-Sueños húmedos- [Supernatural fic / DxC]

Spoiler:

En que minuto se permitió sucumbir de aquella forma ante las emociones humanas? Él, un ángel, el más fiel soldado de Dios, ese que mantenía su ciega fe en el creador, más ardiente e innegable que en cualquier otro de sus celestiales hermanos, se hallaba ahora sumido en una serie de dudas y cuestionamientos…y la causa de estas confusiones en su mente no era otro más que Dean Winchester.
Si, Dean, ese alocado e intrépido cazador, amante de las hamburguesas y la comida chatarra, ese que con solo una sonrisa y un par de palabras hacia caer a las chicas rendidas a sus pies…o más bien a su polla, porque en eso estaba bastante claro, que el mayor de los hermanos no buscaba relaciones serias; quizás por falta de tiempo o falta de interés. Pero sí que era el mejor llevándose a chicas a la cama, o a una esquina oscura, o a la parte trasera del Impala, o a cualquier lugar donde pudiese follar sin ser interrumpido.

El punto es que no sabía cómo, pero había llegado a encantarse con aquel humano, a sentir por primera vez en su extensa vida, ese bichito llamado curiosidad y que lo llamaba a preguntar como un niño pequeño, el porqué de cada movimiento de Dean. Algo curioso, se decía a sí mismo, que siendo un ángel haya sido atraído por todo lo que su celestial esencia repudiaba; lujuria, gula, pereza, soberbia, y así tantos otros pecados que conformaban la personalidad de aquel joven humano al que ahora observaba en la seguridad de su invisibilidad.

Dean se removió ligero en la cama, al parecer algo incómodo y acalorado con las imágenes que su inconsciente enviaba a su cerebro haciéndolo tener un sueño de tipo desconocido para Cass. El ángel, sentado a un lado del cuerpo ajeno, lo observó frunciendo ligeramente el ceño en señal de prestar atención, de querer descubrir sin tener resultado que era lo que incomodaba al humano. De pronto las orbes verdosas se mostraron, cuando sus parpados se abrieron de golpe y un jadeo quedo escapo de sus labios entreabiertos seguido de su diestra la cual cubrió parte de su rostro mientras intentaba calmarse y caer en cuenta de que había vuelto al mundo real, lejos de aquel perturbador sueño.


Cuantas veces iban ya? 3….5….quizás 7? no era normal, definitivamente no era normal, lo común para él era soñar con senos prominentes y finas cinturas, con muslos generosos y voces suaves murmurando su nombre entre gemidos placenteros, esos si eran sueños! Pero aun cuando ya había vuelto a la realidad lejos de las jugarretas que su mente le hacía, no podía quitarse de la cabeza ese azul profundo y atrapante de los ojos de Castiel mientras se lo follaba…si, había tenido un sueño húmedo con el bueno y puro de Cas, y porque no decirlo también: idiota. Porque si algo había que admitir era que a pesar de que el ángel rehuyera de todos los pecados y malos actos que la humanidad cometía a diario, ciertamente pecaba más a menudo que muchos de los hijos de Dios, pecaba de ingenuo, de inocente, y vaya de qué forma lo hacía, tanto que muchas veces a Dean le daban ganas de darle un buen golpe y gritarle que se diera cuenta de las cosas de una vez por todas y dejara de ser tan confiado.

No entendía como paso de ser un semental adicto a las féminas y sus curvas, a lo que era ahora; un hetero con serias confusiones.
De un tiempo a esta parte tenía que admitir que aquel desagradable habito de Cas de no respetar su espacio personal en cada repentina aparición, ya no le molestaba tanto como antes, y en las últimas ocasiones ya no reclamaba por ello como solía hacerlo, sino que más bien guardaba silencio y se quedaba mirando esos ojos profundos por algunos segundos antes de decidirse a recuperar aquel metro cuadrado del que todo ser viviente era merecedor, sin otro ente transgrediendo aquel privado espacio.

De una extraña manera el ángel empezaba a llenar ciertos vacíos que su hermano estaba dejando…porque si, muy a su pesar, pero debía admitir que con Sammy las cosas ya no eran igual, y no entendía la maldita razón, pero su preciado hermano menor empezaba a distanciarse cada día un poco más sin poder hacer Dean nada por evitarlo.
Sería la sangre de demonio? o quizás era algo mucho más simple que eso, tal vez simplemente el menor de los Winchester había decidido empezar a explorar el mundo fuera de la sombra y los ojos atentos de su hermano.
Ya no le extrañaba que la mayoría del tiempo, al despertar de madrugada la cama a su lado se hallara vacía, y sin dejar Sam ni una sola nota con alguna explicación. No podía pretender que estuviesen siempre pegados, y tampoco es como si lo deseara, pero era inevitable que aquel progresivo e inquietante alejamiento entre ambos terminase por causar cierta soledad en el alma del de hebras más claras. Y ahí estaba Cas, siempre con sus infartantes apariciones, pero que lograba con su sola presencia hacerlo sentir mejor. Como no confundirse entonces? Porque era una confusión verdad? no podía ser otra cosa… o sí?

Algo sudado, con la camiseta pegada a sus firmes abdominales y un ligero tono rojizo en sus pómulos se levantó de la cama de aquel motel de poca monta para caminar directo al cuarto de baño, siendo seguido por la mirada del ángel quien aún no se dejaba ver. Cerro la puerta tras de sí y con las manos apoyadas a cada lado del lavabo se miró al espejo, bajando luego la vista hasta su entrepierna, notando el bulto que se dejaba ver bajo la tela fina del oscuro bóxer y lanzando una pequeña blasfemia por lo bajo.
Bien, debía remediar eso, por muy marica que fuese el tocarse pensando en Cas, no se iba a quedar con una dolorosa erección atormentándolo el resto de la noche, y en vista de que Sam nuevamente se había ausentado, aprovecharía antes de que llegase para deshacerse rápido de su calentura y de paso dejar de darle vueltas al asunto de lo que el ángel causaba en él.

Era simple; se corría una buena paja, volvía a dormir como si nada, y al otro día nadie se enteraría.
Por su parte Castiel, movido por la curiosidad que el cazador hacia surgir en él, se decidió a seguir los pasos del más joven, atravesando la puerta cual fantasma sigiloso para transgredir nuevamente la privacidad de Dean, claro está sin que este se enterara. Llegando justo en el momento en que esos dedos fuertes y varoniles rodeaban el propio miembro para empezar a bombear, de forma lenta y rítmica, terminando de despertar aquella virilidad la cual se encontraba ahora dura en la mano de su dueño, quien mantenía los ojos cerrados reviviendo las escenas de sus, cada vez más recurrentes, sueños eróticos con el angelito de nobles principios.

Arriba y abajo, aumentando a cada segundo un poco más la intensidad de aquel vaivén, se permitió jadear ronca y suavemente, de manera casi inaudible, para alivianar un poco la carga de su pesada respiración. Intentó por un minuto hacerse la idea de una chica hermosa y sexy retorciéndose bajo sus embestidas, pero claramente la imagen de Cas agitándose y gimiendo de placer lo calentaba mucho más, tanto que siquiera fue consiente de cuando de su boca salió un murmullo….”Cass…” susurro de forma claramente audible para el ángel quien lo miraba ahora con una curiosidad que no radicaba precisamente en el acto que su compañero conducía, sino más bien en el porqué de haber pronunciado su nombre en tal situación.

Recordaba de las tantas conversaciones con Dean, una en particular en la que este se empeñaba en hacerle ver al ángel lo placentero del sexo, sentándolo frente a la mejor película porno que había encontrado para alquilar en una tienda cercana, mientras iba relatándole y explicando las dudas del mayor frente a los extraños roces y gemidos que compartían aquellas mujeres con los varones del video. Una escena en particular se le vino a la mente, pues recordaba claramente como una de las chicas había hecho con su mano, lo mismo que ahora el cazador se hacía a sí mismo, y luego de unos minutos había bajado para reemplazar esos dedos con su boca en la cual metió sin pudor todo el falo que antes masturbaba.
“Eso es una mamada y supieras lo bien que se siente Cass….seguro no dejas de prestarle tu polla a cualquier chica que se te cruce por delante” había dicho con una amplia sonrisa en el rostro, como si estuviese recordando las experiencias vividas.

Dean le había dejado más que claro que aquello que la chica había hecho en el video se sentía extraordinariamente bien para el hombre, aunque como era de esperarse solo vio unas cuantas escenas más antes de levantarse para alejarse de la tv con gesto contrariado, pues la incomodidad en su pantalón se hizo presente obligándose a preguntarle al otro que estaba pasándole a ese cuerpo, a lo que el humano solo respondió burlándose un poco y mandándolo a tomar una ducha fría.

Ahora, mientras seguía observando la mano contraria moverse a cada segundo con un ritmo más elevado, y a Dean morderse el labio inferior claramente tratando de acallar los placenteros jadeos, surco por su mente la idea de ayudar al humano en aquella labor.
De una forma que aún no podía entender del todo, deseaba que aquel joven cazador se sintiera siempre bien, y es por eso que aparecía cada vez que notaba la tristeza adueñarse de su alma; no era alguien de muchas palabras, pero al menos podía estar ahí acompañándolo aunque fuese en silencio o para dejarlo dar alguno de sus monólogos sin sentido.
Así fue como, impulsado por un sentimiento mucho más humano que angelical, se situó de pie junto a Dean y tomo su mano para detenerla al mismo tiempo que se hacía visible para él, clavando su mirada aguamarina en el ahora sorprendido rostro contrario.

-Déjame ayudarte….
-Mierda! Cas, que no sabes lo que es la maldita privac…mhh…. –sus palabras fueron interrumpidas por un hondo jadeo que busco reprimir sin reales resultados, cuando la mano del ángel ahora sobre la propia, empezó a moverse obligándolo a seguir con aquel vaivén que había sido detenido por la impresión de aquella “compañía”.

Los ojos azules se clavaron de forma intensa y penetrante en el rostro de Dean, buscando en este los indicios o reacciones que había visto en aquel video, y guiándose por aquel ligero rubor en sus mejillas y la respiración que volvía a agitarse, supuso de buena forma que no iba por mal camino, por lo que continuo con aquel movimiento de su mano, pero ahora retirando la de humano para permitirse tomar directamente su miembro y seguir con esa masturbación.
-Que m…mierda haces….Cass? –logro articular devolviéndole la mirada intensa, mientras notaba como el servidor de Dios lo empujaba lento hacia atrás, hasta hacer que su espalda se topara contra la frialdad de la pared del baño.
-Solo te hago sentir bien –respondió seguro, y con aquel tono de voz imperturbable, que a pesar de mostrarse casi como la voz grabada de un autómata, dejaba entrever algo de vida- me llamaste y vine.

“llamarte? pero que carajos….yo jamás te….mierda” se dijo a sí mismo al recordar aquel leve jadeo susurrando el nombre del ángel cuando había empezado a tocarse. Entonces desde aquel minuto lo estaba observando pasándose por el culo eso llamado “privacidad”? En fin, en su mente ya eso pasaba a un segundo o tercer o milésimo plano, pues lo único que ocupaba realmente su cabeza eran las sensaciones que aquella mano inexperta le brindaba con ese movimiento torpe pero decidido; y como Dean era animal de instinto y no de raciocinio como su hermanito, pues se dejaría llevar por el momento.

El rostro de Castiel se acercó bastante, tanto como para sentir los jadeos cada vez más fuertes de su compañero chocar sobre sus labios, mientras la presión ejercida por sus dedos aumentaba otro tanto pero aun así conservando el ritmo antes impuesto. Ambas miradas chocaron con intensidad, y el humano, sin preocuparse de pensar si aquello estaba bien o no, lo agarro por el cuello de su gabardina beige para tirar con fuerza de él y reducir esa poca distancia a nada, uniendo sus labios con rudeza y quizás algo de necesidad, notando los fríos de Cas quedarse quietos mientras Dean ahora los lamia antes de moverse sobre ellos, respirando agitado y con sus miradas aun encontrándose.
Pero aquel ángel, carente de cualquier experiencia de ese tipo, solo se concentró en no abandonar el movimiento de su mano, mientras la calidez de la boca ajena jugaba en la propia. La mano del más pecador lo tomo por el mentón, y con el pulgar casi lo obligo a separar sus labios para inmiscuirse en esa cavidad húmeda con su lengua, cayendo en cuenta que sentirlo en la realidad era incluso mejor que en esos sueños repetitivos y siempre ardientes.

Pero los otros labios seguían igual de estáticos, mostrando Castiel en su rostro su, cada vez más recurrente, expresión curiosa y algo perdida.
-Sabes? es más divertido cuando las dos bocas se mueven….no soy muy amante de los maniquís –murmuro antes de volver a retomar el beso, mordiendo y tirando levemente del labio inferior del ángel esperando su reacción, que muy para su sorpresa fue totalmente satisfactoria.

Un beso furioso y completamente entregado fue lo que recibió a cambio de esas palabras, sintiéndose totalmente arrinconado contra la pared e incluso algo dominado cuando su celestial protector se entregó completamente a algo que no entendía, pero que empezaba a quemar en su interior.
Curiosidad….no, era mucho más que eso, era como un fuego que le había dado el empujón que necesitaba para dejar, por primera vez, de pensar y simplemente actuar; no por órdenes de otros, no por cumplir con su deber, sino por su propio deseo de que así fuera. Alto….los ángeles podían desear? tenían acaso derecho a moverse por cuenta propia? que importaba, la boca de Dean se sentía realmente cálida y húmeda, y podía sentir el corazón de aquel contenedor en el que residía latir con algo más de fuerza por la agitación.
Fue un beso rápido, pero tan intenso que para ambos pareció durar mucho más que solo unos minutos, y al momento de separarse, antes de que el hermano Winchester pudiese fijar nuevamente su vista en el ángel, este ya se arrodillaba frente a él, dedicándole una mirada desde abajo antes de lamer su miembro de la base a la punta, imitando lo mejor que podía las imágenes que recordaba de esa película.

No estaba pensando, solo se estaba dejando llevar por el impulso de hacer sentir bien al humano a su cargo, involucrándose quizás de forma algo prohibida con él, pero de una manera que no llegaba a desagradarle para nada.
En respuesta a sus actos un nuevo jadeo mucho más ronco y profundo se dejó oír en el pequeño cuarto de baño, y las verdes orbes no podían apartarse de lo que su ángel hacía en ese minuto, posando una mano en su hombro y apretando suavemente ahí, claramente sin intenciones de detenerlo aunque no llegaba a comprender como es que el puro Castiel se había lanzado a aquello.

Llego a la punta, donde la rodeo con sus labios y succiono un poco mientras sus manos se dedicaban a bajar por completo los boxer para que no estorbasen en su tarea. En las pornos siempre veía que estaban todos desnudos, pero suponía que en aquel momento no era de vital importancia seguir cada detalle de lo que ahora ocupaba como referencia, y de forma inesperada y nada sutil, termino por meterse aquella palpitante erección por completo a la boca, envolviéndola en su cálida humedad, provocando que el otro chico estirara su cuello hacia atrás y cerrara los ojos en algo más que un jadeo, pues había arrancado de él un gemido gutural.
-C-Cass….. sigue –ordeno mientras apretaba un poco más sus dedos en torno a la tela de aquel cubretodo que el ángel jamás se quitaba, y claramente su petición fue oída y concedida cuando se inició entre sus piernas un vaivén que provocaba que su miembro saliera para volver a entrar en esa boca, a un ritmo lento pero firme.

Si debía ser sincero había tenido un montón de mamadas por lejos mejores y mucho más expertas que esa, pero esta en particular, por ser de su ángel guardián y no de una chica cualquiera, lograba el primer lugar de las fantasías que probablemente pasarían por su cabeza en unas horas más.
-mmhg….tus dientes, ten cuidado joder…. –se quejó gruñendo cuando sintió el roce algo bruto y doloroso de la dentadura ajena rozándolo, pero lo bueno de tener un “libro en blanco” como lo era Castiel en ese tema, es que podía moldearlo y escribirlo, y como el ángel era uno de los mejores en seguir ordenes, no dudaba en dárselas.
Más rápido de lo que pudo esperar, el placer de esa felación empezó a recorrer su cuerpo de forma deliciosa, arrancándole más jadeos roncos y varoniles, obligándolo a llevar la mano desde el hombro ajeno hasta su nuca, para luego subir a la parte posterior de su cabeza y apretar un poco sus cortos cabellos para empezar a guiarlo, a una velocidad claramente más elevada. Cas solo siguió esas mudas instrucciones, sintiendo el miembro palpitante y cada vez más cálido en su boca, metiéndolo y sacándolo mientras ejercía presión con sus labios, cuidando ahora de no volver a rozarlo con sus dientes.

Subió nuevamente la vista desde su posición, para mirar el rostro de Dean que se contraía en expresiones que denotaban cada vez mayor placer, o al menos eso suponía, y pudo percibir un sabor algo salado en su boca.
El preseminal empezaba a escapar de la punta de su enrojecido falo, mientras el dueño se esforzaba en que su, por ahora, amante no abandonara su tarea. Castiel poso una de sus manos en la cadera de su protegido, encontrando ahí un punto de apoyo y acariciando levemente la piel con sus dedos toscos. La frialdad de la pared contrastaba perfectamente con el calor en el cuerpo del humano, provocando que parte de los poros de su piel se erizasen en parte también por el placer recibido.
Estaba cerca de acabar, y sus dedos apretaban ahora con fuerza el agarre en las hebras del ángel para acelerar un poco más sus actos, manteniendo los ojos cerrados y dejando salir a cada segundo más gemidos ahogados.
-Mmh…s-sigue…. así –mierda! estaba llegando a la puta gloria a manos de un ángel…literalmente, y mientras este se concentraba en no perder el hilo de su labor, su contraparte estaba a punto de alcanzar el orgasmo.

- A-aléjate! –dijo de pronto, sin poder Cas entender a que se debía tan repentina orden, cuando era totalmente contraria a la mano de Dean que seguía guiándolo a un ritmo elevado.

No tuvo tiempo de alejarse como le había sido pedido, y su boca de pronto se llenó de una calidez repentina y viscosa, al mismo tiempo que oía un último gemido largo de parte del humano.
Ciertamente había alcanzado la gloria… tanto que no pudo contenerse antes de correrse en la boca contraria, abriendo los ojos para volver a mirarlo y encontrándose con un Cas con los ojos bastante abiertos, sacándose el miembro de la boca y mirándolo sorprendido, sintiendo la boca llena de un líquido espeso que Dean sabía perfectamente que era.
Claro que era normal haberse sorprendido así, cuando de las pocas veces que había visto las escenas que Dean le mostraba, jamás había terminado de ver alguna de las películas, por lo que tampoco estaba en su base de datos lo que era un orgasmo, o lo que salía de la virilidad de un hombre cuando alcanzaba tal punto de placer.

1…..2…..3 segundos y Castiel se encontraba ahora inclinado sobre el w.c escupiendo lo que no se había atrevido a tragar, tosiendo un par de veces y limpiándose la boca con el torso de la mano.
Dean no pudo contener una ligera carcajada seguida de una sonrisa suave en su rostro, pasando una mano por sus cabellos y suspirando un tanto mientras se encontraba con la expresión algo asustada y confundida del más alto quien se había volteado a mirarlo, antes de volver a escupir una última vez.

No había remedio….era un ángel, uno bastante puro e inocente escondido tras la máscara de guerrero frio e imperturbable, pero al fin y al cabo era SU ángel verdad?


Fin

Jejjjeje gracias por tu opinion en serio!
son cosas que me hacen feliz y me animaran a seguir -w-
y claro que te dare mi msn n.<!
te lo envio por interno

Castiel es un angel bastante especial, la verdad deberias ver un poco de esta serie de tv para entenderlo, cada uno tiene su personalidad muy definida y a veces es dificil llegar a entenderlos, pero di lo mejor de mi para plasmar lo mejor posible a Dean y Castiel sin caer en el Ooc

OMG! *w* Dios, esta muy bueno x//DDD, hace mucho que quería que sucediera algo así entre Dean y Cass *-*, muy muy muy bueno el fic 8//D