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Un paseo, un pervertido y ... [priv]
Pure Bestiality :: Tokyo :: El Centro
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Un paseo, un pervertido y ... [priv]
La joven se despertó temprano por primera vez siendo un día festivo, cosa extraña pero era que su padre la llamo la anterior noche para que al día siguiente se viesen, seguramente le daría de nuevo dinero para sus gastos, cosa que siempre hacia, y para seccionarse de que “estaba bien” aunque la chica aun mantenía la pequeña chispa de la esperanza de que su padre la tratara de nuevo como solía hacer cuando vivía su madre, pero su mente le decía que eso era imposible…
Aun así, sin hacer caso alguno a su mente, la chica se ducho, se lavo el pelo y se lo seco después de dejarlo en reposo un rato, se arreglo al detalle, lo peor de ser linda era que mucha ropa no le sentaba para nada bien, pero en cambio, la ropa linda y llamativa como las de las muñecas le quedaban como un guante, así que se puso un conjunto de vestido largo con volantitos, de color rosa suave, pareciendo más claro que un algodón de azúcar, y encima un chaleco vaquero corto, se puso unas sandalias de cintas que le llegaban hasta las rodillas, aunque no se veían su longitud por el largo del vestido, se cogió un bolsito pequeño donde tenía llaves, móvil, y algo de dinero para algo, y al terminar de arreglarse, salió de la casa, cerrando esta para así ir al lugar citado por su padre, su corazón latía de nervios, aun cuando no quería asumirlo, lo echaba de menos y quería atención de su parte, pero su lado rebelde la defendía de todo lo malo que le pudiese pasar por ello no mostraba eso tan fácilmente.
Era evidente que llamaba la atención aun cuando ella no quisiese, muchos hombres la miraban, algunos con cara de pervertidos y otros como pareciéndoles linda, aunque las mujeres también la observaban, de seguro que algunas envidiosas y otras queriendo una hija así… se notaba que nadie la conocía, le dio totalmente igual las miradas, miro ella la hora y de paso las calles a tomar hasta llegar al centro, ya que debía estar un poco antes para esperar a su padre, quería verlo llegar, por ello siempre que podía, venia antes que el mayor. Se paro delante de un poste que arriba del todo tenía un reloj circular, apoyo su espalda contra el poste, sintiéndose impaciente como si fuese a tener una cita con un chico, pero eso ella jamás lo experimento, era una tontería el fiarse de otro ser humano si ni siquiera un padre podía cuidarla…
Estuvo esperando un buen rato, hasta paso la hora de la cita, miro el reloj y vio que su padre llegaba tarde por media hora… ¿acaso no iba a dignarse a aparecer? Seguro que se olvido… luego enviara el dinero a la cuenta de la chica y se disculpara por teléfono como casi siempre… eso ensombreció mas el corazón de la joven, cerro el móvil y de pronto oyó una voz masculina queriendo llamar su atención, elevo su rostro con el ceño fruncido, viendo a un hombre con cara de pervertido que se le acercaba y quería entablar una charla con ella con lo clásico “hola, ¿Qué hace una niña tan linda aquí?, ¿estás sola?, ¿te has perdido?...” y un largo etc. ¿Esos tipos tenían su propio manual o qué? Pero la pequeña Taiga tenia ahora mismo una rabia incrementándose en su interior y cuando el hombre poso su mano en el hombro de la joven, Taiga le dio una patada al poste, teniendo su pierna levantada 90º grados rectos, el golpe fue tan fuerte que el poste se agito, haciendo que las manecillas del reloj se detuviesen y el cristal que estaba incrustado para protegerlas, se separo y cayó al suelo, al lado de la joven, ahí siquiera tuvo que decir “déjame en paz” el hombre lo pareció captar con solo ver eso, ya que su cara se quedo entre pálido y azul, al parecer se le quitaron las ganas y en menos de unos segundo el tipo huyo de ahí, Taiga bajo la pierna y se giro, vio claramente las caras de la gente que la miraban como si la criticasen ¿Qué sabían ellos? Nada… absolutamente nada…
Aun así, sin hacer caso alguno a su mente, la chica se ducho, se lavo el pelo y se lo seco después de dejarlo en reposo un rato, se arreglo al detalle, lo peor de ser linda era que mucha ropa no le sentaba para nada bien, pero en cambio, la ropa linda y llamativa como las de las muñecas le quedaban como un guante, así que se puso un conjunto de vestido largo con volantitos, de color rosa suave, pareciendo más claro que un algodón de azúcar, y encima un chaleco vaquero corto, se puso unas sandalias de cintas que le llegaban hasta las rodillas, aunque no se veían su longitud por el largo del vestido, se cogió un bolsito pequeño donde tenía llaves, móvil, y algo de dinero para algo, y al terminar de arreglarse, salió de la casa, cerrando esta para así ir al lugar citado por su padre, su corazón latía de nervios, aun cuando no quería asumirlo, lo echaba de menos y quería atención de su parte, pero su lado rebelde la defendía de todo lo malo que le pudiese pasar por ello no mostraba eso tan fácilmente.
Era evidente que llamaba la atención aun cuando ella no quisiese, muchos hombres la miraban, algunos con cara de pervertidos y otros como pareciéndoles linda, aunque las mujeres también la observaban, de seguro que algunas envidiosas y otras queriendo una hija así… se notaba que nadie la conocía, le dio totalmente igual las miradas, miro ella la hora y de paso las calles a tomar hasta llegar al centro, ya que debía estar un poco antes para esperar a su padre, quería verlo llegar, por ello siempre que podía, venia antes que el mayor. Se paro delante de un poste que arriba del todo tenía un reloj circular, apoyo su espalda contra el poste, sintiéndose impaciente como si fuese a tener una cita con un chico, pero eso ella jamás lo experimento, era una tontería el fiarse de otro ser humano si ni siquiera un padre podía cuidarla…
Estuvo esperando un buen rato, hasta paso la hora de la cita, miro el reloj y vio que su padre llegaba tarde por media hora… ¿acaso no iba a dignarse a aparecer? Seguro que se olvido… luego enviara el dinero a la cuenta de la chica y se disculpara por teléfono como casi siempre… eso ensombreció mas el corazón de la joven, cerro el móvil y de pronto oyó una voz masculina queriendo llamar su atención, elevo su rostro con el ceño fruncido, viendo a un hombre con cara de pervertido que se le acercaba y quería entablar una charla con ella con lo clásico “hola, ¿Qué hace una niña tan linda aquí?, ¿estás sola?, ¿te has perdido?...” y un largo etc. ¿Esos tipos tenían su propio manual o qué? Pero la pequeña Taiga tenia ahora mismo una rabia incrementándose en su interior y cuando el hombre poso su mano en el hombro de la joven, Taiga le dio una patada al poste, teniendo su pierna levantada 90º grados rectos, el golpe fue tan fuerte que el poste se agito, haciendo que las manecillas del reloj se detuviesen y el cristal que estaba incrustado para protegerlas, se separo y cayó al suelo, al lado de la joven, ahí siquiera tuvo que decir “déjame en paz” el hombre lo pareció captar con solo ver eso, ya que su cara se quedo entre pálido y azul, al parecer se le quitaron las ganas y en menos de unos segundo el tipo huyo de ahí, Taiga bajo la pierna y se giro, vio claramente las caras de la gente que la miraban como si la criticasen ¿Qué sabían ellos? Nada… absolutamente nada…
Invitado- Invitado
Re: Un paseo, un pervertido y ... [priv]
Maldita suerte la mía, caminaba con desgano hacia mi auto, estaba a unas cuadras del casino, al menos esta vez no lo había perdido en una apuesta, suspire cansada, no era muy tarde la verdad, pero el barrio donde pasaba no era el mejor, observe a los hombres que rondaban el sitio, como aves de rapiña a la espera de alguien..Tsk... el día de hoy, había optado por un vestido de noche azul, abierto en la espalda, una cartera negra del mismo materia y un par de aros cristalinos, ademas de algunos accesorios, ropa adecuada en otras palabras... siempre tenia problemas por ella a la hora de entrar a ciertos casinos, en fin, apresure el paso, no es que me preocupara que algo pudiera pasar, pero no tenia ganas de pelearme esta noche, di un paso, cuando un sonido me hizo desviar la mirada al otro lado de la calle, una chica de no mucha estatura estaba siendo ataca....¿?... o ella quizás era quien atacaba, la mire unos minutos, estaba quitándose de encima a un hombre que acabo huyendo, luego su mirada y la manera en que su rostro daba a entender, estaba triste... vaya...
Suspire, mire una vez mas a la calle, solo debía dar un paso mas hacia adelante y no estaría tan lejos de mi auto, la mire un momento mas, se había quedado quieta sin ir a ningún sitio, quizás debía irme... quizás esa debió ser mi mejor opción y elección, pero no, Emily .. tenias que dártelas de algo mas .. Fuck.. Toque mi frente como intentando hacerme de ánimos, y cruce la calle...
-Hola, buenas noches, mmm no deberías estar aquí, te puede ocurrir algo..-Examine de cerca a la chica, era de verdad muy baja, como una muñeca, o un peluche de felpa, sonrei para mis adentros, mientras miraba a sus ojos directamente.-Es enserio, mira.. alli a una calle mas, esta mi vehículo, puedo llevarte a casa si quieres, soy Emily....-Le había dicho mi nombre real, bueno no tenia problemas con decírselo a una mocosa.-Te aconsejo que tomes la oferta que te hago.. estas calles a estas horas se ponen horribles, especialmente porque el casino esta cerca y la gente no sale con el mejor de los ánimos..-Recordé mi actual animo, volví a tocar mi frente y la mire nuevamente.
Ahora pensándolo mucho mejor, yo era un extraña, lógico, ninguna niña se subiría al auto de un extraño y menos uno que te dice que esta en un sitio peligroso, como sea no era mi problema..Aunque de cierto modo, algunas veces si me preocupaba de mas por gente que no debia.. en este caso, se muy bien lo que es ser no muy alta y ser chica en un barrio de estos, durante mi infancia me había tocado mucho de esta porquería por causa de mi padre... en fin, eso era pasado y el pasado era mejor dejarlo alli...
Mire su rostro triste, manteniendome calmada aunque dando cuenta de que estaba cabreada, no con ella pero si con haber perdido medio millón de dolares en menos de tres horas, ahora tendría que estafar a muchas personas para recuperar la perdida, o quizás solo esperar a que mi renta como sub directora de la universidad de Tokyo fuera a cubrir mis gastos... como si eso fuera posible...
Suspire, mire una vez mas a la calle, solo debía dar un paso mas hacia adelante y no estaría tan lejos de mi auto, la mire un momento mas, se había quedado quieta sin ir a ningún sitio, quizás debía irme... quizás esa debió ser mi mejor opción y elección, pero no, Emily .. tenias que dártelas de algo mas .. Fuck.. Toque mi frente como intentando hacerme de ánimos, y cruce la calle...
-Hola, buenas noches, mmm no deberías estar aquí, te puede ocurrir algo..-Examine de cerca a la chica, era de verdad muy baja, como una muñeca, o un peluche de felpa, sonrei para mis adentros, mientras miraba a sus ojos directamente.-Es enserio, mira.. alli a una calle mas, esta mi vehículo, puedo llevarte a casa si quieres, soy Emily....-Le había dicho mi nombre real, bueno no tenia problemas con decírselo a una mocosa.-Te aconsejo que tomes la oferta que te hago.. estas calles a estas horas se ponen horribles, especialmente porque el casino esta cerca y la gente no sale con el mejor de los ánimos..-Recordé mi actual animo, volví a tocar mi frente y la mire nuevamente.
Ahora pensándolo mucho mejor, yo era un extraña, lógico, ninguna niña se subiría al auto de un extraño y menos uno que te dice que esta en un sitio peligroso, como sea no era mi problema..Aunque de cierto modo, algunas veces si me preocupaba de mas por gente que no debia.. en este caso, se muy bien lo que es ser no muy alta y ser chica en un barrio de estos, durante mi infancia me había tocado mucho de esta porquería por causa de mi padre... en fin, eso era pasado y el pasado era mejor dejarlo alli...
Mire su rostro triste, manteniendome calmada aunque dando cuenta de que estaba cabreada, no con ella pero si con haber perdido medio millón de dolares en menos de tres horas, ahora tendría que estafar a muchas personas para recuperar la perdida, o quizás solo esperar a que mi renta como sub directora de la universidad de Tokyo fuera a cubrir mis gastos... como si eso fuera posible...
Invitado- Invitado
Re: Un paseo, un pervertido y ... [priv]
Paso de mirar mucho tiempo a la calle, simplemente miro al suelo, preguntándose qué haría ahora, podía ir a un restaurante familiar a comer, aun cuando era ella sola, no tenía mucho que hacer la verdad y nadie la esperaba, siquiera tenía comida en la casa, ya que se había terminado la última porción de onigiris que le trajeron ayer para la cena, si, tenía una dieta horrible, pero no sabía ni cocinar, ni limpiar, por ello la casa suya estaba poco decorada, tenia lo básico y ni tele tenia, ya que usaba mas el portátil que nada, ella no necesitaba nada mas, su cuarto era lo mas desastroso, ropa por todas partes… realmente no quería volver pero cuando estaba pensando, de pronto una voz femenina llamo su atención, despertándola de sus pensamientos, elevo el rostro aun molesto, viendo a una mujer madura y alta, dios como odiaba eso, ahora se sentía peor y más inferior que antes.
Al parecer la mujer mostraba preocupación, eso era gracioso, de cómo un desconocido que no sabía nada de ella mostraba más preocupación que su propio padre… ¿y si era una mujer peligrosa? De esas que cogían niñas de la calle y las convertía en prostitutas… a saber y la regla de oro de no seguir ni subirse al coche de un extraño como que jamás se lo enseñaron, pero no era de las que se fiaban mucho de las personas y más a primera vista.
- Vale, llévame a casa – dijo de forma algo brusca, frunciendo aun el ceño, y empezó a andar sin más, como si fuese la mujer una criada suya, pero sin mirarla siquiera, vio el coche, era algo normalito, aunque se veía el dinero invertido en el, al igual que en la ropa de la mujer, Taiga sabia que jamás llegaría a algo así, su complexión no se lo permitiría jamás, y menos tener esos enormes pechos, eso la molestaba mas…
Se paro frente al auto, mirando el cristal y de cómo la mujer se reflejaba en el aun siendo de noche, pero las luces de la calle iluminaban bien aquella zona, esa desconocida era bien alta, era increíble la altura que una podía llegar a tener pro también contaban los tacones, pero a la joven no le sentaban para nada bien, siquiera un tacón bajo, todo eso que normalmente ya usaban chicas de su edad, le quedaba horrible, era triste ya que cuando estaba con un grupo de chicas de su clase yendo de excursión, es la que mas llamaba la atención, incluso ahora lo hacía, aun cuando la adulta estaba arreglada y era hermosa, era como si Taiga no encajase ahí con su apariencia de muñeca de porcelana…
Al parecer la mujer mostraba preocupación, eso era gracioso, de cómo un desconocido que no sabía nada de ella mostraba más preocupación que su propio padre… ¿y si era una mujer peligrosa? De esas que cogían niñas de la calle y las convertía en prostitutas… a saber y la regla de oro de no seguir ni subirse al coche de un extraño como que jamás se lo enseñaron, pero no era de las que se fiaban mucho de las personas y más a primera vista.
- Vale, llévame a casa – dijo de forma algo brusca, frunciendo aun el ceño, y empezó a andar sin más, como si fuese la mujer una criada suya, pero sin mirarla siquiera, vio el coche, era algo normalito, aunque se veía el dinero invertido en el, al igual que en la ropa de la mujer, Taiga sabia que jamás llegaría a algo así, su complexión no se lo permitiría jamás, y menos tener esos enormes pechos, eso la molestaba mas…
Se paro frente al auto, mirando el cristal y de cómo la mujer se reflejaba en el aun siendo de noche, pero las luces de la calle iluminaban bien aquella zona, esa desconocida era bien alta, era increíble la altura que una podía llegar a tener pro también contaban los tacones, pero a la joven no le sentaban para nada bien, siquiera un tacón bajo, todo eso que normalmente ya usaban chicas de su edad, le quedaba horrible, era triste ya que cuando estaba con un grupo de chicas de su clase yendo de excursión, es la que mas llamaba la atención, incluso ahora lo hacía, aun cuando la adulta estaba arreglada y era hermosa, era como si Taiga no encajase ahí con su apariencia de muñeca de porcelana…
Invitado- Invitado
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