No sé.....que hago aquí....Tsk....(°230)((Terminada))

Estaba tumbado en aquella incómoda cama, leyendo un libro con suma atención, totalmente enfrazcado en aquella lectura, tomando su chocolate de evz en cuando, oculto debajo de la cama. Lo había conseguido "clandestinamente", no permitían meter comida en las jaulas, pero para Remus era algo casi indispensable. Siguió leyendo el libro cuando empezó a oír ruidos raros fuera, se quedó en silencio oyendo hasta oír aquellos gritos de dolor y miedo que le hicieron incorporarse en la cama y mirar a la puerta, temblando, asustado, ¿qué estaba pasando?

Entonces vio a alguien aparecer frente a él y destruir la puerta con un hacha, abrió mucho los ojos al ver a ese chico manchado de sangre, con aquella mirada psicópata y desquiciada, con aquel hacha sobre su hombro, sonriendo de ese modo que le hizo temblar más. ¿Quien era ese y qué quería? ¿Matarle? Seguro que si... Si no hubiera sido poco haber sido enviado a aquella tienda por su propia familia, privado de su libertad... que ahora acabarían miserablemente con su vida... Trago saliva y retrocedió a un rincón de la cama.

-H-hola... -saludó igualmente desoués de oírle hablar. Bien, era conciente de la situación delicada, que estaba a punto de morir, pero siguió mirándole sin saber que hacer. ¿Pelear contra una persona armada con un hacha que acababa de matar sin piedad a más gente? No creía tener suerte con eso... ¿pero quedarse quieot y dejarse matar? -Ah... ¿D-desea algo, señor?- preguntó con voz amable, tembloroso, no obstante.

Abrió mucho los ojos, sorprendido, ¿cómo que era suyo? ¿De que iba todo eso? El extraño le dio prisa y entonces se percató de lo que estaba pasando. Ese tipo le estaba secuestrando, le estaba robando de la tienda, y a su paso había comenzado a matar a quienes había encontrado. Se atemorozó ante eso demasiado, ya era suficiente ser comprado por quien sabe quien como para además ser robado por un psicópata. ¿Pero que podía hacer? Únicamente seguirle la corriente, no había otra alternativa, era eso o negarse y morir, seguramente. Por lo que empezó a coger sus cosas, libros y chocolates, oyó su grito y por poco se le cae todo lo que llevaba encima, por suerte no, de seguro que eso le habría cabreado bastante al desconocido.

Terminó de cogerlo todo, que era poco, y se dirigió hacia aquel tipo, el cual le tomó del brazo y le arrastró fuera de aquel lugar, que enseguida se dio cuenta de que había sido su jaula pero también un lugar donde se sentía seguro. Al caminar cerró fuertemente los ojos, no queriendo ver el rastro de cadaveres que éste había dejado a su paso, era una imagen demasiado impactante para el chico, insoportable, doloroso.

Por lo tanto estaba más que obligado a seguirle por no ser blanco de su ira, por el momento era la mejor opción, aunque le asustaba el pensar lo uq éste podría pretender de él una vez fuera de aquel lugar. Le oyó presentarse y se le hizo una situación de lo más inusual para un secuestro tan sangriento. Se atrevió a abrir sus ojos y echarle un vistazo al muchacho, ¿cuantos años tendría? Parecía de su edad.

-Y-yo soy... Remus Lupin...- murmuró, no sabía si éste ya lo sabía, pero le salió de dentro devolverle aquella presentación. Ambos llegaron afuera en la calle, y pudo respirar aire fresco, algo de lo que no había pido gozar desde que estaba en aquella tienda. Pero aquello no significaba libertad. Miró al chico, Logan, temoroso. -¿Q-qué vas a hacer ahora conmigo?