Labores Domésticas [priv]

Zima era alguien de costumbres, alguien que tenia muy en claro sus metas, sus formas de conseguirlas y lo que debía hacer, pero no esperaba definitivamente que un retraso así llegara a su vida: su lavadora murió…..sep, la maquina decidió que era hora de darse un descanso y se suicido y gracias a que había tenido que hacer mucho trabajo últimamente termino con un numero considerable de prendas sucias, lo que no le gustaba para nada, así que se cedicio a ir en busca de una lavandería., vivía en un buen departamento pero en esa zona algo oscura, después de todo era mejor, menos preguntas y mas accesibilidad.

Entro a la lavandería y usando su pizarra logro comunicarse y comprar lo que iba a utilizar en esa ocasión, a pesar de su aspecto algo oscuro la sonrisa tranquila del chico le dio confianza al dueño, fue a una maquina y puso todo lo necesario en buena medida, en lo que hacia eso vio entrar al rubio y como llenaba esas cosas para su ropa, parpadeo confuso y escribió en su pizarra pero para cuando termino ya había dado al ciclo de lavado, el moreno suspiro y escribió algo mas para acercarse al rubio y tocarle el hombro para que leyera su pizarra.

-“no mezcle todas esas cosas, la mayoría de ellos estropearan su ropa y debió separarla porque se mancharan entre si-tachadura- bueno, creo que tendrá problemas con su ropa, se manchara” –se rasco la cabeza, tal vez debió detenerle primero y luego explicado, era una pena.

El pelinegro sonrío un tanto afectado al ver su reacción, era normal que la ropa se manchara si la mezclaba en claras y oscuras y….bueno, sus pensamientos fueron cortados al ver que abría la lavadora en pleno ciclo y su contenido se desparramaba en el piso, miro el agua con cloro y suspiro…un par de pantalones dañados sin mencionar sus botas…parpadeo cuando el otro le quito su pizarra y luego leyó lo que le puso…era mudo, no sordo pero mencionar eso en ese momento no tenia caso.

Se subió las mangas y se quito los guantes para poder ayudarle a buscar la almohada, dinosaurios..dinosaurios…busco entre las telas mojadas hasta que dio con lo que parecía ser una almohada algo pequeña, la alzo con cuidado, la pobre almohada ahora lucia manchas de colores aunque los dinosaurios seguían dibujados, alzo la almohada y se la mostró al hombre del parche con una ceja alzada, se preguntaba si seria esa u otra.

Debía aceptar que era algo gracioso, después de todo el otro parecía no tener mucha experiencia en cuanto limpieza y lavar ropa, aunque la cara de enfado del encargado no le decía nada bueno tampoco, ya luego ayudaría a limpiar, no quería causar muchos líos, por suerte el lugar estaba algo vacío y los demás parecían no haber notado el estropicio.

En aquellos momentos Zima estaba con una gran gota al ver volar toda esa ropa por todas partes, trato de advertirle que se mancharía la camisa pero fue inútil, solo se quedo con la mano extendida, la cual bajo al sentir que le palmeaba como si se tratara de un perro, sonrío un tanto afectado…aquel rubio era un tanto especial.

Cuando el encargado llego y empezó a gritar el pelinegro alzo las manos tratando de calmarle pero cuando el rubio saco ese fajo de billetes el hombre se fue mas que tranquilo dejando a Zima con una gran gota, al parecer se estaba preocupando de mas, aquel hombre podría gastar en un nuevo guardarropas con toda la facilidad del mundo, negó suavemente al oír como le llamaba y tomo su tabla, ruborizándose un tanto al ver aquello, lo borro y escribió.

-“no soy un mimo, no habías conocido antes a alguien mudo?” –le mostró lo escrito, tal vez era algo así? Pero esa información era algo básico…no? Miro al hombre, no parecía alguien muy normal desde el inicio, suspiro negando, en eso un timbre le indico que habia terminado el ciclo de su ropa, sonrío al rubio y le hizo un ademán con sus manos para ir a sacar la suya y ponerla en la canasta para llevarla a la secadora.

Se acerco a la lavadora con una canasta para poder sacar su ropa y llevarla a la lavadora, dejándola de forma ordenada, afortunadamente toda su ropa era oscura, no tenia porque clasificarla, desde calcetines e interiores hasta camisetas eran en colores oscuros, así que hacia una sola tanda, mientras hacía eso escucho su comentario y sonrió un poco de lado confuso, el no era de las personas que se consideraran muy divertidas así que no sabía que hacer con aquel hombre que parecía no respetar su espacio personal, no es que le molestara mucho la verdad, cuando se apoyo contra el pidiendo que le trenzara sonrió un poco nervioso, se giro para mirarle y mirar su cabello, le evaluó un poco a él y a su cabello y tomo su pizarra.

-“puedo trenzar su cabello si quiere pero tendría que quedarse quieto mucho rato mientras lo hago porque tienes mucho cabello largo…o quieres una sola trenza gruesa o una trenza pequeña como la mía?” – al terminar de escribir le paso la pizarra, prefirió no decir nada acerca de los dibujos artísticos del rubio por no molestarlo, después de todo el no era un hombre de mujeres. Debía aceptar que aquel hombre era muy simpático y parecía querer mucho a su mascota, lo cual se le hacía tierno…aunque algo obsesivo…aquel hombre era curioso y más que nada impredecible.