Fascinación

No fue un largo camino hasta el lugar, gracias a que había tomado un taxi para llegar al bosque, sería mucho más eficiente que el que yo tuviese que conducir. Bajé del auto después del ángel, respirando con ganas el aire puro que nos rodeaba, totalmente diferente al de la ciudad. Era una manera de relajarse, y por supuesto, conocer más a fondo a mi querido Li, con quien me había encariñado totalmente. Le tomé de la mano y caminé, sin un rumbo establecido, hasta donde era difícil ver las copas de los árboles. Quería privacidad para él y para mi, por lo que un lugar alejado facilitaría las cosas, además de guardar el “secreto” de sus alas. Claro que esto lo quería solamente para mi, por eso sería celoso con este tipo de aspectos. –Qué lindo paisaje, es casi tan hermoso como tu –comenté en voz baja para no romper el ambiente de tranquilidad que nos rodeaba

Spoiler:

Sonreí ante su abrazo, esperando con curiosidad lo que haría después. Observé deleitado cómo se desvestía, pues su piel se veía especialmente delicada, pero sobre todo hermosa. Tenía ganas de “devorarle” en ese instante, obviamente tenía que controlarme, pues no quería espantar al ángel. –Y-yo...- sin responder a su pregunta las toqué, acariciándolas con suavidad, observando cuan bellas eran. Pasé mis dedos sobre las plumas, blancas y hermosas, sonriendo al hacer esto, ni yo mismo me había dado cuenta – me encantaría...-respondí después de un rato, pues estaba totalmente absorto en ellas.

Es imposible que no me agradasen –repliqué admirándolas con ilusión, eran tan hermosas como el mismo ángel. Solté una risilla, y miré con detenimiento todas sus acciones, solían ser tan inocentes, que muchas veces hacia que perdiera el control con una simple sonrisa. Corrí hacia él, estirando mis manos al aire, intentando atraparle. – ¡N-no te alejes tanto! -Debido a que tenía una buena condición física, sabía que no me sería tan complicado atraparle, además de que el ángel me estaba dando algo de “ventaja”, así que corrí hacia Li y estirando mis brazos logré tomarle por la cadera, sujetándolo con delicadeza y bajándolo de la misma manera – Te atrapé...-sonreí mientras lo sostenía entre mis brazos

Sonreí triunfante, definitivamente era entretenido estar con el ángel, y más cuando había esta clase de “recompensas” – Bien, ¿Cuál será el p...? –no pude terminar de hablar, pues mis labios estaban junto a los de él. Solté un suspiro separándome lentamente, mirando al ángel con un deje de confusión. –Yo... quiero...- mi mente no estaba en claro, pues lo que recién acababa de ocurrir mantenía mi mente en otras cosas. Miré un segundo directamente en sus ojos, sin saber con seguridad que responder- Quiero besarte, una vez más –respondí como por inercia, pues era lo que deseaba realmente en ese momento. Le apreté un poco más con suavidad entre mis brazos, acomodándole un poco mejor entre estos.

Lo miré, dudoso. Sus palabras me seducían a hacer lo que decía, pero mi mente pensaba otra cosa. Recíen le conocía. ¿Estaría bien hacer eso? Acaricié su rostro con la espalda de mi mano, mirandole fijamente a los ojos- ¿Estás seguro? -pregunté, acercandome peligrosamente a su rostro -Podría terminar comiendote..-repliqué en un murmuro sobre sus labios, susurrando con sensualidad. Y tenía razón, después de empezar, sería complicado detenerme, y más cuando tenía al bello ángel ante mi, tan cerca, entre mis brazos. Solté un suspiro y desvie la mirada, confundido.

Sonreí ladino, bastante calmado al escuchar tales palabras, pero sobre todo, apenado. No lo demostraía, pero sentía que esto era algo bastante vergonsozo para ambos, sus mejillas estaban sonrojadas, hermosas, y yo, decidido a continuar. -Si..-respondí apenas,bajandolo con cuidado al piso, para así terminar el beso que el menor había comenzado, correspondiendolo con lentitud, pero una necesidad enorme de poseerlo. Lamí sus labios picaramente, mientras acariciaba su cabello, descendiendo lentamente hacia su espalda. Ahora no me importaba hacerlo, y seguramente tampoco lo haría cuando estuviera con más gente. Ya no. Solamente quería permanecer un momento más alado del chico.

Solté un suspiro, mirandole fijamente a los ojos - En que pienso..-repetí, respirando hondo- en que.. creo que me he enamorado..-solté una risa, nerviosa y recargué mi frente en el hombro del ángel, cerrando los ojos- pero me siento afortunado. Creo que esa persona corresponde mis sentimientos..O eso me gustaría pensar-mientras hablaba enredaba mis dedos en el cabello de li, jugueteando para de alguna manera distraer su atención de mis palabras. Era de las pocas veces que decía esto, y a decir verdad, era realmente vergonzoso. Claro que no le mostraría esto al chico, no ahora.

Respiré profundamente, intentando acallar los escandalosos latidos de mi corazón; no me dejaban pensar con claridad. Solté un suspiro, como pensando lo que había dicho el ángel. Si, tenía razón. Debía decírselo, y quería, pero los nervios no me lo permitían. Entonces intenté poner mis pensamientos en orden, cerré los ojos y me quedé por un momento así, estático. Me separé pasando unos segundos y le miré fijamente a los ojos, esbozando una apacible sonrisa - Li ..-hize una pausa, tomando aire para poder continuar- ¿Que pensarías si te dijera, que..me has enamorado? -tomé entre mis manos su fino rostro, besando su frente para acallar mis temerosos pensamientos y tener una respuesta positiva por su parte, o por lo menos que no me rechazara.