En busca de algo interesante...[Akira Kirisime]

Ese día al salir de darles clases a aquellos niños que tanto adoraba, en el Kinder logro notar que varias personas iban hacia un mismo lugar en los callejones y ella por curiosa siguió a la muchedumbre, varios se desviaron a un callejón en especifico bastante escondido a decir verdad, al principio ella dudo en entrar pero algo le decia que valia la pena arriesgarse en entrar a aquel callejón y así lo hizo hasta dar con una puerta de aspecto algo deteriorado, al final la abrió y entro sentandose en una silla cercana, no sabía muy bien en donde había parado pero al parecer, era un lugar un tanto extraño.

Volvió su vista a su alrededor, observando que había diversas jaulas con personas dentro, así que se levanto y se acerco a una en especifico, observando con sus ojos azul cielo a la joven que se encontraba dentro con cierta curiosidad, iba a preguntarle que lugar era ese y por que ella estaba en esa jaula en vez de estar fuera como las personas comunes.

No sabía que se había adentrado al mundo de lo ilegal, tal como era el trafico de personas ó en este caso de esclavos.

De todas maneras no pudo decir nada ya que escuchó unos pasos y decidió volverse para ver de quien se trataba, dandole así la espalda a la celda que antes estaba observando de manera curiosa y dubitativa.

- Hum...etto...¿Hola?...¿hay alguien ahí?....-

Solo había escuchado pasos pero quería saber de quien se trataba para poder quitarse de dudas, así que comenzó a hacer notar su presencia en caso de que alguien en efecto estuviese por ahí.

Volvió su vista de nuevo a la joven y se puso en cunclillas mientras sonreia ya más tranquila, tal vez era uno de los tantos cuidadores del lugar, lo bueno es que aun era de día así que no tenía que preocuparse por llegar temprano a casa.

- Hola...hum...¿puedo saber que lees?...es que...te veo muy entretenida con ese libro y me preguntaba si seria un tema agradable, para así yo poderme comprar uno algún día...-

Quería al menos hacer conversación con la joven ya que no lograba ver a nadie más por ahí y algunos otros esclavos estaban dormidos, pudo ver el precio que tenía la joven pegado en su vestimena, ¿esa jovencita estaba en venta?, ¡en donde rayos se había metido!, bueno...al menos ya tenía una razón para haber llegado ahí, quería ayudar a esa chica a salir de esos barrotes, suponia que no era nada comodo el estar encerrada en un lugar como ese.

- Puedo...¿puedo saber cuanto tiempo llevas aqui?...si...si no es molestia, claro...-

Aun era algo timida para conversar con una nueva persona sin embargo ella deseaba hablar un poco con la joven, parecia una chica culta a su forma de ver ya que no veia que los demás estuviesen leyendo en sus celdas, al final acerco su bolso y lo abrio sacando de este una lamparita que a pesar de su tamaño alumbraba bastante bien.

Extendio su mano con la lamparita entre los barrotes para pasarsela a la joven y que así no batallara con su lectura.

- Ten, esto te va a ayudar a ver mejor...y no se van a irritar ni cansar tus ojos...lamento no poder hacer mucho más que eso...-

Suspiro un poquito, lamentablemente tendria que esperar a que alguien del mercado negro la atendiese para poder sacar de esas rejas a la jovencita, de lo contrario no habría mucho que pudiese hacer en esos momentos más que conversar con ella y ayudarla con la visibilidad del lugar al darle aquella lamparita.

Se sorpendio con aquello que le decia, en verdad a aquella joven le gustaba leer, a ella también aunque muy poco, preferia salir a pasear y cosas similares, no le gustaba mucho estar encerrada en su mansión además de que se aburria sin hacer nada.

Siguió escuchando lo que le decía la joven con suma atención, cada cosa que le decia era interesante para ella, además de que le gustaban mucho sus ojos avellana, por lo tanto no dejaba de verla, sonriendole con agrado mientras se sentaba al lado de la celda donde estaba Akira, abrazandose sus piernas cubiertas por su largo vestido que llevaba, le gustaba mucho vestir así, ademas de que preferia estar lo más tapada posible, tal vez eso había sido obra de su madre que había sido durante toda su vida una mujer japonesa tradicionalista, es decir que no mostraban ni un dedo, aunque claro, Yunuen no era al extremo como su madre lo había sido, solo lo era lo necesario, según ella.

Al oír lo ultimo que dijo Akira la miro algo curiosa, ¿que queria la joven que Yunuen no viese?, ¿seria algo malo?...ni idea tenía, así que quiso sacarse de dudas.

- ehh?....¿por que?...¿que sucede en este lugar?....si pasa algo malo puedo llamar a la policia y así ellos vendran a ayudarte ¡no hay problema!...-

Dijo lo ultimo bastante sonriente, ignorando que si hacía algo así tal vez la mayoria de los traficantes e ilegales que estaban metidos en ese negocio se le hecharian encima y la silenciarian matandola, posiblemente.

Pero igual en ocasiones Yunuen decia cosas sin antes pensar en las consecuencias, por suerte nunca le había sucedido algo de lo cual arrepentirse ó similares.

Al final quiso seguir conversando con Akira, después de todo no veia problema alguno en seguir platicando con ella mientras esperaba a que llegará alguien para atenderla, si es que existia servicio alguno para poder comprar a Akira que al parecer en ese lugar era un objeto, pero sacandola de ahí se aseguraria de que nunca más fuese considerada como un objeto, si no, como una persona, que era lo que en verdad deberia importar.

- Ah! por cierto...mi nombre es Yunuen...¿puedo saber el tuyo?...-

Quiso presentarse para al menos conocer un poco mejor a la jovencita con la cual estaba comenzando a interactuar de forma amena, le agradaba su forma de ser, al parecer se había hecho de una nueva amiga en tan poco tiempo y eso la ponia muy feliz.

La escuchó atentamente para luego quedarse un poco pensativa y finalmente responderle después de un ratito.

- hum...bueno en ese caso, yo te sacare de aqui...no te preocupes...-

Le sonrio de manera amable para que confiara en ella y observo que se presentaba acercandole su mano, ella la estrecho con una de las suyas y le respondio tranquilamente.

- Mucho gusto Akira...es un verdadero placer conversar contigo...-

Y eso que ella solia ser muy callada y timida, sin embargo con la joven pelinaranja estaba siendo muy platicadora tal vez seria el comienzo de algo agradable.

- ohh?...¿mi vestido?....jajaja! gracias! es que me gusta usar vestido porque bueno siento que mis piernas son muy delgadas y no me gusta mucho mostrar mi cuerpo...pero a ti te queda muy bien tu ropa, a mi forma de ver tienes un...un lindo cuerpo...-

Le comentaba aquello bastante risueña y feliz, sin embargo con lo ultimo que le dijo se ruborizo un poco y bajo su mirada sintiendose apenada por comentar sobre el cuerpo de la joven que tenía a su lado, separadas ambas por unos barrotes, así que quiso disculparse por su atrevimiento.

- Ehh...lamento si me escuche algo atrevida al hacer...al hacer ese comentario...lo siento...yo...yo normalmente...no digo ese tipo de cosas...emm...lo...lo siento...-

Mientras más se disculpaba su rostro se ponía más roja, simplemente estaba apenada por lo que había dicho, aunque al final vio su reloj, ya eran al rededor de las 6:00 pm ¿tan rapido se había pasado el tiempo?, así que abrió algo sorprendida sus ojos azules.

- Ahh! ya...ya es algo tarde...ehh...¿puedo venir a visitarte mañana?...si no hay inconveniente, claro...-

Le sonrio de forma suave mientras volvia su mirada donde ella, aun con un ligero rubor en sus mejillas, quería volver a ver a Akira le había caido bien y se había sentido con confianza para platicar, de hecho era con la primera persona con la que conversaba, por que comunmente era bastante timida.

Volvió su mirada donde ella y le sonrio de forma amena, mientras pasaba una de sus manos entre los barrotes y cerraba su mano en puño solo dejando su dedo meñique levantado.

- Tu también eres una chica agradable y te prometo por mi dedo meñique y por mi vida que vendre a visitarte mañana...jajaja! hagamos la promesa del dedo meñique, yo quiero que tu me prometas que seguiras en este lugar mañana, para que yo pueda venir a verte y sacarte de aqui...¡así podremos ir al parque de diversiones que se abrió ayer!, te invitare un helado y platicaremos más...-

Le comentaba aquello bastante emocionada y feliz como si de una niña pequeña se tratase, aquello se debia a que Yunuen a pesar de su edad, aun era un poco inocente, nada que dijera era con segundas intenciones, todo era puramente de ella, y en verdad nunca había tenido una amiga, así que consideraba a Akira como una a pesar del corto tiempo que hubiesen estado platicando en esos momentos.

Tal vez Yunuen no lo pareciera, pero era una persona con una fortuna monetaria incalculable, sin embargo tenía una forma de ser tan sencilla y alegre que hacía parecer lo contrario, que era una persona más en el mundo, en ocasiones algunos podrían llegarse a preguntar: '¿Y si todos los millonarios se comportaran como ella, que pasaria?', era simple, existiría un trato más humano para cualquier clase social y la venta de esclavos al fin dejaria de existir y podrían ser finalmente catalogados como personas, no mercancias.

Pero muchos no logran aun entender eso, por lo tanto personas como la albina eran escasas en ese moderno Tokyo, más aun las clases sociales de alto nivel, y ella era una clara muestra de que el dinero que tuvieses no te define como persona, lo que lo hace es la actitud que tengas hacia los demás, esa pequeña chispa de humildad, que si es explotado puede transformarse en algo mejor llamado amistad sin importar las jerarquias de una u otra persona.

-Pero...pero yo quiero llevarte a un lugar bonito mañana...¡ya veras que te divertiras mucho!...-

Le sonrió de forma tranquila y amena mientras la miraba con sus ojos azul cielo, para entonces comenzar a separar lentamente su dedito meñique del contrario, una vez Akira le hubiese prometido aquello de seguir mañana en ese lugar.

- Esta bien, entonces te vere mañana...¡cuidate mucho! y duermes bien...-

Yunuen en ningun momento dejo de sonreir de manera alegre y amistosa incluso después de decirle aquello y despedirse de su nueva amiga, al final salio del lugar y tomo un taxi para que la llevara de vuelta a su residencia, en el trayecto se estaba imaginando como cambiaria su vida si Akira se integrase a ella, a su parecer seria un cambio agradable, porque podrian bañarse juntas, hacer pijamadas en la noche e incluso jugar uno que otro juego de mesa, en verdad le parecia agradable la idea de hacer que Akira formara parte de su vida cotidiana.

[Escena terminada y continua: AQUÍ ]