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por Invitado Lun Sep 20, 2010 8:25 am
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- WebMaster: Tanaka Shion.
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- Breve reseña:
- Spoiler:
- Primer capítulo.
El despertar del Demonio.
Como imaginarán, esto es ficción, por lo que nada de éstas siguientes líneas son reales.
En Japón había una tienda, una linda tienda donde todos los juguetes era creados a mano por un muchacho muy apreciado en la ciudad. El muchacho se llamaba Tanaka. Dicho sujeto llevaba la tienda sólo, pero ésta era una prestigiosa pequeña tienda que todos visitaban cada día para saber de éste y poder comprar algún lindo juguete que les llamase la atención. Todo era perfecto, para qué quejarse de ello y mentir sobre lo perfecto. Todos los clientes sabían de la buena reputación del establecimiento, pues ellos mismos le habían dado nombre, ya que Tanaka nunca supo darle uno.
Se quedó como Happy Toy, pues el vendedor siempre tenía una sonrisa para los clientes que se pasesen por ésta, siendo niños y no tan niños.
Los juguetes eran de todo tipo, cochecitos, marionetas sonrientes, pelotas, o incluso instrumentos de trabajo escolar se encontraban en la tienda, dejando las puertas abiertas a los ciudadanos cada día.
Lamentablemente... su vida pasó de la radiante luz a la maldita penumbra.
Pocos días más tarde de que su negocio fuera a la mil maravillas comenzó a tener algo de temor cada día que volvía a casa. Al parecer algo lo seguía continuamente. Sin saber qué podría ser, corría a su hogar, donde sus padres lo esperaban cada noche. Estaba asustado, pero no le decía a nadie su temor de cada noche, cuando sentía una mirada clavada en su espalda. Cuando se giraba nadie había, pero cuando seguía el frío le recorría la espalda. No tuvo más que correr hasta la puerta para que aquella sensación de acoso desapareciera, dejando el frío sentimiento en su espalda fuera de su presencia. Era extraño, en verdad.
Tras unos días de lo mismo, es decir, siendo, de alguna manera, acosado, éste comenzó a entrar en depresión en más de una vez por aquellos continuos sentimientos fríos. Se sentaba demasiado mal como para poder seguir con ello, por lo que decidió cerrar la tienda unos dos días, así poder descansar. Después de aquellos días, éste la abrió, viendo que la tienda estaba destrozada por dentro, encontrándose a todos los juguetes rotos. Acabando por estallar el llanto y encerrarse en su taller, donde los creaba. Se pasó días y días dentro, sin volver a casa y comiendo casi lo mínimo, por lo que perdió peso y su cabeza no estaba donde debía estar. Estaba cayendo en locura, pues sus juguetes eran su mundo.
Después de una semana, por fin salió, dejándose ver en su casa en aquel lamentable aspecto. Por desgracia... eso no era todo. Justo cuando abrió la puerta el terror dominó sus ojos, al igual que su rostro apenas pudo contener salir más lágrimas. Sus padre estaban colgados del techo, con el estómago destrozado de golpes y arañados, de pies a cabeza, mientras algún que otro órgano vital se encontraba en el suelo.
La locura se despertó en él, haciendo que, los llantos, pasasen a ser risas de desesperación y tristeza. Era lo poco que le faltaba para caer en mal estado... y lo hicieron de manera perfecta para hacer que ese trauma no le saliera de nuevo de su mente. Calló en locura, haciendo que éste se encerrase en su cuarto, acabando por ser el sospechosos principal de los hechos cuando los vecinos encontraron algo extraño que éstos no salieran nunca. Llamaron a la policía, por lo que lo llevaron a juicio, acabando éste en libertad por demostrarse, mediante pruebas dactilares, que el culpable no era menos que un psicópata que había sido fugado. A continuación fue llevado éste a juicio con pena de muerte.
Días fríos y de soleada, de maldad y locura, junto a tenebrosas tinieblas surcando la mente del muchacho pasaron en su tienda, mientras éste intentaba formar nuevo juguetes. Todos eran negros y descabellados, teniendo sonrisas diabólicas y temerosos ojos. Nadie había visto nada parecido en esa tienda, y... muchos desearon tirar esa tienda abajo por el miedo que les daba poder entrar en aquel establecimiento bañado en miedo y oscuridad.
Un día, cuando un despistado pero alegre cliente se presentó en la tienda, acabó siendo sorprendido por aquella escena de película de miedo imprenta en el interior de la tienda. Aún así, curioso, se adentró en ella para saber más y así, comprar un juguete. Por lo general era todo como antes, peluches extraños y mochilas desquebrajadas. Más de una telaraña se mostraba por todos las esquinas del techo. Lo primero que llegó a dar la atención al muchacho era una jaula. Era una gran jaula donde el movimiento estaba presente. Se acercó, encontrándose... un humano dentro.- ¿¡Qué demonios...!? - Dijo exaltado éste. De pronto el vendedor dio presencia, intentando tranquilizarlo de manera que lo saludaba con una risilla que daba miedo, no tranquilidad.- Tranquilo, tranquilo... es sólo un híbrido - Explicó de manera tan natural que parecía que se veía uno en cada esquina. Por lo general, con ello, uno se asustaría, pero por lo visto el cliente sonrió, acabando por llevárselo. El humano, como híbrido que se llamaba... tenía algo extraño en su cuerpo; orejas y cola de perro.-- Dos años antes --
Tanaka, que estaba aburrido y sin hacer nada, se dedicó a experimentos algo... extraños. Sin el aviso de nadie, y haciendo dos secuestros, encerró a un hombre con una gata hembra y a una mujer con un perro macho. Días después volvió a donde había encerrado a éstos, encontrándose a la gata embarazada y a la mujer en el mismo estado. Esperó a que dieran a luz, y, por lo visto, el hecho de que fueran razas distintas hacía que la evolución de éstos se dieran un tanto más rápida, contando que crecían, las crías, más rápido. Pronto tuvo más razas a disposición, pues muchos interesados en lo que éste hacía comenzaron a trabajar para él.-- Actualmente --
Los híbridos, en la ciudad, comenzaron a venderse como pan de la mañana, haciendo que la tienda volviera a funcionar de manera sobresaliente, aunque, a veces, más de uno se quejaba del modo en el que eran tratadas aquellas mascotas. No era todo flores y rosa, así que... más de uno salía golpeado o "usado" para satisfacción de los empleados.Tokio es lo mejor para todos, es lo mejor para que encuentres el juguete que más te hará feliz~H a p p y T O Y.
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