Rouge Papillon [Privado Yunya]

por Invitado Miér Ago 04, 2010 12:06 am

Habían salido de la tienda, pero no bastó mas que unos minutos para ponerse a pensar sobre que harían después, el centro comercial, así podría comprar unas cosas para la cena y un par de nuevas mudas de ropa para el menor, las prendas que poseía eran bastante peculiares, pero no eran de su desagrado, parecía uno de esos chicos góticos con esas vestimentas negras de cuero con acabados en las orillas, apesar de todo se le veía elegante, sin embargo no era lo que estaba buscando, el deseaba algo más tradicional, algo que hiciera resaltar mucho más la extrema belleza del demonio, aun que también le dejaría elegir algo que fuese de su agrado.

No quería tener un mayor contacto con el chico, estaba un tanto nervioso el cual no era nada notorio, hace mucho que no interactuaba de esa forma con otra persona a menos que se tratase del ámbito laboral o el de los entrenamientos, ese día no llevó el auto así que lo mejor sería que tomarán un taxi para que llegasen más rápido, le hizo la parada a uno de ellos, deteniéndose de inmediato, abrió la puerta dándole paso al menor, para que luego el le siguiese dentro del auto.

Dio la dirección del centro comercial viendo fijamente a su acompañante se notaba que no era un chico de muchas palabras, y no le había molestado ni le había alegrado que fuese comprado, quizá era como el extraño mundo de las chicas, que son tan complicadas, incluso para él, que siempre había estado rodeado por ellas en la universidad, así como su molesta prometida la cual pasó a la historia justo cuando volvió a Japón.

por Invitado Miér Ago 04, 2010 10:12 am

Silencio. Siempre presente en aquel joven demonio que ni tan siquiera se dignaba a cambiar su serio e indiferente rostro, pues poca ilusión le había hecho el ser vendido, más que nada por que no le importaba.

Le siguió por largo rato hasta que su amo pidió uno de los taxis que pasaban por aquel lugar. El mayor abrió la puerta del auto y le ofreció primeramente la entrada a este, en el cual montó.

Suspiró ondamente, notando como el mayor entrada por la puerta opuesta a la que él entró, escuchando lo que le dijo al conductor. ¿Al centro comercial?¿Para qué?¿Y qué era eso exactamente? En su larga vida y antes de ser encerrado en aquel lugar, no vió ni conoció algo semejante.

Tras llegar al lugar en un completo silencio, esperó a que el mayor abriese su puerta para poder salir, fijandose en aquel grande y lujoso centro, brillandole tenuemente la mirada pero sin que esa seriedad cambiase ante nada.

Miró de reojo a su amo mientras pagaba al taxista para luego volver la mirada a aquel edificio, suspirando, pues realmente durante su tiempo encerrado había perdido la mitad de las cosas que podría haber observado y quizás aprendido, ya que ahora ese mundo había cambiado... ahora tendría que conocerlo nuevamente desde el más minimo grano de arena hasta la mas alta montaña que exista.

por Invitado Jue Ago 05, 2010 1:21 pm

No estaba extrañado por lo que sucedía, era muy normal en ese tipo de situaciones, apenas le había conocido y las posibilidades de que se llevaran bien o no lo hicieran estaban exactamente 50% a 50%, además de que el chico había sido vendido al parecer contra su propia voluntad, pensaba que era un acto cruel vender a esos chicos como simple diversión pero como antes había visto a muchos les agradaba, no comprendía como el hecho de ser rebajo a ser una simple mascota pudiese alegrar a alguien, tal vez necesite investigar mucho más sobre ello, no se quedaría con la duda.

Por fin habían llegado al lugar destinado, era enorme pero no era algo que le sorprendía, en estados unidos habían mucho más grandes, hun, pero eso ya no le importaba, estaba mejor en Japón que en un lugar como América, veía al chico de reojo, parecía que nunca había visto un lugar parecido en su vida, en donde había vivido todos estos años?-Nunca habías visto un lugar similar?..-Tomo al chico del brazo pero haciéndolo amable, sin que lo lastimara.

-En ese lugar hay muchas cosas, venden de todo y de excelente calidad..no debes de asustarte por lo que veas..simplemente sígueme y no te alejes de mi lado.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 4:10 am

Asintió por su pregunta, pues antes de ser encerrado en aquella tienda no había cosas de ese tipo, ahora debería aprender las cosas que no pudo cuando estuvo reclusado en la tienda, a veces era desesperante el pensar en el tiempo encerrado, pero ahora era finalmente libre.

Miró de reojo aquel agarre y despues el rostro del mayor sin cambiar ni un ápice aquella seriedad, aquel tipo era amable, no se sentía arrepentido de ser ahora su siervo.

-de acuerdo... -Esas fueron sus únicas palabras por el momento, dejandose guiar por el mayor hacia el interior de aquel centro comercial.

Todo era muy luminoso y brillante, realmente el mundo había cambiado bastante, pero eso no le molestaba para nada, tan solo suspiró y continuó su camino junto a su amo, observando todo su alrededor con curiosidad y algo de emoción que no demostraba fisicamente.

por Invitado Jue Ago 12, 2010 9:10 pm

Observaba de reojo al chico, de vez en cuando para que no lo notase, viéndolo desde ese angulo..parecía una linda chica oriental, nunca se imagino que pudiera haber tanta belleza en un chico..quizá sea una de las características de los demonios, apariencias delicadas casi angelicales, hermosa piel y suave a la vez, una tierna mirada llena de inocencia, una mera apariencia para atraer a los humanos y atraparlos en esa red de lujuria, deseo y locura, pero...no..debería de contenerse antes de hacer algo que no debería, pero..era un simple humano..hay veces que la inteligencia no es necesaria..nadie esta a salvo del poder de la atracción.

Su imaginación volaba, haciéndole pensar como se vería aquel chico,sobre una cama cubierta en terciopelo negro, cubierto con un hermoso kimono rojo algo desarreglado, su piel pálida ahora adornada con un tierno carmesí sobre las mejillas, aquel largo cabello descendiendo sobre su níveo cuerpo, debería parar..incluso si fuera una simple ilusión...podría hacerla realidad..una perversa sonrisa se dibujo sobre sus labios, sujetando al chico de la muñeca llevándolo a una tienda especializada en vestimenta oriental.

-Puedes elegir lo que quieras, toma lo que pienses que es necesario..claro si hay ropa de tu gusto, a quizá desees algo más..formal o casual, tan solo dímelo, queda claro?-se limito a decir eso esperando a que le dirigiera tal vez un par de palabras más, el silencio ya le comenzaba a incomodar

por Invitado Miér Sep 08, 2010 7:29 am

Seguía caminando al lado del mayor, observando cada esquina de aquel extraño lugar, sintiendose atraido por algunas luces de neón que algunas tiendas tenían para atraer la atención de la gente. Era asombroso.

La música que resonaba como distracción dentro de aquel lugar le hacía sentir una especie de paz, era música tranquila, clasica... oriental, algo que realmente le hacía sentir tranquilo pese a las charlas incomodas que aquel lugar tenía, eso era algo que le molestaba.

Al sentir el agarre del mayor, le miró con cierta sorpresa, no esperaba aquello en lo absoluto. Frunció de a poco el ceño, pero no por enfado, sino por la sorpresiva posesión de su muñeca para ser tironeado y guiado hasta aquella tienda que tan hermosos kimonos y yukatas tenían.

Al entrar y terminar de escuchar al mayor, quedó mirando todos los ropajes con espectación, era la primera vez que iba a un centro comercial y realmente era algo nuevo para él. ¿Quién sería el encargado de hacer tantos y tantos hermosos kimonos?.

-son hermosos... -Le miró sin cambiar aquel serio pero sorpresivo y, algo tierno, rostro.- ¿de verdad puedo coger la que me guste?¿no le molesta? -Le preguntó dudoso pese a que el mayor se lo había avisado.

Aun con aquella duda, se comenzó a alejar y con ello, eliminando aquel agarre para comenzar a hacercarse a los estantes, mirando cada kimono, eran realmente bellos, se llevaría un buen rato para poder decidir cuales llevarse.

por Invitado Miér Sep 15, 2010 3:04 pm

Era un sitio bastante colorido y clásico, ese era uno de los sitios que le agradaba visitar, ya que de vez en cuando le compraba algunos obsequios a sus pequeñas hermanas que gustaban de los clásico de Japón, no sabía si fueran del agrado de su acompañante pero no perdía nada en intentarlo, además de que ahí el amo era el mismo..y no aquel inexpresivo menor, tomó asiento ya que la señorita encargada del lugar ya le conocía y amablemente le ofreció asiento y un café en lo que esperaba al menor..

-Será mejor que te los pruebes, no quiero volver tan solo para cambiar una hakama, así que verifica que todo te quede a la perfección..-sin quitar la mirada de la bebida menciono tranquilo.-lleva todo lo que desees, tu solo elige lo que más te guste pequeño..-suspiro profundamente, podría ser que esto llevara algo de tiempo, ya que había hermosos modelos a su alrededor, además de que no lo limitaría de algo que quisiese, de una u otra forma seguro tenía solo esas prendas que portaba en ese momento, además..ahora viviría por el resto de su vida a su lado, por ahora se limitaría a esperar.

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