Sarabi L. Azahiri [TERMINADA]

Es una mujer que no confia ni en su sombra, siempre esta en guardia con todo aquel que se le acerque, aprendio que para sobrevivir hay que hacerlo con tus propios medios y metodos.

No da por sentado que algun día saldra del mercado negro y volvera a ser libre, así que prefiere comenzar a acostumbrarse a la vida en el mismo, siempre que un hombre se le acerca con otras intensiones mantiene su guardia en alto y por ello se ha ganado que le aten cadenas en las manos, aunque más que sufrir ella las aprovecha a su favor.

Antes solia ser una mujer alegre, pero eso cambio de un día para otro, ahora es una mujer que toma precauciones en todo lo que hace y aquello le ha servido para sobrevivir como esclava en el mercado negro, por lo tanto su caracter es un tanto duro y rehacio hacia las demás personas, puesto que piensa que todos quieren hacerle daño, aunque al final de cuentas sigue siendo humana y dentro de ella aun existen sentimientos como la bondad y la compasión, además del cariño, lamentablemente por ahora se mantiene on una actitud fría como el hielo y dura como una roca.

También esto se debe a que su misma gente la traiciono, al menos eso le dieron a entender puesto que de ser alguien importante en su país paso a ser una mera esclava en Japón, Tokyo.

Sarabi es una mujer de piel morena, cabello blanco aperlado y largo, hasta la altura de sus gluteos, sus ojos son entre violetas y azules, es lo más llamativo de ella, gusta de vestir joyas y vestidos de colores azul y blanco que tienen una abertura en una de sus piernas, por fortuna siendo esclava la dejaron conservar esos pequeños gustos suyos.

Mide al rededor del 1.70 cm es un tanto alta a comparación de otras mujeres, tiene un busto grande, curvas definidas y su cuerpo es proporcionado con su altura, no esta para nada pasada de peso y en la mayoría de su cuerpo se nota que se ejercita debido a la ligera musculatura que se percibe facilmente en sus brazos o cuando esta desnuda, pero por obvias razones a nadie le permite verla desnuda, además de que no es una exhibicionista.

Adora la ropa de su país natal, India y por fortuna le permitieron conservar algunos conjuntos azules, siempre trae unos aretes azules en sus orejas, tienen forma de conchas marinas.

Sarabi es originaria de la India, en donde poco o nada es el respeto hacia las mujeres de parte de los hombres, su madre quiso comprometerla cuando cumplió los 13 años de edad, ella no quiso se rehusaba a casarse con alguien que no conocía, de esa manera se gano el odio de sus padres, ella no iba a ser lo que ellos quisieran, por lo tanto huyó de su casa y se alió con unos gitanos que pasaban por la carretera en una carreta, uno de ellos le enseño a leer el futuro en la palma de la mano de las personas, así que con eso, comenzó a hacer dinero estafando a las personas creyentes que el futuro estaba en las palmas de sus manos o en las hojas de té, aquello era mentira y los gitanos con los que estuvo se lo hicieron saber de ante mano, ella tendría que mentir para poder sobrevivir en un mundo de creyentes espirituales.

Sus padres nunca la buscaron puesto que de esa manera se habían quitado un peso de encima, mantener a una joven mujer en la india era muy caro, además de que ella era feliz con aquellos gitanos, los cuales lamentablemente la traicionaron, al ver que tenía rasgos hermosos y muy diferentes a los de cualquier mujer Hindí, decidieron tenderle una trampa para al final poder venderla al mejor postor, le dijeron que fuese a cierta hora al centro de la ciudad para recoger un paquete que era para ellos, y cuando ella llego al lugar destinado, varios sujetos enmascarados la sujetaron y le colocaron una bolsa negra en la cabeza para taparle la visibilidad y sintió que le inyectaron una aguja con una especie de tranquilizante para que dejara de moverse y forcejear.

Cuando le quitaron la bolsa de la cabeza pudo ver que se encontraba en una jaula asquerosa y húmeda, había sido vendida a un traficante japones y este la había llevado en su camión junto con otras diez personas por días y horas con la cabeza tapada hasta Tokyo en donde fue finalmente vendida nuevamente por una módica cantidad a un lugar de esclavos llamado mercado negro donde hasta la fecha reside esperando ser liberada algún día.

Desde entonces ha dejado de confiar en las personas, porque sabe que cualquiera puede darte una puñalada tras la espalda como lo hicieron aquel grupo de gitanos con ella, tuvo suerte de que nadie abusara sexualmente de ella puesto que presentía que algún día sucedería aquello, pero para su fortuna nunca le paso, así que sigue siendo virgen a sus 27 años.