Il mio gattino carino, la mia pantera Yoru

Después de haber sido descubierto por unos encargados de la tienda, termino mal...Por no decir que casi le matan, al parecer los castigos en ese lugar eran demasiado duros, solo que apenas y se estaba dando cuenta, era la primera vez que le habían descubierto queriendo escapar. Pero necesitaba alimentarse de verdad, no comer la estúpida comida que servían todos los días a los ‘adorables y lindos’ pets que esperaban ser comprados. No entendía porque el motivo de querer tener un Amo, un dueño que les ordenara hacer cosas. Como si no fueran suficientes las ordenes de los encargados en esa estúpida tienda.

Y aun así había elegido a alguien para llamarle ‘Amo’.

Se incorporo poco a poco en su cama desaliñada y emitió un leve ronroneo acompañado de una queja, se llevo una mano a su cabeza sintiéndose como su un camión le hubiera arrollado. ~Joder... ~Susurro volviendo a recostarse en su cama, mirando el techo blanco, buscando algún defecto en ella pero no había nada, seguía igual a como había llegado meses atrás. Por tan solo unos segundos paso por su mente la imagen del chico que había conocido por ahí, demasiado…peculiar por así decirlo. No sabía como había terminado esa situación, pero había gritado en voz alta que él le pertenecía, pero...No podía cuidarle y vigilarle si se encontraba en ese sitio. ~Maldita tienda... ~Emitió un gruñido girándose bruscamente en la cama para cubrirse la cabeza con la almohada, pero fue doloroso el tener que hacer ese movimiento. Prefirió culpar a su ‘Amo’ por hacerle reaccionar de esa manera...Aunque ni se encontraba en ese lugar.

~El tan solo pensarte...me fastidia... ~No lo decía con afán de maldecir a su “amo”, solo estaba molesto sin razón alguna, había sido.. ¿Manipulado?, nah, no lo creía. Igual, si decía que el otro le pertenecía, con simples palabras no cambiaba nada, no saldría de ese lugar.

Cerro su mirada emitiendo un ronroneo apenas audible a oídos ajenos, manteniendo ese pensamiento de que todo seguiría igual y solo esperaba recuperarse rápido de sus golpes, pero nuevamente vigilantes y gente entro a la habitación sacándole sin mas del lugar para llevarle al lugar donde se hacían las ventas~Pero que...?? ~Alzo sus orejas manteniéndolas tensas, su cola se erizo un poco con molestia y dolor al ser llevado a un lugar que desconocía. Cerró sus ojos cuando una puerta se abrió, demasiada luz allá afuera. Seguidamente, le soltaron y Yoru no hizo más que suspirar, recargándose en lo primero que encontró...El mostrador~ Sea lo que sea.. Yo no fui.. No me he movido de la cama...~Confeso, pensando que tal vez le habían culpado de algo de lo cual era inocente.~

Si bien escuchaba todo el ajetreo en ese lugar, pero solamente lo escuchaba, manteniendo sus orejas felinas un poco tensas por el ruido. Suspiro temblando ligeramente, manteniéndose recargado en el mostrador y miro al vendedor de soslayo cuando se acerco para tomar una pluma.

No había puesto atención a lo que decía el vendedor, no se había percatado del nombre que había dicho hasta que escucho que no había sido llamado porque hiciera algo malo, sino…Porque alguien había venido buscándole. Se sorprendió notándose un poco en su expresión y en su mirada afelinada que estaba un poco más abierta, sorprendida y giro el rostro observando al chico que sacaba papeles como si fueran suyos.

Una leve gota de sudor se deslizo por su sien y bajo sus orejas lentamente~ No puede ser...~Murmuro ligeramente, un tanto perplejo y, una leve sensación hizo que su cola felina se moviera lentamente en un acto curioso quizá. No se movió de su lugar, pues si lo hacia se notaria mas que estaba herido por culpa de su desobediencia, simplemente espero a que el otro le mirara...Aunque en esos momentos le hubiera gustado darse media vuelta y escabullirse de ese lugar.

Como lo había dicho antes en su habitación, el simple hecho de pensarle le fastidiaba, por no saber porque tenía que pensar en él, porque tenía que molestarse al pensar que él podría estar con alguien más y no a su lado, no lo entendía...No quería entenderlo~

~En esos momentos le hubiera gustado retroceder, en serio quería correr para salir de ese lugar, no sabía si esa era una buena forma de reaccionar a la poca felicidad que sentía, pero solo atino a bajar un poco mas sus orejas felinas cuando el humano se inclino en el mostrador, clavando sus orbes azules profundas en él, alzando ligeramente una de sus cejas teniendo después un tic nervioso al escucharle tan cerca de su oído~ Lo dije en un momento de desesperación...Manipulaste la situación... ~Replico aunque el otro ni siquiera le había logrado escuchar pues estaba más ocupado escribiendo números para pagar por su compra.

Se encogió un poco en su lugar, adolorido volvió a guardar silencio y se sostuvo nuevamente en el mostrador, deseando que aquellas heridas desaparecieran igual de rápido que como aparecieron. Emitió un suspiro sereno al no sentir más dolor y alzo sus orejas dejándolas un poco tensas al sentir la mirada del otro sobre si~

~Nghh... ~Gruño suavemente al ser tomado de la cintura tan de repente y, sin querer aferro sus manos en los brazos del otro como suplicando que le soltara pues, en verdad le dolía todo el cuerpo, tembló ligeramente sin poder evitarlo y dejo escapar aire por entre sus finos labios tratando de no demostrar mucho su dolor. Miro de soslayo al otro al reparar que le miraba de cerca y se hizo un poco a un lado para evitar demasiada cercanía. Aquella pregunta y esa mirada que mostraba el otro...en cierta parte le agrado, pero por otra parte también le atemorizo un poco. Se alejo rápidamente del otro y se quedo de pie esta vez, manteniéndose firme.

Tomo la mano de su nuevo dueño al parecer y le jalo de la mano para llevarle a la salida, bajando sus orejas felinas lentamente y dejando quieta su cola felina, quería irse de una buena vez de ese lugar, no quería contar frente al vendedor lo que le habían hecho~ Nada, que fui golpeado como castigo... ~Respondió con tranquilidad aunque hizo una pausa, soltando al otro una vez estuvieron fuera de la tienda~ ...Me descubrieron después de que te fui a ver y, acepte mi castigo, punto. ~Encogió los hombros aunque el hacer eso en verdad le costó y también le causo un poco de dolor~

Si me oponía o me defendía...hubiera terminado peor. ~Musito emitiendo un ligero gruñido de molestia. Era fuerte, ágil y sabía defenderse muy bien, pero si lo hacía solo hubiera conseguido que más de esos hombres aparecieran para aumentar cada vez más el castigo que le daban. Incluso llego a pensar que si se defendía, el mayor de seguro no le hubiera encontrado vivo o quién sabe, no sabía con exactitud y la verdad ya le importaba poco ese tema, se recuperaría con el tiempo, punto.

Alzo una ceja al escucharle y no hizo más que soltar una ligera risilla al imaginarse a un perro cuidarle, de seguro lo único que lograría seria que corriera lejos escapando del perro. No duro mucho su risa y solo tosió un poco llevando una mano a sus costillas emitiendo un leve quejido apenas audible. Suspiro profundamente y volvió a fingir aparente tranquilidad y “molestia” de estar con él peliblanco, aunque muy en el fondo estaba contento de que le sacara de ese lugar tan desagradable a su parecer.

Seguidamente le escucho y movió de manera graciosa sus orejas felinas, mientras su cola se enredaba distraídamente en una de sus piernas sintiendo algunas miradas de los llamados ‘humanos’ que carecían de orejas y cola. Quiso preguntar donde se estaba quedando antes, pero, por alguna razón prefirió no saberlo.~ Un hotel o una casa donde seas aceptado sin tener que recoger el desorden que hagas estará bien. ~Camino siguiéndole a paso lento, aun estaba adolorido por los golpes que había recibido como “despedida” y bajo sus orejas felinas casi por completo dando una apariencia sumisa, todo lo contrario a su personalidad obviamente. ~ Aunque pensándolo mejor, supongo que un hotel estará bien, en lo que conseguimos un lugar estable para poder vivir. ~Se sentía extraño el tener que hablar en plural, el tener que pensar por los dos cuando en el pasado no pensaba en nadie más, solo en sí mismo. Suspiro sin dejar de posar su mano en sus costillas y procuro hablar con la mayor tranquilidad posible para que no doliera tanto su cuerpo. ~