Muerta de asco...

Caminé, acompañada de dos armarios con patas -un par de tíos inútiles que no paraban de vigilarme-. Me dejaron tirada en un salón poco iluminado, y sin fijarme en si había o no gente alrededor, me senté en un pequeño rincón. Desenfundé a Bloody, la pistola que llevaba entre los pechos y que sí... no tenía balas... aún así, fueron lo suficientemente amables para dejarmela. Era la cuarta vez que me escapaba, y sabía que si había una próxima, es probable que no lo contara.

Suspiré, encendiéndome un cigarro, cuyo humo flotó en el aire, extendiéndose por todo el lugar poco a poco. ¡Qué asco! Oí a los dos matones referirse a mí antes de irse. Algo cómo que "ya me tenían", y que "no volvería a escaparme". ¡Qué se fueran todos a la mierda! Si la palmaba, pues listos. A la mierda. ¡A la jodidísima mierda! Me tumbé hacia atrás, apoyando la espalda en la pared, en una posición un tanto provocativa -arqueando la espalda, el busto hacia arriba...-, saboreando el humo que se filtraba en mis pulmones.

Si esta vez alguien me compraba, me aseguraría de cortarlo a cachos y huír. Ir a un sitio donde me dejaran en paz de una vez, lejos del mercado negro y de todo ese mundo lleno de MIERDA. Pero bendita mierda... al menos si me dejaran usarla a mi manera. Usarla... la idea me sobrecogió... me encantó. Puse los ojos en blanco, y volví a guardar a Bloody en su sitio. Me mordí el labio ligeramente, mordiendo el cigarrillo... todo el tabaco se extendió por mi boca... y me lo tragué gustosamente. Reí ironicamente y suspiré. Si ese era mi lugar, al menos, no se lo iba a poner fácil. La idea de ser la propiedad de alguien me torturaba, ¡¡qué asco!! Pero por otro lado, no estaría encerrada en ese... lugar asqueroso, sin contacto alguno con el exterior.

Sólo tenía que esperar. Esperar... a ver si alguien se interesaba por mí... luego ya me las ingeniaría para hacer lo que quisiera, con amo o sin él...

[Se podra? saludos! =) ]
---------------------------------------------------------

Ya llevaba varios días encerrado en su celda, e incluso ya se estaba mentalizando de quedarse ahí lo que restara de su vida, dudaba que alguien lo sacara de ahí, así que ¿que más podría perder?, su sueño de formar parte de las ligas de futbol japones ya se lo habían arrebatado cruelmente desde que había pisado ese lugar.

Algo lo hizo salir de sus pensamientos ¿era humo?...aquel aroma a tabaco se estaba colando por las pequeñas aberturas de su celda, vaya que era desagradable, cubrio su nariz un poco para luego levantarse del suelo en donde estaba sentado y volver su vista marrón donde el salón de al lado de su celda, no se veia muy bien entre los barrotes, así que no podía visualizar quien era, quien estaba produciendo tanto humo.

Por lo que se introdujo en un hoyo que él había hecho en su celda para dar con aquel salon, puesto que estaba justo al lado, solo usaba su camisa para cubrir ese hoyo en la pared cada que entraba o salia de este, así que en esos momentos no traia su camisa consigo porque quizo tapar la evidencia de que en efecto tenía una posible vía de escape del mercado negro, solo que aun no la ponía a prueba para ir al exterior.

Cuando al final llego a aquel salón, tuvo que taprse de nuevo su nariz con sus manos, ¡dios! era insoportable ese olor...sin embargo siguio caminando por el lugar hasta dar con una silueta que apenas podía distinguir ya que el lugar estaba un tanto oscuro.

- Oye!...¿por que hay tanto humo aqui?....-

Le dijo aquello bastante curioso, él solo permanecia con sus pantalones puestos, no traia ni zapatos, de esa manera podía sentir el suelo rasposo y un tanto deteriorado, al menos había podido conservar su camisa y sus pantalones, aunque la camisa por ahora tapaba discretamente su futura manera de escape algun día.