Busco algo que satisfaga mis espectativas (Rokuta)

Aquella gigantesca mansión se le hacía cada vez más y más grande ya que nadie, aparte del servicio, vivía con él. Así que esta, prácticamente solo.
Pero, gracias a uno de sus amigos, supo del mercado negro y de los valiosos especimenes que allí se podía encontrar.

No se lo pensó dos veces, le dijo a su chofer que lo llevase directo al mercado negro.

El lugar era tal y como se lo imaginaba, un antro propio de los bajos fondos de la cuidad, donde el dinero negro se movía por trillones. – Como en casa- pensó a la vez que aspiraba aquel aroma enmohecido.

Entró en la tienda y la campanilla de la puerta sonó al abrirla dándole la bienvenida. – Buenas tardes- dijo con voz cantarina. – Hay alguien que pueda atenderme.- ojeó a su alrededor y se apoyó en el mostrador.

-Disculpen pero tengo algo de prisa, soy una persona ocupada.- carraspeo para saber si alguien allí dentro se daba por aludido.

Le sonrió cortésmente a la joven dependienta mientras soltaba su enorme maletín en el suelo.

- Pues sí. Me gustaría adquirir una de esas extrañas y exóticas mascotas que traéis.- se meció el mentón - Algo extravagante pero gracioso, algo como.... un elfo. Eso seria gracioso- sonrió al recordar que su amigo también tenía uno y le había parecido que esa raza iba bien con su carácter.

- Me gustaría que fuese bajito, para poderlo manejar con facilidad ¡y rubio!- eso último lo dijo porque su último amante fue rubio. Le gustaban los rubios.

-¿Tenéis algo con esas características?- preguntaba mientras sonreía cortésmente.

-hmg- Bernardo ladeaba la cabeza para un lado y luego para el otro con una mano sobre su mentón.

-No está mal- dijo sin cambiar el tono de voz. – Pequeño. Parece manejable- el mafioso leyó con atención la ficha del pet que anteriormente le había entregado la joven vendedora.

Introdujo la mano entre los barrotes y rozó levemente los cabellos rubios del muchacho.

Hubo un silencio.

*Plaf* sonido de la carpeta con la ficha al cerrarse de golpe – Me lo llevo. Será una espléndida adquisición. Ahora sólo espero que ambos nos llevemos bien- le entregó el informe y la carpeta a la vendedora.

-Comencemos con esos trámites, pues.- sonrió a la joven con una sonrisa diferente alas anteriores.

Ficha a rellenar
- Nombre:Bernardo Ortelani
- Esclavo:Rokuta
- Directo o a Domicilio:Domicilio
- Modo de pago: Cheque

Rellena la ficha se la entregó a la chica y le dio las gracias.

La voz de la mascota resonó en la estancia – Yo soy tu comprador, muchacho- Bernardo se acercó hasta el pequeño elfo. Lo rodeó mientras lo observaba con detenimiento y una fría expresión en el rostro.

El mafioso palpo los jóvenes músculos del elfo por encima de la ropa, le acarició la larga melena y se acercó tanto a la cara del pequeño que se pudo ver reflejado en los ojos contrarios.

Terminó parado frente al chaval y sonrió. – Eres justo lo que andaba buscando.- le acarició la cabeza revolviéndole todo el pelo.

-Como he puesto en la ficha deseo que me lo manden a casa. Ahora mismo estoy muy ocupado con varias transacciones y negocios que el chico no debería de ver. – dijo seriamente.
-
Se dirigió hacia la chica mientras cogía su maletín – es un buen espécimen. Os lo dejo a vosotros para llevarlo hasta mi mansión- se giró hacia el elfo. – Nos vemos luego pequeño- se despidió del joven agitando una mano levemente mientras salía por la puerta.


(off: Rokuta cuando quieras puedes abrir un post dentro de la mansión Ortelani. Puedes entrar dentro de la mansión los mismos criados de esta te abrirán. Gracias)