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Axis Nayls.
Pure Bestiality :: Personajes :: Fichas :: Fichas de Pets
Página 1 de 1.
Axis Nayls.
►Nombre: Axellis.
►Apellido: Nayls.
►Apodo: Axis, Ax o Axel, pero el primero es más usado.
►Edad: 19.
►Sexo: Maculino.
►Orientación sexual: Homosexual – Suke.
►Raza: Cuervo.
►Descripción psicológica: Astuto, sagaz, rebelde, orgulloso y muymuy, muy, MUY cabrón. Convenido a más no poder, caprichoso, relajado, habla sin que nada le haga asco -por lo que su vocabulario, a veces, no es del todo bonito, o más bien es muy crudo-, fresco con cualquiera y no tiene ni los más mínimos escrúpulos. Dice lo que piensa al pie de la letra, jamás se queda callado si algo no le parece y es sincero al punto que sus palabras pueden ser hirientes, por tal, es algo hablador… quizá. Los que logran conocerle llegan a ver más defectos que virtudes, sin embargo, Axis también guarda en lo profundo algún lado misericordioso con la humanidad (?). Pierde el interés en las personas muy rápido, e incluso prefiere no relacionarse tanto con éstas pues mostrarse distante luego le parece problemático, aunque realmente no es raro que parezca sociable algunas veces. Aún así, su sola presencia intimida al resto inconcientemente.
Despreocupado, ocioso, caprichoso, antojado y, sobre todo, demasiado inteligente para desperdiciarse en la vagancia. Es tan listo que nunca hace ni el más mínimo esfuerzo por conseguir lo que quiere, y esto lo podría demostrar en cualquier simple plática. Es manipulador sin ser conciente de ello, sabe usar muy bien su lengua al influenciar a los demás y siempre escoge con quién debe socializar. Aunque no se ha dado la oportunidad todavía, puede llegar a enamorarse. No suele mostrar sus verdaderos sentimientos por considerarlos inútiles o sin sentido si de relaciones amorosas se trata, y exclusivamente para esto es en demasía lentopero para el sexo no lo es (?). ¡Sin embargo! No tarda en marcar lo suyo como su propiedad, no tiene vergüenza alguna en mostrar sus descontrolados y excesivos celos, mucho menos con lo posesivo que es, y hará lo imposible por obtener lo que quiere de la otra persona, ya sean mimos, sexo, o lo que se le venga en gana, como cosas materiales, por ejemplo. Para esto último es tan manipulador, influyente e inteligente que es de temer.
►Descripción física: Nunca se ha quejado de su apariencia y, la verdad, no tiene razones para hacerlo. Tanto su peso como su altura son desconocidos ya que no tiene interés en saberlo, además, para él eso es algo de lo que sólo las mujeres deberían preocuparse. Sin embargo, y fuera de sus creencias, a simple vista tiene un cuerpo balanceado: delgado, de vientre plano y con músculos que, aunque no estén muy marcados, le permiten tener la agilidad y rapidez que posee. Su altura va en relación a la contextura de su cuerpo, es decir, su figura se ve en armonía para su habitual suerte. El sol no es de su entero agrado, por tal, broncearse tampoco lo es. Esto ha ayudado a que, con el tiempo, su piel continúe manteniéndose así de blanca como es, tan nívea y sin imperfecciones. Quizá por las ropas que lleva no se note que es lampiño, aunque dicha característica no sea de su conocimiento porque tiene asuntos más importantes en los qué pensar (?). Sus alas, las de cuervo, son de plumaje negro. Éstas son majestuosas y amplias, aunque usualmente están escondidas a perfección. Pueden ser tanto mostradas como ocultas a su total voluntad.
Pasando a su cabello, éste desde siempre ha sido enteramente todo un caso (?). Es azabache con un ligero brillo castaño, el cual tira entre marrón y rojo. Sin tener la necesidad de teñirse el cabello o algo por el estilo, posee mechas más pelirrojas y claras que el resto de su cabellera. Tiene también algunos rayos más delgados que brillan luciéndose rubios y, según la luz y el ángulo, podría aparecer algún brillo verdoso o azul. Y no, no es producto de tintes ni nada (?), más bien poco interés le da a su aspecto. Sus hebras son delgadas y finas, bastante suaves y sedosas. Tiene un corte desmechado que le hiciera parecer despeinado si no fuera porque es lacio, además, es tan manejable que rara vez piensa que debe peinarlo. Es brilloso y luce cuidado, aunque no lo esté, y tiene un flequillo que le tapa el ojo derecho en parte.
Sus cejas son delgadas, delineadas con una forma que le da esa mirada de rebelde y astuto. Sus ojos agatados poseen un color verdoso atractivo, brillante y profundo, luciendo como mismas esmeraldas. Éstos están adornados por unas espesas y abundantes pestañas, las cuales dibujan alrededor una ligera línea gruesa tan fuerte que pareciera que tuviera ojeraso que se hubiera echado maquillaje (?). Su nariz es pequeña, perfilada y respingada, mientras que sus labios, de sonrisa provocadora y seductora, son delineados a exactitud, teniendo un color más rosado o rojo que en el resto de su cuerpo.
►Gustos y disgustos:
●Gustos: En una primera impresión cualquiera pensaría que todo le molesta, pero es completamente lo contrario, realmente. Lo que más adora es su perfectísima suerte, la cual siempre lo acompaña, y espera que no lo abandone algún día. Después de eso, está su tranquilidad y serenidad. Gusta mucho de las tardes en las que sólo el sonido de un reloj podría hacerle irritar. En estas mismas tardes gusta de mirar el atardecer con algún cigarrillo en la boca, o con bebida a la mano. Siempre solo que mal acompañado, por supuesto. Las noches o madrugadas son otros momentos de disfrute, pues normalmente suele pasársela dormido toda la mañana hasta llegar la tarde. Por lo mismo, ama también dormir de día y que no lo despierten hasta que su cuerpo haya dormido lo suficiente como para despertarse por sí solo. Le gusta, como anteriormente se dijo, la bebida y el cigarrillo, ya sean en la intimidad de una habitación o en el iluminado ambiente de una discoteca, bar, o lo que sea. Tiene buen aguante con el alcohol, ciertamente, sin embargo, esto no es más que simple apariencia. Puede estar de lo más ebrio posible, y habla coherentemente, camina correctamente y no muestra síntoma alguno de malestar. No obstante, no es conciente de lo que hace, así que cuidado con esto: puede enfadarse muy fácil, o su apetito sexual puede aumentar drásticamente.
Otro de sus gustos es beber leche descremada directo del envase (?) y la comodidad. Si puede vivir bien de otros lo hará, no obstante, jamás pondría eso primero que su orgullo. Gusta de la música estruendosa, de fastidiar a los demás(?) –sí, lo hace, especialmente si está aburrido-, y de minimizar al resto usando sólo palabras. Si se le hace una pelea no dudará en usar todos sus recursos para ganar –AMA ganar-, pero no suele involucrarse tanto como para llegar a usar los puños. No es pacifista, pero las peleas físicas simplemente no van con él. Y… etc. (?).
●Disgustos: Pocas cosas le disgustan, aunque éstas son de lo más quisquillosas y antojadas. Molestosas un poco, pero de tener sus razones, las tiene. Odia el sol tanto como odia broncearse, pues luego arde terriblemente. Odia también que no le presten atención, que pasen de hacer caso a sus caprichos y que no noten su presencia. ¡Pero! Lo que más odia es que las cosas no salgan como él las planea, sin embargo, rara vez pasa. No le gustan los lugares demasiado cerrados y poco ventilados. No es claustrofóbico, para nada, pero en lugares como esos no se siente del todo libre y relajado, como tiene que ser. Tampoco le gusta el dinero. Y no, escribo y leen bien (?). No le gusta el dinero por el simple hecho de que es difícil de obtener –a menos que robe o algo parecido, lo cual es problemático-. Además, trabajar no es lo suyo. Lo que sí le gusta es gastar el dinero de otros. Es más fácil así (?).
Le disgusta, también, tener que esperar. Es muy impaciente, tanto que podría forzar las cosas con tal de salir con su gusto. Aunque, eso sí, jamás luce tan impaciente como es en realidad. Su rostro se mantiene tranquilo, sin alteración alguna, además, es difícil que se impaciente con algo ya que ciertamente jamás espera nada de nadie. Odia que intenten mandar sobre él. Esto es algo que no perdona fácilmente, al menos no hasta ver que es él quien tiene el control… o parte de éste. Le incomoda que traten de indagar en él, que le pregunten sobre su pasado o que siquiera sean curiosos respecto a algunas características suyas. Tampoco le agrada tener errores y ser reprendido por éstos. No es que se crea perfecto, es sólo que no le gusta. Así de simple. ODIA perder, la infidelidad y que intenten verle la cara de tonto, porque no lo es. No le gustan los insectos, la carne (aunque hay días con excepciones (?)), la ropa muy gruesa y hacer esfuerzos físicos, entre otras cosas.
►Historia: A decir verdad, poco recuerda de su pasado. No conoció jamás el rostro de su padre o de su madre, y no buscó hacerlo, porque desde muy pequeño siempre fue conciente de que ellos sólo lo veían a él como una carga. No por nada estaba en un orfanato, aunque eso ya poco importaba. Llegó a dicho lugar a la edad de dos años con sólo las prendas que llevaba puestas. No traía consigo ninguna fotografía, relicario ni nada asemejado, sólo su presencia fue lo que las personas que lo acogieron ahí vieron. Fue por eso que, con el pasar del tiempo, poco a poco comenzó a hacerse a la idea que sus padres no lo querían y que lo habían dejado a su suerte porque representaría problemas en un futuro. No pasaron muchos meses cuando una envidiable pareja de esposos lo adoptaron. Ellos parecían realmente interesados en tener un hijo, aunque, por alguna extraña razón, ambos siendo fértiles no lo tenían. Fue pura casualidad que eligieran a Axis. Éste había salido de su habitación sin permiso, y dándose una escapada había llegado sin querer hasta donde ellos estaban. La mujer lo vio adorable, y el hombre quiso satisfacer el deseo de su esposa.
La pareja, después de adoptar al azabache, se instaló en Francia, teniendo como hogar una de las residencias más lujosas y hermosas que la zona tenía. Eran de buena economía gracias al trabajo de su padre, el cual era empresario, por lo que Axis, recibiendo su nombre actual gracias a sus padres adoptivos, disfrutó de cuanta comodidad pudo, y exigió cuanto antojo tuvo. Fue muy mimado y querido, además, su educación fue de primera y muy avanzada para tratarse sólo de un niño de doce años.
Su madre enfermó cuando él cumplió los trece y murió un par de meses después. Así, su padre sin saber muy bien cómo criar al niño él solo, decidió volver a casarse, esta vez con una mujer que conoció en su trabajo. El padre, cuando Axis ya había cumplido los quince y era perfectamente conciente de lo que sucedía, falleció envenenado por su propia mujer. Ésta se llevó al chico junto a la fortuna que heredó de sus adoptivos padres a Tokyo, Japón, aprovechándose así de la reciente muerte de su fallecido esposo e instalándose ahí para disfrutar del dinero del menor aunque no le perteneciera. Era más que obvio que se había casado por interés, y ahora que el único beneficiario era Axis no tenía dónde caerse muerta, además, el azabache poco interés le daba a dicho dinero y fue de esto que ella se aprovechó para llevar una vida fácil y acomodada. Con el tiempo y la convivencia, Axis se dio cuenta de que la mujer ciertamente era lo peor que conoció en su vida: mantenida, alcohólica, ociosa y buena para nada. Fue de ella quien heredó las costumbres, gustos y parte de la personalidad que ahora tiene, especialmente su fuerte apego al cigarro y alcohol. Pocos años después, al tener ya diecinueve y verse casi en la posibilidad de independencia, sin poder soportarla y sólo para fastidiarla, comenzó a darle una serie de problemas de las que ella misma tenía que hacerse responsable. Lo abandonó enseguida y volvió a dejarlo a su suerte como una forma de despegarse de él y de todas las molestias que conllevaba mantenerlo bajo su cuidado, aunque claro, Axis ya con esa edad podía manejar el dinero que por derecho le pertenecía y podía tener, mínimo, una vida con todas las libertades deseadas. El azabache la abandonó, o ella a él, y se largó con todo lo que le pertenecía por derecho. Desde ahí no volvió a verla nunca más ni a saber de ella tampoco. Y no es que le importe demasiado, pero dejarla como la dejó de vez en cuando le trae remordimientos hipócritas, y justo ahí cierta sensación de alivio llega a él cuando recuerda que ahora ya no está ligado a su segunda, o tercera, madre.
Actualmente sigue vagando por Tokyo sin ningún propósito en especial, sin embargo, al no querer depender mucho del dinero que su padre le dejó se dedica a diversas cosas, no importando cuáles ni si son legales o no. Lo fácil siempre es bien recibido.
►Imagen del personaje:
►Extras:
●Le es difícil sonreír sinceramente.
●Podría vivir solamente de leche descremada y de sus envases (?).
●Le atrae mucho el físico de las personas, sin importar el sexo, aunque esto pase a segundo plano cuando las conoce.
●Él mismo corta su cabello.
●No le agradan ni lo tatuajes ni los piercings. Es más, éstos le parecen en demasía burdos, pero no le molesta que otros los tengan ya que no tiene nada que ver con él.
●Le gusta lo sadomasoquista, no importando en quién.
●Suele tratar a los demás como si los estuviera “amaestrando”.
►Nombre de la serie/manga/videojuego al que pertenece: No sé~♥.
►Nombre real del personaje: Tampoco sé x3.
►Apellido: Nayls.
►Apodo: Axis, Ax o Axel, pero el primero es más usado.
►Edad: 19.
►Sexo: Maculino.
►Orientación sexual: Homosexual – Suke.
►Raza: Cuervo.
►Descripción psicológica: Astuto, sagaz, rebelde, orgulloso y muy
Despreocupado, ocioso, caprichoso, antojado y, sobre todo, demasiado inteligente para desperdiciarse en la vagancia. Es tan listo que nunca hace ni el más mínimo esfuerzo por conseguir lo que quiere, y esto lo podría demostrar en cualquier simple plática. Es manipulador sin ser conciente de ello, sabe usar muy bien su lengua al influenciar a los demás y siempre escoge con quién debe socializar. Aunque no se ha dado la oportunidad todavía, puede llegar a enamorarse. No suele mostrar sus verdaderos sentimientos por considerarlos inútiles o sin sentido si de relaciones amorosas se trata, y exclusivamente para esto es en demasía lento
►Descripción física: Nunca se ha quejado de su apariencia y, la verdad, no tiene razones para hacerlo. Tanto su peso como su altura son desconocidos ya que no tiene interés en saberlo, además, para él eso es algo de lo que sólo las mujeres deberían preocuparse. Sin embargo, y fuera de sus creencias, a simple vista tiene un cuerpo balanceado: delgado, de vientre plano y con músculos que, aunque no estén muy marcados, le permiten tener la agilidad y rapidez que posee. Su altura va en relación a la contextura de su cuerpo, es decir, su figura se ve en armonía para su habitual suerte. El sol no es de su entero agrado, por tal, broncearse tampoco lo es. Esto ha ayudado a que, con el tiempo, su piel continúe manteniéndose así de blanca como es, tan nívea y sin imperfecciones. Quizá por las ropas que lleva no se note que es lampiño, aunque dicha característica no sea de su conocimiento porque tiene asuntos más importantes en los qué pensar (?). Sus alas, las de cuervo, son de plumaje negro. Éstas son majestuosas y amplias, aunque usualmente están escondidas a perfección. Pueden ser tanto mostradas como ocultas a su total voluntad.
Pasando a su cabello, éste desde siempre ha sido enteramente todo un caso (?). Es azabache con un ligero brillo castaño, el cual tira entre marrón y rojo. Sin tener la necesidad de teñirse el cabello o algo por el estilo, posee mechas más pelirrojas y claras que el resto de su cabellera. Tiene también algunos rayos más delgados que brillan luciéndose rubios y, según la luz y el ángulo, podría aparecer algún brillo verdoso o azul. Y no, no es producto de tintes ni nada (?), más bien poco interés le da a su aspecto. Sus hebras son delgadas y finas, bastante suaves y sedosas. Tiene un corte desmechado que le hiciera parecer despeinado si no fuera porque es lacio, además, es tan manejable que rara vez piensa que debe peinarlo. Es brilloso y luce cuidado, aunque no lo esté, y tiene un flequillo que le tapa el ojo derecho en parte.
Sus cejas son delgadas, delineadas con una forma que le da esa mirada de rebelde y astuto. Sus ojos agatados poseen un color verdoso atractivo, brillante y profundo, luciendo como mismas esmeraldas. Éstos están adornados por unas espesas y abundantes pestañas, las cuales dibujan alrededor una ligera línea gruesa tan fuerte que pareciera que tuviera ojeras
►Gustos y disgustos:
●Gustos: En una primera impresión cualquiera pensaría que todo le molesta, pero es completamente lo contrario, realmente. Lo que más adora es su perfectísima suerte, la cual siempre lo acompaña, y espera que no lo abandone algún día. Después de eso, está su tranquilidad y serenidad. Gusta mucho de las tardes en las que sólo el sonido de un reloj podría hacerle irritar. En estas mismas tardes gusta de mirar el atardecer con algún cigarrillo en la boca, o con bebida a la mano. Siempre solo que mal acompañado, por supuesto. Las noches o madrugadas son otros momentos de disfrute, pues normalmente suele pasársela dormido toda la mañana hasta llegar la tarde. Por lo mismo, ama también dormir de día y que no lo despierten hasta que su cuerpo haya dormido lo suficiente como para despertarse por sí solo. Le gusta, como anteriormente se dijo, la bebida y el cigarrillo, ya sean en la intimidad de una habitación o en el iluminado ambiente de una discoteca, bar, o lo que sea. Tiene buen aguante con el alcohol, ciertamente, sin embargo, esto no es más que simple apariencia. Puede estar de lo más ebrio posible, y habla coherentemente, camina correctamente y no muestra síntoma alguno de malestar. No obstante, no es conciente de lo que hace, así que cuidado con esto: puede enfadarse muy fácil, o su apetito sexual puede aumentar drásticamente.
Otro de sus gustos es beber leche descremada directo del envase (?) y la comodidad. Si puede vivir bien de otros lo hará, no obstante, jamás pondría eso primero que su orgullo. Gusta de la música estruendosa, de fastidiar a los demás(?) –sí, lo hace, especialmente si está aburrido-, y de minimizar al resto usando sólo palabras. Si se le hace una pelea no dudará en usar todos sus recursos para ganar –AMA ganar-, pero no suele involucrarse tanto como para llegar a usar los puños. No es pacifista, pero las peleas físicas simplemente no van con él. Y… etc. (?).
●Disgustos: Pocas cosas le disgustan, aunque éstas son de lo más quisquillosas y antojadas. Molestosas un poco, pero de tener sus razones, las tiene. Odia el sol tanto como odia broncearse, pues luego arde terriblemente. Odia también que no le presten atención, que pasen de hacer caso a sus caprichos y que no noten su presencia. ¡Pero! Lo que más odia es que las cosas no salgan como él las planea, sin embargo, rara vez pasa. No le gustan los lugares demasiado cerrados y poco ventilados. No es claustrofóbico, para nada, pero en lugares como esos no se siente del todo libre y relajado, como tiene que ser. Tampoco le gusta el dinero. Y no, escribo y leen bien (?). No le gusta el dinero por el simple hecho de que es difícil de obtener –a menos que robe o algo parecido, lo cual es problemático-. Además, trabajar no es lo suyo. Lo que sí le gusta es gastar el dinero de otros. Es más fácil así (?).
Le disgusta, también, tener que esperar. Es muy impaciente, tanto que podría forzar las cosas con tal de salir con su gusto. Aunque, eso sí, jamás luce tan impaciente como es en realidad. Su rostro se mantiene tranquilo, sin alteración alguna, además, es difícil que se impaciente con algo ya que ciertamente jamás espera nada de nadie. Odia que intenten mandar sobre él. Esto es algo que no perdona fácilmente, al menos no hasta ver que es él quien tiene el control… o parte de éste. Le incomoda que traten de indagar en él, que le pregunten sobre su pasado o que siquiera sean curiosos respecto a algunas características suyas. Tampoco le agrada tener errores y ser reprendido por éstos. No es que se crea perfecto, es sólo que no le gusta. Así de simple. ODIA perder, la infidelidad y que intenten verle la cara de tonto, porque no lo es. No le gustan los insectos, la carne (aunque hay días con excepciones (?)), la ropa muy gruesa y hacer esfuerzos físicos, entre otras cosas.
►Historia: A decir verdad, poco recuerda de su pasado. No conoció jamás el rostro de su padre o de su madre, y no buscó hacerlo, porque desde muy pequeño siempre fue conciente de que ellos sólo lo veían a él como una carga. No por nada estaba en un orfanato, aunque eso ya poco importaba. Llegó a dicho lugar a la edad de dos años con sólo las prendas que llevaba puestas. No traía consigo ninguna fotografía, relicario ni nada asemejado, sólo su presencia fue lo que las personas que lo acogieron ahí vieron. Fue por eso que, con el pasar del tiempo, poco a poco comenzó a hacerse a la idea que sus padres no lo querían y que lo habían dejado a su suerte porque representaría problemas en un futuro. No pasaron muchos meses cuando una envidiable pareja de esposos lo adoptaron. Ellos parecían realmente interesados en tener un hijo, aunque, por alguna extraña razón, ambos siendo fértiles no lo tenían. Fue pura casualidad que eligieran a Axis. Éste había salido de su habitación sin permiso, y dándose una escapada había llegado sin querer hasta donde ellos estaban. La mujer lo vio adorable, y el hombre quiso satisfacer el deseo de su esposa.
La pareja, después de adoptar al azabache, se instaló en Francia, teniendo como hogar una de las residencias más lujosas y hermosas que la zona tenía. Eran de buena economía gracias al trabajo de su padre, el cual era empresario, por lo que Axis, recibiendo su nombre actual gracias a sus padres adoptivos, disfrutó de cuanta comodidad pudo, y exigió cuanto antojo tuvo. Fue muy mimado y querido, además, su educación fue de primera y muy avanzada para tratarse sólo de un niño de doce años.
Su madre enfermó cuando él cumplió los trece y murió un par de meses después. Así, su padre sin saber muy bien cómo criar al niño él solo, decidió volver a casarse, esta vez con una mujer que conoció en su trabajo. El padre, cuando Axis ya había cumplido los quince y era perfectamente conciente de lo que sucedía, falleció envenenado por su propia mujer. Ésta se llevó al chico junto a la fortuna que heredó de sus adoptivos padres a Tokyo, Japón, aprovechándose así de la reciente muerte de su fallecido esposo e instalándose ahí para disfrutar del dinero del menor aunque no le perteneciera. Era más que obvio que se había casado por interés, y ahora que el único beneficiario era Axis no tenía dónde caerse muerta, además, el azabache poco interés le daba a dicho dinero y fue de esto que ella se aprovechó para llevar una vida fácil y acomodada. Con el tiempo y la convivencia, Axis se dio cuenta de que la mujer ciertamente era lo peor que conoció en su vida: mantenida, alcohólica, ociosa y buena para nada. Fue de ella quien heredó las costumbres, gustos y parte de la personalidad que ahora tiene, especialmente su fuerte apego al cigarro y alcohol. Pocos años después, al tener ya diecinueve y verse casi en la posibilidad de independencia, sin poder soportarla y sólo para fastidiarla, comenzó a darle una serie de problemas de las que ella misma tenía que hacerse responsable. Lo abandonó enseguida y volvió a dejarlo a su suerte como una forma de despegarse de él y de todas las molestias que conllevaba mantenerlo bajo su cuidado, aunque claro, Axis ya con esa edad podía manejar el dinero que por derecho le pertenecía y podía tener, mínimo, una vida con todas las libertades deseadas. El azabache la abandonó, o ella a él, y se largó con todo lo que le pertenecía por derecho. Desde ahí no volvió a verla nunca más ni a saber de ella tampoco. Y no es que le importe demasiado, pero dejarla como la dejó de vez en cuando le trae remordimientos hipócritas, y justo ahí cierta sensación de alivio llega a él cuando recuerda que ahora ya no está ligado a su segunda, o tercera, madre.
Actualmente sigue vagando por Tokyo sin ningún propósito en especial, sin embargo, al no querer depender mucho del dinero que su padre le dejó se dedica a diversas cosas, no importando cuáles ni si son legales o no. Lo fácil siempre es bien recibido.
►Imagen del personaje:
- Spoiler:
►Extras:
●Le es difícil sonreír sinceramente.
●Podría vivir solamente de leche descremada y de sus envases (?).
●Le atrae mucho el físico de las personas, sin importar el sexo, aunque esto pase a segundo plano cuando las conoce.
●Él mismo corta su cabello.
●No le agradan ni lo tatuajes ni los piercings. Es más, éstos le parecen en demasía burdos, pero no le molesta que otros los tengan ya que no tiene nada que ver con él.
●Le gusta lo sadomasoquista, no importando en quién.
●Suele tratar a los demás como si los estuviera “amaestrando”.
►Nombre de la serie/manga/videojuego al que pertenece: No sé~♥.
►Nombre real del personaje: Tampoco sé x3.
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