Compras misteriosas... [Hiromu]

por Invitado Lun Oct 25, 2010 11:08 am

Realmente le molestaba el tener que soportar el ir cogido de la mano como un maldito niño, ¿es que aquel tipo no se enteraba de nada? Le era molesto el tener que ser ahora esclavo de un maldito niño, si, para colmo un hombre... El no quería nada con nadie, queria vivir en paz, sin tener que depender de nadie y sin pensar en nada que no fuera su esposa y su hijo... los cuales estaban...

Suspiraba con pura pesadez hasta que, tras el trayecto de aquel auto llegaron al centro comercial, observandolo fijamente pues hacía bastante tiempo que no veía algo como aquello despues de ser arrastrado a aquel maldito mercado, pero bueno, unas cuantas ropas nuevas no le vendrían nada mal... sobretodo necesitaba una buena ducha para el aspecto tan... lamentable que portaba en esos instantes.

-compraremos y nos iremos... y si puede ser, para hacer más cómoda la visita, sueltame la mano... -Forcejeó tras decirlo, soltandose de aquel agarre para cruzarse de brazos, caminando hacia el frente sin esperar a que le siguiese, manteniendo el ceño fruncido al tiempo que ignoraba algunas miradas ante las pintas que el pobre hombre llevaba.

por **Hiromu** Dom Oct 31, 2010 3:04 pm

Al haber tomado un taxi para ir al centro comercial, llegaron rapidamente al lugar, enfrente de un edificio enorme, parecia un rascacielos. Saliendo del coche esperó al que el mayor tambien saliese del mismo, viendo a la gente que concurria el lugar. Tomandole de la mano al castaño, se dirigieron dentro para buscar el local de las ropas, ciertamente, el edificio tenía muchas tiendas de ropas, pero el objetaba por la tienda de su familiar, ya que, el siempre compraba ahí, ademas de poder mandar a hacer diseños a la medida.

Había arrastrado al castaño por todo el lugar, ya que, parecía ser una persona muy terca y rebelde, algo que le atraía mucho. Quedaron de pie enfrente de un local de un nombre francés, pero muy bien visto desde afuera hasta adentro. Entró al lugar, siendo saludado por varias trabajadoras del lugar, él con cortesia, devolvio el saludo.

- Vale, vale... - soltó el agarre a su mano, viendo algunas prendas en el lugar - Vale, pruebate todo lo que desees y si no encuentras algo adecuado para tí, pideselo a ellas, ellas te traeran lo que deseas.

Se sentó calmado en uno de esos sofa, suspirando un poco, viendo como algunas trabajadoras le traían algo de té, esperó al que el mayor se probara algunas prendas.

por Invitado Mar Mar 01, 2011 5:25 pm

Chasqueó un poco la lengua y rodeó sus orbes en señal de incomodidad hasta que finalmente el rubio se sentó en aquel sofá con lo que le sirvieron. Suspiró y se encaminó hacia algunos estantes, tomando alguna que tora camisa, pantalones, gabarindas y todo lo que fuera. No es que fuese un aprovechado pero debido a los momentos de verguenza que ese tipo le dió desde que salió del mercado se lo debía y tomaría todo lo que le diera la gana.

Fue directo a uno de los probadores y allí se colocó unos pantalones engros de vestir con una camisa negra de cuadritos y encima una chaqueta de un tono marrón tostado. Salió para que el menor le viese, metiendose una de las manos en los bolsillos.

-Esto no me gusta... pero me lo llevaré... -Respondió socarrón, mirandole de reojo con el ceño fruncido para luego volver a entrar al probador, sacandose aellas ropas para luego colocarse unas ropas más usuales y clásicas, las cuales le quedaban como un guante, perfectas y le hacía ver más masculino y esbelto. Salió nuevamente para mostrarselo.

-Esta si me gusta... ponlo como primero en la lista... -Comentó algo seco y se dió media vuelta con intenciones de volver a entrar al probador para continuar poniendose ropas.

por **Hiromu** Mar Mar 29, 2011 12:54 am

Veía el descaro que el mayor podía llegar a tener, pero eso demostraba unas características muy interesantes hacia el rubio, por lo que lo miró tomar esas prendas de forma brusca y con un deje de indiferencia. Rió un poco por ello, pues le parecía divertido aquella actitud tan arisca que tenía... ¿Qué más se podía decir? Le atraía ese ser. Lo vió salir con un conjunto que francamente no le gustó... Parecía más viejo. Soltó unas carcajadas, al igual que unas trabajadoras, al verlo con ese conjunto.

- ¿Eres caprichoso... No? - lo miró desde su lugar, tomando algo de té, cruzando sus piernas de forma sútil - Como sea... Llevate lo que quieras... - comentó, serio, mientras miraba unas cuantas ropas de ahí que tambien le gustaría probar, pero solo pidió una chaqueta y uno que otros accesorios.

Al verlo salir con otro estilo de ropas, lo miró atento, detallandolo con sus ojos y "comiendolo" con estos. Se veía hermoso, bueno, ya lo era, pero se veía... Tan bien que ni palabras, ni poetas dirían lo que sentía Hiromu en esos momentos. El comentario contrario le sacó de los pensamientos, era realmente gracioso... ¿Que adulto haría semejante "show"? Ir y probarse ropas una tras otra, haciendo dialogos como esos, que le gustaban o que no, parecía más un adolescente enfurruñado... ¿Tal vez estaría un poco molesto por como lo trató? Ah... Quería salir de esa duda.

- Kasumi-san... - lo llamó un poco más respetuoso - ¿Esta enojado por como te he tratado? - dejó la taza con su platito en la mesa, mientras bajaba su pierna y se ponía de pie, viendo las prendas que el otro comenzaba a vestir nuevamente - Aunque actuando así, tienes un lado tan... Infantil y caprichoso... - dijo, sincero, pues no iba a retener las palabras y pensamientos que tenía acerca de Kasumi. Curvó una sonrisa burlesca, sabiendo o esperando la respuesta del otro.

por Invitado Mar Mayo 17, 2011 10:48 pm

Completamente ignoró cada comentario del menor, dignandose a no contestarle pues, su orgullo y la manera en el que otro tuvo de tratarle no es que fuera precisamente la más adecuada para un hombre de a pie, tal como el castaño se definía a sí mismo o al menos cuando lo era antes de que ocurriera todo aquel maldito infierno.

Mientras en su cabeza continuaba teniendo peleas y peleas consigo mismo y con cosas de aquel rubio se cambiaba de ropas, mostrandolas después nuevamente y pese a ser algunas algo horteras se las terminaría por llevar tan solo por hacer que el menor gastase dinero de forma inutil pues esas ropas quizás las terminaría por tirar a la basura. Al parecer tanto tiempo encerrado hicieron de él una persona aun más rencorosa de lo que esperaba que iba a ser.

Una vez escuchó la voz del menor suspiró y frunció el ceño, desviando la mirada mientras se colocaba una nueva camisa con unos estampados que no pegaba nada para un hombre de su edad. Chasqueó la lengua por las dos últimas palabras y volteó el rostro para mirarle, escondiendo un gruñido.

-Sal de aquí, ¿no vez acaso que me estoy cambiando? eres un maleducado -Comentó con desagrado, volviendo a darle la espalda.- Aquí el único crío caprichoso eres tú... los tipos como tú no me hacen ningún tipo de gracia, habría preferido seguir allí dentro y sintiendo latigazos a ser humillado por un niño de teta... -Comentó malhumorado, tomando los pantalones del perchero, provandolos por delante para ver si la cinturilla quedaba bien o era pequeña.

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