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Ficha de Syaoran ~
Pure Bestiality :: Personajes :: Fichas :: Fichas de Pets
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Ficha de Syaoran ~
por Invitado Miér Mar 30, 2011 6:09 pm
Nombre: Syaoran.
Apellido: Li.
Apodo: Syaoran-kun, Cachorro {?}.
Edad: Diecisiete años.
Sexo: Masculino.
Orientación sexual: HomosexualUke.
Raza: Perro – Inu.
Descripción psicológica: Siempre se ha caracterizado por ser de una personalidad agradable. Desde el punto de vista de lo que se considera alegre, Syaoran se acopla con todo derecho a esta palabra. Si bien, posee el carisma necesario para sonreír fácilmente, esto no quiere decir que su actitud resulta ser de aquellas en exceso energéticas y sacadoras de quicio. Tiene la suficiente serenidad para no caer en la definición de hiperactivo en todo momento, pero de igual manera esto no significa que es un ser demasiado pasivo. Gusta de mantenerse en movimiento y de derrochar energía cada vez que le sea posible, claro, con un marcado límite.
Amable, confiable y comprensivo en todo sentido. Muy respetuoso con aquellas personas que le son desconocidas, aún cuando estas tiendan a tratarle no de una manera muy grata, pues nunca ha sido –ni será– de una naturaleza vengativa o rencorosa. Siempre trata de llevarse en sintonía con los demás, a pesar de que naturalmente más de alguno jamás será lo que él podría considerar precisamente de amigo. Detesta encasillar a alguien de enemigo por la misma tolerancia que le ha sido otorgada desde un principio, y han sido pocas –en realidad, casi nulas– las veces en las que se ha convencido de que dicha persona no le simpatiza. Cuando se llega a dar el caso, prefiere pues, mantener la debida distancia entre ambos, rehuyendo de cualquier problema que se pueda ocasionar tanto a él mismo como al ajeno.
De corazón noble. Reconoce a veces de manera precipitada a sus amistades, pues socializar es un principio que sigue a menudo. Más, son un número casi selecto y reducido a quienes en verdad se mantiene fiel en todo instante, considerando incluso el que podría dar un enorme sacrificio por su bienestar. Cursi, tal vez, para el can no son mas que principios a los cuales se aferra con total entrega. Traidor es algo que espera y trata nunca ser llamado.
Parecería ser que no conoce la denominada ira, pero asegurar esto sería una notoria mentira. Conserva su carácter, como todo ser viviente conocedor de los denominados sentimientos, sólo que de un modo más oculto que el resto. Conoce la manera de evitarlo y si se da, de encubrir eficazmente el enojo, porque simplemente el ser un amargado es algo que no le va para nada. Guarda la compostura toda vez le sea posible, y si no, intenta por todos los medios de recuperarla con prontitud.
Increíblemente fuerte. Y no, no se habla del aspecto físico: la voluntad es algo que está enormemente desarrollada en él, al punto de realizar hazañas de lo más riesgosas por lo que crea correcto. Así, si se ha implantado un objetivo a conseguir –los cuales, son en su mayoría por el bien ajeno–, jamás existirá algo o alguien que frene el desempeño de su meta. No sólo este aspecto asombra debido a su corta edad, sino que de igual manera aún contando con escasos años de vida, es un joven muy maduro y responsable. No da cabida a la cobardía a la hora de reconocer sus errores, encarándolos con seriedad y sacando el mejor aprendizaje de estos para no volver a tropezar con el mismo inconveniente.
Descripción física: Empezaremos diciendo para darnos una cierta imagen de él, que es un joven cuya estatura se mantiene en la promedio acorde a su edad, variando entre el metro con setenta centímetros {1.70 m}. De constitución delgada, sin exagerar demasiado, ostentando la suficiente musculatura para no dar el aspecto de ser un saco de huesos andante {?}. Abdomen plano, piernas alargadas pero no por ello extremadamente finas, y hombros medianamente ensanchados. Rostro que evidencia la etapa de adolescencia en la que aún se encuentra, con rasgos algo finos gracias a su nariz que resulta un tacto respingona de la punta. Labios delgados, que delinean una sonrisa a todo aquel que sea merecedor de esta.
Su piel no es blanca, siendo esta de una tonalidad bronceada de aspecto natural, sin ninguna imperfección que pueda hallarse a la vista y de cierta suavidad al tacto. De cabellos castaños claro, unos de un color más oscuro que otros dependiendo de la luz que le enfoque. Este último mantiene un estilo de talle corto en la parte trasera de su cabeza, con unos mechones que caen en su frente como un flequillo espontáneo, que no logra cubrir sus ojos. Por más que se peine, su pelo siempre mantiene un molde rebelde que aparentase decir lo contrario, con puntas que se constantemente se mantienen levantadas. El color de sus orbes son de un hermoso café miel, expresivos en todo momento.
Si no fuera por ciertos detalles, se concluiría que es un humano común y corriente. De su cabello sobresalen dos orejas puntiagudas, semejantes a las de cualquier perro, que van a juego con una cola del mismo color.
Gustos y disgustos:
Agrados
Prefiere, ante todo, estar en la permanencia de un ambiente pacífico; sea divertido o no, lo que más importancia tiene es la tranquilidad. Empero, no es que le disguste la recreación, es al contrario, adora poder disfrutar de momentos en los cuales puede reír sin parar y divertirse. Para todo hay un momento.
Agradece a veces el silencio que genera el permanecer impávido en instantes, aunque al mismo tiempo tiende a repudiar el exceso de este, así que digamos que se encuentra en un intermedio. En lo que a comida se refiere, le gusta el chocolate negro –amargo, no en demasía dulce–, el arroz con verduras bien preparado y la carne cocinada en término medio. No tiene una bebida favorita en específico más que el agua pura.
Le sienta bien el clima templado, ni muy caliente ni muy gélido. Si durante el día hace demasiado calor, le resulta desesperante al punto de no poder concentrarse en lo que hace, mientras que si las temperaturas acarician las bajo cero, las puntas de sus dedos junto a su nariz se tornan muy heladas, algo que no le es grato sentirpero siempre existe el remedio del calor corporal externo.
Gusta de los almohadones cómodos y lugares frescos para dormir apaciblemente, como todo buen perro {?}.
Desagrados
El irrespeto, no hay falta ética más grave que esta desde su punto de vista. Del mismo modo, repudia el que alguien se comporte de una manera demasiado sardónica o tajante, como si estuviesen programados sólo para empeorar el día de los demás. Mentiras, falsedades, hipocresías, son otras de las cosas que no concibe en su diario vivir. Es exigente consigo mismo en mostrar sus debilidades; prefiere acallarles por completo. No lo admite, pero teme a la soledad, gracias a diversas vivencias en su pasado.
En general, de objetos u otras cosas de esta índole no hay mucho que decir, salvo que detesta con todo su ser los medios estrambóticos de transporte como camiones, aviones y barcos. Los automóviles particulares pequeños puede tolerarlos, pero de ahí, nada, ni porque vendieran su alma haría semejante cosa como subirse a una de esas monstruosidades {?}.
Historia: Nació bajo el lecho de una familia cuya estabilidad económica no era de la más envidiable, en una pequeña ciudad de Hong Kong el trece de julio. Sus primogénitos, si bien eran personas que vivían en constante endeudamiento a raíz del escaso salario que sus humildes ocupaciones les proveían, fueron los principales responsables de haber inculcado en Syaoran el respeto y la amabilidad que tanto le caracteriza. Desde pequeño le fueron enseñados los principios y valores morales, prácticamente extintos en la sociedad actual. Aunque no contase con las mejores prendas de vestir, ni con la más grande casa o los más novedosos juguetes, era muy feliz, rodeado de verdaderos amigos y una familia cariñosa. Podría decirse que parte de esa felicidad –más no toda– se desvaneció con el fallecimiento de su madre, producto del padecimiento de una enfermedad que los pocos recursos con los que contaban no pudieron aminorar. A partir de ahí, aún a pesar de estar en plena etapa de su infancia, encontró un nuevo valor a la vida y a lo que significa el apreciar lo que tienes.
Al parecer, su padre no se recuperó del todo de este suceso; cambió su actitud por una mucho más retraída, viviendo aislado del mundo exterior. Ni los intentos de su hijo por alegrar de nuevo sus días sirvieron, y paulatinamente su salud física fue decayendo. Debido a esto, es que Syaoran decide buscar trabajo como ayudante de un pescador. De agrio trato y estrictos principios, le enseñó al joven la importancia del cumplimiento de las normas; todos los días debía viajar hacia el puerto caminando en plena madrugada, y si se diera la circunstancia de que llegase tarde por algún infortunio, era severamente reprendido. Así, sin tener otra opción que el soportarlo todo, permaneció en un continuo ajetreo por dos –largos a su parecer– años, hasta que finalmente su padre murió. Quizás fue que un ligero ápice de compasión se apoderó de su jefe, o tal vez vio que el futuro incierto del trabajador adolescente merecía cambiar de rumbo, es que le consiguió a Syaoran un trabajo como ayudante de un viejo amigo suyo que hacía años se había radicado en Japón. Dispuesto a seguir adelante y no dejar pasar oportunidades como esta, viajo vía marítima hacia la isla. Conoció a su nuevo dirigente, un ser cálido y de buenas intenciones que incluso le dio hospedaje en su casa, tratándolo como si fuera su propio hijo.
Una tarde, salió a comprar en el mercado local diversos menesteres y a realizar otros recados. Ni siquiera supo cómo pasó, pero cuando se dio cuenta, dos hombres ya le habían sujetado de los brazos, capturándolo literalmente. Cuando volvió en sí, se encontró con que ahora poseía inexplicablemente rasgos caninos y se encontraba en venta en la tienda de Pets. ¿Cómo era todo eso posible? No encontraba idea alguna que poseyese sentido completo. Ahora, sólo le constaba abandonarse al destino de ser comprado por algún desconocido.
Imagen del personaje:
Extras:
• Su nombre, Syaoran (小狼), es de procedencia china, cuyo significado es 'lobato' o 'lobezno'.
• No posee mucha experiencia en cuanto a relaciones amorosas se refiere, y por ende, se comporta un tanto reservado y tímido en estas.
• Cada vez que presencia un indicio de enojo en su ser, suele citar mentalmente una frase que le fue enseñada años atrás por su mejor amigo de la infancia: "El necio estalla fácilmente en cólera; el prudente sabe disimular la ofensa."
• Por tener que valerse por sí mismo a una temprana edad, sabe realizar la gran mayoría de tareas hogareñas. Además, le agrada mantener las cosas limpias y en orden, así que no es extraño verle arreglando sus pertenencias como se debe cuando le sea posible.
Apellido: Li.
Apodo: Syaoran-kun, Cachorro {?}.
Edad: Diecisiete años.
Sexo: Masculino.
Orientación sexual: Homosexual
Raza: Perro – Inu.
Descripción psicológica: Siempre se ha caracterizado por ser de una personalidad agradable. Desde el punto de vista de lo que se considera alegre, Syaoran se acopla con todo derecho a esta palabra. Si bien, posee el carisma necesario para sonreír fácilmente, esto no quiere decir que su actitud resulta ser de aquellas en exceso energéticas y sacadoras de quicio. Tiene la suficiente serenidad para no caer en la definición de hiperactivo en todo momento, pero de igual manera esto no significa que es un ser demasiado pasivo. Gusta de mantenerse en movimiento y de derrochar energía cada vez que le sea posible, claro, con un marcado límite.
Amable, confiable y comprensivo en todo sentido. Muy respetuoso con aquellas personas que le son desconocidas, aún cuando estas tiendan a tratarle no de una manera muy grata, pues nunca ha sido –ni será– de una naturaleza vengativa o rencorosa. Siempre trata de llevarse en sintonía con los demás, a pesar de que naturalmente más de alguno jamás será lo que él podría considerar precisamente de amigo. Detesta encasillar a alguien de enemigo por la misma tolerancia que le ha sido otorgada desde un principio, y han sido pocas –en realidad, casi nulas– las veces en las que se ha convencido de que dicha persona no le simpatiza. Cuando se llega a dar el caso, prefiere pues, mantener la debida distancia entre ambos, rehuyendo de cualquier problema que se pueda ocasionar tanto a él mismo como al ajeno.
De corazón noble. Reconoce a veces de manera precipitada a sus amistades, pues socializar es un principio que sigue a menudo. Más, son un número casi selecto y reducido a quienes en verdad se mantiene fiel en todo instante, considerando incluso el que podría dar un enorme sacrificio por su bienestar. Cursi, tal vez, para el can no son mas que principios a los cuales se aferra con total entrega. Traidor es algo que espera y trata nunca ser llamado.
Parecería ser que no conoce la denominada ira, pero asegurar esto sería una notoria mentira. Conserva su carácter, como todo ser viviente conocedor de los denominados sentimientos, sólo que de un modo más oculto que el resto. Conoce la manera de evitarlo y si se da, de encubrir eficazmente el enojo, porque simplemente el ser un amargado es algo que no le va para nada. Guarda la compostura toda vez le sea posible, y si no, intenta por todos los medios de recuperarla con prontitud.
Increíblemente fuerte. Y no, no se habla del aspecto físico: la voluntad es algo que está enormemente desarrollada en él, al punto de realizar hazañas de lo más riesgosas por lo que crea correcto. Así, si se ha implantado un objetivo a conseguir –los cuales, son en su mayoría por el bien ajeno–, jamás existirá algo o alguien que frene el desempeño de su meta. No sólo este aspecto asombra debido a su corta edad, sino que de igual manera aún contando con escasos años de vida, es un joven muy maduro y responsable. No da cabida a la cobardía a la hora de reconocer sus errores, encarándolos con seriedad y sacando el mejor aprendizaje de estos para no volver a tropezar con el mismo inconveniente.
Descripción física: Empezaremos diciendo para darnos una cierta imagen de él, que es un joven cuya estatura se mantiene en la promedio acorde a su edad, variando entre el metro con setenta centímetros {1.70 m}. De constitución delgada, sin exagerar demasiado, ostentando la suficiente musculatura para no dar el aspecto de ser un saco de huesos andante {?}. Abdomen plano, piernas alargadas pero no por ello extremadamente finas, y hombros medianamente ensanchados. Rostro que evidencia la etapa de adolescencia en la que aún se encuentra, con rasgos algo finos gracias a su nariz que resulta un tacto respingona de la punta. Labios delgados, que delinean una sonrisa a todo aquel que sea merecedor de esta.
Su piel no es blanca, siendo esta de una tonalidad bronceada de aspecto natural, sin ninguna imperfección que pueda hallarse a la vista y de cierta suavidad al tacto. De cabellos castaños claro, unos de un color más oscuro que otros dependiendo de la luz que le enfoque. Este último mantiene un estilo de talle corto en la parte trasera de su cabeza, con unos mechones que caen en su frente como un flequillo espontáneo, que no logra cubrir sus ojos. Por más que se peine, su pelo siempre mantiene un molde rebelde que aparentase decir lo contrario, con puntas que se constantemente se mantienen levantadas. El color de sus orbes son de un hermoso café miel, expresivos en todo momento.
Si no fuera por ciertos detalles, se concluiría que es un humano común y corriente. De su cabello sobresalen dos orejas puntiagudas, semejantes a las de cualquier perro, que van a juego con una cola del mismo color.
Gustos y disgustos:
Agrados
Prefiere, ante todo, estar en la permanencia de un ambiente pacífico; sea divertido o no, lo que más importancia tiene es la tranquilidad. Empero, no es que le disguste la recreación, es al contrario, adora poder disfrutar de momentos en los cuales puede reír sin parar y divertirse. Para todo hay un momento.
Agradece a veces el silencio que genera el permanecer impávido en instantes, aunque al mismo tiempo tiende a repudiar el exceso de este, así que digamos que se encuentra en un intermedio. En lo que a comida se refiere, le gusta el chocolate negro –amargo, no en demasía dulce–, el arroz con verduras bien preparado y la carne cocinada en término medio. No tiene una bebida favorita en específico más que el agua pura.
Le sienta bien el clima templado, ni muy caliente ni muy gélido. Si durante el día hace demasiado calor, le resulta desesperante al punto de no poder concentrarse en lo que hace, mientras que si las temperaturas acarician las bajo cero, las puntas de sus dedos junto a su nariz se tornan muy heladas, algo que no le es grato sentir
Gusta de los almohadones cómodos y lugares frescos para dormir apaciblemente, como todo buen perro {?}.
Desagrados
El irrespeto, no hay falta ética más grave que esta desde su punto de vista. Del mismo modo, repudia el que alguien se comporte de una manera demasiado sardónica o tajante, como si estuviesen programados sólo para empeorar el día de los demás. Mentiras, falsedades, hipocresías, son otras de las cosas que no concibe en su diario vivir. Es exigente consigo mismo en mostrar sus debilidades; prefiere acallarles por completo. No lo admite, pero teme a la soledad, gracias a diversas vivencias en su pasado.
En general, de objetos u otras cosas de esta índole no hay mucho que decir, salvo que detesta con todo su ser los medios estrambóticos de transporte como camiones, aviones y barcos. Los automóviles particulares pequeños puede tolerarlos, pero de ahí, nada, ni porque vendieran su alma haría semejante cosa como subirse a una de esas monstruosidades {?}.
Historia: Nació bajo el lecho de una familia cuya estabilidad económica no era de la más envidiable, en una pequeña ciudad de Hong Kong el trece de julio. Sus primogénitos, si bien eran personas que vivían en constante endeudamiento a raíz del escaso salario que sus humildes ocupaciones les proveían, fueron los principales responsables de haber inculcado en Syaoran el respeto y la amabilidad que tanto le caracteriza. Desde pequeño le fueron enseñados los principios y valores morales, prácticamente extintos en la sociedad actual. Aunque no contase con las mejores prendas de vestir, ni con la más grande casa o los más novedosos juguetes, era muy feliz, rodeado de verdaderos amigos y una familia cariñosa. Podría decirse que parte de esa felicidad –más no toda– se desvaneció con el fallecimiento de su madre, producto del padecimiento de una enfermedad que los pocos recursos con los que contaban no pudieron aminorar. A partir de ahí, aún a pesar de estar en plena etapa de su infancia, encontró un nuevo valor a la vida y a lo que significa el apreciar lo que tienes.
Al parecer, su padre no se recuperó del todo de este suceso; cambió su actitud por una mucho más retraída, viviendo aislado del mundo exterior. Ni los intentos de su hijo por alegrar de nuevo sus días sirvieron, y paulatinamente su salud física fue decayendo. Debido a esto, es que Syaoran decide buscar trabajo como ayudante de un pescador. De agrio trato y estrictos principios, le enseñó al joven la importancia del cumplimiento de las normas; todos los días debía viajar hacia el puerto caminando en plena madrugada, y si se diera la circunstancia de que llegase tarde por algún infortunio, era severamente reprendido. Así, sin tener otra opción que el soportarlo todo, permaneció en un continuo ajetreo por dos –largos a su parecer– años, hasta que finalmente su padre murió. Quizás fue que un ligero ápice de compasión se apoderó de su jefe, o tal vez vio que el futuro incierto del trabajador adolescente merecía cambiar de rumbo, es que le consiguió a Syaoran un trabajo como ayudante de un viejo amigo suyo que hacía años se había radicado en Japón. Dispuesto a seguir adelante y no dejar pasar oportunidades como esta, viajo vía marítima hacia la isla. Conoció a su nuevo dirigente, un ser cálido y de buenas intenciones que incluso le dio hospedaje en su casa, tratándolo como si fuera su propio hijo.
Una tarde, salió a comprar en el mercado local diversos menesteres y a realizar otros recados. Ni siquiera supo cómo pasó, pero cuando se dio cuenta, dos hombres ya le habían sujetado de los brazos, capturándolo literalmente. Cuando volvió en sí, se encontró con que ahora poseía inexplicablemente rasgos caninos y se encontraba en venta en la tienda de Pets. ¿Cómo era todo eso posible? No encontraba idea alguna que poseyese sentido completo. Ahora, sólo le constaba abandonarse al destino de ser comprado por algún desconocido.
Imagen del personaje:
- Spoiler:
Favor ignorar el ojo de otro color {?}.
Extras:
• Su nombre, Syaoran (小狼), es de procedencia china, cuyo significado es 'lobato' o 'lobezno'.
• No posee mucha experiencia en cuanto a relaciones amorosas se refiere, y por ende, se comporta un tanto reservado y tímido en estas.
• Cada vez que presencia un indicio de enojo en su ser, suele citar mentalmente una frase que le fue enseñada años atrás por su mejor amigo de la infancia: "El necio estalla fácilmente en cólera; el prudente sabe disimular la ofensa."
• Por tener que valerse por sí mismo a una temprana edad, sabe realizar la gran mayoría de tareas hogareñas. Además, le agrada mantener las cosas limpias y en orden, así que no es extraño verle arreglando sus pertenencias como se debe cuando le sea posible.
Nombre de la serie/manga/videojuego al que pertenece: Tsubasa: Reservoir Chronicle.
Nombre real del personaje: Syaoran.
Nombre real del personaje: Syaoran.
- Spoiler:
- "No hay heterosexuales en las trincheras."
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