Una nueva compañia... [Yekaterina Braginskaya]

Se había levantado de madrugada posiblemente fuesen las 5 o 6 de la mañana, él siempre dormia en boxers así que no tardo en irse a duchar y salir para vestirse en su habitación, una vez terminado esto, salio de su cabaña, y fue al almacén por las respectivas cosas para ensillar a uno de sus caballos y hacerlos calentar un poco antes de las clases de Equinoterapia que impartiria en la tarde.

Aunque un grito le llamo la atención y decidió ir a ver dejando las sillas y frenos de los caballos de vuelta en el almacén para entonces correr a ver de quien se trataba, abrió el seguro del tremendo portón que cuidaba el terreno que ahora él poseia.

Era el chico del periodico...vaya a esas horas podía llegar hasta donde él vivia para entregarle las noticias frescas en papel, porque Adam detestaba las televisiones y apenas había comprado un pequeño radio que no tomaba bien las estaciones y noticias, así que para enterarse de los sucesos que se vivian día a día en Tokyo pues empleaba el periodico, era su unico medio por el cual enterarse de todo, tomo este y agradecio al joven que se lo trajo para entonces este irse mientras el pelinaranja leia algunas noticias interesantes en aquel periodico matutino, hasta que vio algo de especial interes para su ojo celeste izquierdo, su unico ojo sano.

Era una tienda de Animales, God Child se hacía llamar o eso alcanzo a ver en el periodico decia que se vendían todo tipo de criaturas, desde elfos, demonios, licantropos de todo pero lo que más le sorprendio era que vendian ¿Angeles?....cielos....¡Angeles!...eso si tenía que ir a verlo, nunca había visto un Angel en persona y sinceramente las otras criaturas que había leido no se las creia ni en broma.

Al final cerro el periodico y se encamino a su camioneta pick up negra de dos asientos pero con un tremendo espacio atrás, igual era con la que pasaba a recoger la alfalfa de sus caballos y la demás comida para el resto de sus animales, por lo tanto era su unico vehiculo de 'batalla' por así decirlo.

En la guantera de este guardo el periodico y se encamino a aquella tienda en Tokyo, tuvo que pasar primero por carretera luego por avenidas y al final por algunas calles, posiblemente se hubiese tardado más en llegar de no ser porque había acelerado con todo cuando los semaforos se ponían en verde, claro que muchos se le quedaban viendo con tremenda camioneta que se cargaba.

Cuando pudo visualizar el lugar decidió estacionarse en una zona donde su camionetota cupiese y de ahí bajarse y caminar al establecimiento, al ingresar a este vio que había una sala de espera, así que decidio sentarse tranquilamente mientras tomaba una de las revistas disponibles para leer aunque ahora que veia bien, era un catalogo con todas las criaturas y animales que se vendian en el lugar...y ahí estaba...a la vuelta de una de las tantas paginas, aquel Angel que creia imposible que estuviese en tierra, ahora que lo notaba era una linda jovencita...no pareciese que fuese un angel...sin embargo por algo estaba en ese catalogo ¿o no?.

Se dispuso entonces a levantar la mirada y preguntar si acaso había alguien en el establecimiento.

" ¿Hola?....¿Hay alguien que pueda atenderme?..."

Aun traia aquel catalogo en su mano en la pagina en la que había visto a aquella hermosa joven que se decía era un Angel, de muchos otros que había visto, todos hermosos por cierto aunque esta había llamado bastante su atención.

Era un día algo caluroso, pero aun así no había terminado su trabajo. Ese día había decidido organizar algunas cajas con comida para los pets más algunas fichas y objetos para estos también. Quería acabar cuanto antes, además ese día no había venido ningún cliente aun, algo a su favor...más o menos. Aunque aquella "alegría" no duro demasiado tiempo, ya que el sonido de la puerta la hizo salir de sus pensamientos. Parece que después de todo tendría que dejar su trabajo para después.

Dejo las cajas a un lado y salió de la trastienda para acercarse al mostrador con una sonrisa para recibir al cliente. Tras hacer una leve inclinación con la cabeza como saludo, hablo:

-Bienvenido a "God Child", ¿Que es lo que desea, caballero..?- Seguía con aquella sonrisa en sus labios, a la espera de la respuesta del chico.

Al ver a aquella chica le sonrio tranquilo y le mostro el catalogo que estaba viendo hace unos momentos, quería saber si aun tenían a aquella joven que había estado viendo en el catalogo de ventas de 'mascotas'.

" Ahh...hola! disculpe....¿tendra aun a este Angel?....me llamo demaciado la atención su fotografía...y bueno, quisiera saber que necesito hacer para estar con ella..."

Le miro algo curioso con su unico ojo celeste mientras esperaba la respuesta de la joven rubia que ciertamente era bastante bonita, incluso ella parecia un angel, aunque claro no lo dijo en voz alta eso solo lo penso para él.

En parte se sentía extraño comprando a una persona pero por otro lado era feliz de tener al fin una compañia al menos que le ayudara en su Rancho a cuidar de los caballos y quien sabe, que compartiera el mismo sueño que él de estar en un lugar alejado de la gran ciudad y además ayudarle en las clases que el impartia de Equitación.

Parecía que el joven ya tenia pensado a quien comprar. Mejor, así era mas fácil. Miro el catalogo con detenimiento. Un ángel, ¿Eh? Si, ese lo tenían, ademas de ser uno bastante reciente. Miro al chico con una sonrisa y le hablo de una forma dulce.

-Si, tenemos a ese ángel, si es el que desea solo tendrá que rellenar unos documentos y sera vuestra..- Busco entre los papeles que tenia sobre el mostrador para darle los documentos que tenia que escribir. Parece que ese día iba a acabar antes su trabajo. Cuando por fin encontró los papeles, los puso frente al joven junto con una pluma para que escribiese -Si es su decisión final, aquí tiene...- Dijo aun con esa sonrisa en sus labios.

Nombre del pet:
Nombre del Comprador:
Nombre del Dueño:
Modo de pago:
A domicilio o directo:
Dirección:

Le sonrió animado y bastante feliz, al fin iba a conocer a aquella chica que había visto en el catalogo de la tienda.

" Muchas gracias señorita!"

Le dijo aquello bastante sonriente para luego tomar el boligrafo con su mano izquierda, después de todo era zurdo, y al final rellenar con sus datos aquella ficha, parecia ser escencial para tener una 'mascota'.

Nombre del pet: Yekaterina Braginskaya
Nombre del Comprador: Adam Wintergate
Nombre del Dueño: Adam Wintergate
Modo de pago: Efectivo
A domicilio o directo: Directo
Dirección: En tramite.

Al terminar le entrego la ficha y el boligrafo a la señorita junto con el dinero en efectivo, por suerte siempre traia en sus bolsillos algo de dinero y en esa ocasion si que se había preparado.

" Espero que así este bien...si hubo algún error puede decirmelo y con gusto lo corregire..."

Le decía aquello a la señorita sumamente amigable, sin ser grosero ni nada por el estilo, no tenía por que serlo de todos modos, si la jovencita estaba siendo bastante amable con él.

-No hay de que joven, gracias a usted por vuestra compra..- Dijo con una sonrisita en los labios. Espero paciente a que el chico rellenase los papeles y cuando por fin acabo, los cogió y guardo junto con el dinero. Todo estaba en orden.

-Esta perfecto...Si espera un momento a que llame..- Dicho esto se acerco al teléfono que había en el mostrador y marco el numero para que trajeran al pet, al finalizar la llamada, su vista se fijo de nuevo en la del chico.

-Si lo desea, puede esperar ahí sentado..- Dijo señalandole unos asientos que habían allí.

[Avisada]

Asintió tranquilo para entonces sentarse en el lugar que le indicó la joven, todo fuese por ver a esa linda chica que se decia era un angel, se preguntaba en parte si en efecto aquella joven tendria alas de angel...o bueno si las tenía a lo mejor las ocultaba.

Quien sabe pero lo que si esque estaba bastante emocionado y ansioso de conocer a su nueva amiga, él jamás la trataria como una vil mascota, claro que no, una jovencita así no merecia ser tratada como si fuese un simple animal, de por si que la tienda ya tenía un nombre algo despectivo, pero bueno...Adam se aseguraria de darle una buena vida a la joven compartiendo su terreno y su hogar con ella.

Además que claro, si ella lo deseaba también le daria clases de equitación era bueno con los caballos y con todo lo que tuviese que ver con el campo, aunque su familia no hubiese sido por generaciónes amantes de la naturaleza y sobre todo de las rancherias, pues él lo era y si algun día llegase a tener descendencia les heredaria lo que él aprendio en el campo, más que en la ciudad.

Ese día había sido muy tranquilo, demasiado...y no había encontrado a su hermana pequeña. Debía de admitir que estaba algo triste, echaba de menos su vida en el campo, ahí tenia total libertad y era feliz...pero desde que había llegado a esa tienda, no podía hacer nada de eso. No hacia mucho que estaba en la pet, pero aun así todo era muy diferente y encima ahora se encontraba ella sola, sin nadie..

Y ahí estaba, esperando, esperando junto a una ventana a que por fin pudiera salir. Pasaban las horas y todo parecía igual. O eso creía ella...De pronto unos hombre vinieron a por ella. ¿Que era lo que querían..? Escuchando lo que hablaban entre ellos, pudo oír a uno que había sido vendida. ¿Era eso cierto? ¿Por fin se marcharía de esa tienda? En ese momento se sintió la mujer mas feliz del mundo.

Al poco rato llegaron al lugar donde vería a su nuevo amo. Allí solo habían dos personas, una mujer -Que supuso que era la vendedora- y un joven. Y bastante atractivo a decir verdad...con solo verlo ya sentía como sus mejillas ardían un poco. Se acerco lentamente a el, nerviosa, hasta que finalmente hablo.

-¿E-es usted...el que me ha comprado?- Se llevo ambas manos al pecho, mirando al joven a los ojos mientras ese sonrojo de sus mejillas se negaba a desaparecer.

Se levanto en cuanto vio salir a la jovencita era muy linda, y en efecto él por igual sintio que tenía sus mejillas algo ruborizadas, sin embargo tomo valor y se acerco donde ella, sonriendole tranquilo y tragandose un poco el nerviosismo que sentía de ver a una chica tan atractiva como ella y sobre todo de tener frente a él un Angel.

" Ehh....bueno....yo no lo llamaria 'comprar'....si no...hum...¿como decirlo?....quiero darte una nueva vida....a mi lado...."

Sabía que aquello sonaba algo comprometedor pero...simplemente no sabía como expresarse en ocasiones cuando estaba algo nervioso, al final quiso proponerle ir a que conociera su casa, claro después de presentarse ante ella.

" Soy Adam Wintergate....y bueno....¿que te parece si vamos a mi casa?....supongo que...¿te gustan los caballos? ¿o no?...."

Bueno a decir verdad no sabia muy bien que decirle pero prefirio tratarla de forma amable y tranquila a la vez, quería que sintiese confianza en él, Adam no era nada enojón ni mucho menos grosero, así que suponia que la vida con Yeka seria sencilla y amena.

Al verlo acercarse, no pudo evitar que su sonrojo se hiciese mas notorio. Ese chico tenia algo que hacia que se sintiera extraña. No sabia bien el por que...Bajo la mirada completamente avergonzada, no sabia que decir o que hacer, ni siquiera había pensando un tema de conversación, pero esos pensamientos quedaron en el olvido al escuchar la voz del joven.

-¿U-una vida...a mi lado? Y-yo...no se que decir..- Se llevo ambas manos a las mejillas en un intento de ocultar su sonrojo, aunque fue inútil. Bueno, ya que el se había presentado, ella también debía hacerlo, después de todo iba a vivir con de ahora en adelante.

-Supongo que ya lo sabrás pero...mi nombre es Yekaterina Braginskaya, pero puede llamarme Yeka si lo desea...- Una sonrisa dulce apareció en sus labios. Tenia el presentimiento de que se iba a llevar muy bien que este joven.

-¿Caballos...?- Se le iluminaron los ojos al escuchar esa palabra. ¿Trabaja en el campo quizás? -Amo a los caballos y todo lo que este relacionado con las granjas, de echo trabajaba de ello..- Dijo realmente contenta en ese momento.

Le sonrio de forma suave, a decir verdad ya podía notar que era una joven bastante penosa pero esa forma de ser le agradaba a Adam porque bueno, él en parte era así también.

" ohh...jajaja! entonces seras Yeka-chan....puedes decirme Adam, y puedes 'tutearme' también, es que la verdad cuando usas el 'usted' me haces sentir algo viejo...jajaja!"

Ya estaba sintiendo algo de confianza con ella y en efecto, ¿porque hablarle de 'usted' a alguien que se le podía hablar de 'tu'?...de todas maneras quiso conversar un poco más con ella en el camino a la salida de la tienda, e igual agradeciendole a la joven que lo atendio al principio.

" Bueno...pues...¿que crees Yeka-chan?....yo tengo ocho caballos en mi residencia, soy granjero y a la vez doy clases de Equitación...puedo enseñarte a montar a caballo si gustas...y bueno una de las yegüas que tengo esta preñada así que como ya pasaron once meses, supongo que hoy nacera...¿te gustaria ver cuando naciera su pequeño potrillo?...te dejare ponerle el nombre que quieras cuando nasca..."

Adam estaba siendo sumamente amable con ella, puesto que ya sabía ahora lo que sentía por Yeka, lo cual nunca había logrado sentir por otra mujer a lo largo de su vida, simplemente se había enamorado de ella en un simple vistazo, la quería en verdad y esperaba que con el tiempo o con sus acciones pudiese demostrarselo, porque ciertamente no quería que Yeka pensara otra cosa de él si de inmediato se le confezaba, y eso que él había dicho alguna vez que no creia en el llamado 'amor a primera vista' y pues....le acababa de suceder con Yeka, ella era especial para él, era una mujer diferente a las demás a su punto de vista y eso en verdad la hacia bastante especial y apreciable a la vez.

Lo miro aun con esa sonrisa dulce en sus labios. Era un joven tan agradable...Le gustaba de verdad, hacia tiempo que no sentía esa calidez de alguien. Solo con sus dos hermanos. Pero ellos no estaban con ella actualmente...

-L-lo siento, no era mi intención, entonces te llamare Adam, jeje..- De nuevo ese sonrojo aparecía en sus mejillas mientras una suave risa salia de sus labios. Cada vez le resultaba mas agradable. Iba a ser muy feliz viviendo con el. Era como...como si volviera a su antiguo hogar, done cuidaba de sus animales y granja...ese joven, le traía tan buenos recuerdos. Con su simple aroma sabia que era de campo como ella. Le hacia tan feliz saber eso.

-¿O-ocho caballos?- Abrió los ojos como platos. Ni siquiera en su granja tenia tantos, después de todo era muy pequeña -También eres profesor...me encantaría aprender a montar a caballo, son tan hermosos- Al escuchar lo de la yegua sus ojos se volvieron a iluminar por unos segundos -¿D-de verdad..? Me encantaría verlo...- Estaba realmente emocionada, era tan dulce con ella, tan amable, estaba ansiosa por llegar a su nuevo hogar. Ese joven era especial, sin duda. Llegaría a quererlo, pero no simplemente como su amo, sino...algo mas, mas profundo.

No podía dejar de verla simplemente era muy bonita, de todas formas ya quería mostrarle el lugar en donde vivia pero primero tendría que comprarle algo de ropa o si no iria de vez en cuando de nuevo a la ciudad a comprarle cosas a Yeka.

" Yeka-chan...¿gustas que te compre algo en especial, para que te lleves contigo?...."

Le decía aquello bastante ameno y tranquilo mientras se dirigia con ella a la sección de ropa para mascotas, aunque ciertamente solo tenían ropa extraña...así que eso le hizo sacar una gotita en su sien.

Tenían más ropa de cosas sexuales y sadomasoquismo que ropa descente, no había mucho de donde elegir, hasta que vio un vestido azul de bordados lindos escondido entre tanta vestimenta fuera de lo común al menos para él.

" Yeka-chan...¿que te parece este?..."

Fue con ella a mostrarle ese vestido para ver si le gustaba y si era de su talla.

Estaba tan feliz...era perfecto. Todo. No podía dejar de mirarle, le atraía demasiado ese joven. Era tan bueno, dulce, amable...Tenia que dejar de pensar esas cosas o se pondría mas roja de lo que estaba. Pero fue sacada de sus pensamientos al escuchar la voz de Adam.

-Como desees...tengo una maleta ahí con algunas prendas, pero la verdad es que me vendría bien tener algo mas..- Se llevo una mano a la mejilla. Si, tenia una pequeña maleta con la ropa que llevaba desde que llego a la pet pero no era suficiente.

Aunque....al ver la ropa que había en aquel lugar no le entusiasmo mucho la idea, no hasta que su amo le enseño un hermoso vestido azul. Le encanto nada mas verlo.

-Es precioso...- Miro el vestido, tomándolo con ambas manos -Iré a probármelo...- Dijo con una sonrisa en los labios. Por suerte había un sitio donde probárselo. Tras habérselo puesto, salio del probador algo avergonzada -Me gusta mucho..- Le quedaba bien el vestido, era de su talla, aunque era algo apretado por la parte de sus senos, pero eso no podía evitarlo, ademas...no le molestaba.

Asintió tranquilo a lo que le decía Yeka, y espero unos momentos a que saliera del vestidor mientras se puso a ver una revista en la sección de deportes obviamente, como buen aficionado que era.

Cuando escucho de nuevo la voz agradable de su Angelita, levanto la mirada y se puso completamente rojo, si se veia muy bien, se veia increiblemente bien, obviamente se fijo más en sus senos que otra cosa aunque al final lo disimulo con una toz y volvio su rostro hacia otro lado para calmarse.

Era en verdad muy bonita, pero no queria parecer un pervertido mirandole sus pechos que era lo que más resaltaba a simple vista.

Cuando se pudo calmar volvio su vista donde ella pero esta vez para verla bien, no para ver sus atributos.

" S-si....te...te queda bastante bien...el...el vestido Yeka-chan....si quieres llevemoslo...."

Cuando al fin pudo calmarse la tomo con suavidad de una de sus manos y la miro a los ojos con suma calides, sonriendole tranquilo y sereno.

" Te ves preciosa..."

Al final la cargo en sus brazos de manera que no se lo esperara Yeka, así parecian recien casados o algo similar, le sonrio animoso y de forma agradable.

" Vayamos a su carroza madame!! y de ahí iremos a su castillo!...su caballero Adam la llevara con mucho gusto..."

Corrio entonces con ella en brazos para salir de la tienda sumamente feliz después de decirle aquello, era realmente feliz ahora que tenía a alguien en su vida, más aun que esa persona era Yeka.

Al pasar con Yeka en brazos decidió dejar rapidamente el dinero del vestido que le había comprado a su Angelita, en el mostrador en donde le había atendido la joven encargada de las ventas del día.