Improvisación inmediata [Privado]

por **Toshio** Miér Mar 21, 2012 2:17 pm

La gente hablaba, el albino apenas podía escuchar murmullos ¿razón? no le importaba lo que la gente dijese, fuese de él o no. Siempre había estado solo y se había acostumbrado a la vida solitaria. Se defendía en caso de que lo golpearan, aunque sabía que en la mayoría de las veces acabaría perdiendo. El sol golpeaba su rostro, era de mañana y se dirigía al colegio, donde aparecía cuando él quería, no le agradaba esa idea pero por ley debía de estudiar, al menos hasta que cumpliera la mayoría la edad según la policía. Por mucho que se quejase no conseguiría su objetivo, así que tan solo aparecía en el instituto para que le tomaran nota de asistencia, luego se iba en pleno recreo; pero aquel día no fue como habitualmente estaba acostumbrado. Sonó la campana que decidía el descanso de los alumnos, media hora de relajación para que pudieran airearse y comer.

Como era de esperar el albino no tenía amigos, era antisocial, siempre conseguía enemigos, pero parecía que el imán no atraía a gente buena. Subió a la terraza, el aire mecía los cabellos plateados del menor. Suspiraba y cerraba los ojos mientras se apoyaba en la valla de protección. Sacó su celular cuando sintió la vibración, puesto que lo tenía en modo silencioso por respeto en la clase. - Dime cuanto pagas - Hablaba con el jefe de la mafia de la ciudad, sus contactos eran pocos, pero peligrosos - Está bien, en el puente a media noche. Ahí haremos el cambio - Colgó y guardó su móvil en el mismo bolsillo. Volteándose volvió hacia el interior del instituto, la gente entraba en las aulas mientras Toshio sin ser descuidado iba a dirección contraria. Antes de salir por la puerta principal uno de los profesores lo tomó del cuello de la camisa de atrás, elevándolo como si se tratara de un cachorro de animal - Tengo cosas que hacer, son importantes , lo juro - Por mucho que dijese eso no servía, lo llevaron al aula de castigo para vigilar que se quedaba en su sitio y en cambio hiciera el trabajo que los de su clase estaban haciendo en ese momento - Tsk, no me dará tiempo

Miró el bolígrafo rojo que estaba a uno de sus lados, no tenía mucha tinta, pero podía utilizarlo para algo, mordió lo ultimo del tubo para que la tinta explotara y lo manchara ,salpicando leves gotas en el rostro y camisa. Gracias a eso lo dejaron ir al baño, pero aprovechando salio del colegio corriendo, no podía perder más tiempo. Corrió por las calles de la ciudad hasta que se plantó frente a uno de los bares más populares del lugar. Había escuchado que aquel bar solía ser algo ruidoso y que las peleas eran mortales. Tragó saliva para recuperar aliento y entró por la puerta, miró el bar por curiosidad y disimulamente entró al baño de mujeres, según le habían dicho ahí estaba guardado una de las joyas robadas del museo que la mafia necesitaba en esos momentos. Podía meterse en problemas por estar en aquel baño, no conocía a nadie y si salia con cuidado todo saldría bien, igualmente, intentó abrir la ventana pequeña que tenía el baño, metiendo el reloj que supuestamente valía millones en el bolsillo, y metió la cabeza por la ventana, costaría entrar, era delgado y pequeño, pero la ventana era estrecha también. Quedó colgado del lugar, haciendo impulso para intentar salir lo antes posible.