en busca del éxito [priv]

La hora de cenar estaba acercándose, pero su auto se detuvo frente a un desvencijado teatro de corte barroco. Un bufido de reproche fue lo último que le dirigió a su manager antes de descender del carro y cambiar su apática expresión de disconformidad por una sonrisa encantadora acompañada de una, ligeramente arrogante, pero amable mirada. El lugar debía tener una pésima administración, era inconcebible que teniendo tan claras señas de influencia barroca en los relieves exteriores, estos se encontraran tan descuidados, siendo casi irreconocibles por la erosion ambiental y la falta de restauración. Bueno…a decir verdad no le extrañaba, puesto que los que desentonaban con la ambientación general eran ellos.

¿Por qué debía desperdiciar su valioso tiempo, y dinero, en un teatrito de segunda? Ya habia tenido esa conversación con el molesto hombre que ahora le sostenía la puerta instándolo a ingresar en el recinto. “Por caridad” Ese era el motivo por el cual fue prácticamente arrastrado hasta allí. “Velo de este modo: ayudar a algunos colegas del under no te cuesta ni perjudica en lo mas minimo. Al contrario, realizar algunas obras addonoren , siendo tu alguien de cierto renombre, mejorara tu imagen ante el publico”. Por favor! Como si le importara un bledo ese rollo de la imagen! Igualmente solo tenia que pretender, actuar, y eso era algo que siempre se le habia dado de maravilla.

Las puertas se abrieron estrepitosamente, y el rubio camino con paso seguro hacia el escenario. Esa noche lucia bastante modesto, simplemente vestia una camisa victoriana en pico plisada, pantalones oscuros, y un saco largo en gajos a juego, con detalles rojos y dorados. Su aire principesco desentonaba completamente con el lugar.

- Vaya, vaya, creo que tenemos bastante trabajo Nigel- fueron los primeros comentarios que el actor le dirigió al manager, que ya se encontraba adelantándose para ubicar al dueño, ignorando completamente al hombre sobre el escenario.

Era imposible que se cumplieran sus exigencias, asi que probablemente terminaría pagando la restauración para dar una función decente. No habia dudas: El dueño se habia sacado la lotería al tenerlo allí. Solo cuando se encontró sobre el escenario giro en dirección al bedel sonriéndole apenas, como si no hubiera notado su presencia anteriormente.

-Buenas noches, eres el encargado aquí? Crei que el dueño o alguno de sus actores destacados me recibiría al instante, pero al parecer he llegado demasiado temprano- comento con el tono perfectamente educado y agradable que se habia acostumbre a utilizar en publico.

Su falsa amabalidad habia sido un error quizás? No, era justamente por ella que se lo consideraba “querible” dentro del ambiente, y no podía permitir que esa fachada cayera. Definitivamente lo que ocurria allí era que el barbudo era demasiado tonto. Autoproclamarse actor y no conocerlo? Incluso los estudiantes de actuación estaban obligados a tener una nocion básica sobre quienes eran los mas reconocidos y cotizados para no cometer exabruptos frente a ellos, después de todo, una recomendación de alguien famoso les aseguraría un trabajo inmediato.

Ante los primeros comentarios habia decidido dejar escapar un par de carcajadas, Por favor! Con esas fachas era imposible que el viejo llegara a suplente de escenografía! “Hey roca!!!! Te mueves mucho cambia de lugar con el árbol, o mejor, vete a limpiar el pasillo!” Hasta podía imaginarse una escena de ese estilo. Pero lo siguiente que escucho hizo que dejara de reir en seco y su semblante volviese a ser inexpresivo y en cierta forma amenazante.

-Eres tan buen catador de vinos como actor?- lo increpo endureciendo su mirada y la voz, que resonó mucho mas gruesa y firme que antes. No tenia por qué mostrarse condescendiente con Humanos irrespetuosos como el, y al mismo tiempo era demasiado poco como para ser merecedor de su furia y desprecio. Dio un par de pasos al frente y al girar hacia al bedel, sus ojos destellaron con malicia, al tiempo que una sonrisa autosuficiente amanecía en sus labios. Acababa de enseñarle tres cambios drásticos de actitud en tan solo unos pocos segundos.

-Si esperas conseguir un mejor trabajo algun dia deberías al menos reconocer a las estrellas cuando alguna se aparece frente a ti, sobretodo si a pesar de ser un mero bedel te esta tratando con respeto- sus palabras fueron afiladas, su tono, claramente menospreciante y reprochador, y como si fuera poco, ni siquiera espero a oir una respuesta para hacer Mutis por derecha caminando hacia Nigel que se encontraba esperándolo junto al dueño que habia adquirido una palidez cadavérica tras oir su pequeña “conversacion”.

“Espero que controle mejor a sus empleados, estaremos esperándolo en su oficina” Fue lo que el Famoso y admirado Idolfried Ehrenberg le susurro al jefe del anciano mientras desaparecían tras el telon. Aquello era una clara insinuación de lo que esperaba: Un reproche hacia ese sujeto.

-Kaleb eh? No te afectes, tengo la impresión de que cambiara su actitud de ahora en mas…No te preocupes, el resto del elenco es muy agradable-comento Nigel preocupado. No era habitual que mantuviese el ceño fruncido por tantos segundos, y el aire estaba volviéndose demasiado denso.

-Alguien como el no me “afecta”- respondió retomando su actuación de caballero galante y encantador. “Solo se trata de un humano ignorante, y no permaneceré aquí mucho tiempo” Penso con una sonrisa tranquila mientras tomaba asiento en la oficina a la espera del dueño.

Habia pasado situaciones incomodas antes, es algo natural dentro del ambiente artístico, pero aunque sus excelentes dotes actorales le permitieran mostrarse calmo, el presentimiento de que ese viejo no se quedaría callado mucho tiempo le molestaba. Oh vamos! Enfurecerse por algo asi? Lo que realmente le ponía “nervioso” era no poder sacarse ese suceso de la cabeza, era anormal. Desde cuando le importaba un comino lo que dijeran los seres inferiores? “Debe ser el hambre” Se repitió a si mismo un par de veces. Ni bien salieran de esa pocilga le reprocharía al insensato de su manager el haberle privado de la cena.

-La próxima vez escoje mejor, este lugar es problemático…-susurro consultando su reloj de bolsillo algo impaciente. Si utilizase sus habilidades podría desembarazarse de todo eso rápidamente, hacerles creer que la reunión habia concluido sin siquiera estar el allí…pero valia realmente la pena?

-Cuando te plantee el asunto de la solidaridad actoral como algo necesario para mantenerte en la cima estuviste de acuerdo…puede que conozca un poco al dueño, pero antes de escoger su teatro hice algunas investigaciones, están necesitados de publicidad, y como buenas personas que somos, no podemos permitir que cierren por falta de publico~ El tono cantarin de Nigel lo saco de sus pensamientos.

Ese sujeto! Siempre decidiendo las cosas por su cuenta! Esta bien, justamente le pagaba para velar por su carrera y enaltecerlo, pero a veces sus segundas intenciones eran tan obvias que el Rubio no tenia más opción que suspirar y señalárselas, aunque al final siempre se salía con la suya. “En fin, no es como si realmente me importara, por eso…”

-En pocas palabras, contratas el mismo servicio que el y cruzaron un par de palabras en la reunión del “Nightclub Host” que frecuentas. En serio, dejas influenciar tus decisiones muy fácilmente, ya te dije que pienses las cosas dos veces antes de utilizar mi nombre y obligarme a cumplir tus promesas.- La sonrisa del actor se iba haciendo mas amplia a medida que hablaba, y su tono despreocupado le daba un tono ironico a las palabras. “Esto…disculpa” fue la única respuesta que obtuvo de Nigel, que no paraba de sobarse la nuca algo apenado por el reproche.

El Dueño ingreso justo a tiempo para salvar al pobre hombre de una situación incomoda. Al menos el le trataba con respeto, eso facilitaría que la actitud jovial que habia adquirido ahora Ido fuese totalmente creible.- Esta bien, no se preocupe, supuse que se trataba de un novato.- Acoto sonriente y amable. Las cosas estaban empezando a parecerle más razonables cuando el estruendo de la puerta le arranco un suspiro de cansancio.
En serio, ese sujeto era un Idiota.

Veloz, impulso su silla hacia atrás esquivando el infame guante que oso rozarle apenas la mejilla. Que demonios?! Casi golpeaba su rostro! Acaso deseaba morir por algo tan estúpido como un estelar? Detestaba ese aspecto de los humanos. Sus ojos se clavaron chispeantes en los del barbudo, el efecto de su magia probablemente lo intimidaría al punto de paralizarlo temporalmente.

- No me interesa. Si tanto deseas el papel estudia actuación y gánatelo. Tengo ofertas de conciertos y protagonismos en lugares cuya entrada no podrías pagar ni con todo tu sueldo, te parece que peleare por un lugar que ni siquiera me será remunerado?.- A medida que sus palabras lo iban taladrando, el Principe se puso de pie y ablando nuevamente su expresión.- Vine a ofrecerles una obra addonoren a pedido especial del Dueño; viendo que no han tenido una buena temporada pensaba encargarme de la restauración de las instalaciones y también he preparado un paquete de utilería como obsequio. Pero si no te interesa el bienestar de tu patrón e insistes, me ire.- Concluyo alegremente apoyando una mano en el picaporte.

Ni siquiera el se habia percatado en que momento termino junto a la puerta, pero estaba dispuesto a irse. – Si aun lo quieres, concederé tu deseo, solo di el personaje, pero tendras que hacer mas que disculparte para que me quede.