Comprando algo nuevo (Leedcrow - #13)

- Por fin... - murmuró molesto caminando por las calles de la ciudad, estirando libremente su cuerpo - A ver... ¿Qué iba a hacer? - pensaba mientras transcurria por esas calles, viendo con que distraerse después de una sesión de fotos bastante desagradable.

Arrastrando su andar hacia una tienda en especifico, quedó de frente al local, observandolo indiferentemente, como siempre hacia al ver a una persona o lugar. Anteriormente, él había leído sobre esa tienda, una tienda donde vendían pets como compañia o parejas, pero no como mascotas refiriendose a animales, sino... Algo diferente a ello. Caminó hacia la puerta, abriendola dejando a la vista el interior de la tienda, entró omitiendo la falta de arreglo al lugar, quedó enfrente del mostrador.

- ... - notó que no había nadie afuera - ¿Buenas? - exclamó con su seria voz.

Esperando por unos minutos, iba a irse, pero al escuchar unos pasos acercandose hacia el mostrador, se detuvo y volvio su mirada, ahora, a un chico de cabellos verdes y un rostro bastante llamativo. Suspiró un momento para enfocarse en las palabras que iba a decir.

- Buenas... - dijo educadamente - Quisiera un pet... - comentó, observando al peliverde fijamente - En especifico, un conejo. ¿Tiene alguno?

Paseo su mirada por todo el lugar, viendo algunas sillas y mesas que adornaban el lugar, quitandole un poco, ese ambiente lugubre. Así, distrayendose un poco con el lugar, esperó la respuesta del otro, para ver si tenían a un conejo apto para él.

Quedó quieto escuchando lo que el otro tenía por decir, mirando atentamente las acciones del contrario, analizando cada palabra que el peliverde soltaba de esos labios. Al ver que el otro tecleaba buscando un "candidato", vio que este volteo la pantaña mostrando varios conejos, todos eran bastante lindos y tenian bastantes toques de dulzura, pero el que le atrajo fue...

- Este... - dijo seriamente, mirando la pantalla, mientras que señalaba la primera foto, la foto de Leedcrow - Este es al que quiero.

Después de haber dejado claro a quien queria, alejó su dedo indice de la pantalla, para volverlo a posar en la mesa del mostrador, esperando a que el otro le diese algunos documentos, que el obvio, que tenía que firmar o algo así.

Vió como el otro sacaba una ficha colocandosela enfrente junto a un boligrafo para rellenar la misma. Con molestia, tomó la hoja en manos, comenzando a rellenar lo pedido, él, sinceramente, consideraba eso a algo molesto.

Nombre del pet: Leedcrow.
Nombre del Comprador: Yasaka Ritsu.
Nombre del Dueño: Yasaka Ritsu.
Modo de pago: Tarjeta.
A domicilio o directo: Directo.
Dirección: --------

Al terminar de rellanar la ficha, paseo su mirada por la hoja, revisando que no tuviese ningún error, odiaba cuando ocurrian problemas por errores tan simples. Dejando la ficha en la mesa al igual que el boligrafo, miró al vendedor fijamente, esperando pacientemente a que le trajeran su nueva mascota, su primera mascota.

Esperó, sintiendo que su paciencia comenzaba a perderse. Tras unos instantes, con su mirada fija en esa obvia puerta, vió que esta se abrio lentamente, dejando ver a un rubio asomar levemente su presencia en el lugar. Su mirada se iluminó al ver a ese rubio, de tez clara y unos ojos tan claros y bellos. ¿Amor a primera vista? Jajaja, tal vez.

- ... - quedó mirando fijamente al menor, antes de acercarse un poco, tomando la manilla de la puerta, halando de esta, para abrir completamente l a misma, para poder mirar mejor al conejo - Hola. - dijo seriamente.

¿Qué era eso lo que su pecho sentía? ¿Un presión? ¿Hipertensión? Era un ligero cosquilleo en su estomago y unas punzadas muy ligeras en su pecho, un hormigueo y un ligero calor en su cuello, subiendo a su rostro, sin sonrojarse, pero si, sintiendo algo de calor en su cuerpo.

Miró al menor de facciones adorables, delgado, de voz tímida, suave y confortable. Alzó un poco su mano para posarla encima de la cabeza del ajeno, para acariciarle esta, como si fuera señal de amabilidad, desordenandole los cabellos, mientras que, raramente, esbozaba un sonrisa bastante amplia y cálida.

- Un gusto, Leedcrow... - dijo seriamente, mientras que lo miraba atentamente, alejando la mano, para apoyarla en uno de los hombros del pequeño conejo - Mi nombre es Yasaka Ritsu, pero puedes llamarme Yasaka - notó las adorables orejas de conejo que se adjuntaba a la cabeza del rubio - Hmmm... - suspiró alejandose del menor, tomando su bolso que dejó encima del mostrador, para acercarse a la entrada/salida del lugar, ladeando un poco la cabeza para mirar al otro - Nos vamos.

Comentó de forma serena y seria, mientras abria la puerta del local, esperando a que el menor le siguiera para ir un lugar mucho más cómodo, para conversar o lo que el menor quisiera.

Su mirada siguio cautelosamente los movimientos del rubio, caminar, movimientos de las caderas al andar, parpadeos, movimientos de los labios al pronunciar las palabras, todo. Todo lo veía con atención. Al salir de ahí, notó que al conejo, le había afectado ser rociado con esos fuertes rayos del astro mayor. Con cuidado, se colocó enfrente de este, para que la luz, impidiera molestarle, aunque, tuvo la oportunidad de ver como esas pestañas rozaban timidamente con los pomulos del blanco, tocando levemente esa notoria y suave piel, que internamente, deseaba probar.

- Oye... - lo tomó delicadamente del mentón, alzandole la mirada, al igual que la cabeza, para que lo mirara, era un poco... Alto - ¿Adonde quieres ir? - dejó salir su seria y profunda voz, mientras que lo miraba fija e intensamente, a esos orbes tan azules como el mismo cielo.

Esperó a la respuesta del otro mientra que seguía observandolo de forma fija, analizando cada parte de él, la actitud, su figura, sus gestos, los detalles de ese hermoso y peculiar ser, que, le robó completamente la mirada, algo que muchas personas ajenas, no conseguían, nadie pudo enamorarlo a primera vista, pero esta vez, era una gran excepción.

Había notado, en esos instantes, lo azules que podían llegar a ser, los ojos del conejo que yacía enfrente de él. Escuchó la petición del menor, pensando en si llevarlo a un parque o a tomar un helado a un local cerca de esa area. Antes, pensó en llevarlo de inmediato para el Hotel, pero, quería ser agradable, aunque sea un poco, con la persona que le robó el aliento y un poco de sus emociones.

- Vale, no hay problema... - escuchó atentó a eso de "amo" y no le llegó a gustar, no mucho - Leedcrow, no me llames amo... Nisiquiera lo vuelvas a repetir... - su seria voz se asomó, mientras que con gentileza, lo sujetó de las manos - ¿Vamos?

Ah... ¿Qué sentía en esos momentos? Yasaka estaba actuando raro, el no era así, no lo era con los desconocidos, pero, parecía que algo en el menor, le atraía mucho, tanto, que hacía que actuase como no era habitualmente. Sin darle mucha importancia, solo decidio actuar como lo hacía, esperando a que el menor le siguiera, hasta una tienda de helados, cerca del lugar.

Sonrio de lado, mientras que lo miraba fijamente, sólo para volver a descubrir esos hermosos orbes, llenos de vida, alegría e inocencia, algo que le llegó a atraer más que antes. Con cuidado, lo tomó de la mano, sintiendo tras el roce, la suave piel que poseía el menor, era... Tal cual como la seda, deduciendo que era muy sensible y muy delicada esa blanquecina piel.

- Jaja... - rio bajo, era la primera vez que soltaba una risilla, tenía ya tiempo sin reirse y el conejo, le había arracando esa risita - Vale... Pide lo que quieras, te lo daré sin problemas... - dijo de forma amable, mientras que comenzaba a caminar, esperando a que el menor le siguiera.

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