Big Man With A Lap

Eran las cinco y media de la tarde cuando salio del hotel, se había abrigado bien, el clima estaba algo cambiante, pero sabía bien de después de las seis el frío era insoportable. De primera cuenta partió a una cafeteria, compró unas cuantas galletas, eran un tanto adictivas y las consumia a diaro, tanto que ya saludaba con familiaridad al vendedor. Después de vagar un par de minutos por el sector se dirigió al parque, le agradaba ver a los niños jugar por que de algún modo recordaba su infancia.

Apenas llego, escuchó sonidos extraños que se mezclaban con el ruido de los juegos infantiles, era un grabación... no sabía muy bien, con curiosidad buscó por el parque de donde provenian los... gemidos, y se encontró con un hombre de pelo rubio, se veía gigante y no sabía bien si era por la ropa o por que en realidad lo era. Negó con la cabeza y suspiró, al menos ahora se había puesto los audifonos, pero los chicos intrusos se le acercaban un tanto y se ponían detras de él para ver las imagenes de su computadora. No dudo ni un segundo en ir hasta allá. Cuando se encontró detrás del hombre, vió la pantalla de la laptop y sin inmutarse le quitó los grandes audifonos.

-No puedes hacer eso en tu casa? -le preguntó de manera seria algo fría y enojada, mientras lo rodeaba con los pasos, quedó frente a él, le miro serio y hizo que los pequeñines se fueran. Aquel hombre era sin duda una amenaza publica.

"hey chibi" Eso le molesto un poco, cerro sus ojos y le miro un poco peor, noto el sonrojo de aquel tipo y sonrio levemente ante sus actos, le siguio mirando con atención, alzo una ceja, no sabia muy bien si era la ropa que estaba asi o aquel tipo ya se habia excitado demasiado, trago saliva y miro al rostro del pelirubio. Las escusas no eran para nada coherentes, que pretendía?. Por que no hacia eso en privado?, que tipo de mania asquerosa tenia ese tipo, suspiro y le miro fijamente, no pudiendo evitar desviar su vista por solo segundos, a lo que pensaba que era su ereccion.

-Bueno, quizás si... pero no tienes por que mostrar pornografia en el parque... ademas aun es temprano... que pretendes -le dijo sin pasarle los audifonos cuando se los pidio, mas encima queria seguir haciendo lo que hacia.- Si quieres seguir anda a otro lado -le dijo apartando los audifonos de las manos del mayor, quizás era un tanto molesto, no lo conocia, pero simplemente creyó que era lo correcto. Y aunque no sabia muy bien como se las arreglaria para ponerse de pie y caminar con aquel problema, sabia que no dejaria que se pasara un rato más haciendo eso en el parque, menos frente a los niños.

Si, el mayor estaba demasiado agobiado lo notó, y con algo de burla y diversión escucho lo que decía, era todo un personaje, divertido, pervertido, pero gracioso al final. Aun así no podía soportar todo lo que decía, por que la mayoría de las cosas se pasaban de la raya. Aun se estaba tratando de hacer la idea de como terminas en un parque viendo porno y termino en lo mismo, daba igual, lo estaba haciendo y mala suerte tuvo de encontrarse con el.

Le observo un cuando, cuando comenzó a ver hacia un lado, le miro intranquilo y negó con la cabeza.- No... claro que no...- Suspiro y miro hacia un lado... cerca de allí había un lugar... era un dojo, lo conocía muy bien, recordaba haber ido a comer allí unas cuantas veces, este estaba un poco mas lejos de la casita, pero al menos allí no habían niños. Le pediría el baño al dueño y listo... al percatarse que estaba haciendo todo un plan para aquel pervertido rodó lo ojos y volvió a verle, con desagrado.- Diablos... -dijo llevándose un mano a la frente, se hincó y quedo frente a el.- Tu plan es una mierda... -le dijo sin más- iremos al dojo -"no quiero ir contigo imbécil, pero apenas puedes hablar" pensó mientras lo apuntaba- los baños están alejados de los clientes y conozco al dueño, mientras... iras atrás miro para que no te vean...eso -le dijo suspirando y poniéndose de pie, "por que ayudo a este..."- ni se te ocurra pegarte mucho a mi -le dijo en forma de amenaza.

Las vulgares palabras de Kaede no harían mas que causarle gracia al verlo desde afuera, pero al ser participe el de su historia le molestaba, frunció el ceño. Le ayudo a ponerse de pie, tomándolo del brazo, no quería tocar sus manos... seguramente ya se... de solo pensarlo le daban ganas de tirarlo lejos, se hizo a un lado y espero a que se ordenara. Apenas lo vio de pie se sorprendió, era demasiado alto, trago saliva levemente, no podía imaginar como un hombre que si... se fijaba bien... podía ser de lo mas normal y serio, era ese chico, extraño, pervertido y lindo a la ves, su sonrojo no quedaba atrás después de todo, aunque también pensó que era una mera táctica para amenizar sus comportamientos vulgares. Volvió a mirar de soslayo su erección y volteo la vista, al menos ya no se notaba tanto, solo esperaba que se aguanta... no podía ser tanto o si?.

-Si claro... -comenzó a decir y apenas escucho como se presentaba suspiro levemente.- Soy Saito -le dijo omitiendo el encantado, aquel personaje no era del todo encantador, mas bien, simplemente no lo era, pero tenía su gracia y carisma, ahora mismo lo estaba ayudando, eso no era solo por gentileza.

Apenas sintió la mano de Kaede en su hombro se estremeció del puro asco, no tenia bien en claro si estaba sucia o no, pero de solo imaginarlo... suspiro y volvió a su temple serio, aquel que el rubio estaba apunto de derrotar. Sin decir más caminaron hasta el dojo, cruzando el pasaje. Abrió la puerta corrediza y saludo con una sonrisa al dueño.- Buenas tardes -le dijo haciendo una leve reverencia- Le ha ido bien? -la cortesía ante todo- Sabe?, mi amigo tiene un problema... se sintió un poco mal y necesita pasar al baño... -espero la respuesta del señor y le sonrió- gracias... -apenas se vio alejado y fuera del baño dejo que el rubio se apoyara en una pared- no hagas ruido... -le susurro cerca del rostro, para que no escucharan los demás.- y no hagas estragos...

Entró al baño con el y se apoyo en una pared, viendo que con una extraña actitud entraba al cubículo... había apenas cerrado la puerta. Se dio la vuelta y suspiro, solo quería que terminara rápida para dejarle, estaba aburrido y ya había echo demasiado ayudando a aquel tipo. En su aburrimiento, mientras escuchaba que aun no se quejaba de placer el otro, miro levemente hacia el cubículo, "murió" pensó sonriente y escucho sus palabras... "gemir... ayudarle... chibi???" chasqueo su lengua y entro al cubículo dispuesto a golpearle, pero sus ojos se desviaron a la erección del mayor, ahora le veía desnudo, notó divertido el detalle del papel higiénico, pero no podía reír por eso ahora, tenia otro problema que ver.

Trago saliva y volvió los ojos a los del mayor, encontrándose con ellos, suspiro y salio del cubículo, cerro el baño con seguro y luego cerro el cubículo también con seguro.- Eres odioso... -le dijo tapándole la boca con una mano y la otra la dirigió al falo de Kaede, apenas le toco sintió como se estremecía, si que estaba mal. Le miro fijamente.- No gimas... -le murmuro comenzando a masturbarle lentamente, su miembro estaba caliente, húmedo y para que decir... por completo excitado. Cerro los ojos un momentos, no podía evitar sentirse también excitado por la situación, por extraña que fuera., si seguía así, luego el mismo tendría el mismo problema que al rubio le aquejaba.

Debía parar, pero en realidad disfrutaba entregándole placer al mayor y al verle de ese modo hasta le agradaba mas. Quería escuchar sus gemidos, pero sabia bien que no podía destaparle la boca... "besarle" pensó, negándose.

Se encargaba de pasar los fluidos por cada parte de su miembro, le apretaba ligeramente y no dejaba que en ningún momento que el mayor dejara de sentir placer. Sentía levemente sus gemidos, aquellos le fastidiaban tanto como le producían placer, se le acerco un poco mas, y le masturbo un poco mas brusco, buscando inconscientemente aquellos roncos gemidos ahogados provenientes de la garganta del mayor.

Se detuvo en sus ojos cuando le miro, le miro fijo y profundamente. Sonrió levemente al ver y sentir como movía su cadera, si que lo disfrutaba, y para que mentir el igual, su pene estaba cada ves mas erecto, necesitaba atención pero se aguanto, viendo como el rubio se acariciaba a si mismo.

Le siguió mirando de la misma manera cuando quito su mano, a fin de cuentas un detalle como esos no se dejaba pasar y el mas alto hacia notar su porte y su personalidad, le dejo dócilmente que bajara sus pantalones y al momento que le toco, alcanzo a ahogar su jadeo con la misma mano que había tapado los labios de Kaede, "beso indirecto" pensó infantilmente sonrojándose y llevo aquella mano hasta su hombro, acercándose y besándole lujuriosamente, jugueteando a medias con su lengua y moviendo un poco su pelvis ante los jaleos del mayor en su miembro, sin dejar de hacerle lo mismo, claro.

Soltaba gemidos roncos ante las atenciones de Kaede sobre su miembro, la misma intención de introducir el dedo del chico en su uretra le hacia estremecer, por el miedo y la lujuria, le masturbo con fuerza y ganas esperando solo a que se viniera. Al escuchar aquel varonil y sexy gemido no aguanto un jadeo, soltando sus labios y mirándole con atención, mientras el mismo se estremecía poco a poco por la masturbación, le dejo de acariciar, su mano estaba toda mojada por el semen del mayor, se lamió, aun mirándole, le excitaba cada contacto con el mayor, ya sea mirabas o roces, sobre todo el sabor de su leche era exquisito.

-Mh? -pregunto elevando una ceja y sonriendo ladino, la mano que tenia limpia la llevo hasta los rubios cabellos del mas alto y lo acerco a su entrepierna obligándose a lamerlo y succionarle con fuerza. Quería apoyarse en algo, pero su mano húmeda y pudorosa le obligaba a a mantenerse alejado de cualquier cosa, se quedo allí por unos minutos dejando que el mayor siguiera su sexo oral, por segundos sintió correrse, en la boca del chico. Olvidaba por completo cada palabra estúpida del mayor, le deseaba ahora y no importaba su cerebro sino solo que su cuerpo y acciones, por muy caliente que sonara, no era más que sus fantasías de adolescente, no pasando por alto que el hecho de hacerlo con un desconocido en el baño, era mas que excitante.

Si bien sabía que esto lo recordaría para siempre aun no sabia muy bien si recordaría al chico... aunque si, por un momento se le paso por la mente quedar otro día con el, todo aquello se veía al final, por ahora su mente se mantenía concentrada en el esfuerzo para seguir disfrutando de las mamadas de Kaede y de sus gestos.

Si pensó que eso llegaría hasta allí, estaba mas que equivocado y pudo sospecharlo apenas se dio cuenta como el mayor comenzaba a deshacerse de sus pantalones, jalándolos junto con sus interiores, suspiro satisfecho y le miro deseoso, sabia su próxima parada y cerro los ojos para sentirle, de disfrutaba por completo, olvidando la sospecha de los planes del rubio, decidió seguir el juego con lujuria y deseo. Gemía de dolor y placer cada vez que el mayor le mordía, era excitante, su falo chocaba contra la frente del pervertido y se estremecía con cada roce que tenia, estaba super caliente, sus mejillas se encontraban rosadas y sus labios no podían juntarse, tenia que jadear en ves de respirar.

Hace un rato, mantenía sus dedos enredados en el rubio cabello del mayor, se mordía el labio inferior siguiendo sus lamidas con leves movimientos hasta que llevo las manos hasta su trasero, abrió los ojos y le miro, aquellos roces como accidentales sabia para donde iban, no quería... se negaría rotundamente.- No... -alzo las cejas, temiendo lo siguiente- ah! - grito en un gemido por el dolor al haberle mordido ese trozo de piel tan sensible. Y siguiendo el plan del mayor, sin conciencia, llevo sus manos hasta sus hombros y los apretó con fuerza al sentir los dedos que invadían su interior, sintió que sus piernas se desvanecían, caería, pero se mantuvo en pie, se acerco a Kaede abrazándolo con fuerza, no podía hacer mucho de esta manera, le excitaba, y no podía negar que le gustaba.- No... -dijo sin embargo, negándose a sus deseos.

No respiraba, jadeaba, y cada ves que podía, por que trataba de no hacerlo para no gemir en el intento. Era molesto y rico a la vez, hace mucho que no le trataban de esa manera, y no estaba acostumbrado a ser el que cedía tampoco, por lo que con palabras negativas y acciones positivas es como respondería ante los estímulos del mayor.

Su placer aumento cuando le soltó un poco y el rubio volvió a mamarle, pero se sintió totalmente extraño, quiso hasta agarrarle la cabeza y obligarlo a que siguiera, pero este le tomo, y dócilmente se dejo sentar en las piernas del chico, se apego lo más que pudo a su cuerpo, rozando ambos sexos. Se movía rítmicamente sobre el, estremeciéndose ente la penetración con sus dedos, arqueando su espalda levemente. Gimió mordiéndose el labio inferior al sentir aquel estimulo en sus pezones, podría venirse, así sin más pero no quería terminar allí, quería venirse con el mayor.

Ante sus suplicas se levanto un poco y tomo por abajo su miembro, ayudándole mejor a penetrarle, pero antes obligo a Kaede a que sacara sus dedos, eso si ya seria demasiado. Fue bajando lentamente, mantenía sus ojos cerrados... -Idiota... -gimió lentamente, a pesar de saber el nombre del hombre, no estaba seguro si llamarle así de buenas a primeras, los apodos no quedaban mal. Al sentir el falo por completo en su interior se abrazo a el, y comenzó a moverse lentamente, golpeando con sus nalgas, sus genitales calientes. Mientras, su pene rozaba los dos abdómenes, trataba de juntarse lo mas posible para dale atención, ya que sus manos permanecían apoyadas en los hombros del mas alto.

La posición y el lugar, eran bastante incómodos, pero no podía quejarse de las acciones del rubio, moriría de placer, el largo y ancho falo entraba y salía con rapidez de su interior, cada ves mas rápido y cada ves se contraía mas ante los roces en aquel punto, apoyo su frente en la de Kaede y apenas rozando sus labios sus glándulas salivales comenzaron a producir, tragaba saliva y aun así sentía la boca seca, le beso por unos segundos en donde sentía que se podía venir, las estocadas eran potentes y hacían que su cuerpo se moviera con espasmos sobre el otro. En la boca del mayor masajeaba su lengua, jugueteando con ella y molestándola un poco, mientras sus labios querían abarcar cada vez más los del chico.

Hasta que se separo dejo que lo despojara de su camiseta.- Ah am -apenas jadeo, en voz ronca, seguía moviéndose sobre el cuerpo del mas alto y respondía con presiones en su cavidad cada ves que le mordía y cambiaba de pezón. No había más que estimularle, por un momento le paso la idea de que pensaban las personas que estaban en el dojo, le escuchaban?... el tema del silencio lo había dejado y lo ignoraba. Sonrojado apoyo una mano sobre la cabeza de Kaede y la otra la llevo hasta su mejilla para elevar su rostro, le miro por unos segundos con los ojos llenos del lagrimas ante el placer inmenso y volvió a besarle profundamente, mientras ahora se movía circularmente sobre la entrepierna del mayor, provocando un roce más fuerte en su testículos cuando pasaba sobre ellos.

El miembro intruso en su recto le hacia daño y comenzaba a notarlo cada ves mas ante las brutales penetraciones, pero no podía quejarse mucho, ya que el mismo se lo había buscado, además no podía negar que todo eso le gustaba y lo gozaba muy bien. Mas cachondo al recibir que nunca, se movía con rapidez sobre la verga del rubio, jadeante y soltando gemidos cada ves que le presionaba con fuerza su próstata, apretaba y ensartaba sus dedos en los hombros de mas alto, para así llevar la concentración de presión a otro lado del cuerpo.

Seguía mirándole con un ojo y a pesar de los gestos de placer y dolor, podía estampar una pequeña sonrisa, al ver como el mayor tratando de decir algo no podía mas que jadear o gemir. Le respondía con los mismos gemidos roncos y algo débiles. Se mordió el labio inferior, arqueando su espalda levemente, no faltaría mucho para corredse, y ante las palabras del otro, no le quedaba mas que aceptar lo que venia. Se apoyo bien de los hombros del chico y se movió lo más rápido que puso para hacer que se corriera, en una embestida profunda, pudo sentir como el viscoso y blanquecino liquido le invadía hasta lo mas profundo, llegando a salirse un poco de su cavidad. Se aferro con fuerza.-Ahhh~ ah -gimió ahogado como tosiendo en los oídos del mayor. Luego sin mas, llevo una mano hasta su miembro y con rapidez lo masturbo para aliviar aquel dolor que quedaba después de no venirse a tiempo.-Mh... Ngh ah~ -gimió al momento de correrse y pequeñas lagrimas salieron después de estar contenidas cuando Kaede se corrió en su interior.

Trato de tranquilizar su respiración, recargado en el hombro del mayor, suspiro unas cuantas veces sin decir nada, se estremecía un poco. Seguramente al ver que se escurría el liquido de su interior, se daría cuenta del desastre que el rubio había dejado en su interior. Cerro los ojos y con cuidado expulso el miembro de su interior y con esto boto una gran cantidad de lo que había botado Kaede en su cuerpo, se puso de pie y apoyándose en la pared se quedo viendo al otro.

Seguía apoyado en la pared apoyado con pereza y respirando fuerte... le miro de reojo al escucharse, se sentía sucio pero no hacia más que tratar de respirar con tranquilad, apenas le escucho se sintió ofendido, pero que... el tampoco si el mayor era un tipo que hacia ese tipo de cosas, por que después de todo, lo había sorprendido viendo porno en un parque. Le miro mejor y arqueo las cejas.- No... no lo hago seguido, esto fue algo que... paso -le dijo pensando un poco antes de decir nada, aquel tipo tomaba cada palabra como provocación, rodó los ojos y luego le miro, tomo el papel que le había ofrecido y lo boto, para sacar más.

-Yo tampoco no sé bien que pensar de ti... -se le habían pasado mil y un cosas por la cabeza, de seguro después de estar bien, refiriéndose a su trasero, iría al medico, y se haría todos los exámenes para saber si no había contraído nada, si no era por el mayor... o no sé, tampoco confiaba mucho en la higiene del baño.

Después de limpiarse bien, boto el papel, se subió los pantalones y arreglo su cabello.- Como diablos saldremos del dojo ahora... -murmuro abriendo la puerta del cubículo, no le importaba mucho si el otro seguía sentado. Él salió y fue directamente a los lavados para mojar su refregar sus manos, mojando también su rostro.