Conectarse
Últimos temas
» Declaro x3por Héracles Sáb Oct 12, 2024 3:20 am
» Revivimos? [Anuncio Global]
por Ulric Krauser Dom Dic 02, 2018 9:51 am
» Normativa a seguir
por Trapsus Sáb Jul 22, 2017 1:41 pm
» Imitation Black
por Leonardo McGolling Lun Abr 21, 2014 2:00 pm
» Cacería en las ruinas [Priv. Giovanni]
por Ryuichi Dom Mar 02, 2014 4:19 pm
» Perfil de Giovanni
por Kousaka Ryoumei Miér Feb 12, 2014 12:21 pm
» ¿Qué se supone que deba hacer ahora? [Privd.]
por Tetsuka Miér Ene 08, 2014 7:08 pm
» Hibari Kyoya
por Minoru Gray Mar Dic 17, 2013 6:50 pm
» Hatake Kakashi [sin terminar]
por Hatake Kakashi Sáb Dic 07, 2013 6:11 pm
» Sol , mar y ... (privado Hide)
por Eloise Lemoine Vie Dic 06, 2013 9:29 pm
Una excelente representación [ Azusa ]
Página 1 de 1.
Una excelente representación [ Azusa ]
Nueve de la noche,la representación comenzaba una hora después de el conde haber salido de su mansión para poder asistir a ella como todos los meses la presenciaba para poder distraerse y relajarse además de pasar un buen rato en compañía de la inspiración,la poesía y el lírico.Las calles esa noche estaban repletas de personas que asistirían esa noche al mismísimo estreno de una de sus novelas favoritas,Hamlet,novela que leían sus padres en voz alta para hacerle sonreír cuando apenas era un bebé.
Su entrada,pagada con anticipos,se hallaba dentro de uno de los bolsillos de su tan habitual abrigo azul y negro.No iba a ir demasiado arreglado pues nadie le vería mas que los acompañantes del palco que había conseguido pagar gracias a su riqueza y a su tan asombrosa agilidad con los negocios.A pesar de ser un niño de apenas 13 años era maduro,sabía afrontar problemas que un adulto de 32 no podía llegar siquiera a creer posible.E ahí el porqué de su inteligencia y paciencia para ser conde a tan corta edad.
Tenía que esperar un poco para que la obra diese comienzo por haber llegado mas temprano de lo normal,quizás fuesen las ganas de verla...al fin y al cabo era un niño,no podía escapar a aquellas pequeñas tentaciones que se le ofrecían en tan especiales momentos.Tranquilo bajó de su carruaje para poder salir a sentir el aire de la fría noche que les envolvía a él y a todas las personas que caminaban solitarias por las calles,aún faltaba mucho para que todo aquello se llenase de gente noble con la que conversar.
-Hm...parece ser que esta noche habrá buen tiempo... -Susurró al tiempo que posaba sus pies en el suelo y comenzaba a caminar con ayuda del habitual bastón que llevaba,siempre,no había un día que no se le viese con aquel complemento,pues no le hacía falta realmente.Aburrido se paró a un lado de la puerta,donde esperaría a que se abriese para dar paso a su interior.
Su entrada,pagada con anticipos,se hallaba dentro de uno de los bolsillos de su tan habitual abrigo azul y negro.No iba a ir demasiado arreglado pues nadie le vería mas que los acompañantes del palco que había conseguido pagar gracias a su riqueza y a su tan asombrosa agilidad con los negocios.A pesar de ser un niño de apenas 13 años era maduro,sabía afrontar problemas que un adulto de 32 no podía llegar siquiera a creer posible.E ahí el porqué de su inteligencia y paciencia para ser conde a tan corta edad.
Tenía que esperar un poco para que la obra diese comienzo por haber llegado mas temprano de lo normal,quizás fuesen las ganas de verla...al fin y al cabo era un niño,no podía escapar a aquellas pequeñas tentaciones que se le ofrecían en tan especiales momentos.Tranquilo bajó de su carruaje para poder salir a sentir el aire de la fría noche que les envolvía a él y a todas las personas que caminaban solitarias por las calles,aún faltaba mucho para que todo aquello se llenase de gente noble con la que conversar.
-Hm...parece ser que esta noche habrá buen tiempo... -Susurró al tiempo que posaba sus pies en el suelo y comenzaba a caminar con ayuda del habitual bastón que llevaba,siempre,no había un día que no se le viese con aquel complemento,pues no le hacía falta realmente.Aburrido se paró a un lado de la puerta,donde esperaría a que se abriese para dar paso a su interior.
Ciel Phantomhive- Mensajes : 49
Localización : Mansión Phantomhive.
Humor : ...Bocchanero.
Re: Una excelente representación [ Azusa ]
Una apacible noche. La verdad era que ¿Por qué pensar algo como aquello? Era absolutamente una noche como otra cualquiera sin nada fuera de lo normal. O al menos eso pensaba él.
Había días en los que maldeciría su internet hasta que la Tierra temblase si eso pudiera ser posible ¿Como coño se distraería ahora? No le apetecía salir a dar una vuelta, tampoco ir con sus amigos a alguna discoteca donde conocería a una chica guapa con quien follar. Que coño, estaba harto de tanta monotonía, siempre hacían lo mismo cada vez que salían por ahí a tomar algo. Además, sus amigos no le caían demasiado bien pues eran todos una panda de subnormales.
Miró la cartera y por un momento arrugó el entrecejo. Dinero, dinero era lo que le faltaba. Maldición, suspiró echando una ojeada por la cocina para ver si su madre le había dejado algo dentro de la cestita como siempre solía hacer pero no hubo suerte, aunque se topó con algo que le llamó la atención y tubo que ojearlo. -Hamlet.- Dijo una vez leyó lo que ponía. Perfecto, una obra de teatro o hacerse una paja en la cama, que divertido. Se miró el brazo derecho y una muy leve sonrisa cruzó sus labios mientras caminaba hacia la salida, metiéndose la entrada en unos de los bolsillos traseros del pantalón. Las llaves, casi se les olvidaban. Las echó en el aire como una vulgar maniobra estudiantil y por fin se las guardó a buen recaudo, cerrando la puerta antes, por supuesto.
Para su sorpresa la calle estaba bastante alborotada por masas de gente que se reunían para dirigirse al teatro. Al parecer esa porquería atraía a bastante carnaza. Encogiendo sus hombros dio a entender de que prácticamente le importaba más bien poco, prefería estar sentado frente a su iMac jugando a algún juego online o viendo porno.
El teatro no quedaba demasiado lejos de su casa pero aun así tubo que andar bastante. Todos sabemos que "cerca" es una palabra muy relativa según para quien. En media hora estaba esperando en la cola con una cara de desagrado que echaba hacia atrás a la gente que lo estaba mirando. Que desagradable, Pensó. Sus ojos contemplaros el parco de arriba al cual nunca iba a acceder, demasiado poco dinero como para permitirse tales lujos, por el momento se tendría que conformar con un asiento en la tercera fila y unos acompañantes bastante peculiares. Un niño altamente vestido con cutres trajes y un señor mayor que solo sabía toser y estornudar. Bufó harto de todo aquello pero no le quedó más remedio que sentarse en medio de ambos, relajándose un poco, al menos la butaca era cómoda.
Había días en los que maldeciría su internet hasta que la Tierra temblase si eso pudiera ser posible ¿Como coño se distraería ahora? No le apetecía salir a dar una vuelta, tampoco ir con sus amigos a alguna discoteca donde conocería a una chica guapa con quien follar. Que coño, estaba harto de tanta monotonía, siempre hacían lo mismo cada vez que salían por ahí a tomar algo. Además, sus amigos no le caían demasiado bien pues eran todos una panda de subnormales.
Miró la cartera y por un momento arrugó el entrecejo. Dinero, dinero era lo que le faltaba. Maldición, suspiró echando una ojeada por la cocina para ver si su madre le había dejado algo dentro de la cestita como siempre solía hacer pero no hubo suerte, aunque se topó con algo que le llamó la atención y tubo que ojearlo. -Hamlet.- Dijo una vez leyó lo que ponía. Perfecto, una obra de teatro o hacerse una paja en la cama, que divertido. Se miró el brazo derecho y una muy leve sonrisa cruzó sus labios mientras caminaba hacia la salida, metiéndose la entrada en unos de los bolsillos traseros del pantalón. Las llaves, casi se les olvidaban. Las echó en el aire como una vulgar maniobra estudiantil y por fin se las guardó a buen recaudo, cerrando la puerta antes, por supuesto.
Para su sorpresa la calle estaba bastante alborotada por masas de gente que se reunían para dirigirse al teatro. Al parecer esa porquería atraía a bastante carnaza. Encogiendo sus hombros dio a entender de que prácticamente le importaba más bien poco, prefería estar sentado frente a su iMac jugando a algún juego online o viendo porno.
El teatro no quedaba demasiado lejos de su casa pero aun así tubo que andar bastante. Todos sabemos que "cerca" es una palabra muy relativa según para quien. En media hora estaba esperando en la cola con una cara de desagrado que echaba hacia atrás a la gente que lo estaba mirando. Que desagradable, Pensó. Sus ojos contemplaros el parco de arriba al cual nunca iba a acceder, demasiado poco dinero como para permitirse tales lujos, por el momento se tendría que conformar con un asiento en la tercera fila y unos acompañantes bastante peculiares. Un niño altamente vestido con cutres trajes y un señor mayor que solo sabía toser y estornudar. Bufó harto de todo aquello pero no le quedó más remedio que sentarse en medio de ambos, relajándose un poco, al menos la butaca era cómoda.
Invitado- Invitado
Re: Una excelente representación [ Azusa ]
Al fin, tras cerca de media hora de espera, las puertas se abrieron para dejar paso a todas aquellas personas que entusiasmadas recurrían al teatro para ahogar penas, simular falsas alegrías y, al igual que él, dejar su hogar en manos de unos descuidados. No podía dejar de pensar en los estropicios que seguramente se encontraría cuando llegase a su mansión, ¿rosas arrancadas?, ¿platos rotos?, ¿la cena chamuscada?, esos eran los accidentes mas habituales. Un suspiro cansado salió de entre sus labios mientras comenzaba a caminar hacia la entrada y se adentraba en la estructura del teatro, grandes dimensiones, demasiada gente a su alrededor. Señoras con grandes vestidos, señores con traje de chaqueta y corbata, ancianos que parecían tener una gran cantidad de dinero nada mas ver aquellos monóculos que llevaban para poder ver bien la obra, ah, y como olvidar a los pobretones...¿de dónde sacarían el dinero?, menuda pregunta. Ladrones.
Observó la hora en su reloj de bolsillo: las nueve y media. Aún faltaban diez minutos para que la obra comenzase así como su relajación y sus ganas de dejar de pensar aunque fuese por un momento en los problemas que le rodeaban cada día. Quizás el ir aquel día a entretenerse había sido una mala idea, al fin y al cabo debía cumplir un par de mandatos para esa semana...¿que importaba?, desde que su mayordomo abandonó la misión de protegerle a él y a todos los que le rodeaban todo carecía de sentido para él. Para él y los sirvientes que igualmente aún trabajaban para satisfacer los placeres de su amo...aunque nunca lo consiguiesen. Agitó su cabeza para dejar de pensar, no quería arruinarse él mismo la noche con los pensamientos que llegaban a su mente y que tanto le costaba evadir, demasiados quebraderos de cabeza y poco tiempo para asimilarlos.
Por fin llegó a su asiento, no palco, pues gracias al chofer y su tardanza por aparecer todos los palcos fueron ocupados, ¿dónde tuvo que sentarse?, entre los menos ricachones y desconsiderados del país. La tercera fila y al centro...al menos tendría unas buenas vistas de los personajes. Entre los primeros cinco y siete minutos de espera nadie se sentó a su lado, más al concluir el séptimo sintió la presencia de alguien deambular por su alrededor, y así era, un joven se había sentado a su lado. Genial, paciencia y tranquilidad al traste. Suspiró con pesadéz esta vez, llevando una de sus manos hacia su frente para negar una vez posados sus dedos en ella, ¿por qué mierdas tenían que pasarle a él cosas como esa?, no solo era el jóven a un lado, si no también a una señora, seguramente viuda, llorando desconsolada junto a una de sus amigas. El pañuelo depositado en sus manos parecía rezumar lágrimas en vez de retenerlas, espantoso...esperaba que ambos se comportaran como era debido.
No le gustaban las pintas del joven. Demasiado normal, poco arreglado, al teatro se debía ir bien vestido si realmente se amaba, ese chico estaba demostrando lo contrario: le daba igual. Le daba igual estar allí que en otra parte con tal de pasar el rato. Que un rayo le partiera encima si se equivocaba. Prefirió dejar el asunto pasar y mirar directamente al escenario, en donde algún que otro técnico y encargado se encargaba de realizar los últimos retoques al telón y, seguramente, a los decorados, pues la suave tela de terciopelo rojo que envolvíala zona a representar se ondulaba con un simple movimiento de manos. Observó a su alrededor la sala totalmente llena, al parecer Hamlet depositaba una gran atracción a los espectadores. Fantástico, más concentración, menos problemas para él.- Empieza de una vez... -Susurró para sí mientras, uno de sus pies, daba leves golpes contra el suelo en un tic nervioso.
Observó la hora en su reloj de bolsillo: las nueve y media. Aún faltaban diez minutos para que la obra comenzase así como su relajación y sus ganas de dejar de pensar aunque fuese por un momento en los problemas que le rodeaban cada día. Quizás el ir aquel día a entretenerse había sido una mala idea, al fin y al cabo debía cumplir un par de mandatos para esa semana...¿que importaba?, desde que su mayordomo abandonó la misión de protegerle a él y a todos los que le rodeaban todo carecía de sentido para él. Para él y los sirvientes que igualmente aún trabajaban para satisfacer los placeres de su amo...aunque nunca lo consiguiesen. Agitó su cabeza para dejar de pensar, no quería arruinarse él mismo la noche con los pensamientos que llegaban a su mente y que tanto le costaba evadir, demasiados quebraderos de cabeza y poco tiempo para asimilarlos.
Por fin llegó a su asiento, no palco, pues gracias al chofer y su tardanza por aparecer todos los palcos fueron ocupados, ¿dónde tuvo que sentarse?, entre los menos ricachones y desconsiderados del país. La tercera fila y al centro...al menos tendría unas buenas vistas de los personajes. Entre los primeros cinco y siete minutos de espera nadie se sentó a su lado, más al concluir el séptimo sintió la presencia de alguien deambular por su alrededor, y así era, un joven se había sentado a su lado. Genial, paciencia y tranquilidad al traste. Suspiró con pesadéz esta vez, llevando una de sus manos hacia su frente para negar una vez posados sus dedos en ella, ¿por qué mierdas tenían que pasarle a él cosas como esa?, no solo era el jóven a un lado, si no también a una señora, seguramente viuda, llorando desconsolada junto a una de sus amigas. El pañuelo depositado en sus manos parecía rezumar lágrimas en vez de retenerlas, espantoso...esperaba que ambos se comportaran como era debido.
No le gustaban las pintas del joven. Demasiado normal, poco arreglado, al teatro se debía ir bien vestido si realmente se amaba, ese chico estaba demostrando lo contrario: le daba igual. Le daba igual estar allí que en otra parte con tal de pasar el rato. Que un rayo le partiera encima si se equivocaba. Prefirió dejar el asunto pasar y mirar directamente al escenario, en donde algún que otro técnico y encargado se encargaba de realizar los últimos retoques al telón y, seguramente, a los decorados, pues la suave tela de terciopelo rojo que envolvíala zona a representar se ondulaba con un simple movimiento de manos. Observó a su alrededor la sala totalmente llena, al parecer Hamlet depositaba una gran atracción a los espectadores. Fantástico, más concentración, menos problemas para él.- Empieza de una vez... -Susurró para sí mientras, uno de sus pies, daba leves golpes contra el suelo en un tic nervioso.
Ciel Phantomhive- Mensajes : 49
Localización : Mansión Phantomhive.
Humor : ...Bocchanero.
Re: Una excelente representación [ Azusa ]
-Genial.- Fue un comentario irónico ante la propia escena que se había montado en la cabeza. Un joven altamente vestido, con trajes elegantes y pulcros, un señor mayor que, al parecer, estaba resfriado y sintiéndolo mucho Azusa no pensaba en que estas épocas del año eran buenas para estar en casa con fiebre; y al otro lado del peliazul una señora que lloraba como si se desviviera allí mismo. Por favor, que esto no era un entierro. Si iba a ponerse de esa forma mejor que no hubiera venido, menuda pérdida de tiempo. Aunque ciertamente cabe decir de que no le molestaba en absoluto las posiciones que tenían, prefería mantenerse un poco alejado del enfermo que martillearse la cabeza con los llantos de una vieja.
La solución sería echarse un poco hacia el lado contrario del enfermo, en dirección al chico. Lo pensó al mirarlo, no sería mala idea después de todo y una pequeña inclinación hacia un lado no se haría demasiado notoria ni captaría la atención de curiosas miradas. Posicionó su codo sobre el brazo del sillón y su cuerpo pareció dejarse caer muy sutilmente sobre su costado, subiendo la pierna correspondiente al mueble muy a pesar de que eso era algo de muy mala educación estando en un lugar como aquel; pero le daba igual, Azusa no era alguien educado y de modales. Que coño, así estaba muchísimo más cómodo. Se dio cuenta de como algunas personas hablaban a su alrededor pero le fue imposible estar atento a cualquier conversación, eran miles, casi una molestia para sus oídos que le hizo bufar muy suave por la desesperación. Recordaría no volver a pisar un teatro en su vida -Joder, estaría mejor en mi casa, rascándome las pelotas.- No lo dijo en un tono de voz demasiado elevado, "por si acaso", aquel joven se indignaba con su forma de hablar.
Niños pijos que no estaban acostumbrados a comportarse como hombres de verdad, en serio, que asco.
La solución sería echarse un poco hacia el lado contrario del enfermo, en dirección al chico. Lo pensó al mirarlo, no sería mala idea después de todo y una pequeña inclinación hacia un lado no se haría demasiado notoria ni captaría la atención de curiosas miradas. Posicionó su codo sobre el brazo del sillón y su cuerpo pareció dejarse caer muy sutilmente sobre su costado, subiendo la pierna correspondiente al mueble muy a pesar de que eso era algo de muy mala educación estando en un lugar como aquel; pero le daba igual, Azusa no era alguien educado y de modales. Que coño, así estaba muchísimo más cómodo. Se dio cuenta de como algunas personas hablaban a su alrededor pero le fue imposible estar atento a cualquier conversación, eran miles, casi una molestia para sus oídos que le hizo bufar muy suave por la desesperación. Recordaría no volver a pisar un teatro en su vida -Joder, estaría mejor en mi casa, rascándome las pelotas.- No lo dijo en un tono de voz demasiado elevado, "por si acaso", aquel joven se indignaba con su forma de hablar.
Niños pijos que no estaban acostumbrados a comportarse como hombres de verdad, en serio, que asco.
Invitado- Invitado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.