable que le duró muy poco, puesto que lo siguiente que hizo fué seguir a Fuuma hacia la habitación del fondo. Traspasando aquella puerta dorada envejecida con cristales difuminados y una gran inscripción con las letras "VIP" había un salón amplio y elegante, con una moqueta ostentosa y roja en el suelo. En la pared grandes cuadros donde se plasmaban obras de arte -seguramente imitaciones- de algunos pintores conocidos. Dio tuvo que parpadear ante el escenario de película de la época victoriana que daba aquel lugar.

-Mira todo questo -pasó dentro, mientras escuchaba a Fuuma cerrar la puerta. Se acercó al gran sillón forrado de terciopelo y acarició uno de sus brazos-. Incluso el diseño de los muebles es de época. Que extravagante.

Se paseó por la habitación, viendo la mesa y la botella de champaña metida en una hielera. Se giró hacia Fuuma desde casi la otra punta del cuarto y sonrió, viendosele solo el ojo derecho. Su gran mechón de pelo blanco, junto con el flequillo, tapaban por completo el izquierdo y la cicatriz.

-¿Compras mucho en este tipo de tiendas, Fuuma? Pareces un uomo elegante, pero no de los que gastan dinero a lo loco -aún le faltaba por conocer muchos aspectos del japonés, y no tenía ninguna prisa. Con paso lento de acercó, pasando por la mesa de nuevo para acariciar la botella antes de cogerla- ¿Te apetece un poco? Te serviré~ -puso su tono de barman, descorchando la botella y cogiendo una larga copa que estaban boca abajo sobre una bandeja plateada. Desde luego, el lugar tenía todo pensado.

Tras llenarla se contoneó hacia el sofá, donde el otro había acabado por sentarse a la espera del pedido. Parecía tan acostumbrado a aquel tipo de ambiente que se sintió momentáneamente fuera de lugar. Le entregó la copa y se sentó a horcajadas encima suyo, dandose cuenta luego de una cosa que le hizo alzar la vista al techo.

-¿Hay cámaras aquí? -tampoco le importaba mucho. Ser observado era uno de sus oscuros fetiches- ¿Te importa si pasamos dopo questo por la ferretería? -se acercó a su oído con picardía, acariciando su pecho por sobre la ropa- Necesito pilas para el vibrador~ -lamió el lóbulo de su oreja, sintiendo el inoportuno tono de su móvil emerger de entre el bolsillo trasero de su pantalón ceñido- Oh, disculpa...

Cortando aquel tono dance que tenía como melodía, se llevó el auricular a la oreja, pegando los labios a los de Fuuma cuando tenía oportunidad.

-Ciao? -al parecer reconoció la voz que le hablaba, ya que esbozó una amplia sonrisa- ¡Kiku-chan~! -incluso lejos del teléfono, se escuchó la protesta del hombre ante el mote. Era el mismo que le había dejado el mensaje de voz en el teléfono fijo de su casa- Lo siento, lo siento~ ¿Que pasa? Es raro que me llames aquí...

Hizo otra pausa, dejando que el otro hablase. Se inclinó, besando el entrecejo de Fuuma, pretendiendo colar la mano entre los pliegues de su camisa para acariciar levemente sus pezones. Pero no lo hizo. Incluso el beso que quería darle al otro en el cuello se paró en seco. Se enderezó, teniendo la mirada sorprendida y fija en algún punto de la pared que estaba tras su amante.

-Sei sicuro? -su tono de voz había pasado a uno mas grave- Umm, quando? -otra pausa, donde al parecer quería mantener la privacidad hablando en italiano completamente- Impossible, che...?

Parecía haberse irritado de golpe.

por Invitado Sáb Ago 07, 2010 11:06 am

Ambos entraron al salon VIP para Fuuma no era extraño ya que en mas de una ocasion se vio ahi con una que otra pareja ocasional , le dio gusto ver como su pequeño gatito albino observaba todo con curiosidad , Dio tenia un gran sentido del gusto asi que al pelinegro le complacia oir todo lo que decia el italiano , el pelinegro se sento en el sofa y su pequeño Dio le sirvio una copa de champaña

- he venido antes , no soy de los que tiran el dinero por la ventana pero en ocasiones especiales me gusta mimar a personas importantes para mi ¿crees que esta mal que quiera mimarte? ..... - dijo con una sonrisita de playboy -

Le dio un trago a la copa de champaña mientras sentia el firme trasero de Dio ocupando su regazo , le rodeo suavemente la cintura con una mano y le hizo algunas caricias mientras oia los comentarios de su ardiente peliblanco que no perdia oportunidad para insinuarsele

- porque quieres saber si hay camaras ¿acaso pretendes que nos filmen haciendo alguna travesura? - le dio una sonora nalgada al italiano - .... no necesitas baterias , ahora ya tienes algo con que entretenerte - dijo por demas coqueto -

Pensaba darle un pellizco en el trasero a Dio cuando el movil de este empezo a sonar , estaba un poco curioso sobre quien llamaba a su gatito y se lo preguntaria en cuanto colgara pero por el momento pensaba respetar su privacidad , se dedico a beber un poco mas de su copa de champaña mientras noto un comportamiento un poco inusual en el italiano , se estaba poniendo muy misterioso e incluso se alejo de el y empezo a hablar en italiano para que el pelinegro no le oyera ..... pensaba intervenir pero en ese instante llego el vendedor de la tienda y le mostro el trabajo que habian hecho con los anillos

- estan .... - observo con atencion - .... perfectos - se sento nuevamente y saco una chaquera , lleno la cantidad suficiente para pagar las joyas y darle una comision al vendedor ..... luego se acerco a Dio por detras y le susurro al oido no importandole si seguia hablando por movil o no - ..... ya estan listos los anillos , quiero ponerte el tuyo asi que porfavor suelta ese telefono - le dijo algo autoritario ya que desde donde estaba denotaba cierto tono de incertidumbre en los ojos de su bello ragazzo -

por Invitado Lun Ago 09, 2010 7:14 am

En algún momento se había levantado de encima de su amante y le había dado la espalda, continuando con una conversación seria y completamente en otro idioma. El tono de fastidio en algunas palabras era tan evidente que aún no entendiendole se podía adivinar que no estaba recibiendo información de su total agrado. Sin embargo, cuando el encargado entró miró de reojo a la puerta, recordando que estaba pasando un día increíble con un hombre igual de increíble, y no quería echarlo a perder con aquel tipo de preocupaciones.

-Gracias por llamar, Kiku -finalizó- Yo... -fué interrumpido por la susurrante y sensual voz de Fuuma, que se dirigía a él con aquella orden que, aunque serena y tranquila, no parecía querer que desobedeciese. Le miró de reojo y en silencio antes de concluir:- Cuelgo.

Cortó la llamada, guardando el teléfono en el bolsillo trasero, y sonrió.

-Siento la interrupción; era un amico -aunque aquello era cierto no pensaba sacar mas aquel tema. Miró los anillos que les habían traído en una especie de cojín de ganchillo diminuto -algo igual de extravagante que el resto de la habitación- y dió una palmada-. Vistos de cerca parecen aún mas caros. Credo che empiezas a mimarme demasiado solo con esto.

Cogió el cojín, dejandolo sobre la mesa y cogiendo el grande. Tomó la mano de Fuuma y depositó un beso; como haría cualquier galán con una dama en la escena de una película romántica -aunque quizás, y viendo el físico y el tamaño de Dio, los papeles se intercambiasen un poco-. Luego deslizó aquel aro de oro, con su propio nombre grabado en su interior, por el dedo anular.

-Siempre quise hacer algo así -le dedicó una sonrisa de infante antes de abrir los ojos con sensualidad y mirarle, con un deseo que recordaba a aquellas miradas que se ya se dedicasen en el bar la noche anterior-. Espero que puedas soportarme durante mucho tiempo, caro Fuuma.

Y, como si fuese algún tipo de promesa o compromiso, soltó su mano y extendió la suya, esperando que el otro hiciera lo propio.

por Invitado Lun Ago 09, 2010 10:16 am

Sonrio al ver el hermoso proceder del peliblanco , de cierta manera esas alianzas los comprometian de cierta forma en una relacion asi que el pelinegro sonrio triunfante ya que el pequeño gatito italiano seria marcado como de su propiedad y ya tenia la excusa perfecta para matar a quien se le acercara inapropiadamente a su felino compañero

- soportarte ..... - nego con suavidad - ..... tu no eres una criatura molesta , solo eres algo inquieto pero te mantendre ocupado para que no tengas tiempo de hacer travesuras con nadie mas que conmigo - le guiño el ojo coquetamente mientras tomaba su mano y le devolvia el beso que anteriormente el peliblanco le dio en la mano -

Aun faltaba conocer en muchos aspectos al italiano pero estaba muy seguro de algo importantisimo , que lo amaba con locura y que eso era un sentimiento estable para construir una relacion a futuro ya poco a poco iria descubriendo la misteriosa vida de su felino

- Dio ..... con esto eres mi novio oficialmente , prometo hacerte muy feliz .... - tomo la alianza mas pequeña del cojin y la deslizo con delicadeza por el fino dedo anular del italiano - ..... solo espero que toleres mis celos , todo es porque te amo y te deseo solo para mi .... despues de todo como no desearte si eres un gatito adorable - dijo un poco mas picaro mientras tomaba de la cintura al italiano y lo pegaba a su cuerpo , se acerco a los labios de ceraza del italiano y empezo a besarlo apasionadamente -

Despues de aquella muestra de afecto ambos salieron de la joyeria con sus alianzas en los dedos , como siempre el pelinegro hizo que Dio se tomara de su brazo y miraba mal a quien observara el delicioso atributo trasero que era marcado por los pantalones apretados de su italiano

- vaya si hay gente desvergonzada - mascullo con molestia mientras ponia su mano en una de las nalgas de Dio y la apretaba , luego se acerco a susurrar en el oido contrario - que te parece si vamos a una tienda especial a comprarte algunos juguetitos lindos .... de paso conseguimos pilas para tu vibrador - dijo sujerente y luego aparto el cabello largo de Dio para morder su lobulo poco importandole que las personas los miraran extraños ya que Fuuma pensaba que solo expresaban su envidia con sus miradas

por Invitado Miér Ago 11, 2010 6:08 am

"Mantenerle ocupado" había sido una de esas frases que te hacían imaginar gráficamente una escena. Dio se preguntó, con fingida inocencia para sus adentros, como es que Fuuma lo "entretendría" para no dejarle insatisfecho. Aunque el italiano se caracterizaba por ser bastante fiel, aunque también vengativo si se le acaparaba demasiado.

-No me importan los celos -había respondido a su ahora novio formal antes de salir de la joyería-. Es mas, me gustan las muestra de posesividad que los demás puedan tener conmigo. Pero cuando se vuelve algo enfermizo no lo soporto, así que no te extralimites, va bene?

Con una sonrisa había salido del establecimiento junto con el japonés, caminando por aquellos pasillos atestados de tiendas y gente; las cuales por supuesto no podían dejar pasar la oportunidad de mirar los actos del mas alto -aunque algunos, y como ya le había pasado a Dio con anterioridad, lo confundían con una chica, por lo que apenas volteaban la cara al pasar-.

-No me metas mano aquí en medio -fingió molestarse, aunque la risilla que siguió a las palabras le delató-. Eres un uomo respetable, un empresario, ¿no? ¿Y si te ve alguno de tus empleados? Ya sé que tienes la suficiente autoridad para que eso te de igual, pero...

Hizo una pausa, como pensando donde estaba su "tienda de juguetes". Nunca había sido vergonzoso a la hora de hacer lo que quisiera donde fuese, por lo que ante los procederes de Fuuma simplemente había ronroneado y dado margen para hacer mas cosas.

-Está en el último piso -entrelazó sus dedos con los de la mano contraria, arrastrandole hacia el ascensor. Tras sonar la campana y desalojarse, un nuevo grupo de gente -incluídos ellos dos- llenó el elevador, el cual subió casi en silencio. Dio había quedado pegado contra el cuerpo del japonés, no perdiendo la oportunidad de semiabrazarle para manosearle discretamente el trasero mientras le miraba con picardía, entornando los ojos a la par que le mostraba la lengua, como si quisiera provocarle. Se preguntaba que es lo que haría alguien como Fuuma en una situación límite. ¿Mantendría la comportura y esperaría o todo lo contrario? En todo caso, si estaba pensando en devolverle las atenciones tendría que ser en otro momento, pues tras la voz electrónica de una mujer anunciando el piso se detuvieron. Dio se separó, le cogió de la mano y lo guió de nuevo por el pasillo de la izquierda; al parecer sabiendo muy bien a donde iba.

-Dime, ¿has venido a comprar aquí alguna vez? Quizás algo a alguna de tus novias -comentó, señalando la sugerente tienda con iluminación fucsia y verde que adornaba el final del pasillo. De ella salía una musiquita leve que casi incitaba a desnudarse a su son-. Non è una ferretería, pero igualmente tienen lo que quiero~

Solo en el escaparate ya habían suficientes cosas como para hacer sonrojar a alguien de mente mas inocente, y la clientela se limitaba a algún que otro chico curioso o demasiado friki. Era un establecimiento mas grande de lo que en realidad se aparentaba y había diversidad de cosas que tenían que ver meramente con el placer personal; ya fuese visual o mas gráfico.

-¿Vamos? -sonrió- Después de esto iremos a donde tu quieras -añadió, como queriendo compensarle por aquel paréntesis. Luego entró, perdiendose entre los estantes de aquella inmensa tienda.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 9:03 am

Le dio gusto saber que su italiano aprovaba sus celos mientras que no se convirtieran en algo patologico y constante en su relacion , estaba bien para el pelinegro ya que tampoco le gustaban los celos extremos , estaban bien mientras no se convirtieran en el centro de la relacion ....... despues de un jugueteo previo llegaron al sex shop , Dio parecia conocerlo asi que le haria las cosas mas faciles al pelinegro que no solia usar muchos juguetes

- nunca antes vine a esta tienda , alguna vez se me ocurrio pero mis novias eran demasiado "pudorosas" como para poner un pie aqui ..... - hizo una pausa mientras manoseaba el trasero de su pareja nuevamente - pero me fascina saber que mi gatito es mas osado y esta dispuesto a probar de todo

El felino rio coqueto , era normal en el insitar al japones cosa que a el tampoco le molestaban mucho que digamos ..... ambos entraron al local donde habia de todo , Fuuma se intereso de inmediato en la ropa interior comestible , le encantaria arrancar aquella prenda del cuerpo desnudo y chorreante de su hermoso felino blanco

- que interesante ..... - murmuro mientras ojeaba donde se encontraba Dio , el se veia muy feliz tanto que parecia un niño en una dulceria - ..... ven aqui caro mio , me pregunto si esto es de tu talla .....

El italiano estaba tan distraido con algunos objetos que Fuuma termino por darle el alcance, en su camino tambien se distrajo con algunos disfraces especiales , le encantaria ver a su Dio con un traje bien apretado moviendo su pomposo trasero como un gatito en celo , la imaginacion de Fuuma empezo a volar tanto que sentia que tambien se llevaria una tremenda excitacion de esa tienda

- con todo este material podria secuestrarte toda una semana sin que se me vaya el libido - dijo picaro mientras le daba una nalgada sonora al hermoso italiano , despues de todo en ese local nadie los miraba extrañamente asi que debia aprovechar el momento -

por Invitado Miér Ago 11, 2010 2:17 pm

Estaba claro que Dio no conocía el concepto de la palabra “pudor” tanto como las antiguas novias de Fuuma, al parecer. Total, mientras al moreno le gustase aquella particularidad suya no tenía muchas quejas.

-Lo último que quiero es matar tu libido, caro –le dijo, dejando en sus manos una caja de aquella ropa que al parecer se le había antojado interesante. Luego, instándole con la mirada a que le siguiese, se perdió por los pasillos; saludando de pasada a la mujer que llevaba el negocio, ya conocida de las otras veces que había acabado subiendo a aquel lugar. Esquivó a un chico rechoncho y con gafas que se le quedó mirando, como si intentase adivinar si era un hombre o una mujer y llegó al estante de las películas.

-La verità es que hay una variedad bastante variopinta, aunque tengo mis propias fuentes de inspiración aparte de esto –le dijo a su amante antes de seguir andando. En una de las esquinas se encontraban los productos más gráficos como los vibradores, y demás accesorios del mismo uso. La cantidad de formas, tamaños, colores y funciones se ocupaban un pasillo entero, compartido por los estantes frontales con otro tipo de juguetes como las cuerdas, los grilletes y las esposas.

-Una vez me hicieron usar uno como este –explicó, señalando un vibrador inmenso y grueso, donde se podían apreciar en su caja transparente incluso las especies de púas con punta redonda que coronaban la punta-. En principio dolió bastante, la verdad. Fue algo un poco desagradable hasta que el dolor desapareció.

Le dedicó una adorable sonrisa a Fuuma, como si quisiera expresarle que no le contaba aquello para poner a prueba sus celos o algo parecido, sino para confiarle detalles de la vida que no había compartido con él. Cuanto más cosas supiesen el uno del otro, mejor; aunque era algo que no podía aplicar a cierto tema. Como siempre.

-Fuuma, ¿Qué tipo de sexo ti piace? –Preguntó con toda la soltura del mundo- A parte de querer comerte mi ropa –soltó una risita ante la escena con la ropa interior comestible. Avanzó, dejando atrás una variedad impresionante de bolas chinas y señaló las esposas-. ¿Qué tal “jugar a policías”? Non è la prima volta que me pongo un uniforme. O quizás… -cogió una especie de jeringuilla del tamaño de su brazo e hizo un además sugerente con la boca- prefieras que me vista de enfermera.

Aquella mañana estaba siendo demasiado entretenida. Poder visitar diversidad de tiendas con un hombre agradable como aquel le había quitado el sueño y el cansancio del trabajo completamente del cuerpo; algo que muchos no habían logrado. Entre risas, sugerencias y muestras caminaron por los pasillos, mientras Dio había optado por un pequeño vibrador en forma de cápsula con control a distancia, apelando así a la mente perversa que pudiese tener Fuuma.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 3:38 pm

Al pelinegro le agrado saber que su hermoso felino se pondria la ropa comestible , ademas su mente ya estaba maquinando lo que haria con ese pequeño control a distancia , podria hacer gozar a su bombom gatuno en horas de trabajo tambien cosa que le agrado mucho .... oyo los comentarios de su caro sobre el enorme vibrador que lo hicieron usar una vez y no pudo evitar apegar su cadera al trasero de su italiano y murmurarle sensualmente al oido

- pues el que te hizo usar eso debio tener un "equipo" bastante deficiente - no pudo evitar frotar su miembro contra la cola perfecta del italiano y esbozar una sonrisa orgullosa - los que tenemos atributos naturales no necesitamos cosas tan plasticas para mantener felices a nuestras parejas ..... o es que no estas complacido con lo que te doy - el pelinegro sabia bien que su italiano estaba bastante conforme con sus "atributos" ya que de no ser asi habria tenido las agallas de decirselo , Dio no era de los que se quedaban insatisfechos y no decian nada -

Luego de aquella platica se dedico a mirar los disfraces , le encantaria un gatito con traje de enfermera para poder jugar al doctor con el pero tambien seria bueno ponerle un disfraz de gato ya que esa era su naturaleza segun Fuuma

- porque no te vistes de neko - sugiere pensativo - asi tendrias otra excusa para lamer toda esa "leche" que tanto te gusta y yo tendria la excusa perfecta para ponerte un collar y una correa - le guiño un ojo de forma traviesa mientras sonreia - nos llevaremos ambos - termino por decir mientras miraba a su entretenido peliblanco - sabes que me gusta juguetear mientras lo hacemos , adoro morder y lamer , asi que podriamos decir que me gusta el sexo algo duro ..... pero mas que nada me gusta que mi pareja este complacida con mi desempeño , no podria quedar satisfecho si me pareja no tiene un orgasmo - dice vanidoso mientras tomaba los disfraces que queria para el felino y esperaba para ver que mas se le antojaba a su pequeño goloso -

por Invitado Miér Ago 11, 2010 5:44 pm

No era del todo cierto que aquel amante hubiese sido tan “deficiente” –quizás solo un poco sádico y extremo-, pero aquel comentario le había hecho reír. Fuuma decía las cosas tal y como las pensaba y eso era una cualidad increíble, ya que el italiano también solía ser crudamente sincero.

-Sería un hipócrita si dijese que estoy insatisfecho –comentó-. De todas formas comprar juguetes non significa necessariamente che alguien te deje con las ganas –le dedicó una de sus miradas seductoras y elocuentes, viendo la cantidad de cosplays que había para satisfacer hasta los gustos más excéntricos. Que en su “primera cita” estuviesen en un lugar como aquel de un modo tan natural era impensable si no se tenía una pareja medianamente liberal. Así, los puntos iban subiendo cada vez más para el empresario, del cual, sinceramente, no había tenido ninguna queja desde el momento de conocerle.

-Bene, sírvete –le dejó los disfraces a su elección, pasando aquellas esposas acolchadas con aquel ostentoso pompón peludo y rosa-. De estas ya tengo en casa. Oh, vaya.

Le mostró la caja de una ropa interior bastante peculiar, ya que se trataba de un trozo de tela semitransparente con la frase “Usar la salida de emergencia” mientras una flecha señalaba hacia el trasero. Dio no pudo evitar volver a reír antes de volver a dejarlo en el estante, recordando las pilas y volviendo a meterse por un pasillo, buscándolas. También necesitaba otras más pequeñas para la cápsula que acababa de comprar.

-Me parece que en serio tienes ganas de ponerme una correa, ¿verdad? –las señaló en uno de los pasillos-. Me pregunto que le harías hacer a este dolce e innocente gattino que solo busca alimentarse –puso un tono de pena y un rostro fingidamente afligido, llevándose incluso las manos al pecho. Si sonrojarse fuera a voluntad era seguro que lo hubiese hecho para dar más drama a aquel teatrillo. Tras dar una vuelta sobre si mismo fue directo al mostrador, dando unos pasos atrás para coger un elegante bote de lubricante, que añadió al lote.

-Parece que hoy te llevas algo más de lo acostumbrado –comentó la mujer mientras hacía la cuenta y guardaba todo en discretas bolsas blancas- ¿Algo más?

-Pues… -Dio se inclinó hacia delante al ver como Fuuma pretendía pagar otra vez, utilizando las vistas que dejaba la estrechez de la ropa en su trasero como distracción, intentando quizás provocar algún tipo de Deja vù de cuando lo hicieron en la barra del bar. Luego le dio la tarjeta a la encargada, que sonrió y le cobró, haciéndole firmar luego el recibo- Grazie!

Recogió las bolsas y salió de aquel ambiente iluminado de fucsia y verde, y cuyo olor a aceites de almendra le había casi adormecido. Se giró hacia Fuuma, esperando que no estuviese enfadado, y sonrió.

-¿Tienes algo que comprar en esta planta? ¿O quizás recoger algo más? – quiso saber, ya que tenía pensado comprar un uniforme nuevo –ya que el otro quedó algo “estropeado” la última vez- e ir a algún supermercado a comprar algunas cosas para el almuerzo.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 6:36 pm

El pelinegro lo habia pasado muy bien en aquella tienda , no le hizo mucha gracia que su gatito pagara la cuenta pero de cierto modo le gustaba que fuera independiente y que se bastara el mismo para algunas cosas sencillas , la mayoria de novias que tuvo eran muy dependientes y si Fuuma no estaba al lado no podian ni respirar , eso era de cierto modo molesto , quizas por eso le atraia mas Dio

- me gustaria comprar una buena botella de vino , asi acompañamos el almuerzo - dijo mientras se acercaba al peliblanco y le arrebataba las bolsas , podia permitir que el italiano pagara sus cuentas pero no permitiria que hiciera esfuerzos fisicos , bueno , eso solo podia hacerlos en la cama asi que el se encargo de cargar las bolsas - si tu necesitas ir por algo vamos de una vez y luego nos encargamos de la bebida - ofrecio amable mientras caminaba al lado de Dio -

Estaba pensativo , analizo todas las citas que tuvo y cayo en cuenta de que la primera cita con su gatito fue la mejor de todas , la estaba pasando bien fuera de la cama como una persona normal , Dio lo hacia muy feliz el pelinegro no podia estar mas contento cada vez que lo veia , cada vez que lo tocaba o cada vez que el peliblanco le dirigia alguna palabra cariñosa era muy feliz , asi que mientras andaban seguia mirando a Dio y pensando en lo perfecto que era su felino

- regresaremos a tu casa ¿no? ....... o es que prefieres venir a la mia , podriamos armar una barbacoa , si tu quieres - ofrecio despues de todo el pequeño no conocia la mansion de Fuuma y el pelinegro deseaba que su felino conociera su casa despues de todo algun dia tenia la ilucion de que el felino peliblanco viviria ahi

por Invitado Vie Ago 13, 2010 6:07 am

Cada uno de los gestos del japonés no le dejaban indiferente. Dejándole cargar las compras volvieron a bajar dos pisos más abajo, metiéndose en una tienda de confección donde solía comprar siempre los complementos que formaban su uniforme. Aunque su vestimenta viniese ya de “extra” con el empleo, si era culpa suya que se rompiese debía pagarlo de su bolsillo, indudablemente. Además, no le apetecía explicar cómo fue que acabó en tal estado…

Se hizo con una camisa y un chaleco nuevos, a parte de algunos botones de recambio y la cinta que iba al cuello. Tras pagar con la tarjeta una vez más volvió a salir, cargando una fina bolsa con el gran logo de la tienda a un lado.

-Siento tenerte dando vueltas –sonrió a Fuuma, antes de bajar al último piso directamente por la escalera mecánica, junto con otro gran grupo de gente. A aquellas horas, y pese a ser día laboral como otro cualquiera, aquello estaba atestado. Ya fuesen personas con el día libre, estudiantes saltándose las clases o simples amas de casa; haciendo honor al nombre de uno de los países más poblados del mundo.

Dio cogió la mano del más alto –o mejor dicho, se sujetó, ya que cargaba sus bolsas-, antes de llegar a la última planta.

-Non me importa –contestó, quedándose pensativo un momento. Si volvía a su casa era posible que Kiku se presentase en ella –o no, ya que aquel hombre tenía un carácter rarísimo- para seguir advirtiéndole que su familia ya se había puesto en movimiento. No necesitaba que le recordasen eso ahora, le resultaba tedioso y pesado; mas estando en una situación tan buena como en aquel momento-. Aunque, ¿qué tal si cocino para ti en tu casa? No me importa hacer comida para tres, en el caso de que esté tu principessa amata.

Sonrió. Tenía curiosidad por conocer a quien había llamado la atención de Fuuma hasta tal punto de mimarla sin tener una “relación” propiamente dicha. ¿Amistad? ¿Amor fraternal? No le preocupaba que tipo de cariño fuese, mientras no llegase ni se pareciese al suyo.

Dejando las compras en la taquilla entraron al supermercado, donde cogió rumbo rápidamente, buscando los ingredientes de la comida mientras dejaba a gusto de Fuuma la botella de vino. Tras hacerse con algunas verduras, carne, condimentos y láminas de pasta, teniendo una idea en mente para hacer un entrante, se encontraron en la caja de nuevo antes de dar el importe, salir y recoger las bolsas. Dio no quería entretenerse demasiado, ya que no le gustaba arrastrar a nadie en sus propias compras personales.

-Creo que es tutto –finalizó, parándose en un banco mientras se organizaba. Miró a través de la pared de cristal a la tienda de mascotas de al lado, que exponían cachorros dentro de parcelas; alzando la mano para llamar la atención de uno de los gatos-. Come carino. Aunque habiendo ahora mascotas tan peculiares nadie querría algo así –comentó casi para sí mismo, con lástima, viendo como el pequeño felino negro se subía al cristal para intentar alcanzar sus dedos. Girando la cabeza, miró a Fuuma-. Si estás listo, podemos irnos.

Apoyó la espalda en el cristal, adoptando una postura casi inocente. Luego le hizo un gesto con la mano para que se acercase. Se preguntaba si el empresario era uno de esos hombres escrupulosos que no besarían a sus parejas en la calle. Sobre todo siendo esta un hombre…

por Invitado Vie Ago 13, 2010 10:34 am

Se sorprendio un poco ante lo que dijo Dio , de por si el pelinegro pensaba que su pequeño felino era maravilloso pero ofrecerse para hacer una comida para tres era un gesto sumamente adorable .... el pelinegro sonrio y llevo su mano a la mejilla del peliblanco italiano haciendole una suave caricia

- oh .... mi amado gatito albino almorzando conmigo y con mi muñeca , es mi idea perfecta de una familia feliz - comento con cierta gracia mientras ambos se separaban para buscar la bebida y los ingredientes para la comida -

Cuando terminaron las compras salieron del supermercado se detuvieron un momento para organizarlas ya que tenian muchos paquetes encima .... Fuuma noto como su felino italiano se asomaba a mirar a unos cachorros asi que se acerco a Dio que luego tomo otra posicion

- ¿mi gatito quiere de compañero a otro gatito? seria muy interesante -tomo la cintura del albino italiano y lo atrajo hacia su cuerpo - nos iremos despues de un pequeño beso , debo premiar a mi gatito por haberme hecho pasar un buen rato , espero que tengamos ratos asi o mejores en el futuro - dijo con serenamente antes de besar suavemente los labios de su amado Dio -

Habia gente en los alrededores pero en momentos tan intimos el resto del mundo dejaba de existir para el pelinegro asi que solo se concentro en darle un buen beso a su peliblanco amado

- ahora si podemos irnos , a menos que quieras llevarte a ese peludo compañero tuyo - dijo divertido mientras señalaba al pequeño gato negro que maullaba atravez de la vitrina -

por Invitado Sáb Ago 14, 2010 7:43 am

Se había aferrado a Fuuma mientras le correspondía aquel beso. En parte se esperaba que alguien con su carácter accediese a besarle en público, pero cuando realmente sintió sus labios contra los suyos no pudo evitar sorprenderse y estar progresivamente satisfecho.

Consideraba buena idea el crear un ambiente agradable a la hora de conocer a alguien nuevo, y que mejor manera de hacerlo que compartiendo la mesa. Era un método casi familiar y muy usado, pero no quería que la situación fuera violenta por el hecho de que, tanto la pequeña princesa como Dio compartiesen un “amo”.

Cuando se separó se relamió los labios, mirando hacia la vitrina para ver a aquella adorable bola de pelo negro intentando trepar por el cristal.

-Los gatos buscan la compañía de otros gatos, ¿no? –sonrió, volviendo a pegar la mano al cristal. Nunca había tenido mascotas, y tampoco se lo había planteado hasta ahora. En cierto modo, quizás sintiese curiosidad por tener alguna; ya fuese un gato como aquel o uno con rasgos humanos como los que ahora estaban de moda. De cualquier forma no podía permitirse tener estos últimos, ya que tenían un precio exorbitado.

-Quizás compre uno con mi paga de vacaciones –por aquel día ya había gastado bastante. Se separó del cristal e hizo un gesto de despedida al animal antes de coger algunas de sus bolsas-. Será mejor que nos vayamos pues. Sono bastante meticuloso cocinando y puedo tardar lo mío.

Echó a andar junto a Fuuma, pasando a la gente y dirigiéndose de nuevo a la salida.

-¿Vives en la zona residencial? –preguntó, curioso-. Ho visto grandi case nella parcella norte que son como castillos. Comparados con mi apartamento, claro –salieron de nuevo a la calle, donde el sol ya se levantaba en lo alto y las calles se abarrotaban de gente que hacía una pausa para comer. Era el bullicio de los primeros minutos del medio día. Dio miró a su alrededor y luego se repeinó el pelo albino hacia atrás con los dedos, suspirando. Hacía calor y apenas corría brisa. Cerró los ojos y entreabrió los labios, sosteniendo su lacio cabello mientras la particular camisa que se había puesto se deslizaba un poco mas por su hombro, dejando a la vista una porción más de su pálido pecho.

Luego, entreabriendo los ojos, miró de lado a Fuuma, sonriendo coquetamente.

-A partir de aquí me tendrás que guiar, amore.

por Invitado Sáb Ago 14, 2010 1:15 pm

Penso en lo que dijo el felino italiano mientras se alejaban del centro comercial , mientras comian pensaba mandar al chofer por ese gato negro para sorprender a su Dio seria la misma hora en la que le daria los pendientes de diamante que habia comprado a su pequeña C.C asi ninguno se pondria celoso del otro ya que el plinegro queria que esos dos llegaran a estimarse para evitar problemas futuros ya que si su relacion con Dio seguia tan bien pensaba perdirle que vivieran juntos

- no te preocupes , te dare el telefono de mi chofer para que lo llames cuando quieras ir a mi casa , le dejare dicho que siga tus ordenes ...... o si te parece mas comodo te prestare uno de mis autos - en verdad pensaba regalarselo pero era mejor ir de a pocos con el italiano ya que no le gustaban los regalos muy suntuosos -

Despues de acercarse a el y robarle un beso mas acomodaron las cosas en portaequipajes y subieron al auto

- espero que te guste mi casa , si es un poco grande como dices por eso me encantara que me visites cuando quieras , asi llenas la casa de calidez - le guiño un ojo con suavidad mientras empezaba a conducir - si tienes mucho calor presiona el boton azul , es del aire aconndicionado - le indico mientras ponia en marcha el auto , estaba ancioso porque el gatito peliblanco conociera su casa , era muy importante para el pelinegro que el italiano aprovara algunas cosas en su vida ya que queria integrarlo a ella poco a poco -

seguimos aqui

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