Pescadería: Piratas del mar de Seto

Sintió las manos de Yuki en su cintura, alzó las cejas y sonrió de lado. -Te he dicho que te agarrases fuerte Yuki-tan- le agarró las manos al joven hasta colocarlas sobre los firmes abdominales de Chosokabe. -Así, porque no quiero que caigas por la borda- arrancó la moto, pisándole fuerte hasta que un humo negro salió por el tuvo de escape y el vehículo comenzó a rugir.

Chosokabe no se puso su casco - ¡IKUSE NIICHAN!!-gritó cuando le metió gas a la moto y esta derrapó mientras seguía en elsitio, cuando Choso apretó el embrague la moto la moto avanzóa gran velocidad.
El albino era una persona temeraria en todos los ambitos y esto incluía la conducción. En las rectas aceleraba y en las curbas no frenaba simplemente giraba el volante y colocaba una pierna por fuerapara que la moto no volcase.

-YUUUUJUUUUU JAJAJAJAJAJAJAJAJA- con una sonrisa de niño travieso quele invadía todo el rostro Chosokabe no bajaba la velocidad, incluso despues de haber visto una señal de tráfico con un 50 en su interior.

Después de dos curvas cerradas en las que derrapó y de saltarse un semáforo en rojo y casi atropellar a una anciana, llegaron hasta donde se encontraba el camión. Aparcó cerca, agarró la caja de la herramienta y se fue directo al capó abierto del camión donde estaba el conductor rascándose la cabeza preocupado.

-Yuki, ven aqui. Vas a tener que ayudarme- Chosokabe ya tenía la cabeza metida, literalmente, dentro del motor. -Pásame el manómetro anda. Es una caja pequeña, gris con dos cables- cuando se giró para mirarlo el albino tenía una enorme mancha negra de aceite en la nariz.

Cerró los ojos con fuerzamientras Yuki le limpiabala mancha de la cara -¿Moreno?- miro el trapo que estaba completamente sucio. -JAJAJAJAJA ¡es normal! Un motor no suele estar demaciado limpio.- se iba a voltear cuando parpadeó un par de veces, alzó una mano y la poso en la nuca de Yuki para atraerlo hacia él y poner su frente sobre la del moreno.
- Arigatou Yuki-tan- le dijo sonriente y se volvió hacia las entrañas del motor.

-Nene, pasame unos alicates y un destornillador de estrella que esto se esta poniendo demasiado feo- algo toco en el motor que el pobre hombre tuvo que gritar.
Sacó una mano para fuera del motor y la agitó en el aire -Quemaaaaa-- comenzó a soplarse la mano. - Creo que le faltan un par de rotoque y listo.-

Chosokabe mete su cuerpo hasta la cintura dentro del motor y en ese momento aginta la mano que le quemaba y con ella le dió a la bara de metal con la que se aguanta el capó, produciendo que este se le cerrase quedando la miad del cuerpo de Chosokabe por fuera del coche y la otra mitad dentro. -¿Quien apago la luuuz!? ¡¡Que alguien abra el capo ¡¡que pesa el jodido!!- meneaba las piernas haciendolo ver mas ridiculo de lo que ya era.

Aquello pasó muy rápido cuando se fue a dar cuenta de lo que pasaba ya se encontraba sentado en el suelo con Yuki delante vendándole la mano. Chosokabe parpadeaba atónito –Gomen, gomen, pero no te preocupes por la mano, solo roce el radiador que está bastante caliente. Estoy acostumbrado a trabajar con fuego y no es la primera quemadura que me llevo- con la mano libre se levantó la camisa dejando al descubierto su bien formados abdominales para poderle enseñar una marca de color violácea en su dorsal.

-Ves. Por eso te digo que no te preocupes, pero gracias enano- alargó una mano para acariciarle los cabellos a Yuki y luego deslizar esa misma mano por el mentón del joven. Sonrió cariñosamente.

Se alzó agarrando una llave inglesa y metiéndose de nuevo en el motor. Comenzaron a oírse golpes metálicos y algún que otro insulto que procuraba el albino a aquel trasto. -¡Ya está! Terminado- salió del motor sacudiéndose las manos y le pelo –Conductor-san arránquelo y llévelo a mi tienda. Allí le esperan mis hombres para descargar el hielo-
-¿Y tu Chosokabe-kun?-
-Tengo unos asuntos que resolver, dile a mis hombres que volveré a las cinco- le dijo a pleno pulmón mientras el camión se iba.

Chosokabe con las manos en los bolsillos de su vaquero desgastado y algo sucio se giró hacia Yuki –Nos vamos peque. Porque dijo yo que no vas a venir mañana a trabajar con la misma ropa con la que viniste hoy ¿verdad?- se había arqueado para que su cara quedase pegadita a la del moreno. – Además tengo pelada la nevera y tengo que pasar por el supermercado- puso cara de enfado -¡No me gusta hacer la compra!- se fue a su moto y se montó de nuevo.

Aquel hombre era un caso perdido por lo que vio, heridas y mas heridas.. esperaba que no fuese de los que creian que las heridas eran como trofeos de guerra y las llevaban con orgullo, eso era tan anticuado y pasado de rosca que no le hacia atractivo para nada, pero cuando choco lo tomo del menton se sonrojo ya que no se lo espero, y mucho menos que le agradeciera, se sintio de pronto nervioso mientras el contrario volvia al trabajo hasta terminar este.

A lo que de pronto le ataco con la compra, era cierto que no tenia mas ropa aparte de la que llevaba pero no queria molestarlo con cosas asi.
pero al ver que el iba a la moto se notaba que no iba a aceptar ni un no ni mucho menos unas excusas, asi que rendido le siguio hasta sentarse en la moto rodeando su cuerpo por seguridad ya que sabia como conducia y era un verdadero peligro.

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